Botafogo no quiere perder tiempo. Tras la salida de Renato Paiva, después de ganarle al PSG campeón de la Champions y, una semana después, ser despedido tras la eliminación en el Mundial de Clubes, la histórica institución carioca ya tiene a su principal apuntado para tomar el timón: Davide Ancelotti, hijo de Carlo y actual asistente en la selección de Brasil. Según aseguró Globo Esporte, ya hubo un primer acercamiento formal, y desde el entorno del italiano no descartan la propuesta. ¿Se viene el debut como DT principal en Sudamérica?

El nombre de Davide no es nuevo para el radar de grandes equipos. Pero que el Botafogo le abra las puertas para iniciar su camino como técnico principal, ya es otra historia. Según Fogaonet, el italiano también estaba en conversaciones con tres clubes europeos (Como, Rangers y La Coruña), pero la chance de dirigir en Brasil —justamente en el país donde trabaja su padre— no deja de ser tentadora.

El contexto del club no es menor. Botafogo viene de un semestre irregular: arrancó con fuerza en el Brasileirao (actualmente marcha 8°, a seis puntos del líder Flamengo), pero la eliminación en el Mundial de Clubes y la falta de un proyecto sólido lo sacaron de eje. La salida de Paiva fue inmediata tras una derrota contundente, y desde entonces, el equipo navega sin capitán. John Textor, el dueño del proyecto SAF, quiere dar un golpe de efecto y apostar por un técnico joven, con ideas modernas y bagaje internacional. Davide calza justo en ese molde.

Davide tiene 35 años (serán 36 el 22 de julio), una formación universitaria en Ciencias del Deporte y una carrera como entrenador que arrancó casi al mismo tiempo que colgó los botines como jugador juvenil en el Milan. Su crecimiento estuvo siempre de la mano de su padre: fue parte del cuerpo técnico en PSG, Bayern Múnich, Napoli, Everton y Real Madrid. Y desde este año, trabaja junto a Carlo en la selección brasileña.

Conoce cinco idiomas, tiene la licencia UEFA Pro y es reconocido por su capacidad analítica, manejo del grupo y una relación muy cercana con los jugadores. Si bien nunca dirigió de forma independiente, su experiencia en vestuarios de élite le suma puntos. Según Globo Esporte, su perfil gustó en Botafogo justamente por eso: por traer una visión europea, sin los vicios de la vieja escuela.

La idea de Textor es clara: apostar por un entrenador que piense a largo plazo y que tenga herramientas tácticas para competir de igual a igual en el continente. La Copa Libertadores está en juego (el Fogao se enfrentará a Liga de Quito por los octavos de final) y el plantel necesita un norte.

Con ventas importantes en este mercado (entre ellas, Igor Jesus al Nottingham Forest), el club se aseguró ingresos, pero perdió nombres clave. El desafío del próximo DT será reconstruir una identidad competitiva en plena competencia.

Davide nunca fue entrenador principal. Eso pesa. El Brasileirao es una jungla táctica y la Libertadores no da margen de error. Sin embargo, su nombre seduce. No solo por el apellido, sino por lo que representa: un cambio de época, una transición generacional, una manera nueva de entender el juego. Textor lo sabe. Botafogo también. La pelota ahora la tiene Davide.

El Fogão será el primer equipo que lo vea como DT principal. El club ya hizo la llamada. Ahora, solo falta la respuesta del heredero.