INTERNACIONAL
Foreign Policy: el espacio es la gran asignatura pendiente en la defensa europea

El 30 de marzo, un cohete de la start-up alemana Isar Aerospace se elevó brevemente desde el puerto espacial de Andøya, al norte del Círculo Polar Ártico. La misión aspiraba a colocar pequeños satélites en órbita y marcar un hito: sería el primer lanzamiento orbital desde suelo europeo fuera de Rusia.
Sin embargo, apenas 40 segundos después del despegue, el cohete Spectrum explotó, truncando lo que debía ser un símbolo del despertar espacial europeo. Según Foreign Policy, en un análisis firmado por Jo Inge Bekkevold y Jonas Vidhammer Berge, este fracaso es más que técnico: refleja la profunda vulnerabilidad del continente en un dominio estratégico clave.
Aunque los fracasos son comunes en las primeras pruebas de lanzadores, el accidente dejó expuesta la fragilidad del ecosistema espacial del continente. Más allá del percance, el episodio en Noruega evidenció que Europa no está preparada para sostener por sí sola sus necesidades orbitales, en un contexto donde el espacio se ha vuelto indispensable para la defensa moderna.
Las operaciones militares actuales no pueden prescindir de las capacidades espaciales. Satélites de reconocimiento, comunicación, navegación y alerta temprana se han convertido en pilares tácticos y estratégicos. Sin estos sistemas, los ejércitos carecen de inteligencia oportuna, pierden precisión y coordinación, y quedan expuestos a ciegas en el campo de batalla.

A pesar de esta realidad, Europa carece de los medios para sostener operaciones militares de alta intensidad sin el respaldo orbital de Estados Unidos, como indican Bekkevold y Vidhammer Berge. En contraste con los esfuerzos de Washington, Beijing o Moscú, las inversiones europeas en capacidades espaciales han sido escasas, descoordinadas y lentas.
El espacio se ha vuelto un ámbito de creciente competencia. En 2010 orbitaban la Tierra menos de 1.000 satélites activos; hoy son más de 9.000. Para 2030, se estima que podrían superar los 60.000. El control del espacio equivale al dominio de las comunicaciones, la vigilancia y el posicionamiento global. Es, en términos prácticos, una nueva frontera de la guerra.
Durante décadas, los países europeos de la OTAN han descansado sobre el andamiaje tecnológico de Estados Unidos. En la mayoría de los conflictos recientes, desde los Balcanes hasta Ucrania, el componente espacial estadounidense ha provisto las herramientas necesarias para ejecutar operaciones complejas.
Pero esta confianza ya no es tan sólida. Como advierten los autores de Foreign Policy, la segunda administración de Donald Trump ha deteriorado el vínculo transatlántico y ha despertado dudas sobre la fiabilidad de Washington como socio estratégico. Aunque el secretario de Estado Marco Rubio reafirmó en abril la lealtad de Estados Unidos con la OTAN, el gesto no alcanzó para disipar la incertidumbre.
El caso de Ucrania ilustra el riesgo de esa dependencia. La red satelital Starlink, propiedad de Elon Musk, ha sido vital para las comunicaciones del Ejército ucraniano frente a la invasión rusa. Pero también ha servido como instrumento de presión. Según Bekkevold y Vidhammer Berge, la administración Trump ha condicionado su uso en las negociaciones de paz entre Kiev, Moscú y Washington, exponiendo los límites de soberanía que impone depender de un proveedor externo.

