A menudo, se suele decir que los piratas europeos se quedan con las joyas africanas. Claro, si bien la historia así lo demostró a lo largo de los siglos, el fútbol no se quedó atrás. Es que durante los últimos años, las gigantescas selecciones de Europa, Francia e Inglaterra, por sobre todo, se han nutrido de jugadores nacidos en África. De hecho, en Qatar 2022, Francia tan solo tenía cuatro jugadores con raíces galas, mientras que el resto de su plantel era hijo de la inmigración.

La lista de jugadores africanos que hoy brillan en los seleccionados europeos es innumerable. Por ejemplo, Mbappé nació en París, pero su padre es camerunés y su madre de Argelia. Lo mismo ocurre con Ousmane Dembélé, quien es hijo de padre maliense y madre Senegalesa.

Sin embargo, hay una selección que ha logrado romper la lógica europea de quedarse con las joyas africanas: Marruecos. Es que gran parte de los éxitos cosechados por los marroquíes durante los últimos años, en donde han logrado ser semifinalistas del Mundial 2022 y conseguir la medalla de bronce en París 2024, tienen como fundamento el haber logrado convencer a jóvenes europeos de ponerse la camiseta del seleccionado africano.

Antes que hablar de nombres, habrá que entender las variables demográficas que involucran a Marruecos y a Europa. A día de hoy, se estima que 31 millones de marroquíes viven en Europa. Durante los últimos dos años, más de 200.000 ciudadanos marroquíes han emigrado a España, siendo el principal destino junto con Francia.

Esto ha generado que, tanto en Francia como en España, se comiencen a formar grandes comunidades de marroquíes desde hace varias décadas. De hecho, los marroquíes son la mayor corriente extranjera dentro de España. Sin embargo, según datos oficiales, Francia ostenta la mayor cantidad con el 32% de la corriente asentada en sus tierras.

Este fenómeno es el que ha cambiado la mentalidad de la Federación Marroquí de Fútbol. Es que, al igual que lo ha hecho Argentina, aunque en menor medida, con los Europibes que le han permitido a Lionel Scaloni contar con jugadores como Nico Paz o Alejandro Garnacho, Marruecos ha elegido el mismo camino.

Así es como han captado a jugadores como Achraf Hakimi, capitán y figura del seleccionado marroquí que nació en España y hasta se probó en las juveniles de la Roja, pero que ha elegido jugar para Marruecos dado que sus padres son de allí. El mismo caso se puede aplicar a Brahim Díaz, quien luego de haber jugado algunos partidos para el seleccionado español, decidió vestir la casaca de Marruecos.

“Fui a probarme con la Selección española. Estuve un par de días en Las Rozas y vi que no era mi sitio adecuado. No me sentía como en casa. No era por nada en concreto, sino por lo que yo sentía, porque no era lo que había mamado y vivido en casa, que es la cultura árabe, ser marroquí. Yo quería estar aquí”, resaltó

De hecho, Mounir Nasraou, el padre de Lamine Yamal, es de origen marroquí, algo que le ha dado la posibilidad al crack español de jugar para Marruecos. Es más, tiempo atrás se generó revuelo en España luego de que se filtrara un video de un joven Lamine festejando la clasificación de Marruecos ante España en el Mundial 2022.

Años después, Walid Regragui, entrenador de Marruecos, confesó que quisieron tentar al crack español para jugar en Marruecos, algo que finalmente no ocurrió. “Yo hablé directamente con Lamine Yamal y él fue honesto conmigo y también con la Federación de Marruecos“, dijo el DT.

Pero claro, la inmigración no solo abarca a España, sino también a Francia. Según estimaciones internacionales, el 32% de los emigrantes marroquíes se encuentran en tierras galas, siendo el destino principal a nivel mundial. Esto ha generado que jugadores como Mehdi Benatia, ex central de Juventus y Bayern Múnich nacido en Francia, haya jugado para Marruecos hasta antes de su retiro profesional.

Y así se ve en la plantilla de Marruecos en el Mundial Sub 20, en donde si bien hay gran parte de jugadores nacidos dentro de territorio africano, hay otra gran parte que se divide entre franceses (4), belgas (2) y neerlandeses (2) que han decidido utilizar sus raíces paternas y maternas para jugar para Marruecos.

En el uno por uno de la lista de Marruecos, de los 21 convocados, cuatro son franceses, dos belgas y dos neerlandeses, mientras que el resto de la nómina está conformado por jugadores nacidos dentro del país africano.