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El ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas enfrentará un juicio por un nuevo caso corrupción

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ARCHIVO – El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, durante una entrevista en su despacho, en Quito, Ecuador, el 12 de septiembre de 2017 (AP Foto/Dolores Ochoa, Archivo)

Un juez de Ecuador dictaminó el lunes que el ex vicepresidente Jorge Glas se enfrentará a juicio por el presunto uso indebido de fondos públicos asignados para la reconstrucción de las zonas costeras afectadas por el devastador terremoto de 2016.

Glas se encuentra actualmente en prisión cumpliendo condenas en dos casos de corrupción anteriores.

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El juez Marco Aguirre decidió llamar a juicio a Glas y otro ex funcionario argumentando que había motivos suficientes para presumir su participación en el delito de presunto delito de peculado al liderar un comité de reconstrucción de las zonas afectadas en el terremoto.

La Fiscalía General había solicitado que Glas y otros ocho ex funcionarios, algunos de los cuales se encuentran fuera del país, se presenten a juicio en el caso.

Los fiscales acusan a Glas, quien lideraba un comité de reconstrucción de las provincias de Manabí y Esmeraldas, y a ocho ex funcionarios de incluir obras ajenas a las identificadas como prioritarias tras el devastador terremoto para su financiamiento.

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Los fondos para la reconstrucción se recaudaron con contribuciones de los salarios de trabajadores públicos y privados y un aumento del impuesto al valor agregado (IVA).

La fiscalía ha dicho que además existiría un abuso de dinero público en beneficio de terceras personas que fueron contratistas y fiscalizadores de los contratos suscritos.

Por este caso Glas, quien fue vicepresidente en el gobierno de Rafael Correa entre 2013 y 2017, fue capturado tras una incursión el año pasado en la embajada de México en Quito, lo que provocó el rompimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

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La abogada de Glas, Sonia Vera, dijo en X que la resolución era una persecución política.

“Se trata de una imputación que criminaliza decisiones de política pública adoptadas en el marco de un órgano colegiado”, aseguró al señalar que no existe ningún indicio de apropiación o desvío de fondos públicos en beneficio de terceros.

Archivo - El ataúd en
Archivo – El ataúd en el que trasladan los restos del candidato presidencial Fernando Villavicencio llega al cementerio Camposanto Monteolivo, en Quito, Ecuador, el 11 de agosto de 2023 (AP Foto/Carlos Noriega, Archivo)

Por otra parte, la Fiscalía de Ecuador notificó al ex vicepresidente de su vinculación a una investigación previa que se sigue por el asesinato del ex candidato presidencial Fernando Villavicencio, según confirmó a EFE su abogada Sonia Vera, quien señaló que no existen pruebas y que se está usando el “poder penal como herramienta de persecución política”.

La notificación llegó a la defensa de Glas el pasado 6 de mayo, pero no fue hasta este martes que se hizo público, cuando empezó a circular en redes sociales un documento no confirmado hasta el momento por la Fiscalía en el que se señalaba que, además del ex vicepresidente, se iba supuestamente a incluir en la investigación a otras personas, varios también vinculados al correísmo.

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En ese documento, cuya autenticidad no ha sido confirmada ni desmentida por el Ministerio Público, aparecen también los nombres del ex ministro del Interior José Serrano y el ex asambleísta Ronny Aleaga, además de los empresarios Xavier Jordán y Daniel Salcedo, imputados por la Fiscalía a otros casos de corrupción. Ninguno de ellos se ha pronunciado al respecto.

“¡Demencial! Ahora se quiere culpar del asesinato de Villavicencio a Jorge Glas. Fiscalía se ha vuelto un patio de comedias”, escribió en la red social Rafael Correa, que recurrentemente acusa a la fiscal general, Diana Salazar, de llevar a cabo una persecución contra el correísmo.

