Ángel Di María fue uno de los grandes protagonistas del empate entre Boca y Benfica 2-2, en la presentación de ambos en el Mundial de Clubes. El ídolo rosarino descontó de penal para el elenco portugués y, después del gol, realizó un gesto que llevó a distintas interpretaciones.

Un rato más tarde, durante su paso por la zona mixta del Hard Rock Stadium de Miami, Angelito paró para hablar frente al micrófono de Olé y aclaró la situación: «Saludé a mi familia que estaba ahí arriba, pero todos me están diciendo que pedí disculpas, je».

El campeón del mundo fue silbado en algún pasaje del partido, pero mayoritariamente recibió aplausos por parte de los hinchas de Boca: «Sentí el cariño, es normal si me putean, es algo lógico, estoy vistiendo otra camiseta y me tocó justo hacer un gol, es lógico que pueda pasar. Es fútbol, se entiende, cuando vestí la camiseta de la Selección tuve ovaciones y ahora si visto otra camiseta es obvio que puede pasar»

Jorgelina Cardodo, pareja de Di María, se refirió también a los silbidos: “Se entienden, el hincha argentino es así y yo lo recontra entiendo, siempre y cuando no se convierta en una falta de respeto. El silbido se entiende, tampoco lo iban a aplaudir, me parece bien”.

En ese sentido, en charla con Telefé, agregó sobre los insultos: “No duelen, es un poco el folclore del fútbol. Me molesta que me puteen a mí. Recién un chico de Boca me gritaba ‘ladrona’, y no sé a qué se refiere, no sé si por el penal, yo no veo nada, estoy lejos, lo veré después. No es que me acostumbré, porque es feo, pero al folclore sí porque es parte”.