Con una masiva participación del 67,50 por ciento en la primavera vuelta de estas imprevistas y peligrosas elecciones legislativas francesas, las primeras tendencias le dan ganador al lepenista Reagrupamiento Nacional por el 33 por ciento de los votos sobre el Nuevo Frente Popular, que reúne a la izquierda de todos los colores, que habría obtenido el 28,1 por ciento, según Elabe. El partido presidencial entraría tercero con el 22 por ciento. Un resultado histórico. La ultraderecha no gobierna Francia desde la segunda guerra Mundial.

Estas no son las cifras definitivas. Un record de triangulares ha producido esta masiva participación en el ballotage. El verdadero resultado surgirá en la elecciones de la segunda vuelta del 7 de julio. Solo hay una semana de campaña.

Los franceses decidieron romper con las opciones tradicionales, con los partidos reducidos sin militantes y optaron por un populismo soberanista, de ultraderecha, antieuropeo y pro ruso.

Marine Le Pen, líder del ultraderechista Agrupación Nacional (RN) pidió para el segundo turno del 7 de julio «una mayoría absoluta» que no deje otra posibilidad al presidente francés, Emmanuel Macron, que nombrar a su líder, Jordan Bardella, primer ministro.

«No hay nada más normal que la alternancia política. Para ello necesitamos una mayoría absoluta», declaró Le Pen, quien fue reelegida diputada en su circunscripción del norte de Francia en el primer turno gracias a su amplia mayoría.

«Nada está ganado de antemano. El segundo turno será determinante para evitar que el país no caiga en las manos de la Nupes (coalición de izquierdas ahora llamada Frente Popular), que es de extrema izquierda y tiene tendencias violentas», advirtió.

El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió «una unión amplia claramente democrática y republicana» frente a la extrema derecha en la segunda vuelta de las legislativas, el próximo día 7 de julio, tras la amplia victoria de sus listas en la primera. «Frente a la Agrupación Nacional (RN, siglas en francés), es hora de una amplia unión claramente democrática y republicana para la segunda vuelta», afirmó el presidente francés.

Para evitar una mayoría absoluta de RN y sus aliados, el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon aseguró en rueda de prensa que el NFP retirará sus candidatos que accedan en tercera posición al balotaje, para dar más opciones a una derrota de sus rivales de extrema derecha.

Masiva influencia a votar generó este resultado. No hubo voto republicano como existió en las presidenciales entre Jacques Chirac y Jean Marie Le Penn en el 2002. La batalla entre la ultraderecha de Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y la izquierda ultra y moderada más ecologistas reunidos en el Nuevo Frente Popular se ha resuelto. Pero comienza una segunda etapa: como los partidos harán barrera en la segunda vuelta al lepenista Reagrupamiento Nacional.

A pesar de la campaña relámpago e imprevista de 20 días, el contexto político tan particular motivó a muchos franceses a expresarse.

La participación en la primera vuelta de las elecciones legislativas es muy alta para las elecciones legislativas. Solo el triunfo de François Mitterrand en 1981 consiguió esta participación democrática en un país donde el voto no es obligatorio.

El 65,5% de los electores registrados han votado. Es decir, una tasa de abstención del 32,5%, según una nueva estimación del instituto Ipsos publicada este domingo poco después de las 18.00 horas.

OpinionWay previó una participación final del 68,5%, lo que sería un récord desde 1993. Ifop y Harris Interactive previeron una participación aún mayor, del 69% y el 69,7% respectivamente.

Estas elecciones, totalmente imprevistas hasta el anuncio sorpresa de la disolución la tarde de las elecciones europeas del 9 de junio, se celebran sin embargo a principios de verano y después de tres semanas de campaña exprés. Pero lo mucho que está en juego ha llevado a muchos franceses a expresarse, con un número mucho mayor de representantes que en 2022 (2,8 millones frente a 1 millón hace dos años).

