El máximo anhelo que puede tener un jugador en el fútbol sudamericano es ganar la Copa Libertadores, de eso no hay dudas; sin embargo, a veces el título tiene un costo… Nicolás De La Cruz -otrora figura en el River de Marcelo Gallardo– está a sólo un partido de volver a levantar el trofeo más importante del continente, ahora con Flamengo, pero lo haría casi sin jugar.

El presente de Nico en el Fla es -de mínima- llamativo para todos aquellos que tienen en su memoria a aquel jugador que supo sacar lo mejor de sí con la camiseta del Millonario: el volante que se había convertido en uno de los pilares del Muñeco a fuerza de goles y buenos rendimientos, hoy se ve reducido a un recambio y eso si es que juega.

Y esto tiene una explicación en dos factores, uno más claro que el otro. Lo que más asombra de este plantel del Mengao sin lugar a dudas es la calidad de su plantel y de su mitad de la cancha por sobre todo: Jorginho -3° en un Balón de Or y campeón de Champions-, Saúl -ex Atlético Madrid-, Giorgian de Arrascaeta -casi ídolo del club-, Jorge Carrascal y Luis Araújo son los principales nombres.

Con un plantel de tanta calidad y profundidad, no es una locura que sea difícil ganarse un lugar, por lo menos como primer recambio; pero entra el otro factor en juego. El físico del uruguayo no viene respondiendo de la mejor manera desde su llegada a Brasil: en total se perdió 38 duelos por lesión desde que llegó -agosto de 2024-, con más de 150 días de baja por motivos físicos.

Hace pocos meses, en julio, incluso se había filtrado desde el club que el jugador no atraviesa ‘un mal momento’ sin más, sino que hay motivos de gravedad detrás de esta inconsistencia física: «No está en condiciones de jugar, ya que tiene una lesión crónica e irreparable en la rodilla derecha y otra en la izquierda», había comentado José Luiz Runco, jefe del departamento médico urubu.

Y por supuesto, todo esto se refleja en números: de los 65 partidos que jugó el Rubro-Negro en lo que va de 2025, DLC solamente jugó 26, promediando 64 minutos por encuentro y habiendo jugado los 90′ en apenas siete oportunidades. Específicamente por Libertadores, jugó 9 de los 12 encuentros del Fla y convirtió sólo un gol: el descuento en la histórica caída contra Central Córdoba en el Maracaná.

A pesar de esta situación, el charrúa intenta aportar al equipo desde el lugar que le toca. Aunque no jugó en la noche del miércoles ante Racing, desde Brasil destacaron su actitud: «Fue el jugador más activo del banquillo, hablando con sus compañeros y quejándose al árbitro. Al final del primer tiempo, fue a presionar al árbitro chileno Piero Maza», resaltó Marcelo Courrege, reportero de O Globo.

Desde la dirigencia del Fla ya deben haber sacado los pasajes: el sábado 29 de noviembre, con el Estadio Monumental de Lima como escenario -en evalución, por la situación social de Perú-, se decidirá al campeón. El equipo de Río de Janeiro aún espera por su rival: saldrá del duelo de este jueves por la noche entre Palmeiras y Liga de Quito, con el Verdao buscando remontar el 3 a 0 de la ida.