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Violencia narco, fugas y un espejo en Alcatraz: cómo es «La Roca», la prisión de alta seguridad en la que está preso Jorge Glas en Ecuador

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La sombra de Alcatraz, la cárcel de San Francisco que comenzó como un hermético centro de detención y terminó como leyenda tras la famosa fuga de 1962, se proyecta sobre la prisión de alta seguridad en la que quedó alojado este sábado Jorge Glas, el exvicepresidente de Ecuador al que el gobierno de Daniel Noboa detuvo cuando estaba asilado en la embajada de México en Quito. El complejo de Guayaquil heredó el nombre «La Roca». Pero en vez de alojar a gangsters de inicios del siglo XX, sus celdas guardan historias de exfuncionarios, narcos y fugas.

«Este 6 de abril de 2024, en cumplimiento a las disposiciones emitidas por autoridad judicial competente y, bajo un estricto operativo de seguridad coordinado junto con Fuerzas Armadas y Policía Nacional, el ciudadano Jorge G. fue trasladado al Centro de Privación de Libertad (CPL) Guayas N° 3», informó antes del mediodía el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

De su traslado al complejo 3, más conocido como «La Roca», sólo se conocieron dos foto. En una, Glas aparece esposado, con los ojos cerrados, la cintura descubierta y las piernas semiabiertas, dentro de una camioneta militar. En la otra, ya de pie, lo rodea personal de alta seguridad con ropa camuflada, cascos y la cara cubierta.

La Roca comenzó a ser construida en 2006 para encerrar a presos de alto perfil. Se inauguró en 2010, con un objetivo central: aislar a los criminales más peligrosos del país. La misma lógica había guiado a su edificación: al día de hoy poco se sabe sobre cuántos son y cómo viven allí los presos.

Pero a poco entrar en funcionamiento, «La Roca» demostró tener fisuras de seguridad.

Jorge Glas, en camino a cárcel La Roca de Guayaquil.Jorge Glas, en camino a cárcel La Roca de Guayaquil.

Tres meses después de su inauguración, se registró el primer intento de fuga. En los años siguientes hubo presos acribillados y asesinados, incluso dentro de sus propias celdas. El primer escape se concretó en febrero de 2013: 19 internos redujeron a 14 guardias, se escabulleron hacia un río y se fugaron a bordo de un bote en el que los estaban esperando sus cómplices.

En ese grupo se encontraba un hombre de 34 años, líder del grupo Los Choneros y condenado en 2012 a 34 años de prisión por narcotráfico, delincuencia organizada y asesinato. Su nombre es Adolfo Macías Villamar. Todo Ecuador lo conocía ya como «Fito», el criminal más peligroso del país, vinculado con el cartel de Sinaloa. En los últimos meses, su fama logró alcance continental.

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Es que Macías fue trasladado a una cárcel Regional de Guayaquil. Desde allí, en enero pasado, debía regresar a La Roca. Cuando fueron a buscarlo a su celda, no lo encontraron. Se había hecho humo. Desde entonces, su paradero es un misterio. Su rastro llegó a la Argentina, ya que sus familiares se mudaron a un country de Córdoba y luego tuvieron que dejar el país. Pero Fito sigue siendo un fantasma.

El cartel de búsqueda de José Adolfo Macías Villamizar, alias Fito. EFE/ Cortesía Fuerzas Armadas de EcuadorEl cartel de búsqueda de José Adolfo Macías Villamizar, alias Fito. EFE/ Cortesía Fuerzas Armadas de Ecuador

Aquella fuga de 2013 obligó a replantear la estrategia. Las puertas de La Roca se cerraron de manera prolongada. Fueron casi diez años, al cabo de los cuales las autoridades reabrieron el complejo con garantías de nuevas tecnologías de seguridad, fuertes inversiones y la promesa de hacerle honor al apodo heredado.

Por entonces, la cárcel tenía 189 plazas, aunque según el sitio ecuatoriano Plan V se reduciría a 100 la cantidad de internos. «Tristemente célebres líderes de bandas delincuenciales», como los definió en esos días el entonces presidente Guillermo Lasso.

