INTERNACIONAL
«Parecen amigables, pero nos engañan»: los comentarios de Donald Trump al mostrar la tabla más temida de aranceles recíprocos

INTERNACIONAL
Here’s why a flare-up between India and Pakistan over Kashmir matters
India and Pakistan have intensified their hostilities over the hotly contested Kashmir region following a massacre of 26 mostly Indian tourists, which New Delhi linked to Pakistan.
Pakistan denies it was behind Tuesday’s attack by gunmen on a group of tourists in Kashmir. Both sides have since escalated the tensions by exchanging diplomatic and trade sanctions against each other and raising fears of a military conflict.
INDIA VOWS TO HUNT TERRORISTS ‘TO THE ENDS OF THE EARTH’ AS TENSIONS WITH PAKISTAN RISE AFTER KASHMIR ATTACK
Here are five reasons why a flare-up between India and Pakistan matters:
The Kashmir attack could lead to an armed conflict between 2 neighbors
Under intense domestic pressure, India has hinted at the possibility of a limited military strike on Pakistan in response to what it called the «terror attack» with «cross-border links.» Pakistan has made it clear that it will respond militarily to an attack.
This raises fears that an escalation by any one side could lead to a wider war. The last time the two nations came to blows was in 2019, when a suicide car bombing killed 40 Indian soldiers in Kashmir.
In 2021, the sides renewed a ceasefire agreement along their border, which has largely held. That relative calm was broken on Thursday after a brief exchange of fire between their armies.
Kashmir is a nuclear flashpoint between the archrivals
Both India and Pakistan are armed with nuclear weapons. There are fears that any conventional war or skirmish between them could potentially turn into a nuclear exchange.
India and Pakistan fought two major wars, in 1965 and 1971, but in 1974, India conducted its first nuclear tests, raising the stakes in any military conflict. It triggered a nuclear race and Pakistan reached that same milestone in 1998.

Kashmiri villager women walk past the blown-up family home of Asif Shiekh, a militant who officials say is involved in the deadly attack on tourists in Pahalgam, at Monghama village in Tral, south of Srinagar, Indian-controlled Kashmir, Friday. (AP Photo/Dar Yasin)
Since then, India and Pakistan have had one major border skirmish in 1999 that killed at least 1,000 combatants. The fighting only stopped after the U.S. intervened.
A conflict could bring in China
India and China are geopolitical rivals whose armies clashed along the disputed Himalayan border in 2020. Ties between the Asian giants have improved since, but they still maintain large numbers of troops on their borders. Their borders are also contiguous to Pakistan’s, making it the world’s only three-way nuclear junction.
Beijing also controls a part of the Kashmir region that New Delhi says belongs to India.
On the other hand, China is also a main ally of Pakistan and has helped advance its missile programs, creating additional military concerns for New Delhi. Meanwhile, India maintains strong defense ties with the U.S., which has long sought to limit Beijing’s rise in the Indo-Pacific region.
Experts say any conflict between India and Pakistan is unlikely to stay strictly between them, as their strategic partners are likely to get involved.
Kashmir tensions can lead to a war over water
In response to the massacre, India suspended a crucial treaty that governs the flow of river waters into Pakistan. Pakistan said it would consider any attempt to stop the flow of water from India an «act of war.»
Under the Indus Water treaty, India is obliged to let six rivers flow freely to Pakistan. If India follows through and restricts the flow, it could have a devastating impact on Pakistan’s agriculture as it battles acute water shortages.
It’s also a major environmental issue. Water insecurity is a big concern in both India and Pakistan due to rapidly growing populations and climate change.
Attacks by militants and rights abuses in Kashmir test world’s response
CLICK HERE TO GET THE FOX NEWS APP
Rights groups — including the U.N. — have blamed New Delhi for rights violations, including civilian killings and arbitrary arrests, in Indian-controlled Kashmir as a result of an intense crackdown by Indian forces. It has hurt India’s human rights record and raised concerns that global powers are not doing enough to pressure New Delhi and hold it accountable.
Militants fighting against Indian rule have also killed scores of civilians, including Hindu pilgrims.
India has used military response against militants as part of its efforts to eradicate «terrorism,» saying it threatens regional stability.
INTERNACIONAL
Cómo fueron los funerales de Juan Pablo II y Benedicto XVI

