Mucho se habla en los últimos años del buen presente económico de los clubes brasileños que, acompañados por ingresos millonarios, cuentan con planteles considerablemente más caros que los del fútbol argentino y también tienen la capacidad de pagar salarios, en algunos casos, hasta competitivos con el fútbol europeo. Eso permitió la llegada de figuras internacionales como Memphis Depay. Sin embargo, esos contratos millonarios pueden llegar a ser un dolor de cabeza para los clubes, y una prueba de eso es justamente Corinthians, que hoy mantiene una deuda millonaria con el delantero neerlandés.

Tal como detalló el medio brasileño UOL, el presidente del Timao, Omar Stábile, confirmó en una reunión con el Consejo Directivo de Corinthians que el club le debe a Depay una suma cercana a los cuatro millones de euros.

Ese monto no correspondería a su sueldo en sí, sino a bonus por partidos jugados, goles y primas de fichaje. Según UOL, Memphis tiene cinco contratos vigentes con Corinthians, incluido su contrato laboral. El pasado 15 de septiembre venció el plazo que tenía el Timao para abonar la segunda parte de su prima de fichaje, de casi un millón de euros.

De esta manera, el club se vio obligado a renegociar la deuda que mantiene con el jugador y ambas partes ya habrían llegado a un acuerdo de pago: la mitad se abonará en cuotas mensuales hasta febrero próximo y la otra marzo. Sin embargo, el monto sería de casi tres millones de euros y no por los cuatro adeudados.

En su nota, UOL aseguró que en la reunión del Consejo Directivo Pedro Soares, director jurídico de Corinthians, aseguró que el contrato de Memphis está “fuera de la realidad”. Además, habría sugerido que los responsables de la contratación del delantero, quienes le garantizaron un sueldo libre de impuestos, deberían ser investigados por autoridades fiscales.

El Real Madrid cayó por 1-0 ante el Liverpool de Alexis Mac Allister este martes, por la cuarta fecha de la Champions League. Tras la derrota, producto de un gol del argentino, Gareth Bale, retirado y multicampeón con el Merengue, criticó a Vinicius y a Kylian Mbappé, de quienes destacó que no tuvieron la dureza en ataque como para poder «volver a meter en partido al Madrid», entre otros análisis.

«No vimos a Mbappé y Vinicius en el último tercio hacer un poco de magia y volver a meter al Madrid en el partido. Fue un poco decepcionante que en ese último tercio no hubiera realmente ese tipo de calidad que se espera de los jugadores del Real Madrid», expresó el galés, a través de la cadena de televisión CBS, donde analizó el encuentro junto a otro ex jugador como el histórico francés Thierry Henry.

Y señaló que a su parecer, más allá de que es Mbappé quien trata de cumplir ese rol, al Real Madrid le falta un #9 puro: «Es frustrante, creo que se complican las cosas. A veces sólo necesitan intentarlo y probar al defensor. Son claramente más rápidos que nadie en el campo. Pero creo que tal vez no lo hacen porque no hay nadie más en el área esperando los centros. Tal vez se necesita ese número nueve de referencia».

Henry, en la misma línea, también fue muy crítico con el equipo de Xabi Alonso: «No lo entiendo. Tienes que jugar con lo que tienes delante, tienes que jugar el momento. E incluso si no hay nadie en el área, como has dicho, al menos el equipo rival retrocedió 30 metros y entonces puedes darle el balón a tu centrocampista, que tal vez tenga un remate desde fuera del área. Pero no sé, a veces la gente intenta ser ingeniosa cuando no hay necesidad de serlo».

Y puntualizó en la actuación de Vinicius, sobre todo por no haber sido inteligente como para atacar al lateral derecho del Liverpool hasta sacarle al menos una amarilla: «Tienes una oportunidad al principio, por ejemplo, Vinicius tuvo a Conor Bradley en los primeros cinco o siete minutos, y luego le dejó respirar. ¿Por qué le dejas respirar? Inténtalo hasta que le saquen una amarilla y entonces no pueda defender de la misma manera, pero no fue así».

«Vinicius recibió el balón en un uno contra uno después de tener una buena batalla en los primeros cinco minutos contra Conor Bradley, y se la devolvió a su lateral izquierdo para recibirla de nuevo… y ya era un uno contra tres. Luego atacó él solo contra los tres y yo pensé, espera, haz las matemáticas. Tenías un uno contra uno, intenta ver qué puedes hacer con eso. ¿Por qué mueves atrás el balón para que te vuelva y jugar un uno contra tres? Simplemente no lo entiendo a veces», añadió.