Connect with us

INTERNACIONAL

Nuevas perspectivas sobre la economía del malestar

Published

on


Han pasado casi dos años desde que empecé a tratar de llamar la atención de la gente sobre la creciente brecha entre las percepciones económicas y la realidad económica.

En aquel momento, el panorama económico era heterogéneo, con un rápido crecimiento del empleo, pero también un aumento de la inflación; incluso teniendo en cuenta ese panorama heterogéneo, la confianza de los consumidores parecía anormalmente baja.

Creo que es justo decir que recibí muchas críticas.

Al fin y al cabo, la inflación estaba aumentando y muchos economistas advertían de que para reducirla sería necesaria una dura recesión.

El desempleo sigue cerca de su nivel más bajo en 50 años, pero la inflación ha descendido rápidamente; los precios de consumo no subieron en octubre, aunque en parte fue ruido estadístico.

Muchos economistas que analizan los datos están casi mareados por lo bien que van las cosas; el último gran informe de Goldman Sachs (cuyos economistas acertaron con la desinflación) se titula «Lo difícil ha terminado».

Advertisement
Muchos economistas que analizan los datos están casi mareados por lo bien que van las cosas, pero las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores y los sondeos políticos siguen mostrando que los estadounidenses tienen una visión muy negativa de la economía de Biden, escribe Paul Krugman. (The New York Times) .Muchos economistas que analizan los datos están casi mareados por lo bien que van las cosas, pero las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores y los sondeos políticos siguen mostrando que los estadounidenses tienen una visión muy negativa de la economía de Biden, escribe Paul Krugman. (The New York Times) .

Sin embargo, las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores y los sondeos políticos siguen mostrando que los estadounidenses tienen una visión muy negativa de la economía bajo la presidencia de Joe Biden.

Aún no hay consenso sobre las razones de esta desconexión.

Pero hay algunos estudios nuevos que arrojan algo de luz sobre lo que está pasando, y yo tengo una nueva forma de ver las cifras que también puede aclarar las cosas.

Empezaré con Briefing Book, un blog escrito por antiguos funcionarios.

Han elaborado un modelo (en realidad, varios modelos) que establece la relación histórica entre indicadores fundamentales como la inflación y el desempleo, por un lado, y la confianza de los consumidores, por otro.

Hasta la pandemia, modelos como éste funcionaban bastante bien; pero en este momento, los consumidores parecen ser mucho más pesimistas de lo que «deberían» ser.

Volveré sobre su explicación de la brecha.

Antes, sin embargo, olvídense de las estadísticas económicas agregadas:

Advertisement

¿Qué les pasa a los trabajadores?

Durante un tiempo, muchos expertos insistieron en que, independientemente de lo que ocurriera con el producto interior bruto, el hecho era que los salarios no seguían el ritmo de la inflación, lo cual fue cierto durante un tiempo.

Yo ya lo sabía más o menos por el trabajo de Arin Dube, de Amherst, pero un nuevo y exhaustivo análisis de Joseph Politano lo confirma.

Se mire por donde se mire, los salarios reales son ahora más altos que antes de la pandemia; en el caso de los trabajadores no supervisores, que constituyen la mayoría de la mano de obra, son más altos de lo que cabría haber predicho a partir de la tendencia anterior a la pandemia.

Pero no importan estas cifras.

Los estadounidenses dicen que las cosas van mal; ¿no deberíamos tomarles la palabra?

Fíjate en lo que hacen, no en lo que dicen.

Advertisement

Resulta que el desplome de la confianza de los consumidores durante los años de Biden ha sido similar en magnitud al desplome durante y después de la crisis financiera de 2008, lo que en sí mismo es una observación notable, dado que la depresión posterior a 2008 se prolongó durante años, mientras que después de la crisis volvimos rápidamente al pleno empleo.

Sin embargo, el gasto de los consumidores, que se estancó durante la última crisis, ha seguido avanzando esta vez.

Así que los consumidores pueden decir que la economía es pésima, pero su gasto sugiere que se sienten bastante bien con su situación financiera personal.

Supongo que creen que están ocurriendo cosas malas, pero sólo a otras personas.

En cualquier caso, los analistas de Briefing Book profundizaron en una posible razón de esta desconexión, sobre la que especulé desde el principio, pero han hecho los cálculos.

Es un hecho bien establecido que la orientación partidista afecta a las opiniones expresadas sobre la economía:

Los demócratas son más positivos cuando un demócrata ocupa la Casa Blanca, y los republicanos cuando el presidente es republicano.

Advertisement

Lo que el Briefing Book muestra es que este efecto no es simétrico:

se aplica a ambos partidos, pero el efecto partidista en el sentimiento es 2,5 veces mayor para los republicanos que para los demócratas.

Y estima que esta «amplificación asimétrica«, por sí sola, explica el 30% de la diferencia entre el sentimiento económico y los fundamentos económicos.

La importancia del partidismo en la formación de las percepciones económicas nos dice que mucho de lo que la gente dice sobre la economía refleja lo que oyen, ya sea de las organizaciones de noticias o en las redes sociales, en lugar de sus propias experiencias.