El papa Francisco, fallecido el lunes pasado en el Vaticano a los 88 años, fue despedido con un funeral que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica. Jorge Mario Bergoglio dejó instrucciones claras para que su entierro reflejara los valores de sencillez y humildad que promovió durante su papado. Este cambio, que él mismo impulsó al aprobar nuevas normas litúrgicas, buscó alejarse de los rituales opulentos que caracterizaron los funerales de sus predecesores.
En abril del año pasado, el Sumo Pontífice aprobó una nueva edición del libro litúrgico para las exequias papales, conocido como el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis” (Rito de las exequias del Romano Pontífice). Este documento, publicado en noviembre pasado, establece directrices que simplifican los ritos funerarios de los pontífices, con el objetivo de destacar su papel como pastores y discípulos de Cristo, en lugar de figuras de poder terrenal.

Uno de los cambios más notables en las exequias papales fue la eliminación del uso de tres ataúdes, una práctica que había sido parte de los funerales de los pontífices durante siglos. Esta tradición, que simbolizaba la dignidad y el poder del papa, será reemplazada por un único ataúd, en línea con la visión de Francisco de un entierro más sencillo y acorde con los valores cristianos.
Esta decisión es parte de un esfuerzo más amplio por despojar a los funerales papales de elementos que puedan interpretarse como símbolos de riqueza o poder. En lugar de ello, se busca enfatizar el papel del papa como líder espiritual y pastor de la Iglesia Católica, siguiendo el ejemplo de Cristo.
La decisión de Francisco de reformar las exequias papales no solo reflejó su visión personal de la Iglesia, sino que también estableció un precedente para futuros pontífices. El impacto de estas reformas va más allá del simbolismo. Al simplificar los funerales papales, Francisco envía un mensaje poderoso sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión en el mundo.
Sin embargo, el funeral de este domingo del primer papa latinoamericano llevó a recordar al de sus dos últimos antecesores que, por diferentes motivos, también quedaron en el recuerdo.
El 2 de abril de 2005, a las 21:37 horas, el Vaticano anunció oficialmente la muerte de Juan Pablo II, marcando el inicio de un periodo de “sede vacante” tras el fallecimiento del pontífice a los 84 años. Este suceso no solo significó el fin de un pontificado de 27 años, sino que también dio paso a un evento sin precedentes en el siglo XXI: el primer funeral de un Papa en esta nueva era. El entierro de Karol Józef Wojtyła, conocido como “el Papa bueno”, se convirtió en un acontecimiento de relevancia mundial, reuniendo a líderes de más de 80 países y representantes de ocho casas reales.
El estado de salud de Juan Pablo II había generado preocupación en las semanas previas a su fallecimiento. En sus últimas apariciones públicas, el deterioro físico del pontífice era evidente, al punto de que ya no podía articular palabras. Su muerte marcó el inicio de un complejo protocolo fúnebre en la Santa Sede, que no se había activado en casi tres décadas. Este proceso incluyó la organización de un funeral de Estado que congregó a miles de personas en la Plaza de San Pedro, en el corazón del Vaticano.
Entre el 2 y el 8 de abril -día del funeral- más de tres millones de fieles llegaron a la capital italiana para despedirse de Juan Pablo II.
El día del funeral se estima que en la plaza hubo cerca de medio millón de personas, y otro medio millón siguió el histórico evento por las pantallas ubicadas en diferentes partes de la ciudad.
El pontificado de Juan Pablo II dejó una huella imborrable en la historia contemporánea. Durante su mandato, el Papa polaco desempeñó un papel crucial en algunos de los cambios políticos más significativos de la segunda mitad del siglo XX. Su influencia fue especialmente notable en la caída del comunismo en Europa del Este, donde su apoyo al movimiento Solidaridad en su natal Polonia fue determinante. Este legado político y espiritual quedó reflejado en la magnitud de su funeral, que fue descrito como un homenaje global a su figura.
El entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien más tarde sería elegido como Benedicto XVI, ofició el funeral de su predecesor. En su homilía, que quedó grabada en la memoria colectiva, destacó la figura de Juan Pablo II como un líder espiritual de alcance global.
El evento no solo atrajo a cientos de miles de fieles, sino que también contó con la presencia de líderes políticos y religiosos de todo el mundo. Entre los asistentes se encontraban los Reyes Juan Carlos y Sofía de España, así como la Reina Margarita de Dinamarca, quienes representaron a las casas reales europeas.
La diversidad de los asistentes subrayó el impacto universal del pontífice, cuya labor trascendió las fronteras del catolicismo para influir en la política y la sociedad global.
El funeral de Juan Pablo II no solo fue un acto de despedida, sino también un evento cargado de simbolismo. La ceremonia se llevó a cabo en la Plaza de San Pedro, un lugar emblemático para la Iglesia Católica. La multitud que se congregó allí reflejaba la diversidad de los fieles que el Papa había inspirado durante su pontificado. Desde líderes mundiales hasta ciudadanos comunes, todos se unieron en un último adiós al hombre que había guiado a la Iglesia durante casi tres décadas.
Durante el funeral, celebrado en la explanada de la basílica de San Pedro, la multitud pedía su canonización inmediata, gritando en italiano: “¡Santo súbito!” (“¡Santo ya!”).
La ceremonia fue retransmitida por todo el mundo, como en Cracovia, su ciudad natal en Polonia, donde 800.000 personas la siguieron en pantallas gigantes.

