El tribunal de Aviñón, al sureste de Francia, dictará mañana sentencia en el histórico macrojuicio sobre las violaciones bajo sumisión química a Gisèle Pelicot, con penas que pueden llegar hasta los 20 años para cada uno de los 51 acusados.
La Fiscalía pidió el pasado 27 de noviembre hasta 650 años de prisión por el total de los delitos, que incluyen tanto violaciones como agresiones sexuales contra la víctima, de 72 años, convertida en un símbolo feminista mundial por decidir que el juicio fuera público «para que la vergüenza cambie de bando».
La mayor pena solicitada, de 20 años (la máxima contemplada por la ley en Francia), es para su exmarido y cerebro del plan, Dominique Pelicot, de 72 años, quien desde el inicio del proceso reconoció todos los hechos y aseguró que su fantasía era «someter a una mujer insumisa».
Él abusó de ella y la puso en peligro de muerte de 2011 a 2020, drogándola e invitando a otros hombres a que la violaran.
Otro de los acusados, Jean-Pierre Maréchal, admitió en el juicio los delitos aunque jamás tocó a Gisèle Pelicot, sino que replicó los métodos del principal acusado con su propia esposa, quien también fue violada bajo los efectos de los ansiolíticos por ambos hombres.
La menor pena solicitada por la Fiscalía, de 4 años, es para otro hombre que solo está acusado de agresión sexual, sin cargos de violación.
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El resto, con edades comprendidas de los 27 a los 74 años, se enfrentan a solicitudes de condenas que van de los 10 a los 20 años de cárcel por violación agravada.
Un símbolo
«Habrá un antes y un después», aseguró durante las vistas la fiscal del tribunal penal de Aviñón Laure Chabaud, sabedora de la importancia de este juicio. Por ello, pidió una «concienciación real y profunda sobre la noción de consentimiento» para los acusados y también para la sociedad.
De hecho, en Francia el Código Penal define la violación como «cualquier acto de penetración sexual de cualquier tipo o cualquier acto buco-genital cometido contra otra persona»mediante «violencia, obligación, amenaza o sorpresa».
La noción de consentimiento no aparece en el ordenamiento jurídico francés y para que se tipifique el delito de violación debe haber penetración.
Por eso mismo las estrategias de varias defensas se basaron en tratar de elaborar argumentos enrevesados sobre qué prácticas sexuales desarrollaron sus acusados.
Las pruebas de todos los delitos están en los miles de vídeos y fotos que realizó el propio violador confeso Dominique Pelicot.
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Los hechos que se juzgan ocurrieron entre 2011 y 2020, primero en la región de París y, a partir de 2013, en la casa a la que los Pelicot se mudaron al jubilarse, situada en Mazan, un pueblo de 6.000 habitantes cerca de Aviñón.
Dominique Pelicot contactaba a decenas hombres en internet y los invitaba a su domicilio, una vez que había drogado a su mujer con grandes dosis de ansiolíticos, que la dejaban incosnciente y cerca del coma, según los expertos médicos que declararon al inicio del juicio.
El principal acusado registraba esas violaciones, descubiertas en 2020 por la policía, después de haberlo detenido tras ser descubierto grabando bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado de Carpentras.
Dominique Pelicot está acusado también en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación en 1999.
La Corte Suprema de Estados Unidos accedió este miércoles a examinar la apelación de la red social TikTok a una ley que obligaría a ByteDance, su propietario chino, a vender la popular plataforma de intercambio de videos como condición para mantener su actividad en el país. El máximo órgano judicial programó los alegatos del caso para el 10 de enero, apenas una decena de días antes del regreso formal de Donald Trump a la Casa Blanca.
Sin embargo, la Corte no suspendió la entrada en vigor de la ley, como pretendía la empresa. Así, se prevé que la normativa comience a tener vigencia el 19 de enero, un día antes de la asunción de Trump. La ley ya fue firmada en abril por el presidente saliente, Joe Biden. Bloquearía a TikTok de las tiendas de aplicaciones en Estados Unidos a menos que ByteDance cumpla con la venta antes de la fecha en cuestión.
El Congreso la aprobó argumentando que busca prevenir riesgos de espionaje y manipulación de los usuarios por parte de las autoridades chinas.
Ante esas especulaciones, la red social negó insistentemente haber transmitido información a Beijing y aseveró que la ley viola sus derechos de libertad de expresión protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana.
«El Congreso ha aprobado una restricción generalizada y sin precedentes a la libertad de expresión», dijo en un documento enviado a la Corte TikTok, que se jacta en la actualidad de tener más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos.
Si la ley entra en vigor, indicó la agencia de noticias AFP, cerraría una de las plataformas de expresión más populares de Estados Unidos el día antes de una investidura presidencial, añadió el texto. «Esto, a su vez, silenciará las voces de los numerosos estadounidenses que utilizan la plataforma para comunicar sobre política, comercio, arte y otros asuntos de interés», continuó el comunicado.
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Además, expuso que la propia compañía, «así como innumerables pequeñas empresas que dependen de la plataforma, también sufrirá daños monetarios y competitivos sustanciales e irrecuperables».
Un portavoz de TikTok dijo que la compañía está «satisfecha” con la orden de este miércoles de la Corte Suprema.
«Creemos que la Corte considerará inconstitucional la prohibición de TikTok para que los más de 170 millones de estadounidenses en nuestra plataforma puedan continuar ejerciendo sus derechos de libertad de expresión», señaló el portavoz de la empresa.
Una decisión que podría tensar la relación con China y una postura diferente de Trump
La potencial prohibición podría tensar las relaciones entre Estados Unidos y China justo antes de la asunción de Donald Trump, el 20 de enero.
Al respecto, en una conferencia de prensa el pasado lunes, Trump dijo tener una «debilidad» por esta red social y que su gobierno estudiaría el tema.
El republicano se convirtió en un aliado inesperado de TikTok, debido a que considera que su prohibición beneficiaría principalmente a gigantes como Meta (propietaria de Facebook e Instagram, entre otras redes), de Mark Zuckerberg.
La postura de Trump reflejó críticas más amplias de los conservadores contra Meta, a la que acusan de suprimir contenido de derecha. La visión actual de Trump es diferente a la de su primer mandato, cuando intentó prohibir TikTok por preocupaciones de seguridad.