«Tengo algunas tareas que se han acumulado en el último mes, así que eso es a lo que voy a volver». A Christian Gray, el defensor del Auckland City y maestro que reprobó a Boca con su histórico gol en el Mundial de Clubes, la vida le cambiará en estas horas posteriores al partido, pero no a la larga: cuando regrese a Nueva Zelanda, tendrá que seguir dando educación física para solventarse económicamente, dado que no vive del fútbol al ser una actividad semiprofesional en su país.

A favor suyo, cuando vuelva será plena época de vacaciones escolares, por lo que tardará unos días más en contarles a sus alumnos de la Escuela Intermedia Mount Roskill y la Escuela Primaria de Auckland acerca de la enorme hazaña que consiguió con su equipo este martes. Lo más probable es que se ponga como el abuelo Abraham Simpson cuando les hablaba de sus historias a los chicos de la popular serie televisiva.

«Soy de una pequeña ciudad muy lejos de aquí (NdeR: Gisborne, sobre la costa Este, viven poco más de 35.000 personas) y muy diferente a este entorno, así que es como un sueño. Estoy un poco sin palabras. Es surrealista, todavía no lo asimilo. Sé lo que significa para el club, eso lo hace muy especial», contó el marcador central de 28 años luego del épico encuentro. Además de en el Auckland City, jugó en el Waitakere United, Hamilton, Birkenhead y Eastern Suburbs, siempre en su país.

Este partido, además del valor histórico para un club que es multicampeón en su continente (ganó 13 veces la OFC Champions League, 11 más que el segundo, el Waitakere United), es de suma importancia para el plantel neozelandés por las dos goleadas sufridas contra Bayern Munich y Benfica: «Recuperamos un poco de respeto. Mucho para el club, eso seguro. Ya se sabe, dependemos de los voluntarios. No tenemos mucho dinero, así que me alegro de que el equipo esté contento. Creo que el club se lo merece, y me alegro por los chicos», explicó.

«Estoy contento de que hayamos metido alguna. Ha sido un viaje duro. Hemos tenido algunos resultados difíciles, pero estoy feliz por el equipo y los chicos. Creo que nos lo merecemos», sacó pecho. Y destacó a la gente de Boca: «Hubo un ambiente especial. Boca es un club enorme, como todos los clubes que hemos afrontado en este torneo», dijo.