“Estamos viviendo un punto de inflexión político, como después de la disolución de 1997.Es una votación decisiva para los años venideros”, dijo durante la campaña el politólogo Luc Rouban, director de investigación del CNRS.

Los franceses fueron llamados a elegir 577 diputados este domingo. La mayoría absoluta en la Asamblea se consigue con 289 bancas. Si ese es el caso, el presidente Emmanuel Macron se verá forzado después de la segunda vuelta a convocar a una cohabitación con el ganador. Pero el mantiene el poder de vetar a los ministros que el elija y mantener bajo su ala la política exterior y la defensa.

Pero con una mayoría relativa, Francia puede sumergirse en la ingobernabilidad. Un gobierno de Gabriel Attralk, el actual primer ministro, puede continuar en el poder porque Macron solo podrá volver a disolver la Asamblea dentro de un año.

Por primera vez Polinesia tendrá un diputado en la Asamblea Nacional. El primer diputado de la nueva legislatura fue elegido en la Polinesia Francesa: Moerani Frébault, candidato autonomista de centro derecha, ganó con el 54% de los votos en la primera vuelta en la 1.ª circunscripción, superando al diputado independentista saliente Tematai Le Gayic (35%), que formó parte del grupo comunista en la Asamblea Nacional durante la última legislatura.

En Nueva Caledonia, donde hay una rebelión de los independentista y las fuerzas de elite franceses se encuentran desplegadas, el diputado saliente Nicolas Metzdorf, ponente del proyecto de ley sobre la descongelación del organismo electoral que enfureció a los separatistas, obtuvo el primer puesto en la primera circunscripción (39,81%). Tras ser elegido en 2022 en la 2ª circunscripción del bando presidencial, se enfrentará en segunda vuelta a la independentista Omayra Naisseline, miembro de la Unión Caledonia (36,34%).

En la segunda circunscripción, el candidato independentista Emmanuel Tjibaou, uno de los hijos del líder canaco Jean-Marie Tjibaou, asesinado en 1989, obtuvo el primer puesto con el 44,06% de los votos. Se opondrá en la segunda vuelta al no independentista Alcide Ponga, presidente local de los republicanos

Los diputados salientes del grupo centrista LIOT o investidos por el Nuevo Frente Popular (NFP) quedaron primeros en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el sábado en Guyana, Martinica y Guadalupe, los territorios de ultramar francés. Aunque la Reagrupación Nacional (RN) logra un gran avance.

En Martinica y Guadalupe, tres candidatos RN se clasificaron para la segunda vuelta, según los resultados provisionales comunicados por las prefecturas.

En Martinica, ningún candidato logró obtener la mayoría absoluta. Se organizará una segunda vuelta en cada una de las cuatro circunscripciones. Un candidato de Reagrupación Nacional , Grégory Roy-Larentry, se enfrentará en la segunda vuelta, en la cuarta circunscripción, al diputado saliente Jean-Philippe Nilor (La Francia Insumisa ), que obtuvo una gran ventaja con el 63,18% de los votos.

En Guadalupe, el RN no colocó a ningún candidato a la cabeza, pero sus candidatos Laurent Petit y Rody Tolassy se clasificaron para la segunda vuelta, respectivamente, en la 2.ª y 3.ª circunscripción, frente a los diputados salientes del NFP y de la LIOT. La tasa de participación ha aumentado considerablemente, con un 33,56%, frente al 25,31% de las elecciones anteriores de 2022.

En Guyana, los candidatos de la Izquierda Democrática y Republicana – Nupes, investidos por el NFP, Davy Rimane y Jean-Victor Castor, se clasificaron para la segunda vuelta, en los dos distritos electorales. Con el 62,7% y el 60,2% de los votos, los dos diputados salientes no fueron elegidos en la primera vuelta por falta de participación suficiente.. La tasa de participación aumentó al 32,5% frente al 26,7% en 2022.