Después de la barbarie que se vivió en la cancha de Independiente durante y después del cancelado partido ante la U de Chile, una de las primeras reacciones oficiales fue la de Gabriel Boric, presidente de Chile, quien instó al embajador trasandino en la Argentina a acercarse a la comisaría y hospitales donde había simpatizantes del equipo.

Y José Antonio Viera-Gallo cumplió de manera inmediata, ya que por ejemplo estuvo en la Comisaría 4 de Avellenada. Al salir, el diplomático sostuvo: «Las personas detenidas son 97, entre ellos tres mujeres y cinco menores. Están identificándolos y esperando la tarea del fiscal. Se aplicarán los procedimientos normales en estos casos».

Enseguida, en diálogo con radio ADN, reveló: «Algunas personas fueron trasladadas al hospital. El hincha que cayó está fuera de peligro, por suerte había un techo, está completamente fuera de peligro. Las personas que están en el hospital son cinco: una de ellos de gravedad por ataque con arma corta».

Finalmente, Viera-Gallo avisó: «Las personas que están detenidas, si no han participado en actos delictivos, deben salir en libertad mañana (jueves) y volver a Chile, los heridos hay que revisar la gravedad”.

A través de una serie de publicaciones en su cuenta oficial de X (@GabrielBoric) durante las primeras horas de este jueves, el mandatario condenó la violencia ocurrida en las tribunas y cuestionó la organización del encuentro.

Boric señaló que “lo sucedido en Avellaneda está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización” y subrayó que será la Justicia la encargada de determinar responsabilidades.

Además, hizo hincapié en que la prioridad de su Gobierno es conocer el estado de los compatriotas afectados, asegurar su atención médica inmediata y velar por que se respeten las garantías de quienes permanecen bajo arresto.

En otro de sus mensajes, el jefe de Estado fue categórico en un tuit al afirmar que “nada justifica un linchamiento”, en referencia a los hechos de violencia que se difundieron en redes sociales y medios de comunicación tras la suspensión del encuentro. “Nada”, remarcó Boric.

Por último, el presidente informó que encomendó al embajador chileno en Argentina, José Antonio Viera Gallo, que se trasladara tanto a la comisaría donde se encuentran los hinchas detenidos como al hospital donde son atendidos los heridos. El objetivo, explicó, es garantizar la seguridad y los derechos de los ciudadanos chilenos afectados por los disturbios ocurridos en el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini.

Independiente y Universidad de Chile se enfrentaron el miércoles por la noche por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Sin embargo, el partido fue cancelado por la Conmebol debido al caos producido por los simpatizantes trasandinos sobre el cierre de la primera mitad y al comienzo de la segunda. Ante esto, y tras el feroz ataque de la barra del Rojo, Felipe Loyola y Pablo Galdames, futbolistas chilenos de los de Avellaneda, se manifestaron al respecto.

«Que lamentable situación. Es una pena todo lo que sucedió hoy. No puede tolerarse este nivel de violencia. Me siento destrozado. La seguridad policial no sé dónde estaba. Una pena gigante y todavía no creo lo que vi hoy. Esto no es fútbol. El deporte no es violencia«, compartió Pipe a través de una historia en su cuenta de Instagram.

Mientras que Galdames publicó: «Hoy lo deportivo y el color de las camisetas pasan a segundo plano. Lo más importante es la salud de la gente que está con riesgos vitales. Nunca tendremos derechos sobre uno. Nunca seremos mejores ni más importantes que el de al lado por usar una camiseta con escudo diferente».

«Que este lamentable incidente llame la atención de las autoridades y que la gente que organiza se haga responsable de toda la situación que se vivió hoy. La violencia no se calma con más violencia. Lo que vivimos hoy no se puede volver a repetir nunca más», agregó.

«Vamos a defender los intereses de Independiente. Hay un claro responsable de todo esto y es la gente de la U. Es lamentable algo que debía hacer sido una fiesta. Es repudiable lo de los simpatizantes de la U. Nos destrozaron los baños y tomaron artefactos de los baños. Los tiraban por la tribuna. Fue una violencia inusitada que nunca vida«, expresó Néstor Grindetti, presidente de Independiente, en TyC Sports.

«El público de Independiente no se merecía algo así. La tribuna no estaba completa. El comportamiento de la gente de Independiente en Chile fue bueno. Las prevensiones que tomamos fueron las lígcas. No se puede prever estos comportamientos. Vamos a defender a Independiente en todas las instancias que corresponde«, subrayó.

«Lo que tenemos que esperar, más allá de todas las charlas, es un informe de la Conmebol y después defender a Independiente. Si ponen las manos en el corazón hay un claro responsable que es la gente de la U«, finalizó, sin hacer mención al feroz ataque de la barra de Independiente al ingresar a la tribuna donde se encontraban unos pocos hinchas visitantes.

«Vamos a ser sancionados, no hay ninguna duda. Y van a ser sanciones duras. Terrible, es increíble esto. No se puede creer. Siempre nos pasa algo. Es también un tema de organización: no pueden poner a la hinchada de la U arriba de la barra de Independiente. Aquí hay problemas de todos. Esto se convirtió en un circo«, manifestó Daniel Schapira, director de Azul Azul, la gerenciadora que maneja a la U de Chile, con la radio ADN Chile.

«Nos van a prohibir ser visitantes. Es muy difícil el control. Siempre estamos viviendo lo mismo, es desesperante. Es un tema social, cultural, esto es mucho más que fútbol. Nos dieron 3.500 entradas y mirá lo que pasa», agregó.