Fernando Villavicencio fue asesinado en agosto pasado. Uno de los acusados por el crimen está en La Roca. Foto EFEFernando Villavicencio fue asesinado en agosto pasado. Uno de los acusados por el crimen está en La Roca. Foto EFE

La Roca no pudo con su propia fama. El 5 de abril de 2023, tres personas murieron y una terminó herida en un enfrentamiento entre presos, mientras la temperatura social iba en aumento en Ecuador.

Y en septiembre un nuevo incidente expuso los agujeros de seguridad. Ocurrió cuando un dron con explosivos aterrizó en el techo del penal y la Policía desplegó un operativo para una explosión controlada. Fito había vuelto al lugar unas semanas antes, pero ya no estaba allí: lo habían llevado otra vez a la cárcel regional de Guayaquil luego del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

Por el episodio del dron, tuvieron que reubicar temporalmente al resto de los reclusos.

Los tres cuerpos de los internos asesinados en La Roca en abril de 2023. Foto AFPLos tres cuerpos de los internos asesinados en La Roca en abril de 2023. Foto AFP

Macías iba a volver el 7 de enero a La Roca. Pero ese día no lo encontraron y el resto es historia.

Glas, que fue condenado a ocho años de cárcel y que también está imputado por malversación en la reconstrucción de la provincia Manabí (destruida por un terremoto), tendrá célebre compañía en esa complejo de alta seguridad.

El diario El Universo informó que entre sus 50 reclusos se encuentran exfuncionarios, parientes de funcionarios actuales y hasta un acusado por el crimen de Villavicencio: Pablo Muentes (ex asambleísta del Partido Social Cristiano, uno de los espacios que hasta hoy le aseguraban un pacto de gobernabilidad a Noboa), Wilman Terán (ex presidente del Consejo de la Judicatura, detenido por el caso Metástasis), Carlos A. «Invisible» (habría dado la orden de matar a Villavicencio) y Francisco Barreiro (hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, en prisión preventiva por presunta oferta de tráfico de influencias).



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La cerveza «de cloaca», una propuesta innovadora de Singapur ante la escasez de agua y el cambio climático

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En el extenso pabellón de las Naciones Unidas donde se desarrollan las conversaciones sobre el clima y donde los países, las organizaciones sin fines de lucro y las empresas tecnológicas utilizan grandes carteles de colores chillones para llamar la atención de los miles de personas que pasan por allí, unas pequeñas latas de bebida de color aguamarina y violeta están colocadas llamativamente sobre un mostrador en el exhibidor de Singapur.

Los que se acercan se enteran de que las latas son de cerveza -de una marca llamada NEWBrew- y se entregan gratis a quien las pida. Pero hay algo de lo que no todos los que abren una lata se enteran enseguida, si es que lo hacen: la cerveza se elabora con aguas residuales tratadas.

“Yo no lo sabía. Me sorprendió mucho”, dijo Ignace Urchil Lokouako Mbouamboua, estudiante de relaciones internacionales de Congo, que hace poco bebió un sorbo mientras se tomaba un descanso de la conferencia.

“Incluso puedo sugerir que hagan más y más de este tipo de cerveza”, agregó Mbouamboua con una sonrisa, informando que era el tercer día consecutivo que iba por una lata.

NEWBrew se elabora en Singapur con NEWater, el nombre de las aguas residuales tratadas que forman parte de una campaña nacional para conservar hasta la última gota en uno de los lugares con más escasez de agua del mundo.

La bebida, que algunos asistentes llaman en broma “cerveza de cloaca”, es uno de los muchos ejemplos de innovaciones relacionadas con el clima y el medio ambiente que se exhiben durante las conversaciones sobre el clima de este año, la COP29, que se celebra en Azerbaiján.

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Cajas con latas de cerveza de Singapur. Foto: EFE

Escasez de agua potable

Poner de relieve el uso de aguas residuales tratadas subraya uno de los problemas más acuciantes del mundo conforme se acelera el cambio climático: suministrar agua potable a una población cada vez más numerosa.

