El momento más importante del triunfazo de Estudiantes ante Cerro Porteño en Asunción por la ida de los octavos de final de la Libertadores le sirvió de pie a Eduardo Domínguez para destacar a su figura. Porque aún cuando en cancha estaban Guido Carrillo y el Principito Sosa, quien se hizo cargo del penal en el tiempo de descuento fue Santiago Ascacibar. Y eso fue absolutamente apoyado por el DT.

«El Ruso es nuestro capitán, es nuestra bandera. Y cuando él está decidido, lo dejamos patear», dijo el entrenador del Pincha, en la conferencia post 1-0 en La Nueva Olla. Además de ser uno de sus jugadores predilectos, es una pieza determinante de su equipo: termita incansable en el medio para cortar y sostener el orden defensivo, además le da al equipo un gran aporte desde lo ofensivo con sus siete goles en lo que va del año. Este miércoles, fue el jugador de Estudiantes con más pases precisos totales (44) y también a campo contrario (30).

Elogioso de sus dirigidos, optó por puntualizar en la postura del Pincha antes que referirse a la «mística», palabra por la que había sido consultado y que «hay que tenerle respeto»: «Hicimos un buen partido. El equipo creyó hasta el final, nunca dudó. Es una serie de 180′, pero se vio reflejado que vinimos a ganar el partido y a buscar hacer la diferencia acá. Buscamos siempre por diferentes caminos», analizó.

«Tuvimos parte del control del juego. Ellos son rápidos y peligrosos, sobre todo en las pelotas largas. Nos taparon bien los caminos cuando intentábamos los ataques rápidos. No fuimos certeros en el área, a pesar de que pudimos controlar el juego en varios momentos», continuó el DT.

¿Serie liquidada o encaminada? Para Domínguez, nada de eso. «Hay un respeto que se merece el rival, por toda su historia, con grandes individualidades y un gran entrenador. Hicimos parte del trabajo, pero hay que finalizarlo y va a ser más difícil: así como nosotros ganamos acá, ellos pueden hacerlo allá. El equipo estuvo sólido y, a partir de eso, encontramos el triunfo sobre el final», explicó.