Antes de ser candidato presidencial, Villavicencio ejerció de periodista y asambleísta, donde fue una de las figuras más críticas contra Correa, quien lo demandó por difamación e injurias. En el momento de su asesinato, la candidata correísta Luisa González lideraba las encuestas para la primera vuelta de 2023.

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(Con información de Reuters y EFE)

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La vida cotidiana en Cuba, según Leonardo Padura: “Hombres y mujeres se descubren más pobres que nunca”

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La vida en cotidiana en Cuba, según Leonardo Padura: “Hombres y mujeres se descubren más pobres que nunca” (Crédito: AP / Ramón Espinosa)

La vida cotidiana en Cuba se ha visto atravesada por la precariedad y el silencio, según describe Leonardo Padura en su más reciente novela, Morir en la arena. El autor, galardonado con el premio Princesa de Asturias, aborda en esta obra la historia de una familia marcada por la tragedia y el desencanto, mientras ofrece un retrato de medio siglo de transformaciones en la isla. En una conversación telefónica desde La Habana con el periodista Jorge Morla del diario español El País, Padura revela que, ante los frecuentes apagones, ha debido instalar una batería con paneles solares en su hogar, una inversión de 4.000 dólares que considera inaccesible para la mayoría de los cubanos. “No todos pueden permitirse esto”, comenta, aludiendo a las estrategias individuales de supervivencia que se han vuelto habituales en el país.

La trama de Morir en la arena se centra en Rodolfo, un hombre que, tras haber combatido en la guerra de Angola y sufrir el asesinato de su padre a manos de su hermano Geni, enfrenta la inminente excarcelación de este último, gravemente enfermo. El reencuentro con su cuñada Nora, antiguo amor de juventud, y la llegada de su hija, desencadenan una semana de tensiones, resentimientos y recuerdos dolorosos. La novela recorre cincuenta años de historia cubana, explorando el desencanto de una generación que, tras décadas de sacrificio y lealtad a la revolución, se descubre más empobrecida que nunca y dependiente de las remesas enviadas desde el extranjero. Padura sostiene que este fenómeno refleja una tendencia global: el retroceso de las políticas de seguridad social, que en Cuba se manifiesta con especial dureza.

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Aunque la novela se presenta como inspirada en hechos reales, el escritor aclara que se trata de una ficción con raíces en la vida. El punto de partida fue un parricidio ocurrido en una familia cercana a la suya. “Pasó en una familia cercana a la mía. Conocí a los implicados en la historia”, confiesa Padura. Sin embargo, subraya que los personajes de la obra poseen características distintas a los reales. El autor explica que la adaptación de la realidad a la ficción responde a necesidades dramáticas: “La mejor historia que te puedan contar, cuando la escribes, a veces no funciona. Los procesos de la realidad y los procesos dramáticos tienen distinto orden. Yo reescribo la realidad para lograr un fin dramático, porque al final es la ficción la que decide cómo organizas una trama”.

"Morir en la arena", la
«Morir en la arena», la más reciente novela de Leonardo Padura

“Hombres y mujeres que estudiaron, trabajaron, se sacrificaron, repitieron consignas, incluso pelearon en la guerra de Angola y, sin embargo, con el correr del tiempo, lo primero que sienten es que vuelven a pisar mierda”, dice y agrega: “Tras años de esfuerzo, se descubren más pobres que nunca, viviendo de las remesas enviadas desde el extranjero”. Para Padura, lo que sucede en Cuba es reflejo de una tendencia más amplia: el retroceso de las políticas de seguridad social, que golpea en todas partes, aunque en la isla se sienta con particular crudeza.

Padura no busca ofrecer respuestas definitivas en sus novelas, sino plantear enigmas que desafían al lector. “Hay cuestiones que no se resuelven en la trama, que funcionan como ganchos”, señala. Esta estrategia narrativa ya estaba presente en obras anteriores como Adiós Hemingway y Como polvo en el viento, donde los misterios centrales permanecen sin resolver. El escritor cita a Cortázar para describir el tipo de lector que espera: “busco un lector macho, copartícipe, no hembra [que no quiere problemas, sino soluciones, decía Cortázar]… ¡Aunque estas cosas ya no se pueden decir!“, comenta entre risas.

