A massive underwater blast targeting a bridge linking Russia to Crimea left it in a «state of emergency» Tuesday, according to the Ukrainian Security Service (SBU).

The surprise detonation comes just days after Ukraine carried out «Operation Spider’s Web,» a series of coordinated drone strikes penetrating deep into Russian territory that is believed to have taken out dozens of Russia’s most powerful bomber jets and surveillance planes as they sat idle on five military airfields.  

«Illegal objects of the Russian Federation have no place on the territory of our state. The Crimean Bridge is therefore an absolutely legitimate target, especially given that the enemy used it as a logistical artery to secure their troops,» SBU Lt. Gen. Vasily Malyuk said in a statement. «Crimea is Ukraine, and any manifestations of the occupation will receive our harsh response.» 

The SBU said it detonated around 2,500 pounds of underwater explosives along the Kerch Bridge. Footage showed a blast centered around one of the bridge pillars, followed by people surveying damage on top of the bridge. 

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Malyuk supervised the operation, which took months of planning, according to the SBU.  

«The bridge is in a state of emergency,» it declared. 

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People are seen on top of the Kerch Bridge surveying damage following the explosion on Tuesday, June 3. (APTN/Ukrainian Security Service)

Traffic across the Kerch Bridge was delayed for three hours this morning, according to The Associated Press.  

The bridge reportedly reopened before it closed a second time.  

The SBU said no civilians were hurt in the blast. 

A view shows the Kerch Bridge linking Russia to Crimea, which was targeted in an explosion by Ukraine on Tuesday, June 3. (Reuters/Alexey Pavlishak)

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«Previously, we struck the Crimean Bridge twice in 2022 and 2023. So today we continued this tradition already underwater,» Malyuk said. 

Fox News’ Jasmine Baehr contributed to this report.  

Abel Tesfaye, el cantante y actor ocasional (en The Idol) mejor conocido como The Weeknd, ha descrito Hurry Up Tomorrow como una “carta de amor” a sus seguidores en una entrevista con The New York Times. Tesfaye coescribió la película, además de producirla, protagonizarla y, junto con Daniel Lopatin, componer su música.

Acertó en lo de “carta de amor”. Sin embargo, cualquiera que no sea ya fanático del músico de 35 años, nacido en Toronto, cuyas indudables habilidades para el R&B electrónico se muestran en su último álbum también titulado Hurry Up Tomorrow (Apresúrate Mañana), es poco probable que sea convencido de nada por la película, excepto del tedioso amor propio del artista.

En esa misma entrevista, el director, coguionista y productor ejecutivo Trey Edward Shults dice que la película —una especie de autobiografía poética y alucinante— está destinada a tener el “alma e impacto de una ópera”. Shults llama a Tesfaye un “buen ser humano, una persona muy genuina”. Jenna Ortega, otra productora ejecutiva que también interpreta a una figura misteriosa llamada Anima (Latín para “espíritu”), describe a su coprotagonista como “no solo realmente dulce, sino también muy profesional”. Si bien no hay razón para dudar de esos elogios, tampoco son una base suficiente para una ópera.

Parte paisaje de sueños y parte novela de clave, Hurry Up Tomorrow trata sobre un cantante atribulado, también llamado Abel Tesfaye, que, al igual que su homónimo en la vida real, pierde su voz en el escenario debido a disfonía tensional muscular, una condición provocada por el estrés, mientras tras bambalinas experimenta con drogas, angustia existencial y melodrama romántico. Ortega interpreta a su personaje, la novia intermitente de Abel, como si no pudiera decidir si Ani, como la llaman, es una metáfora o una persona real.

La conocemos por primera vez mientras empapa la casa rural desordenada de alguien con nafta antes de incendiarla. ¿Es la de The Weeknd? Poco probable. En la vida real, el cantante vive en una mansión en Bel Air con una cancha de tenis. Pero un mensaje de voz furioso, escuchado en off, sugiere que está enojada con su hombre por algo que él dijo la noche anterior, lo cual nunca se explica. Estas escenas se intercalan con tomas del cantante preparándose para subir al escenario levantando pesas frente a dos espejos de cuerpo entero mientras su manager y mejor amigo (Barry Keoghan) le da una charla motivacional —y más tarde, le ofrece cocaína. Abel sigue llamando a Ani, quien no responde al teléfono.

La premisa —que el enormemente popular, inmensamente talentoso y rico The Weeknd lo tiene difícil, pobrecito— puede ser cierta, pero es poco argumentada y escasamente respaldada por la evidencia en una película que es en partes iguales cliché surrealista y patetismo. Algunas escenas son lúgubres: el protagonista parece regresar a su infancia después de ser golpeado en la cabeza con una botella de champán por Ani. Más tarde, ella lo ata a un cabezal de cama con cables eléctricos, instándole a ser “honesto” con ella. Más tarde aún, alguien más es apuñalado en el cuello, y hay otro incendio.

Sin embargo, a pesar de estos incidentes llamativos, en realidad no sucede mucho aquí al menos nada que ocurra con sentido de urgencia o verosimilitud. Shults, un cineasta con un verdadero talento para el suspenso (Viene de noche), dirige con más estilo que sustancia, llenando la pantalla con colores cálidos y primeros planos impactantes del rostro y los ojos del protagonista.