El impacto de este evento se sintió más allá de las fronteras del Vaticano. La cobertura mediática global permitió que millones de personas en todo el mundo siguieran el funeral en tiempo real, convirtiéndolo en uno de los eventos más vistos de la historia. Este nivel de atención mediática subrayó la importancia de Juan Pablo II como una figura no solo religiosa, sino también cultural y política.
El entierro de Juan Pablo II marcó un precedente para los funerales papales en el siglo XXI. La magnitud del evento, tanto en términos de asistencia como de impacto mediático, estableció un estándar para futuros pontífices. Este funeral fue un reflejo del papel central que el Papa había desempeñado en la escena internacional, así como de la profunda conexión que había establecido con los fieles de todo el mundo.
A 20 años de aquel histórico evento, el recuerdo del funeral de Juan Pablo II sigue vivo como un testimonio de su legado. Su figura continúa siendo un símbolo de unidad y esperanza para millones de personas, y su funeral permanece como un ejemplo de cómo un líder espiritual puede trascender las barreras religiosas y políticas para dejar una marca indeleble en la historia.
El 31 de diciembre de 2022, a las 9.34, el papa emérito Benedicto XVI murió en su residencia del monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano. A diferencia de los otros pontífices, su fallecimiento no fue anunciado en la Plaza de San Pedro, sino por Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano.
Posteriormente, su cuerpo fue colocado en la capilla del monasterio en el que vivió tras su renuncia.
El funeral de Benedicto XVI, celebrado en la plaza de San Pedro del Vaticano el 5 de enero de 2003, no solo representó un momento solemne para la Iglesia católica, sino también un evento cargado de simbolismo histórico. Presidida por el papa Francisco, la ceremonia evocó inevitablemente el recuerdo de las exequias de Juan Pablo II, realizadas en el mismo lugar en abril de 2005.
La atmósfera que rodeó el funeral de Benedicto XVI fue notablemente distinta a la que se vivió tras la muerte de Karol Wojtyla. En 2005, la Iglesia católica enfrentaba la incertidumbre de un cónclave inminente y la expectativa global por la elección de un nuevo pontífice. En contraste, la despedida de Benedicto XVI se desarrolló en un contexto más sereno, reflejo de su carácter reservado y de su decisión de renunciar al papado en 2013, un acto sin precedentes en la historia moderna de la Iglesia. De hecho, solo asistieron delegaciones oficiales de Italia y Alemania, su país natal.

