Importante triunfo para Peñarol en el Torneo Clausura uruguayo, donde se impuso por 2-1 ante Progreso para empezar bien arriba como líder del certamen. Y si bien el Manya dio una muestra de carácter dando vuelta el encuentro, imposible destacar la cuota de suerte que tuvo para convertir el tanto que le dio la victoria.

Peñarol abrió la fase Clausura del fútbol charrúa con una victoria agónica ante Progreso en el estadio Campeón del Siglo, partido que se jugó a puertas cerradas, producto de la sanción recibida en el último encuentro ante Nacional. Con esta victoria, el Carbonero comenzó con el pie derecho y ya le saca seis puntos al Bolso, que recibió una quita de tres puntos para iniciar el torneo como castigo en el mismo último clásico.

Pero las cosas empezaron cuesta arriba para los dirigidos por Diego Aguirre, porque en 30 minutos de juego Ayrton Cougo encontró el primero para la visita, para mandar a Progreso al entretiempo arriba en el marcador. A falta de 13 minutos para el final, Leonardo Fernández ensayó un golazo para igualar la historia, mientras que Matías Arezo tuvo bastante suerte para poner el particular tanto de la victoria en su debut.

Matías Arezo, delantero uruguayo de 22 años hacía su re-estreno oficial con la camiseta de Peñarol este viernes, donde tuvo un regreso soñado. Porque cuando el Manya iba a buscar el resultado, ya en tiempo de descuento, el ofensivo terminó convirtiendo un gol de la manera más inesperada.

La pelota le quedó en el área en una posición soñada a Lucas Hernández, que armó la volea de zurda. Arezo se encontraba por delante suyo, por lo que al ver que se venía la definición optó por tirarse al piso para no interponerse ante el disparo. Pero Hernández no la agarró de lleno y la pelota terminó pegando en la espalda de Arezo, desde el suelo, para luego meterse llovida en el segundo palo y así darle la victoria a Peñarol.

«¡Bo, fue mío! ¿Podés creer? Arrancar con un gol así es feo», expresó el debutante delantero, a quien le corresponde el tanto, en las redes sociales del club. En ese mismo video, se puede ver como Hernández, quien remata en la jugada, se queja en tono de broma: «Qué! Es mío! Pedí el cambio que fue mío».