River cosechará en el 2026 lo que sembró durante todo este pésimo 2025: jugó con nivel para clasificar a la Copa Sudamericana y, finalmente, será ese torneo internacional el que termine disputando. Ya no hay más morbo, ya no hay más cálculos, ya no hay más tablitas de Excel con los posibles caminos: la eliminación de Boca, el único que lo podía meter en la Libertadores si era campeón del Clausura, lo relegó a una competición en la que no participa desde el 2015.

Una que, en definitiva, merece disputar: si el equipo de Marcelo Gallardo sostuvo la ilusión del repechaje de la CL hasta el 7 de diciembre fue únicamente por resultados ajenos. Porque lo cierto es que los propios dejaron mucho que desear: cuartos en el Apertura, cuartos en la Libertadores, semifinal en la Copa Argentina, octavos en el Clausura y cuarto puesto en la anual. Una continuación de cachetazos que terminó con la incomodísima situación de tener que depender del clásico rival.

Así se terminan 11 años consecutivos de River en el torneo de élite del continente (récord que no iguala ningún club argentino y que solo Nacional y The Strongest pueden tildar durante el mismo período). Fueron 58 triunfos, 41 empates, 22 derrotas, 207 goles a favor, 116 en contra, dos títulos, una final, tres semifinales (entre los resultados más destacados) y ninguna eliminación en fase de grupos, tanto con el Muñeco (nueve ediciones y media) como con Martín Demichelis (una y media).

Además del tema del prestigio, jugar Sudamericana, cuyo último recuerdo para el club es aquella eliminación contra Huracán en semifinales del 2015, significa una considerable pérdida económica: la Libertadores le puede llegar a sumar al campeón desde la fase 2 (la que hubiera jugado River) un máximo de u$s 38.330.00, en tanto que el segundo torneo en importancia, u$s 11.590.000. Sí, una distancia total de casi 27 millones de dólares…

Además, la Copa es la única competición que otorga puntos para el Mundial de Clubes (el campeón también clasifica directo), por lo que River ya empieza a quedar algo comprometido en la carrera rumbo al 2029: más allá de todo lo que implica y lo que movió este año en Estados Unidos, solo por haber jugado la fase de grupos le dejó u$s 18.210.000. El temblor también tendría alcance para recaudación por derechos de televisación, potenciales premios acordados en los contratos de sponsoreo del club y más.

Todo esto sin contar que, si el equipo ya tenía exigencias luego de este 2025 lleno de golpes, más las tendrá ahora: hacer otro año de Sudamericana con el plantel y presupuesto que maneja el Millonario sería ya otro nivel de papelón. Uno que ningún hincha imagina y que costaría encontrarle una palabra en el diccionario.

Pero por lo pronto, después de las vacaciones, la pretemporada y el inicio del próximo Apertura, a mediados de marzo (todavía sin fecha definida) River deberá estar atento a la primera parte del sorteo Conmebol, cuando se definan los grupos de la Sudamericana (es la primera vez que el club la juega bajo este formato).

Ahí, a falta de que se cierren algunas ligas, por ahora los otros confirmados son 29 (algunos arrancan en repechaje): Gremio (Brasil), Bragantino (Brasil), Atlético Mineiro (Brasil), Santos (Brasil), Sportivo Trinidense (Paraguay), Nacional (Paraguay), Recoleta FC (Paraguay), Olimpia (Paraguay), Alianza Atlético de Sullana (Perú), Melgar (Perú), Deportivo Garcilaso (Perú), Cienciano (Perú), Defensor Sporting (Uruguay), Boston River (Uruguay), Racing de Montevideo (Uruguay), Montevideo City Torque (Uruguay), Academia Puerto Cabello (Venezuela), Monagas (Venezuela), Caracas (Venezuela), Metropolitanos (Venezuela), Audax Italiano (Chile), Palestino (Chile), Libertad (Ecuador), Orense (Ecuador), Millonarios (Colombia), Riestra, San Lorenzo, Tigre y Barracas Central.