En una noche que quedará en la memoria de los hinchas parisinos, el PSG volvió a demostrar que no solo tiene talento, sino carácter. Ante un gigante como el Bayern Múnich, y en un contexto límite, el equipo de Luis Enrique se impuso con coraje, inteligencia y una resiliencia que ya parece formar parte del ADN del club.

«Hemos hablado mucho de la resiliencia. Es algo que tenemos mucho. Nuestros aficionados también son resilientes. Ellos nos empujan siempre, independientemente del resultado. Nosotros estamos preparados para competir en cualquier momento«, dijo el técnico español, visiblemente orgulloso por el triunfo 2-0 de su equipo.

El partido fue un infierno futbolístico. Ya con once contra once, el Bayern exige al máximo. Pero las expulsiones cambiaron el plan. «Cuando juegas contra un rival tan difícil, que comparte muchos de nuestros principios de juego, ya es complicado. Con la primera expulsión se volvió más difícil aún. Y con dos menos, fue una lotería», reconoció Luis Enrique.

Respecto a las expulsiones que sufrió, fue tajante. «Es evidente que la acción de Pacho es roja. Pero la segunda, en ningún caso, es tarjeta roja. No tengo nada que decir, pero es una situación extraña«.

Más allá de la polémica, el entrenador valoró el esfuerzo colectivo y la actitud inquebrantable del grupo: «Estoy orgulloso. La afición estuvo increíble, nosotros estuvimos a la altura y merecimos ganar este partido tan difícil. El Bayern es un gran equipo. Nosotros queremos jugar al fútbol. Pero cuando terminás defendiendo con un jugador lesionado, todo se complica. El final fue durísimo. Ellos también podrían haber ganado. Estoy contento con el resultado, aunque queda una sensación extraña«, resumió.

Además, Luis Enrique tuvo un gesto de grandeza, y ni bien arrancó la conferencia, lo primero que se encargo de decir fueron unas palabras a Jamal Musiala tras la dura lesión que sufrió en el partido. «Quiero desearle una pronta recuperación a Musiala. Se notó que fue una jugada de mala suerte, porque ‘Gigo’ cayó encima de él», expresó.