Los economistas con los que hablo bromean sobre el hecho de que incluso a los principales medios de comunicación les resulta difícil hablar bien de la economía de Biden.

Cuando, por ejemplo, se publica un nuevo informe sobre el empleo, los titulares no suelen decir cosas como «El crecimiento del empleo supera las expectativas», sino más bien «El rápido crecimiento del empleo podría ralentizarse pronto, según los expertos, lo que plantea problemas para Biden».

Se podría decir que esas cosas no pueden importar realmente, que la gente sabe lo que está pasando en realidad.

Advertisement

Pero las pruebas sobre partidismo y percepciones sugieren lo contrario.

Ahora bien, no estoy diciendo que esta sea toda la historia.

Puede que la inflación se esté ralentizando, pero los precios han subido mucho en los últimos años, y eso sigue molestando a la gente, aunque ese enojo no pareció durar después de anteriores estallidos temporales de inflación.

Y el malestar general por el impacto social de la pandemia puede estar influyendo en lo que la gente dice sobre la economía.

Aun así, podemos reconocer que hay otros factores en juego sin negar dos hechos claros sobre la economía:

La mayoría de los trabajadores estadounidenses están, de hecho, mejor que en el pasado, y una parte significativa de los comentarios económicos negativos reflejan partidismo, no realidad.

El sentimiento económico negativo puede no importar tanto para las elecciones de 2024 como muchos piensan, ya que gran parte de él proviene de personas que nunca votarían a un demócrata bajo ninguna condición.

Advertisement

c.2023 The New York Times Company



Source link

Advertisement

INTERNACIONAL

Polémica porque José Mujica y Lucía Topolansky reconocieron que «hubo casos» de falsas declaraciones sobre crímenes de lesa humanidad en Uruguay

Published

on


La habitual calma de la política en Uruguay se vio sacudida por las declaraciones del expresidente José Mujica, y de su esposa, la exvicepresidenta y exsenadora, Lucía Topolansky, sobre la existencia de falsos testimonios de víctimas de la dictadura uruguaya para incriminar a militares. Las fuertes declaraciones se dan en medio de una negociación del Frente Amplio, ganador del balotaje presidencial, para tener los votos de los diputados vinculados a los militares en la Cámara de Diputados y obtener la mayoría parlamentaria.

El escándalo estalló a partir de la publicación del libro Los indomables, del autor Pablo Cohen, por Editorial Planeta. En la entrevista, la exvicepresidenta y dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP), Lucía Topolansky, aseguró que dentro de la izquierda hay «gente que miente en las declaraciones» sobre crímenes de lesa humanidad vinculados a la última dictadura para que militares sean condenados.

«A un compañero nuestro vinieron a decirle —no importa de qué sector político—: Mentí, decí esto y aquello, y metemos preso a fulano’. Y él contestó: ‘No lo voy a decir’. Ahí te acusan de traidor y opinan que los tupamaros no dijeron nada. No, decimos lo que vimos«, contó la exvicepresidenta.

Topolansky remarcó que la búsqueda era situar a determinados acusados como autores de los crímenes de lesa humanidad. «Nosotros sabemos quiénes son los que mintieron dentro de la izquierda. Pero no lo vamos a decir porque no somos traidores ni botones», agregó Topolansky.

Polémica por los dichos del expresidente de Uruguay, José Mujica, y su esposa Lucía Topolansky sobre mentiras en las declaraciones de delitos de lesa humanidad. Foto EFE/ Sofía Torres

Ante el revuelo, José «Pepe» Mujica salió a respaldarla. «No leí el libro, ni lo que dijo Lucía, no leo los libros sobre nosotros, es muy aburrido. Ahora, esas cosas nos constan, sí. No voy a decir que fuera generalizado, pero había gente que salió con mucho rencor y encontraba que era justo eso, por las que pasó. No todos, eh, pero sé que hubo casos«, dijo Mujica en una entrevista con Fácil Desviarse.

Apenas se publicó el libro, las afirmaciones de Topolansky generaron polémica. Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos aseguraron que esos dichos «ponen en tela de juicio un proceso de muchos años de búsqueda y construcción de justicia». Y plantaron: «Se socava la legitimidad de los procesamientos y condenas realizadas en el marco de los debidos procesos. Estas declaraciones dañan al propio sistema republicano, al tratarse de palabras de una senadora electa que cuestiona el accionar de uno de los poderes del Estado que actúa en forma independiente y con solvencia».

Advertisement

«Entre miles de denuncias y denunciantes, quizá pueda haber existido un falso testimonio pero es algo que no nos consta ni tampoco a la justicia. Esta posibilidad, sin embargo, no avala poner en tela de juicio a decenas y decenas que han podido hablar a pesar del dolor y de la angustia. Cabe preguntarnos, ¿a quién favorecen estas declaraciones? ¿Cuál es su objetivo? ¿Acaso sirve cuestionar la credibilidad de las víctimas en favor de quienes torturaron, asesinaron, secuestraron niños y desaparecieron a nuestros familiares?», remarcaron en un comunicado contra las declaraciones de Topolansky.