Musk, además, vetó el uso del sistema sobre Crimea, lo que refleja el grado de control que un actor privado estadounidense puede tener sobre decisiones militares de un aliado europeo. La UE, por ahora, no tiene una alternativa propia para ofrecer.
Europa también enfrenta un rezago severo frente a otras potencias. Aunque el sistema Galileo, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ofrece una alternativa al GPS, su uso militar sigue limitado. El resto de la infraestructura espacial del continente palidece frente a los avances de China, Rusia y Estados Unidos.
En 2023, el gasto chino en programas espaciales duplicó el presupuesto combinado del Reino Unido, Francia y Alemania. Rusia, por su parte, conserva satélites en órbita geoestacionaria capaces de realizar ataques antisatélite. Y Europa sigue dependiendo de la alerta temprana espacial estadounidense para sostener su disuasión nuclear.
Los satélites en órbitas altamente elípticas —vitales para cobertura continua sobre regiones específicas— están dominados por Washington y Moscú. Solo un reciente proyecto noruego, la Arctic Satellite Broadband Mission, ha contribuido a mejorar la conectividad en el Ártico. Pero esta iniciativa no habría sido posible sin tecnología, financiación y lanzamiento desde Estados Unidos.
Además de los satélites, Europa tiene otro problema estructural: la falta de capacidad de lanzamiento confiable. Entre 2022 y 2024, se realizaron 672 intentos de lanzamiento orbital en el mundo. Solo 12 fueron europeos.
Los ejemplos más recientes muestran una serie de retrocesos. El sistema Ariane 6 logró su primer lanzamiento exitoso en marzo de 2024, con cinco años de retraso. En 2023, el Reino Unido intentó lanzar un cohete desde su nuevo puerto espacial en Shetland, pero la nave explotó durante una prueba estática. Y el intento noruego de marzo volvió a fracasar.
A esto se suma que el único sitio de lanzamiento probado por Europa se encuentra en la Guayana Francesa, fuera del continente. Sin infraestructura operativa en territorio europeo, incluso los satélites más avanzados resultan inútiles.
El dominio de la órbita baja terrestre (LEO), donde se concentran la mayoría de los satélites actuales, también escapa al alcance europeo. Allí, Starlink lidera con más de 7.000 satélites. La UE apuesta al proyecto IRIS², que prevé solo 290 unidades y recién comenzaría a operar en 2030.
Mientras tanto, Rusia planea fabricar 250 satélites al año y China proyecta dos constelaciones separadas de más de 10.000 satélites cada una. Estados Unidos, por su parte, desplegará cientos de nuevos satélites militares en LEO en los próximos tres años.
En este panorama, Europa no solo llega tarde, sino también con planes modestos. El bajo ritmo de despliegue y la escala limitada del proyecto europeo dificultan que IRIS² contribuya de forma significativa a la seguridad continental en los plazos relevantes.
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INTERNACIONAL
Innovación alimentaria y solidaridad: cómo las primeras civilizaciones afrontaron mil años de variabilidad climática

Una investigación multidisciplinaria basada en análisis arqueológicos e isotópicos demostró que las comunidades africanas, establecidas por algunos estudios científicos como cuna de la humanidad, lograron resistir más de 10.000 años de inestabilidad climática a través de prácticas alimentarias diversificadas y lazos comunitarios sólidos.
El trabajo, citado por The Conversation, examinó restos humanos y animales de 187 yacimientos en todo el continente africano, brindando una perspectiva integral sobre la evolución de los sistemas de subsistencia en distintos contextos ecológicos. La clave de esta resiliencia no fue un modelo único de agricultura o ganadería, sino la capacidad de adaptación mediante estrategias complementarias.
El equipo de investigación adoptó un enfoque continental, utilizando datos de isótopos estables presentes en huesos antiguos. Este método permitió reconstruir los patrones dietarios y las estrategias de subsistencia empleadas por distintas sociedades africanas durante el Holoceno.
Los resultados fueron clasificados en “nichos isotópicos”, es decir, categorías que agrupan modos de vida según características ambientales y culturales. Esto permitió observar que el desarrollo alimentario no siguió una línea progresiva única, sino que se construyó como un mosaico de respuestas adaptativas a condiciones cambiantes.
Se trata del primer estudio que rastrea a esta escala la historia alimentaria del continente a través de análisis isotópicos, ofreciendo una nueva mirada sobre cómo se forjaron los sistemas de producción en distintos momentos de la historia.

El trabajo destaca que la supervivencia ante los vaivenes climáticos se sustentó en la combinación de prácticas como el pastoreo, la agricultura, la pesca y la recolección. En lugar de depender de un solo modelo intensivo, las comunidades integraban varias actividades de manera simultánea, ajustándolas a los contextos locales.
Este enfoque multiestratégico se verificó tanto entre distintas regiones como dentro de las propias comunidades. El principio rector era la flexibilidad: modificar las prácticas frente a alteraciones del entorno sin adherirse de forma exclusiva a una sola fuente de subsistencia.
El equipo de científicos subrayó que la resiliencia no dependía del método “más eficiente” en términos productivos, sino de mantener abiertas múltiples posibilidades que pudieran responder a crisis o transformaciones ecológicas.
Los datos permiten observar cómo las comunidades adaptaron sus sistemas alimentarios a lo largo del tiempo y el espacio. En el sur de África, en territorios correspondientes a Botswana y Zimbabue, grupos sociales combinaron el cultivo, la recolección de productos silvestres y la cría de ganado, especialmente tras el fin del llamado Periodo Húmedo Africano, hace unos 5.500 años.

En el valle del Nilo, especialmente en Egipto y Sudán, las poblaciones desarrollaron sistemas mixtos que incluían la agricultura de cereales, la pesca, la producción láctea y la elaboración de bebidas fermentadas. Estas combinaciones respondían a las condiciones locales y a la disponibilidad de recursos.
Los sistemas pastoriles —vinculados al cuidado y movilidad del ganado— fueron particularmente frecuentes y diversos. La variedad de señales químicas en los restos arqueológicos sugiere una alta capacidad de ajuste a entornos contrastantes, desde zonas áridas hasta regiones montañosas.
La investigación concluye que la diversidad productiva no hubiera sido suficiente sin la existencia de vínculos comunitarios sólidos. Durante períodos de estrés, como la transición climática que puso fin al Periodo Húmedo Africano, se intensificaron los intercambios de alimentos, conocimientos y trabajo entre distintos grupos.
Estas formas de cooperación permitieron compartir tierras y recursos, así como transmitir saberes sobre prácticas sostenibles. Por ejemplo, en ciertas regiones, los animales eran criados no como principal fuente alimentaria, sino como respaldo ante la pérdida de cultivos, una estrategia que funcionaba como red de seguridad.

Esta organización colaborativa favoreció la continuidad de los sistemas pastoriles incluso durante los últimos mil años, especialmente en regiones donde la aridez se convirtió en un rasgo dominante del paisaje.
El estudio plantea una crítica directa a las políticas de desarrollo que promueven modelos intensivos y estandarizados. Según los investigadores, esas estrategias no consideran la diversidad ecológica y social que caracteriza muchas regiones del mundo, en especial en el continente africano.
La experiencia histórica documentada en este análisis sugiere que los sistemas alimentarios flexibles, integradores y sostenibles son más eficaces para enfrentar escenarios de cambio climático. Lejos de imponer modelos únicos, las políticas deberían adaptarse a las realidades locales y promover la colaboración intercomunitaria.
El artículo cita que las sociedades africanas históricamente construyeron sus decisiones alimentarias “en sintonía con la tierra y el mar, no en oposición a ellos”. En ese tono, los autores del estudio indicaron que la trayectoria de las comunidades africanas representa un referente útil para enfrentar los desafíos contemporáneos. Frente a un contexto global de incertidumbre climática, las estrategias milenarias de adaptación y cooperación pueden ofrecer una guía para diseñar sistemas más resilientes y sostenibles.
gente,prepara alimentos,programa de apoyo nutricional de zimbabue
INTERNACIONAL
Michelle Obama portraitist’s exhibit with trans Statue of Liberty pulled after pressure from Vance

