Después de su salida de Boca en dirección a Europa, a Valentín Barco le acostó asentarse con pie firme en el fútbol del Viejo Continente; pero finalmente parece que su rumbo empieza a enderezarse. Tras pasar por Brighton y Sevilla, el Colo llegó cedido al Racing de Estrasburgo francés y dejó una gran impresión: tanto que los franceses lo compraron por su cláusula.

El nacido en 25 de mayo llegó a principios de febrero al equipo del barrio Neudorf y rápidamente demostró su capacidad: en un equipo armado de jovenes talentos -sólo tres jugadores superan los 25 años- el argentino se convirtió en una pieza importante y finalmente pudo lograr regularidad. De hecho, eso le valió volver a las convocatorias de Lionel Scaloni para la Selección Argentina.

Desde que se puso por primera vez la camiseta del equipo campeón de la Copa Intertoto de 1955 se metió en el corazón de la hinchada: en su primer partido fue titular en la victoria ante Montpellier -2 a 0- y fue ovacionado por los hinchas blanquiazules cuando se fue reemplazado en la segunda mitad. Desde entonces, se convirtió en uno de los pilares del equipo que logró el histórico séptimo puesto.

En Francia, el Colo ya superó la docena de partidos y suma dos asistencias jugando un poco más adelantado en la cancha: en un rol similar al que tenía con Diego Martínez en el Xeneize, en el que brilló en la Copa Libertadores 2023, Valentín fue clave para que el Estrasburgo consiga la clasificación a la Europa League e incluso fue nominado al Mejor Jugador Joven de febrero en la Ligue 1.

Su llegada es a través de la cláusula de compra obligatoria que había acordado el equipo propiedad de BlueCo -holding dueño del Chelsea y liderado por Todd Boehly– con el Brighton: 10 millones de euros. Así, el Colo se suma a Andrew Omobamidele y Samuel Amo-Ameyaw, los otros dos jugadores que estaban a préstamo y que el Racing decidió comprar de forma definitiva. Aún resta el anuncio oficial.

El ex Boca venía de un flojo paso por el Sevilla, en donde prácticamente no jugó: apenas 466 minutos en nueve partidos. Antes había jugado en las Gaviotas, equipo que lo había comprado de Boca, pero tampoco con regularidad: solamente fueron 318 minutos para Valentín con algún destello contra el Chelsea y pocomás.