Tuvo dos pasos exitosos por River. Levantó ocho títulos y uno de ellos fue la Copa Libertadores. Pero cuando en los pasillos del Monumental se escucha hablar de Celso Ayala, el recuerdo es inmediato. Protagonista de aquel inolvidable frentazo a Boca en el 3-3 que se jugó el 23 de marzo de 1997 en el Monumental, el defensor aprovechó el viaje del Millonario a Paraguay para juntarse con Marcelo Gallardo y Enzo Francescoli.

«Feliz de reencontrarme con viejos amigos que me regaló el fútbol», posteó Celso junto a una foto que retrata el momento bien futbolero que compartieron en la previa del encuentro en el estadio La Huerta frente a Libertad.

Protagonista de aquel inolvidable superclásico junto al actual secretario técnico del CARP (ambos fueron titulares y jugaron los 90′) y testigo de los primeros pasos del Muñeco con la Banda roja, Ayala es palabra autorizada en Núñez y la imagen generó nostalgia en redes.

El 3-3 del 23 de marzo de 1997 se festejó como un triunfo en el Monumental, porque Boca había arrancado 3-0 arriba en la primera media hora. Pintaba para una goleada histórica del eterno rival en Núñez. Sin embargo, la tarde-noche terminó con euforia de los hinchas millonarios gracias al perfecto cabezazo que metió el paraguayo a los 41 minutos del segundo tiempo. Y casi lo termina ganando sobre el final.

Boca empezó ganando a los 5′ con gol del uruguayo Néstor Cedrés, ex River. El Manteca Sergio Martínez, otro charrúa, estiró la ventaja a los 17′ y metió el 3-0 a los 30′ luego de que Roberto Bonano le atajara un penal a Roberto Pompei. Era un baile del visitante.

La remontada de River se inició con un gol de Sergio Berti a los 42′. Fue un tanto que repercutió en lo futbolístico y anímico. Ya en la segunda etapa, y con ambos equipos con diez jugadores (habían sido expulsados por Javier Castrilli Berizzo en River y Manteca Martínez en Boca), Facundo Villalba (ex DT de la Reserva de River) la picó por encima de Sandro Guzmán y puso el 2-3 a los 36′.

A partir de ese momento, el Xeneize se refugió en su propia área y el equipo del Pelado Díaz fue un aluvión hasta lograr el 3-3 que convirtió el #2 paraguayo e incluso estuvo a punto de ganarlo: el Pipa Leonel Gancedo tiró por encima del travesaño una situación clarísima ya con el tiempo cumplido.

El River de Ramón Díaz era el campeón vigente porque había ganado el Apertura del año anterior. En ese torneo, precisamente, había perdido 3-2 sobre la hora el Súper en la Bombonera con «el nucazo de (Hugo) Guerra». Entonces, este frentazo de Ayala fue una especie de revancha para ese equipo que terminaría como campeón de ese Clausura 97 y luego festejaría el Tri con el Apertura 97, en diciembre de ese año y tres días más tarde de levantar la Supercopa 97. Una época dorada para la Banda.