La detención del exvicepresidente Jorge Glas, que estaba asilado dentro de la Embajada de México en Quito, amenaza con quebrar el pacto de gobernabilidad que sostenía al gobierno del presidente Daniel Noboa. Tras la captura de Glas, el partido de Rafael Correa ya se posicionó dentro de la oposición más dura al oficialismo y hasta pidió la renuncia del mandatario.

«Noboa ha demostrado claramente que no tiene la capacidad de gobernar», dijo Luisa González, máxima líder de Revolución Ciudadana, el espacio que la llevó como candidata a presidenta (perdió con Noboa) y que tiene entre sus referentes a Correa y a Glas. «Le exigimos que presente su renuncia al cargo», añadió en una rueda de prensa en Quito este sábado, horas después del operativo por el que la Policía irrumpió en la sede diplomática mexicana en Ecuador, una maniobra que fue condenada por los países de la región.

El actual mandatario «no está capacitado para dirigir este país» y «nos está poniendo en riesgo a todos los ciudadanos», especialmente a los migrantes ecuatorianos que se encuentran en territorio mexicano intentando pasar a Estados Unidos, y que requieren de la asistencia consular debida, añadió González.

«Ecuador no se merece» una situación como la actual, con un «problema diplomático» tan grande, añadió la presidenta de Revolución Ciudadana tras insistir en su pedido a Noboa: «Presente su renuncia, el Ecuador no es su hacienda bananera».

A su turno, Correa aseguró que «el daño para la reputación del país es inmenso, creo que irreparable en el corto plazo».

Sobre Noboa, afirmó que la hipótesis más probable que explica este episodio -que implicó la ruptura de relaciones de México con Ecuador- es la «torpeza» y «vanidad» del presidente ecuatoriano.

Correa lo describió como «un chico muy inmaduro que nació en cuna de oro, creció en una burbuja, ya no plateada, sino con diamantes, y que no conoce la realidad», pues lo consideró «caprichoso, engreído, malo… y ahora lo hemos ratificado».

Y remarcó que Revolución Ciudadana no volverá apoyar al Gobierno de Noboa.

«Es un chico muy ensimismado que no le gusta perder, acostumbrado a ganar porque los millones compraban todo y creyó porque un país se iba a dirigir de la misma forma que una hacienda bananera (…) Se atreve a hacer lo que nunca la historia ha ocurrido: irrumpir en una embajada y para secuestrar a un asilado», reiteró sobre el presidente, en diálogo con EFE.

A través de Revolución Ciudadana, el correísmo controla 51 de los 139 escaños en la Asamblea Nacional de Ecuador. Pese a las diferencias ideológicas, existía un tácito pacto de gobernabilidad con Acción Democrática Nacional (25), la coalición con la que Noboa llegó al Gobierno.

Por ese acuerdo, del que también participaban el Partido Social Cristiano (17) y algunos grupos minoritarios, el Presidente se aseguraba una mayoría (92 asientos) para aprobar una serie de proyectos económicos que considera urgentes en el primer tramo de 2024.

Ahora, con la escandalosa detención de Glas, ese piso se hizo pedazos, las leyes corren riesgo de no hacerse realidad y el gobierno de Noboa entra en un tembladeral.

La vicepresidenta de la Asamblea Nacional y portavoz del grupo parlamentario del correísmo, Viviana Veloz, se encargó de recordar que hasta ahora el correísmo apoyó algunos proyectos legales del Ejecutivo en favor de la gobernabilidad en el país, pero dijo que tras los últimos acontecimientos Revolución Ciudadana se declara en oposición abierta al régimen de Noboa.

«No vamos a hacer cómplices de un modelo de gobierno autoritario y dictatorial», enfatizó Veloz.

La legisladora adelantó que se solicitará que se inicie un trámite de juicio político de censura contra varios ministros del Gobierno de Noboa: la canciller Gabriela Sommerfeld, la ministra de Gobierno y del Interior, Mónica Palencia, y el titular de Defensa, Gian Carlo Loffredo, a quienes apuntan como responsables de la irrupción en la sede de la Embajada mexicana en Quito.

Veloz dijo que esos ministros podrían ser juzgados en el Legislativo por «incapacidad, negligencia e irresponsabilidad» en el ejercicio de sus cargos que serán fiscalizados por su grupo parlamentario.

Con información de agencias