Los estibadores de 14 grandes puertos estadounidenses se declararon en huelga en la madrugada de este martes tras el fracaso de las negociaciones de última hora entre su sindicato y la Alianza Marítima por cuestiones salariales.
Más de un centenar de estibadores se concentraron este martes en varias zonas del puerto de Nueva York y Nueva Jersey como parte de una huelga general para pedir una subida de sus salarios y el freno a la automatización de su trabajo.
Este complejo es uno de los principales componentes del puerto de Nueva York y Nueva Jersey, que se erige como el más grande de la costa este de EE.UU. y el tercero del país por volumen de carga manipulada.
Decenas de miles de estibadores en 14 grandes puertos del este de Estados Unidos y en el Golfo de México forman parte de esta huelga, derivada de la falta de un acuerdo entre el sindicato y la patronal USMX (US Maritime Alliance). Las protestas se dirigen sobre todo contra los proyectos de automatización de una parte de sus tareas.
Las negociaciones entre la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a la patronal, y el sindicato ILA «están estancadas», aseguró.
El sindicato anunció que «cerró (actividades en) todos los puertos desde Maine a Texas a las 12H01 AM del martes».
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«Estamos dispuestos a luchar el tiempo que sea necesario (…) para obtener los salarios y las protecciones contra la automatización (del trabajo) que nuestros miembros de ILA merecen», afirmó el martes el presidente del sindicato, Harold Daggett, en un comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó a patronal y sindicatos a «sentarse a la mesa y negociar de buena fe, de forma justa y rápida», informó la Casa Blanca.
El conflicto representa un gran desafío para el gobierno, y en especial para la vicepresidenta Kamala Harris, quien aspira a suceder a Biden, toda vez que ambos buscan cimentar una imagen favorable a los sindicatos antes de la elección presidencial de noviembre.
Hasta ahora el mandatario ha descartado una intervención federal en este contexto de tensión.
El lunes por la noche, las dos partes anunciaron que habían reanudado las negociaciones, iniciadas en mayo y estancadas en torno a los salarios y la automatización del trabajo.
«En las últimas 24 horas, la USMX y el ILA han intercambiado contraofertas sobre los salarios», afirmó la Alianza Marítima en un comunicado, asegurando que había «mejorado» su propuesta y solicitado una prórroga del actual acuerdo laboral para continuar negociando.
Según una fuente cercana a las conversaciones, esa propuesta mencionada por la Alianza fue rechazada por el sindicato el lunes.
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ILA tenía previsto iniciar una huelga en 14 puertos de la costa este y del Golfo de México en cuanto expirara el actual acuerdo de seis años.
La USMX representa a la patronal de 36 puertos.
Por su parte, el sindicato de estibadores cuenta con 85.000 afiliados en todo Estados Unidos, incluyendo trabajadores de puertos marítimos, ríos y lagos.
Oxford Economics estima que la huelga costará entre 4.500 y 7.500 millones de dólares por semana a la economía de Estados Unidos. El impacto total depende de la duración de la huelga, señalaron sus analistas.
El transporte de hidrocarburos y productos agrícolas, e incluso los cruceros, no debería verse demasiado afectado.
Se trata de la primera gran huelga de ILA desde 1977. Este año se han producido grandes huelgas de trabajadores de usinas de fabricación de automóviles, y en Boeing, por cuestiones salariales y condiciones laborales.
En este caso, el convenio colectivo alcanza a unos 25.000 trabajadores sindicalizados en ILA en grandes puertos como Nueva York/Nueva Jersey, Boston, Filadelfia, Savannah, Nueva Orelans o Houston.
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«Trabajamos durante el covid. Nunca nos detuvimos. Hicimos posible que el mundo siguiera funcionando«, recordó Jonita Carter, que trabaja en puertos desde hace 23 años. «Con la automatización perderemos nuestros empleos».
Carter formaba parte de una manifestación de 200 personas delante de Maher Terminals, uno de los sitios más importantes de Port Elizabeth, el gran puerto de Nueva York/Nueva Jersey.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo el lunes que las autoridades portuarias estaban tratando de liberar la mayor cantidad posible de mercancías antes del paro.
Otras terminales como Nueva Orleans, Luisiana o Savannah, ofrecieron horas extras en los últimos días para agilizar la circulación de mercadería.
El sindicato exige protección contra la pérdida de empleos vinculada a la automatización de procesos, y pide incrementos de salarios para los estibadores.
Reportes de prensa indican que ILA pide 77% de incremento salarial en siete años.
USMX indicó el lunes que su última oferta habría «incrementado salarios por cerca de 50%, triplicado los aportes patronales a los planes de retiro, fortalecido los planes de salud».
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Una huelga de puertos «paralizaría el comercio de Estados Unidos y aumentaría precios en un momento en que consumidores y empresas comienzan a sentir alivio de la inflación», sostuvo Erin McLaughlin, economista del Conference Board, una organización sin fines de lucro que investiga la actividad comercial.
«No hay un alternativa fácil. Los armadores ya comenzaron a encaminar algunas cargas hacia la costa oeste, pero la capacidad de esta opción es limitada», advirtió el experto.
Rusia denunció este sábado un masivo ataque de drones ucranianos contra edificios de viviendas en la ciudad de Kazán, capital de la república de Tatarstán.
Según el gabinete de crisis creado para gestionar la emergencia, fueron atacados seis edificios residenciales, sin que se hayan producido víctimas, según los últimos datos.
Uno de los edificios afectados es el complejo de viviendas «Lazurnie Berega», el más alto de la ciudad, que los aparatos no tripulados atacaron dos veces.
Debido a la situación, se informó sobre la suspensión de todas las actividades masivas este fin de semana por motivos de seguridad.
Las autoridades procedieron a evacuar a los inquilinos de los edificios afectados y a los alumnos de las escuelas de Kazán. También interrumpió sus servicios el aeropuerto de la ciudad.
Según imágenes replicadas en redes sociales, el ataque hizo recordar el atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos. Esta vez con drones, a diferencia de aviones, las grabaciones muestran cómo los vehículos aéreos no tripulados impactan en la parte alta de algunas torres y seguidamente se observa la explosión.
Otras videos mostraron a varios residentes de la urbe con 1,3 millones de habitantes refugiándose en el subte ante la amenaza de nuevos ataques.
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Se trata del mayor ataque con drones contra esa ciudad rusa, que en octubre pasado fue sede de la cumbre del bloque de países emergentes BRICS.
Los misiles rusos que alcanzaron a la embajada argentina
La embajada argentina en Kiev y otras sedes diplomáticas sufrieron daños este viernes en sus instalaciones luego un nuevo ataque de Rusia con misiles perpetrado en el centro de la capital de Ucrania.
La sede argentina está ubicada en el sexto piso de un edificio ubicado sobre la calle Ivana Fedorova 12, ubicado unos 5 kilómetros al suroeste del Palacio Mariyinski, la residencia presidencial del gobierno de Volodímir Zelenski. En ese lugar, también funcionan las embajadas de Portugal, Albania, Macedonia del Norte, Palestina y Montenegro.
«La República Argentina condena enérgicamente el ataque de la Federación Rusa ocurrido hoy, 20 de diciembre, contra la capital ucraniana, Kiev, que ocasionó daños materiales a la Embajada de nuestro país y a otras Representaciones diplomáticas en dicha capital. Extendemos nuestra solidaridad a las víctimas y sus familias», expresó Cancillería argentina en un comunicado.
Por su parte, el canciller portugués, Paulo Rangel, informó que no se registraron heridos dentro de su embajada, pero sí daños materiales «relativamente leves» en puertas y ventanas.