En una noche vibrante en el Olímpico, Roma y Juventus empataron 1-1 en un partido repleto de matices, emociones y contexto europeo. Mientras que Leandro Paredes y Matías Soulé tuvieron minutos en la Loba, Nico González fue titular en la Vecchia Signora y Paulo Dybala no gozó de minutos por lesión. Así, el cierre de una jornada dominical que dejó la lucha por los puestos de Champions League al rojo vivo. Aunque ninguno logró la victoria, ambos equipos salieron con motivos para creer en su objetivo de meterse entre los cuatro mejores de la Serie A.

El duelo comenzó con una Juventus ambiciosa, dominadora, que marcó la diferencia en los primeros minutos desde la intensidad y la presión alta. Con Nico González y Yildiz escoltando a Vlahovic, el equipo de Igor Tudor apretó a una Roma desconectada, que necesitó media hora para entrar en ritmo. Aun así, la primera gran ocasión fue para los locales, con un remate de Cristante que salvó milagrosamente Kalulu.

La reacción juventina fue inmediata. González obligó a Svilar a una atajada espectacular que terminó con la pelota en el travesaño. La Roma respondió con un cabezazo de El Shaarawy que rozó el gol, pero el que rompió el cero fue Manuel Locatelli: el capitán juventino empalmó una volea desde la frontal del área a los 40 minutos y la colocó junto al palo derecho. Un golazo que parecía encaminar la victoria visitante.

Pero Claudio Ranieri leyó bien el partido y movió el tablero en el entretiempo: retiró a Hummels, sumó a Shomurodov y encontró el empate apenas comenzado el complemento. El uzbeko, oportuno, cazó un rebote tras un cabezazo de Ndicka y venció a Di Gregorio a los 49’. Todo volvía a empezar.

Desde allí, el vértigo bajó y el miedo a perder se impuso sobre las ganas de ganar. Aunque ambos entrenadores intentaron con cambios ofensivos, el partido se aplanó. Juventus apostó por Kolo Muani, Koopmeiners y Cambiaso; Roma recurrió a Paredes y Gourna-Douath. Pero ni los nombres ni las ideas lograron romper el nuevo equilibrio.

El empate dejó a la Juventus con 56 puntos, igualando a Bologna en el cuarto puesto, aunque con un partido más. El equipo de Tudor sigue invicto desde su llegada y recortó distancia con Atalanta (58), que perdió por tercera vez consecutiva, esta vez ante Lazio. Roma, con 53 unidades, estiró su racha invicta a 14 partidos, pero vio truncada una seguidilla de siete triunfos consecutivos.

La batalla por los puestos europeos está cada vez más cerrada. Inter (68) sigue líder pese a su empate en Parma, pero podría ver acercarse al Napoli (64) si vence este lunes a Bologna. Detrás, del tercero al séptimo, la diferencia es mínima. Y partidos como el de esta noche, aunque no definan, marcan el pulso de una Serie A apasionante.