No obstante, no estuvo exento de complejidades, ya que su fallecimiento puso fin a una década de equilibrio entre dos figuras papales que convivieron en el Vaticano.
El papa Francisco, quien presidió la misa de réquiem, ofreció una homilía en la que centró sus palabras en reflexiones sobre Jesús crucificado y la labor pastoral, haciendo una alusión implícita a Benedicto XVI. En sus palabras, destacó “la conciencia del pastor que no puede llevar solo lo que, en realidad, nunca podría soportar solo y, por eso, es capaz de abandonarse a la oración y al cuidado del pueblo que le fue confiado”. Como cierre, expresó: “Benedicto, fiel amigo del Esposo, que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz”.
Durante los años de convivencia en el Vaticano, Francisco había descrito a Benedicto XVI como “un sabio abuelo” cuya presencia era una fuente de consejo y apoyo.
Ratzinger fue enterrado en las Grutas Vaticanas, en la tumba que antes ocupaban los restos de Juan Pablo II.
INTERNACIONAL
Trump administration demands crackdown on illegal immigrants potentially taking advantage of key benefit
The United States Department of Agriculture is demanding that states ensure illegal immigrants are not using food stamps.
The department wants states to comply with President Donald Trump’s executive order from February that seeks improved methods to check that those in the country illegally do not receive federal benefits, including the Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP).
The measure is meant to crack down on fraud and serve as a safeguard because illegal immigrants are already not allowed to use SNAP benefits. Only citizens and some legal noncitizens can do so.
«We’ve already made arrests in Minnesota and New York and Colorado, and we’re just getting started,» Agriculture Secretary Brooke Rollins told Fox News Digital in an interview.
AMERICAN FARMERS HAVE A VOICE IN WASHINGTON AGAIN

Agriculture Secretary Brooke Rollins sits for an interview with Fox News chief political anchor Bret Baier April 8, 2025. (Fox News/Special Report)
«We’re going to be extremely, extremely aggressive. Now, hopefully it acts as a deterrent also.»
The USDA is asking states to cross-check Social Security numbers with a death master file and to use the free Systematic Alien Verification for Entitlements (SAVE) system provided by the Department of Homeland Security for noncitizens applying for the benefits, among other steps to verify immigration status.
Rollins said it’s «the president’s vision to ensure that we’re being the most efficient and effective with taxpayer dollars.»
SNAP RECIPIENTS MAY BE BARRED FROM JUNK FOOD PURCHASES UNDER NEW HOUSE GOP BILL
«So, we think we’ll be able to cut down on billions of fraud and save the taxpayers a lot of money,» she said.
John Walk, acting deputy under secretary for food, nutrition, and consumer services, wrote in a letter Thursday to state SNAP agencies, explaining the existing law.
«By law, only United States citizens and certain lawfully present aliens may receive SNAP benefits. The Personal Responsibility and Work Opportunity Reconciliation Act of 1996 (Public Law 104-193) established that ‘aliens within the Nation’s borders not depend on public resources to meet their needs.’ SNAP is not and has never been available to illegal aliens,» Walk wrote.

A bodega with an Electronic Benefit Transfer sign in the window in Queens, N.Y. (Lindsey Nicholson/UCG/Universal Images Group via Getty Images)
The crackdown comes as there is heightened scrutiny on the eligibility of illegal immigrants for benefits, such as California’s Medicaid program that allows people to enroll without their immigration status being considered, even though it’s funded by state and federal taxpayer dollars.
California Republicans have said illegal immigrants’ eligibility in the program is responsible for its insolvency, whereas Democratic Gov. Gavin Newsom said it’s only a factor in a larger healthcare cost issue nationwide.
MILLIONS MORE FOOD STAMP RECIPIENTS REQUIRED TO WORK UNDER NEW HOUSE GOP PROPOSAL
«The federal government is now paying attention a lot more closely than ever before on how the states are spending the money,» Rollins said. «I am from Texas. I actually have a lot of confidence in the Texas system. I think the red states, honestly, are probably a little more intentional and careful about this. Of course, it’s the blue states that tend to want to put everyone on the taxpayers’ back. And I think that we’ll find a lot more of that moving forward, but hopefully it’s a deterrence for everyone.»
Outside of immigration, SNAP has also faced calls for reform in several states to no longer allow the purchase of «junk food.» Arkansas Gov. Sarah Huckabee Sanders recently asked the USDA to allow the state to prohibit the purchase of candy and soda with SNAP benefits, while adding rotisserie chicken to the list of available options.

Arkansas Gov. Sarah Huckabee Sanders speaks at the Republican National Convention at the Fiserv Forum in Milwaukee July 16, 2024. (Reuters/Mike Segar)
CLICK HERE TO GET THE FOX NEWS APP
«President Trump and his administration have put a laser focus on solving America’s chronic disease epidemic, and reforming our food stamp program is a great place to start,» Sanders said in a news release April 15.
«Banning soda and candy from food stamps will remove some of the least healthy, most processed foods from the program and encourage low-income Arkansans to eat better.»
Immigration,Food,Donald Trump