El otro frente de guerra que desafía a Israel, en la frontera con el Líbano continua creciendo con la organización Hezbollah que anunció la muerte de cinco milicianos más mientras se intensifican los enfrentamientos como eco de lo que sucede en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió a Beirut este domingo que no se dejara arrastrar a una nueva guerra.

Este movimiento ultraislámico respaldado por Irán, en realidad un partido político con brazo militar, ha informado de la muerte de 24 de sus milicianos desde el sangriento ataque del grupo terrorista Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel que masacró a unos 1.500 civiles en las poblaciones frente a la Franja de Gaza.

La intención del movimiento libanés es preservar a su aliado, dicen aquí los analistas, pero sin embargo no es claro cómo serán sus pasos. “Actúan como dudando, como si las cosas no hubieran salido como esperaban”, dice a Clarín un periodista y fotógrafo israelí con 30 años de experiencia en cobertura de estos conflictos.

Hezbollah en 2006 libró contra Israel la segunda guerra del Líbano, un choque que se extendió a 34 días y que detuvo las Naciones Unidas con el depsliegue de fuerzas de contención entre los dos bandos.

El movimiento pro iraní combatió en ese frente lanzando oleadas de cohete Katiuska contra Israel e imitando el procedimiento vietnamita de guerra de guerrilla, con grupos reducidos de ataque disimulados entre la gente, golpeando y huyendo, según pudo comprobar este enviado que cubrió aquella guerra. Desde entonces la capacidad destructiva de la organización ha crecido y cuenta con miles de cohetes más precisos y capacidad de alcanzar todo el territorio de Israel.

El gobierno de Netanyahu, que ha cruzado amenazas con la dirección de esa milicia, ordenó en estas horas la evacuación de otras catorce comunidades del norte del país, próximas a la frontera. La semana pasada el gobierno ya había dispuesto el retiro de los habitantes de 28 poblaciones ubicadas a menos de dos kilómetros de la divisoria con Líbano y pocos días después la importante ciudad de Kyriat Shemona, a 10 kilómetros de ese límite y con una población de 23.000 personas.

En los últimos días, la milicia libanesa ha lanzado decenas de misiles antitanque, cohetes y morteros hacia suelo israelí, donde han intentado infiltrarse algunos de sus hombres; a lo que Israel ha respondido con intensos ataques con artillería, y por aire. También causando la muerte de varios milicianos.

«Hace poco, soldados israelíes identificaron una célula terrorista que intentaba lanzar misiles antitanque hacia la zona de Avivim a lo largo de la frontera con el Líbano. Los soldados atacaron la célula antes de que pudiera llevar a cabo el ataque», informó un portavoz militar la mañana del domingo. Hacia ese sector fueron movilizados una parte significativa de los más de 300 mil soldados de la reserva que están acantonados frente a Gaza para la eventual invasión terrestre.

Hezbollah también intento derribar un dron israelí con el lanzamiento de un proyectil, lo que permitió ubicar el blanco y bombardearlo.

Son hechos de baja intensidad pero el prólogo de un conflicto más grave. Irán ha sostenido que si se dan las circunstancia intervendrá en la guerra, pero no necesariamente de modo directo sino con su principal fuerza aliada en Líbano.

En las últimas 24 horas, la organización ha reivindicado hasta seis ataques contra Israel, que respondió con intenso fuego causando al menos tres bajas en las filas del grupo libanés, en uno de los días más tensos en esa frontera desde que comenzó la guerra paralela de Israel con las milicias del grupo terrorista Hamas en Gaza, un aliado de la milicia libanesa.

Días atrás en un discurso por la muerte de uno de sus comando, un dirigente del movimiento, Naeem Qassem, aseguró que el grupo «intervendrá en la guerra» si Israel inicia una incursión por tierra en Gaza pero aclaró que dependerá de la situación y aclaró que nadie sabe el futuro. Con todo, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, advirtió que el grupo «pagará un precio muy alto» porque «ya se ha unido a la lucha».

El diario The New York Times informó, citando fuentes de inteligencia, que EE.UU. impidió una operación de ataque directamente en Líbano en las bases de Hezbollah. El argumento habría sido que no convenía encender una guerra mientras se disputa la otra.