La película tiene el aroma de un cheque fácil. Se ve brillante pero está vacía. Ilumina sin ganar perspicacia.

Hay un tercer coguionista: Reza Fahim, lo que sin duda llevará a algunos espectadores a preguntarse por qué se necesitaron tres personas para escribir algo que se siente como si estuviera basado en el guion gráfico de un video musical de 10 minutos. Varias escenas, al menos aquellas que no son gratuitamente violentas, consisten en un personaje preguntándole a otro de alguna forma la pregunta, “¿Estás bien?” una y otra vez.

Hay algunas canciones conmovedoras y melancólicas aquí y allá, en particular la canción que da título al nuevo álbum, que se destaca, si bien de manera algo autocomplaciente. Pero no es un álbum visual convencional. Las canciones son secundarias a la historia, que es tan endeble como interminable.

En el clímax, encontramos a The Weeknd —quien en la vida real ha anunciado que está retirando su personaje de escenario después de este álbum —en la actitud de Jesús mártir en la cruz, con los brazos extendidos mientras canta, “Quiero el cielo cuando muera”.

Mucho antes de la conclusión grandilocuente de la película— más telenovelística que operística— incluso algunos fanáticos acérrimos pueden encontrarse deseando una interpretación literal del título, porque Hurry Up Tomorrow no puede terminar lo suficientemente pronto.

Fuente: The Washington Post

[Fotos: Andrew Cooper / Lionsgate]

Rep. Jasmine Crockett, D-Texas, agreed that «Republicans want poor people to die as quickly as humanly possible,» during a town hall event on Monday. 

The live town hall, hosted by Jim Acosta of CNN, featured actress Rosie O’Donnell, CNN contributor and former Capitol police officer Michael Fanone and former Trump administration official Olivia Troye. Crockett, dubbed a rising Democratic Party star, was the headliner. 

Acosta told the panel he was «astounded» by Sen. Joni Ernst’s town hall comment last week that, «We all are going to die,» when discussing Medicaid reform. 

«I’m thinking to myself, isn’t the point of healthcare to postpone that as long as possible, like, we don’t want that to happen, isn’t that the point?» Acosta asked. 

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Fanone, who gained national attention for his role defending the U.S. Capitol on Jan. 6, 2021, and is now an analyst for CNN, said, «Republicans want poor people to die as quickly as humanly possible.»

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«I agree,» Crockett responded. «I don’t think that is a glitch, but that’s actually part of the design.»

Ernst said, «We all are going to die,» during a contentious moment at her town hall in Iowa. She was explaining that Medicaid reform will only remove people who do not qualify for benefits – illegal immigrants, able-bodied Americans who can work but choose not to, those ineligible to receive benefits who are currently receiving benefits, and duplicate enrollees in one or more states. 

But Ernst was interrupted by a rowdy crowd, including one attendee who shouted, «People will die!» prompting her comment that drove Acosta’s town hall conversation on Monday. 

A spokesperson for Sen. Joni Ernst slammed Democrats for «fearmongering» on Medicaid. (Reuters)

«The idea that you’ve got someone who has the audacity to say to people that sent her into D.C. to work on their behalf that you’re going to die,» Crockett said Monday as the crowd erupted in cheers. «I think we all know that, but the reality is that you’ve decided that you want to be a gravedigger, and I don’t think that is who they elected you to be. They elected you to actually breathe life into it.»

Crockett did not respond to Fox News Digital’s request for comment, but an Ernst spokesperson dismissed Crockett’s criticism as «fearmongering.»

«While Democrats fearmonger against strengthening the integrity of Medicaid, Sen. Ernst is focused on improving the lives of all Iowans. There’s only two certainties in life: death and taxes, and she’s working to ease the burden of both by fighting to keep more of Iowans’ hard-earned tax dollars in their own pockets and ensuring their benefits are protected from waste, fraud and abuse,» an Ernst spokesperson said. 

Crockett attends a House Oversight Committee hearing. (Anadolu Agency via Getty Images)

Crockett is considering a run to lead the House Oversight Committee, which is responsible for holding President Donald Trump accountable as leader of the executive branch. 

Earlier this year, Attorney General Pam Bondi accused Crockett of «threatening lives» and said she should apologize for her rhetoric against Elon Musk and the Department of Government Efficiency (DOGE) for saying, «All I want to see happen on my birthday is for Elon to be taken down.» Crockett would clarify that her comments were intended as «nonviolent» resistance. 

Crockett was also criticized this year for calling Gov. Greg Abbott, R-Texas, who is in a wheelchair, «Governor Hot Wheels.» She walked back the comments after her remarks went viral, calling the outrage a «distraction.» 

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Rep. Nancy Mace, R-S.C., challenged the Texas congresswoman to a fight in January after Crockett said, «child, listen» during a House Oversight Committee hearing. 

And Crockett dominated headlines last year when her campaign trademarked the phrase «bleach blonde, bad built, butch body,» after a verbal dispute with Rep. Marjorie Taylor Greene, R-Ga., during a chaotic House hearing.