El derecho a huelga está en el ADN francés. Y lo mostrarán en los Juegos Olímpicos. La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció una gran huelga olímpica. El obligatorio aviso para la medida de la fuerza fue depositado esta semana. A ella se sumó Fuerza Obrera, que extiende el período hasta el 8 de septiembre.

“No hay tregua para los Juegos Olímpicos de París”, anunciaron.

¿Se hará realidad la pesadilla del gobierno? Los avisos de huelga se presentarán durante toda la duración de los Juegos Olímpicos, de fin de julio a mediados de agosto, confirmó la secretaria general de la CGT, Sophie Binet.

Uno de los principales problemas para la jefa del primer sindicato de servicios públicos es el pago de una bonificación. Las prórrogas y los días libres no disfrutados durante los Juegos también están sobre la mesa.

La Confederación General del Trabajo(CGT) rechaza la oferta de bonificación para los Juegos Olímpicos, diciendo que quiere más dinero y tiempo libre para los miembros durante el verano, pleno período de sus habituales vacaciones familiares.

El sindicato del sector público más poderoso de Francia ha amenazado con perturbar los Juegos Olímpicos de París, al presentar un aviso de huelga para casi todo el verano.

La Confederación General de Trabajo(CGT), de línea dura, rechazó una oferta del gobierno de pagos de bonificaciones de hasta 1.500 euros para el personal del sector público, al que se le pidió trabajar durante los Juegos Olímpicos.

La cuestión es muy delicada, en un país cuyo deseo de transformar los Juegos Olímpicos en un mes de “grandeur” nacional, en la vidriera del mundo, choca con el profundo apego de su población a sus sagradas vacaciones de verano, al cierre de los restaurantes y boutiques en julio y agosto y la partida a la playa. Más cuando Paris estará inundado de restricciones para desplazarse, QR obligatorios para entrar de una área a otra y prohibición de vehículos, con el país en alerta “urgencia atentado”.

El anuncio del sindicato es un problema para el gobierno del presidente Emmanuel Macron, que espera que miles de funcionarios y personal de los consejos locales se presenten a trabajar durante los Juegos Olímpicos entre el 26 de julio y el 11 de agosto, en el apogeo de la temporada de verano. Se esperan 15 millones de turistas en Francia para los Juegos.

El sindicato dijo que el aviso de huelga entre el 15 de abril y el 15 de septiembre abarcaba a funcionarios públicos, personal de las autoridades locales y trabajadores de hospitales. El aviso no significa que los empleados del sector público dejarán de trabajar durante los cinco meses completos. Pero les autoriza a hacer la huelga “en cualquier momento durante ese período”.

El sindicato dijo que no habría una “tregua olímpica”. Esto plantea la posibilidad de huelgas durante los Juegos, en sectores que van desde la recolección de basura hasta los monumentos y los hospitales públicos.

Como Macron está decidido a convertir los Juegos Olímpicos en una gran vidriera para Francia y también para su presidencia, los sindicatos creen que cederá a sus demandas.

El sindicato espera que, a pesar de un déficit del sector público del 5,5 por ciento de la riqueza nacional el año pasado, el presidente prefiera abrir aún más el bolsillo. Al menos antes que correr el riesgo de ver basura amontonándose en las calles, el museo del Louvre cerrado y otras situaciones embarazosas similares, cuando los ojos del mundo están puestos en Francia.

En un comunicado, el sindicato dijo que exigía «una compensación salarial en nombre de las limitaciones profesionales generadas por los Juegos» y la contratación de personal adicional del sector público, con contratos permanentes, junto con el derecho a «desconectarse», lo que significa no tender llamadas y correos electrónicos fuera de horario de trabajo.

El movimiento sindical está dividido sobre si interrumpir o no los Juegos Olímpicos. La Confederación Democrática de Trabajadores de Francia (CFDT), más moderada, se niega a respaldar la huelga y dice que no «quiere estropear este momento festivo».

El gobierno promete bonificaciones de entre 500 y 1.500 euros para el personal del sector público, que se presente a trabajar durante los Juegos Olímpicos.

Los aproximadamente 30.000 agentes de la policía nacional que participarán en los Juegos recibirán bonificaciones de hasta 1.900 euros. No tienen derecho a huelga.

Pero algunos han advertido que podrían declararse enfermos durante los Juegos Olímpicos, si no se les paga lo suficiente por posponer sus vacaciones de verano. Macron espera que los pagos de bonificaciones excepcionales eviten una epidemia de bajas por enfermedad.