Ya eliminado de la Concachampions, a Leo Messi le queda el objetivo de liga. Inter Miami está siendo protagonista de la MLS. Tras enfocarse la se mana pasada en lo que era la vuelta de semis con Vancouver y desatender sin Leo el torneo local, el equipo de Mascherano volvió a la senda del triunfo para no perderles pisada a los de arriba. Y lo hizo con el mejor de todos haciendo lo que mejor hace: un golazo. Esta vez el rival fue el New York Red Bulls, equipo de mitad de tabla con dos jugadores de peso en la ofensiva. El sueco Emil Forsberg (ex Leipzig de Alemania y seleccionado) y el camerunés Choupo-Moting, quien jugó tres Mundiales y pasó por el PSG y Bayern Munich, entre otros. Enfrente, claro, estaba el 10 con la banda del Barcelona compuesta por Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets.

Leo se guardó lo mejor para el final, como si fuese la frutilla del postre. Primero dejó que sus compañeros liquidaran el encuentro y luego el 10 regaló su obra de arte en el segundo tiempo. Doble pared con Segovia, pelota dentro del área y tremendo zurdazo alto para lo que era el 4-1 de los de Mascherano.

Mucho antes, el local se puso en ventaja. A los 8’, una mala salida de New York terminó en los pies de Weigandt. El ex lateral derecho de Boca mandó un centro que fue peinado por Luis Suárez y encontró por el segundo palo a Picault, quien la impactó para poner el 1-0 para Inter Miami. Fue un primer tiempo eléctrico. Al rato, el que apareció por atrás fue Weigandt para el 2-0. Hasta ese momento, Messi no había salido en las fotos de los goles. Pero a los 38’, condujo por el centro un ataque para abrirlo para Allende, quien centró y encontró a Suárez: 3-0 y goleada. Antel descanso, Choupo-Moting para la lluvia de goles en Miami. Faltaba lo mejor, ese golazo para dar cierre a una noche perfecta.

Messi esta vez no fue compañero de ataque de Suárez, sino que se movió libre por detrás de Lucho para intentar ser conductor y estar un poco más cerca de los mediocampistas. En todos lados juega como sabe…