En el corazón de la novela se encuentra Raymundo Fumero, intelectual y narrador que intenta reconstruir los hechos a través de la escritura. Padura considera a este personaje una reivindicación de la figura del intelectual en Cuba, especialmente de aquellos que sufrieron la represión durante el Decenio negro de los años setenta. “Muchos fueron apartados y murieron en la marginación, como José Lezama Lima o Virgilio Piñera”, recuerda el autor. Por ello, palabras como miedo, pavor y temor se repiten en la obra, mientras Fumero se empeña en documentar “la crónica de la derrota de esta generación”.

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El escritor reconoce que los mecanismos de censura persisten en la actualidad, aunque de forma menos drástica. “Hoy no son tan drásticos, pero existen. Hay una manera muy fácil de censura: decir que no hay papel, y que tu libro no se puede imprimir. Que, además, es cierto”, ironiza. Padura atribuye su libertad creativa a la relación con la editorial Tusquets desde los años noventa, lo que le ha permitido publicar en 32 lenguas y enviar sus manuscritos a Barcelona de manera inmediata: “Termino el libro, aprieto una tecla y en dos segundos está en Barcelona. Soy muy afortunado”.

“No nos queda más remedio
“No nos queda más remedio que incorporar toda esta miseria a la vida, y en muchos casos callar”, lamenta Padura (Crédito: EFE / Antonio Lacerda)

La novela utiliza símbolos potentes para retratar la fractura social y familiar en Cuba. Aitana y Violeta, hijas de los dos hermanos protagonistas, representan a la diáspora y la distancia generacional. El muro que separa las casas de los personajes funciona como metáfora de la división íntima y colectiva. Padura explica que la obra está “llena de símbolos, también de guiños con los que el lector se identifica”, y que su objetivo es construir un universo que refleje la vida contemporánea del país.

En el ámbito cultural, Padura observa con preocupación la evolución del reguetón en Cuba. “Es terrible. Ahora el reguetón tiene modalidad cubana, que se llama reparto. Ha avanzado en el gusto popular en la misma proporción que ha avanzado en lo escatológico, sexista, soez y agresivo”, afirma. Considera que este fenómeno es síntoma de una degradación social, económica y política que se remonta al Período Especial de los años noventa, cuando el colapso económico provocó profundas desigualdades. “Lo que antes era la libreta de abastecimiento, hoy solo te da un poco de arroz, azúcar y poco más”, señala. A esto se suman los apagones, que en algunas zonas pueden durar hasta 20 horas al día. “Un día así, y otro, y otro… No nos queda más remedio que incorporar toda esta miseria a la vida, y en muchos casos callar”, lamenta. El escritor recuerda las protestas de julio de 2021, cuando centenares de personas recibieron condenas de hasta diez años de cárcel por actos como romper un cristal. “La gente sufre y calla, porque lo otro…”. Padura repite con ironía una frase popular: “Si en la calle la comida está tan difícil, imagina en la cárcel…”.

Al concluir la entrevista, Padura expresa incertidumbre sobre el futuro de Cuba y del mundo. “No lo sé. El presente está tan deprimido que necesariamente tiene que haber algo que ocurra, un gran cambio, no sé si para mejor o para peor”, admite. Observa que la duda sobre el porvenir afecta tanto a la isla como al contexto global, marcado por “el auge de las derechas más xenófobas y nacionalistas”. Antes de regresar al calor de La Habana, el escritor resume su escepticismo: “Me temo que estamos abocados a un gran signo de interrogación”.

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Pritzker rails against ‘un-American’ possible National Guard deployment by Trump

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NEWYou can now listen to Fox News articles!

