Debido al fuerte resfrío que padece el papa Francisco, no pudo rezar hoy el Ángelus dominical del mediodía. Lo hizo en cambio desde la capilla de la Casa de Santa Marta, el pensionado vaticano donde se aloja. En su mensaje respondió a las acusaciones de Israel luego de que el Pontífice dijera ante la Curia Vaticana que repudiaba “tanta crueldad en la Franja de Gaza, con bombardeos de niños».

Francisco volvió a repetir su acusación: “Con dolor pienso en Gaza, en tanta crueldad, con los niños ametrallados, a los bombardeos de escuelas y hospitales”. “Tanta crueldad», reiteró.

Mientras los fieles continuaban acercándose a saludarlo y ovacionarlo desde la vecina plaza de San Pedro, el Papa -que habló sentado y dijo que se sentía “muy cansando”- añadió que “rezamos para que en Navidad pueda cesar el fuego en todos los frentes en guerra en Tierra Santa, en Ucrania, en el Medio Oriente y en el mundo entero”.

El pontífice argentino dijo que “la martirizada Ucrania continua siendo golpeada por ataques contra las ciudades que a veces dañan las escuelas, hospitales, iglesias”.

Francisco pidió que “callen las armas y resuenen los cantos natalicios”.

Tosiendo brevemente, señaló: “Contemplar los signos prodigiosos de la acción salvífica de Dios, no debe hacernos sentir lejos de él sino ayudarnos a reconocer su presencia y su amor vecino a nosotros, por ejemplo en el don de la vida de cada niño que lleva su madre en espera”.

Bergoglio agregó que “es necesario defender el valor sagrado de la vida de los niños desde que son concebidos en el seno materno«.

La enfermedad del Papa, su fragilidad en bronquios y pulmones, causa una cierta preocupación porque tiene por delante una actividad abrumadora, con el fin de año, la Navidad, y sobre todo el comienzo del Jubileo que en la Nochebuena lo hará presidir la ceremonia de apertura del Año Santo con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.