En su primera actividad como presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi visitó al ex mandatario José "Pepe" Mujica en su chacra.En su primera actividad como presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi visitó al ex mandatario José «Pepe» Mujica en su chacra.

La mayoría en Diputados, detrás del acercamiento de Mujica a exmilitares

Yamandú Orsi, el candidato presidencial del Frente Amplio (FA), ganó el balotaje contra Luis Delgado, hombre del presidente Luis Lacalle Pou, con el 49,8%. Dentro del FA, el presidente electo es integrante del MPP, al igual que el expresidente José «Pepe» Mujica (89) y Topolansky (80).

Convaleciente del cáncer de esófago, el expresidente parece trabajar activamente para que el Frente Amplio gobierne desde el 1 de marzo con mayoría en ambas cámaras del Congreso. Dos días después de recibir a Orsi, Mujica le abrió las puertas de su chacra de Rincón del Cerro al exgeneral y líder del partido Cabildo Abierto, Pablo Manini Ríos, una fuerza que tiene dos bancas clave en el conformación de la Cámara de Diputados que asumirá el 1° de marzo en Uruguay.

De izquierda a derecha, Eduardo Lust del Partido Constitucional Ambientalista, Andrés Ojeda del Partido Colorado, Álvaro Delgado del Partido Nacional, Pablo Mieres del Partido Independiente, Valeria Ripoll candidata a la vicepresidencia por el Partido Nacional y Guido Manini Ríos por el partido Cabildo Abierto, participan de una reunión de candidatos de la Coalición. Foto: EFE/Federico GutierrezDe izquierda a derecha, Eduardo Lust del Partido Constitucional Ambientalista, Andrés Ojeda del Partido Colorado, Álvaro Delgado del Partido Nacional, Pablo Mieres del Partido Independiente, Valeria Ripoll candidata a la vicepresidencia por el Partido Nacional y Guido Manini Ríos por el partido Cabildo Abierto, participan de una reunión de candidatos de la Coalición. Foto: EFE/Federico Gutierrez

Hasta ahora Cabildo Abierto forma parte de la Coalición Republicana que Luis Lacalle Pou armó para el balotaje 2019 y con la que consiguió la presidencia y rompió con 15 años de hegemonía del FA en Uruguay. Esa alianza la forman el Partido Nacional, popularmente conocidos como los «blancos», de Lacalle Pou; el Partido Colorado; el Partido Independiente; y Cabildo Abierto.

En un país donde están prohibidas las alianzas electorales, cada uno llevó su candidato presidencial, pero con la derrota afloraron las heridas. Cabildo Abierto pasó del 11% en 2019, con el que para ese balotaje apoyó a Lacalle Pou, al 2% en esta última elección. En medio de la crisis consiguió retener dos bancas en Diputados.

Hoy el FA tiene 48, y la Coalición 49, al sumar las 29 del Partido Nacional, 17 de los colorados, las dos de Cabildo Abierto y la del Partido Independiente. Además, hay otras dos bancas que quedaron para el antisistema Gustavo Salle y su hija.

La noche de la derrota Manini Ríos planteó que la coalición no era para ser opositores y después fue a ver a Mujica. Le hizo un planteo para que sean liberados los militares recluidos en la cárcel de Domingo Arenas por estar «mal procesados».

el ex comandante en jefe del Ejército de Uruguay, Guido Manini Ríos, líder del partido Cabildo Abierto.el ex comandante en jefe del Ejército de Uruguay, Guido Manini Ríos, líder del partido Cabildo Abierto.

Y Mujica respondió con un guiño. Expresó una posición de tener un trato «diferencial» a militares y policías presos que aporten información sobre los desaparecidos en la última dictadura uruguaya, que se desarrolló entre 1973 y 1985. «No concibo que, si alguien está muy enfermo y colaboró con información, la Justicia no tenga una actitud de mérito. Si queremos que nos pasen información, no podemos tratar a todos igual. Se me ocurre que es una manera de abrir la brecha en ese candado cerrado de guardar información», planteó en una entrevista con el programa radial En perspectiva.

«(Manini) estuvo en casa y me manifestó su preocupación de que los penados por la Justicia que trasvasan los 80 años terminen su pena en sus hogares- reveló Mujica-. Hace más de 30 años digo que tener gente de 80 años, no esos (por los militares recluidos en Domingo Arena), sino en general, no está bien. Pero la mayoría de mi país tiene otra visión y uno se tiene que acomodar».

Advertisement

Y lanzó: «Tener ancianos en la cárcel es una pérdida para el Estado. Eso es una decisión en todo caso del futuro gobierno. Lo que puedo dar es un consejo».

Más allá del acercamiento, y por más que dentro del Frente Amplio el MPP apruebe ese pedido, el Partido Comunista que también integra el FA bloquearía una iniciativa de esa índole.

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad