El primer ministro Benjamin Netanyahu no quiere ceder y firmar un acuerdo con Hamas por la liberación de los rehenes, secuestrados en Israel el pasado 7 de octubre. Su problema es que la sociedad israelí está mayoritariamente en contra de su decisión, incluidos los militares y los servicios secretos. Por eso medio millón de personas se levantaron exigiendo un acuerdo ya.
Ofir Korzin es teniente coronel de la reserva de las fuerzas militares israelíes y piloto. Participa activamente en esa marchas para exigir un acuerdo que libere a los rehenes y lleve a un cese de hostilidades. Esta es su opinión de como deben ser la negociación desde Tel Aviv, cuando arrecian grandes marchas en las principales ciudades del país.
-¿Qué impacto tienen las manifestaciones para exigir que Netanyahu acepte liberar a los rehenes y cesar las hostilidades tras la ejecución de los rehenes por parte de Hamas?
-Buena pregunta. Deberíamos ponernos a prueba de acuerdo con la realidad. En realidad, vemos que hasta ahora, por desgracia, las manifestaciones han tenido resultados limitados. Durante las últimas semanas, hemos visto a nuevos miembros del Parlamento israelí, como los miembros del partido religioso «Shas», pidiendo un acuerdo inmediato, que permita el regreso de los rehenes. Creo que la manifestación fue uno de los detonantes que hizo surgir estas importantes voces.
Sin embargo, los llamamientos no son suficientes. Necesitamos que se conviertan en una amenaza política real para el gobierno israelí para que sean eficaces. Por lo tanto, creo que se deben tomar medidas adicionales, además de la manifestación, incluida la participación internacional.
Netanyahu lucha por su sobrevivencia política
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-¿Piensa que el Primer Ministro cree que los rehenes son daños colaterales en esta guerra?
-No. Creo que el Primer Ministro israelí prefiere su supervivencia política a la vida de nuestros rehenes.
-Esa sí que es una acusación fuerte.
-Lamentablemente, lo apoyo con todo mi corazón.
-¿Hacia dónde se dirige?
-Creo que se dirige hacia la expansión del conflicto militar. Una vez más, creo que lo hace por la razón poco ética de su supervivencia política. Creo que el mundo debe involucrarse mucho más, de manera mucho más decisiva, presionando con fuerza a ambas partes para que se alcance el acuerdo entre Israel y Hamas.
-¿Los militares lo apoyan en esta misión o hay diferencias?
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Israel sigue siendo una democracia fuerte, en la que los militares son obedientes a la hora de ejecutar las decisiones del gobierno. Los militares seguirán apoyando al gobierno. Sin embargo, a veces, en ciertos casos, hay una gran desconfianza entre el liderazgo de las FDI y el liderazgo político. Esta desconfianza se refleja de manera evidente y significativa en la relación entre el ministro de Defensa y el Primer Ministro.
Salvar a los rehenes
-¿Advertirán los militares al Primer Ministro que tomar venganza podría perjudicar las negociaciones sobre el destino de los rehenes?
-Israel no se está vengando. Estamos ejerciendo una presión militar legítima sobre una organización terrorista para que se rinda y libere a nuestros rehenes.
-¿Si tuviera que elegir entre eliminar a Hamas o salvar a los rehenes, qué elegiría?
-Liberar a los rehenes. Sin duda. Sin embargo, dar prioridad a estos dos objetivos no significa que debamos abandonar el objetivo que ocupa el segundo lugar en prioridad. Significa que debemos prestarle la debida atención en una etapa posterior.
La excusa del corredor Filadelfia
-¿Qué piensa del corredor de Filadelfia? ¿Debe Israel permanecer allí o abandonarlo en nombre de salvar las vidas de los rehenes?
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-Creo que Israel debe controlar la frontera entre Gaza y Egipto, ya que hemos visto el resultado de liberarla. Sin embargo, creo que podemos permitirnos abandonarla por un tiempo, para llegar a un acuerdo. Ojalá lo más amplio posible, que salve las vidas de los rehenes y que incluya también, ojalá, una normalización diplomática preliminar de la relación entre Arabia Saudita e Israel.
-¿Las nuevas instrucciones que Hamas ha dado a los guardias de rehenes significan que si las fuerzas israelíes se acercan, los matarán. Militarmente, ¿cómo se puede resolver este drama?
-No voy a entrar en las distintas soluciones militares. La forma más segura de resolver el drama es llegar a un acuerdo entre Israel y Hamas.
¿Cese de hostilidades o fin de la guerra?
-¿Es necesario un cese de las hostilidades o el fin de la guerra?
-Una pregunta enorme, que se puede resumir en pocas palabras. Intentaré responderla en breve: la gente de ambos lados merece una visión, un sueño o una vida normal, como la vida de la gente común. Es obligación de los líderes elaborar la visión, transmitirla al pueblo y trabajar incansablemente para ejecutar el plan, que convertirá ese sueño en realidad. No confío en que el actual gobierno israelí sea capaz de transmitir esa visión a su pueblo. Por eso creo que debe ser reemplazado. Si no eres un visionario, no eres un líder. Ve a hacer otra cosa con tu vida.
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-¿Cree que Netanyahu está saboteando el acuerdo?
-Tristemente, increíblemente, inequívocamente, SÍ
-En esta negociación, ¿no es la misma la estrategia de Sinwar, el líder de Hamas, y la de Netanyahu? ¿No poner fin a la guerra?
-Digamos que la estrategia de ambos lados es erradicar al otro, y que ambos lados son extremadamente tercos en ello. El resultado es que la guerra continúa.
La seguridad de Israel
-Con esta estrategia de Netanyahu, ¿cómo se garantizará la seguridad de Israel? ¿No están multiplicando a Hamas para las próximas generaciones con esta política?
-Israel DEBE cambiar su estrategia para seguir siendo la democracia fuerte y segura que es. Después de llegar a un acuerdo con HamAs, debemos involucrarnos profundamente en reemplazarlo por un nuevo liderazgo palestino. Uno que construya un futuro de esperanza para su pueblo. Uno que esté dispuesto a hacer concesiones difíciles, sabiendo que está poniendo los cimientos de una nueva democracia.
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-¿Cómo debería Israel conmemorar el próximo 7 de octubre?
-Poniendo fin a la guerra y dándonos la tranquilidad de espíritu para conmemorar a los que perdimos.
-¿Cree usted que estas diferencias en Israel podrían llevar al país a una guerra civil?
-No. El pueblo de Israel ha aprendido la lección del difícil año pasado. Hoy estamos más unidos y recomiendo a nuestros enemigos que dejen de soñar despiertos con el día en que nuestros desacuerdos internos nos debiliten. El pueblo de Israel es uno.
Cuatro días después de lograr su renovación por dos años, la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela publicó un contundente informe en que ve motivos razonables para creer que el Gobierno de Nicolás Maduro cometió «crímenes de lesa humanidad» en las elecciones de julio.
El documento de 158 páginas abarca el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024 y acusa a fuerzas de seguridad y grupos civiles armados progubernamentales de asesinatos, desapariciones forzadas, actos de tortura y violencia sexual y de género antes, durante y después de unos comicios marcados por la persecución de opositores y la represión de las protestas.
Las fuerzas de seguridad estuvieron «involucradas masivamente» en violaciones de derechos humanos tales como detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza para reprimir protestas, o tratos crueles y degradantes, indica el documento, señalando como responsables a los servicios de inteligencia civil (SEBIN) y militar (DGCIM), así como a la Guardia Nacional Bolivariana y a la Policía Nacional.
También asegura que «las declaraciones de las máximas autoridades del Estado, sobre todo después del 28 de julio, incitaron a la represión y contribuyeron a generar un clima de hostilidad y violencia».
Otras instituciones señaladas en el informe son el Consejo Nacional Electoral, que «incumplió las medidas básicas de transparencia e integridad», la Asamblea Nacional, «instrumental en la aprobación de nuevas leyes contrarias a los derechos humanos y restrictivas del espacio cívico y democrático», o el sistema de justicia, que «siguió operando con falta de independencia».
Aunque anteriores informes de la misión constituida en 2019 ya acusaron al Estado venezolano de graves violaciones de derechos humanos, el nuevo documento destaca que el perfil de las víctimas de la represión «se amplió de manera significativa» en el periodo electoral abarcando no sólo a líderes de la oposición y sociales.
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En el contexto electoral los abusos también fueron sufridos por «ciudadanos comunes, simplemente por demostrar su desacuerdo con el Gobierno o con los resultados de las elecciones presidenciales anunciados por las autoridades», indicó.
Detenciones y amenazas
La misión que preside la jurista portuguesa Marta Valiñas destaca en el informe que en los 10 meses anteriores a las elecciones al menos 48 personas fueron detenidas en relación con conspiraciones invocadas por el Gobierno, muchas de ellas en la llamada operación Brazalete Blanco, y en la campaña electoral hubo otras 121 detenciones por colaborar en actividades de la oposición.
Ese tipo de campañas «sirvieron de justificación para la represión selectiva de militares, políticos y activistas de la sociedad civil», señaló el informe del grupo de expertos, que junto a Valiñas está formado por el chileno Francisco Cox y la argentina Patricia Tappatá.
La represión aumentó tras los resultados electorales, cuando las autoridades, según el informe, «pusieron en marcha una campaña de detenciones masivas e indiscriminadas sin precedente», con un número de detenciones, que pudieron contarse por miles, «sólo comparable con las protestas de 2014, 2017 y 2019».
Muchas de estas detenciones formaron parte de la «operación Tun Tun», diseñada para amenazar y «generar temor en la población», afirmó la misión.
En el marco de esa operación, se llegó a marcar con una X las casas de personas percibidas como opositoras, o se alentó a grupos afines al Gobierno a señalar y denunciar a éstas mediante una aplicación de celular que se habilitó a tal fin.
Entre las violaciones de derechos humanos que destaca el informe figura la detención en el periodo postelectoral de 158 menores de edad «acusados de graves delitos como terrorismo», detenidos en la mayor parte de los casos sin informar a sus familiares o a abogados, por lo que permanecieron incomunicados durante días.
Muertes en las protestas
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El informe documenta al menos 25 muertes, incluidas las de dos menores de edad, durante los primeros días de protestas electorales, y señala que al menos ocho de esos incidentes mortales fueron en manifestaciones donde las fuerzas de seguridad del Estado o grupos de civiles afines al Gobierno hicieron uso de armas de fuego.
La misión también denunció numerosos casos de torturas y de violencia sexual, estos últimos no sólo contra detenidos sino también en mujeres y niñas que habían acudido a centros de detención para visitar a sus familiares.
Las torturas incluyeron «puñetazos, golpes con planchas de madera o con botes envueltos en espuma, descargas eléctricas incluso en los genitales, asfixia con bolsas plásticas, inmersión en agua fría y privación forzada de sueño», detalla.
«Las violaciones graves de derechos humanos investigadas durante este periodo representan una continuación de la misma línea de conducta caracterizada como crímenes de lesa humanidad en informes previos de la misión», concluye el documento.