El coronel Marino José Lugo Aguilar, un militar de confianza de Hugo Chávez y del ex super ministro Tareck El Aissami, murió por “ahorcamiento” este miércoles bajo custodia oficial de las autoridades, tras ser detenido por el escándalo de corrupción de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA-Criptomonedas).

El Ministerio Público venezolano confirmó la muerte del que fue la mano derecha del alto cargo El Aissami, también detenido desde hace una semana. En su cuenta de X dice: «En el sitio se pudo constatar que el ciudadano fallecido responde al nombre de Marino José Lugo Aguilar. La evidencia recabada por los especialistas establece preliminarmente que el deceso ocurrió por ahorcamiento».

El coronel sería imputado por los delitos de «apropiación o distracción del patrimonio público; concierto para la celebración de contratos; evasión de procedimientos, controles o restricciones en licitaciones; legitimación de capitales, traición a la patria y asociación», dijo la Fiscalía.

La fiscalía no detalló en qué lugar y en qué condiciones encontraron su cuerpo ni cómo ocurrió el ahorcamiento, es decir, si fue autoinfligido cuando le practicaron la autopsia. Su muerte habría ocurrido unas horas después de ser interrogado por la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), dijo la prensa local.

Su muerte sería el tercer ´suicidio´ aparente de la trama de corrupción de PDVSA-Cripto en medio de las investigaciones policiales que adelanta el gobierno de Nicolás Maduro desde hace un año por el desfalco en la petrolera que alcanza unos 23.000 millones de dólares.

Según la Fiscalía, en el segundo trimestre de 2023, las detenciones por esta trama de corrupción se paralizaron luego de la muerte bajo custodia de dos de los recluidos: uno por suicidio y otro por una enfermedad preexistente.

Cerca de 60 personas han sido arrestadas desde marzo de 2023 cuando la Fiscalía divulgó el inicio de la investigación que se suma a otras 25 abiertas desde 2017 por corrupción en la estatal petrolera. Hay otras 17 órdenes de aprehensión emitidas.

De acuerdo con el portal Armando.Info, antes de pasar por diversos cargos públicos, el coronel Marino Lugo fue integrante de la Guardia de Honor del fallecido presidente Hugo Chávez.

Lugo egresó de la Academia Militar de Venezuela en 1999, justo el año en el que Chávez llegó al poder. Sus primeros acercamientos en Pdvsa fueron en 2011.

El coronel ocupó la Gerencia de Mercado Nacional de Pdvsa, encargada de la distribución de la gasolina en el país, en la gestión del ministro de petróleo, Tareck El Aisaami, quien también es acusado de corrupción por el caso Pdvsa-Cripto.

Era la mano derecha del exministro de Petróleo, El Aissami -un antiguo hombre de confianza del presidente Nicolás Maduro y de su antecesor Hugo Chávez, sancionado por Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico- fue arrestado el 9 de abril por irregularidades en la venta de crudo a través de criptoactivos. El Aissami había renunciado en marzo de 2023 tras el escándalo y desapareció de la vida pública hasta su detención hace una semana.

La muerte del coronel Marino Lugo es la tercera que ocurre en menos de un año bajo custodia de las autoridades. La paradoja es que el cruel sistema represivo del régimen chavista arremete ahora contra los mismos chavistas. También sería la quinta muerte sospechosa, pero de presos políticos, como la del capitán Rafael Acosta Arévalo y la del concejal Fernando Albán.

El saldo de cinco suicidios sospechosos en manos del Estado venezolano recuerda al modelo ruso de Putin. “Lo ocurrido con el Cnel. Marino Lugo, es la reedición de lo que le hicieron a Fernando Alban, lo torturaron hasta que lo asesinaron y pretenden simular suicidio. Emulan a Rusia donde casualmente los enemigos de Putin se “suicidan” mes a mes.”, afirma el líder opositor Juan Guaidó, exiliado en Miami.

“El clan Maduro-Tarek William Saab-Jorge Rodríguez, debe explicar al mundo y con más detalle a su propia gente, como torturan, persiguen y hasta asesinan, incluso a los suyos”, añade Guaidó.

La activista de los derechos humanos, la abogada Elisa Trotta también condena las muertes sospechosas. “Nuevamente anuncian una muerte luego «interrogatorios» que, sabemos y así lo ha descrito más de un informe de organismos internacionales, son hechos a base de torturas: UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD. Es imposible no recordar a otro militar «interrogado» bajo torturas hasta su muerte: el capitán Rafael Acosta Arévalo. Es imposible no pensar en tantos presos políticos que ahora mismo están siendo torturados. Esta barbarie debe parar. Basta”, escribe en su cuenta X.