Singapur lleva años liderando la gestión del agua y la innovación. La ciudad-isla de 6 millones de habitantes del sudeste asiático, uno de los países más densamente poblados, carece de fuentes naturales de agua.

Además de importar agua de Malasia, los otros pilares de la estrategia nacional son la captación, la desalinización y el reciclado. Las autoridades han declarado que necesitan potenciar todas las fuentes de agua, ya que se prevé que la demanda se duplicará de aquí a 2065.

Aunque para muchos asistentes a la conferencia sobre el clima beber aguas residuales tratadas es una novedad, para los singapurenses no lo es. Las campañas nacionales, que comprenden desde pedidos de conservación del agua hasta mostrar el proceso de reciclado de las aguas residuales, se iniciaron hace décadas.

En 2002, el entonces primer ministro Goh Chok Tong fue fotografiado mientras bebía una botella de NEWater después de un partido de tenis con el fin de normalizar su consumo.

La ministra de Medio Ambiente de Singapur, Grace Fu, en la cumbre de la ONU sobre el clima, en Azerbaiján, esta semana. Foto: EFELa ministra de Medio Ambiente de Singapur, Grace Fu, en la cumbre de la ONU sobre el clima, en Azerbaiján, esta semana. Foto: EFE

Ong Tze-Ch’in, director ejecutivo de la Junta de Servicios Públicos, el organismo nacional del agua de Singapur, dijo que NEWBrew fue desarrollada por una cervecería local en 2018. La idea era mostrar las aguas residuales tratadas en la Semana Internacional del Agua, que se celebra cada dos años en el país. Luego se elaboró la cerveza en 2022, 2023 y de nuevo este año.

“Es parte de la aceptación del uso de agua reciclada, que en general es un tema difícil”, dijo Ong. “Hicimos muchas cosas para promoverla”.

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¿Y está contento con el resultado?

“Yo elegí este sabor”, dijo Ong, añadiendo que formaba parte del grupo que trabajó con la fábrica de cerveza para la versión de este año, una “pilsner moderna”.

“La cerveza siempre es muy subjetiva”, dijo riendo.

Cata de expertos en cerveza

Después de asistir a un panel sobre gestión del agua en el pabellón de Singapur, Peter Rummel, director de promoción de políticas de infraestructura de Bentley Systems, que crea software de ingeniería de infraestructuras, se acercó al mostrador y se sirvió una cerveza. Rummel dijo a los espectadores que estaba en buena posición para juzgar la cerveza, ya que era oriundo de Múnich, cuna del festival de la cerveza Oktoberfest.

“Es fresca y ligera. Tiene un sabor agradable”, dijo Rummel, mientras miraba la lata.

Wee-Tuck Tan, director ejecutivo de la cervecera local, The Brewerkz Group, dijo que fabricaron unos 5.000 litros, o unas 15.000 latas, para cada edición de NewBrew. Dijo que utilizan el mismo proceso que con otras cervezas y que el costo también es similar, unos 7 dólares singapurenses (unos 5 dólares estadounidenses) por lata cuando se compra en el supermercado.

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Wee-Tuck cree que la cerveza ha cambiado la forma en que algunos singapurenses ven NEWater.

“Piensan que sabe raro”, señaló. “Cuando se la pone en una cerveza, cambia la mentalidad. La mayoría no nota la diferencia”.

Conforme crecen los problemas de escasez de agua, aumenta la aceptación del uso de aguas residuales tratadas, dijo Saroj Kumar Jha, director del departamento mundial del agua del Grupo del Banco Mundial, que participó en el panel sobre gestión del agua en el pabellón de Singapur.

Tras viajar a más de 50 países en los últimos dos años, declaró que los dirigentes le han dicho con frecuencia que es importante no usar el término “aguas residuales” y en cambio decir “aguas utilizadas”.

Una vez concluido el panel, Jha y los demás panelistas abrieron unas NEWBrew y brindaron.

“Es muy buena”, dijo Jha. “Es la cuarta vez que la pruebo”. “Este año”, añadió riendo. “No hoy”.

Fuente: The Associated Press

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Traducción: Elisa Carnelli

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