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EXCLUSIVE: Artist Amy Sherald canceled her upcoming exhibit featuring a portrait of a transgender Statue of Liberty at the Smithsonian’s National Portrait Gallery after Vice President JD Vance raised concerns the show included woke and divisive content, Fox News Digital has learned.
President Donald Trump signed an executive order in March that placed Vance in charge of overseeing the removal of programs or exhibits at Smithsonian museums that «degrade shared American values, divide Americans based on race, or promote programs or ideologies inconsistent with Federal law and policy.»
Vance said Sherald’s «American Sublime» exhibit violated Trump’s executive order and was an example of woke and divisive content during a meeting June 9 with the Board of Regents, a source familiar with the meeting told Fox News Digital.
ARTIST PULLS ART FROM SMITHSONIAN GALLERY AFTER MUSEUM TRIES TO ALTER HER TRANS STATUE OF LIBERTY PAINTING
Arewà Basit stands in front of Amy Sherald’s painting, «Trans Forming Liberty» on display at the Whitney Museum of American Art in Manhattan, N.Y., April 2, 2025. (Tiffany Sage/BFA/Shutterstock)
«Vice President Vance has been leading the effort to eliminate woke indoctrination from our beloved Smithsonian museums,» an administration official said in an email to Fox News Digital. «On top of shepherding the One Big Beautiful Bill through the Senate and helping President Trump navigate international crises, the vice president has demonstrated his ability to get President Trump’s priorities across the finish line.»
Sherald, best known for painting former first lady Michelle Obama’s official portrait in 2018, announced Thursday she was pulling her show, «American Sublime,» from the Smithsonian’s National Portrait Gallery slated for September, The New York Times first reported.
Sherald said she was rescinding her work from the exhibition after being told that the National Portrait Gallery had some concerns about featuring the portrait of the transgender Statue of Liberty during the show. The painting, «Trans Forming Liberty,» depicts a trans woman with pink hair wearing a blue gown.
TRUMP WHITE HOUSE CALLS OUT SMITHSONIAN FOR PUSHING ‘ONE-SIDED, DIVISIVE POLITICAL NARRATIVES

Amy Sherald attends the 2023 Tribeca Ball at the New York Academy of Art April 4, 2023, in New York City. (Santiago Felipe/Contributor)
«These concerns led to discussions about removing the work from the exhibition,» Sherald said in a statement, The New York Times first reported Thursday. «While no single person is to blame, it’s clear that institutional fear shaped by a broader climate of political hostility toward trans lives played a role.
«This painting exists to hold space for someone whose humanity has been politicized and disregarded. I cannot in good conscience comply with a culture of censorship, especially when it targets vulnerable communities.
«At a time when transgender people are being legislated against, silenced and endangered across our nation, silence is not an option,» Sherald added. «I stand by my work. I stand by my sitters. I stand by the truth that all people deserve to be seen — not only in life, but in art.»
The Smithsonian did not immediately respond to a request for comment regarding Vance’s involvement in the matter.
DEFUNDING DEI: HERE’S HOW THE TRUMP ADMINISTRATION HAS UNDONE BIDEN’S VERY PRIZED PROGRAMS

President Donald Trump and Vice President JD Vance after a ceremony with the 2025 national champion Ohio State Buckeyes on the South Lawn of the White House April 14, 2025. (Tom Williams/CQ-Roll Call, Inc via Getty Images)
The White House said the removal of Sherald’s exhibit is a «principled and necessary step» toward cultivating unity at institutions like the Smithsonian.
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«The ‘Trans Forming Liberty’ painting, which sought to reinterpret one of our nation’s most sacred symbols through a divisive and ideological lens, fundamentally strayed from the mission and spirit of our national museums,» Trump special assistant Lindsey Halligan said in a statement to Fox News Digital.
«The Statue of Liberty is not an abstract canvas for political expression. It is a revered and solemn symbol of freedom, inspiration and national unity that defines the American spirit.»
Other members of the Smithsonian’s Board of Regents include the Chief Justice of the United States, John Roberts, along with senators John Boozman, R-Ark.; Catherine Cortez Masto, D-Nev.; and Gary Peters, D-Mich., along with several other House members.
Fox News’ Gabriel Hays contributed to this report.
INTERNACIONAL
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