Illinois Gov. J.B. Pritzker blasted President Donald Trump as a «wannabe dictator» Monday, accusing him of trying to «occupy» Chicago with National Guard troops after reports the White House is preparing a possible deployment as soon as September.

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The Democrat railed against a Washington Post report detailing the potential move, warning that Trump was escalating rhetoric against Chicago and its leaders over crime. 

«This is exactly the type of overreach that our country’s founders warned against,» Pritzker said at a press conference in front of Trump Tower in downtown Chicago.

‘SLAP IN THE FACE’: MAJOR BLUE STATE GOVERNOR SIGNS BILL OPENING FINANCIAL AID TO ILLEGALS

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«What President Trump is doing is unprecedented and unwarranted. It is illegal. It is unconstitutional. It is un-American.»

Illinois Gov. J.B. Pritzker speaks to reporters in front of Trump Tower in Chicago as he denounces a potential plan by the Trump administration to deploy National Guard troops to the city. (Brian Cassella/Chicago Tribune)

Pritzker vowed to fight the move in court, accusing Trump of trying to occupy a U.S. city for political gain.

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«Go talk to the people of Chicago who are enjoying a gorgeous afternoon in this city… ask if they want their neighborhoods turned into a war zone by a wannabe dictator,» Pritzker said, flanked by Chicago Mayor Brandon Johnson and other local officials. 

«Donald Trump wants to use the military to occupy a U.S. city, punish his dissidents and score political points. If this were happening in any other country, we would have no trouble calling it what it is — a dangerous power grab.»

The Democrat said Trump was trying to militarize a blue state while simultaneously slashing $800 million in federal crime prevention grants. Most of the grants were headed to nonprofits and local community groups, not to police departments or federal law enforcement. 

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Pritzker said that crime rates are down in Chicago, the nation’s third-largest city, and that Trump’s narrative of the city being engulfed in crime is manufactured. 

For instance, he said that murders are down 32% compared to last year and nearly cut in half since 2021.

«You are neither wanted here nor needed here,» Pritzker added. «We will see the Trump administration in court. We will use every lever at our disposal to protect the people of Illinois and their rights.»

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Hours earlier Trump suggested he would prefer to be «asked» before sending troops. He has been floating the idea of deploying the National Guard in Chicago, replicating operations in Washington D.C. which has also seen the federal government take control of the local police. More than 1,000 arrests have been made and the capital has gone 11 days straight without a homicide, according to the latest figures.

Illinois Gov. J.B. Pritzker speaks at a news conference in downtown Chicago, flanked by state and city leaders.

Illinois Gov. J.B. Pritzker delivers remarks in Chicago alongside Mayor Brandon Johnson and other officials after reports the White House is preparing to deploy National Guard troops to the city. (Kamil Krzaczynski/AFP via Getty Images)

ILLINOIS GOV CALLS FOR MASS PROTESTS AGAINST TRUMP ADMIN: GOP ‘CANNOT KNOW A MOMENT OF PEACE’

National Guard units sent without state approval are generally restricted to defending federal property and personnel. When Guard troops were deployed to Los Angeles in June over anti-ICE protests, they were confined to federal buildings and escort duties for immigration agents. In Washington, D.C., which is under federal jurisdiction, Guard units have conducted armed patrols alongside local police.

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«In a certain way, you really want to be asked to go,» Trump told reporters, before taking a jab at Pritzker: «He has to spend more time in the gym.»

Trump continued his attacks on Pritzker and ripped the Windy City’s crime record.

«I’m thinking about you know, when I have some slob like Pritzker criticizing us before we even go there. I made the statement that next year be Chicago because, as you all know, Chicago’s a killing field right now and they don’t acknowledge it. And they say, we don’t need him.»

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Chicago recorded 573 homicides in 2024, marking the 13th straight year Chicago has led the nation in total murders, according to Chicago Police Department data compiled by Wirepoints.

According to the Council on Criminal Justice’s year-end 2024 update, aggravated assaults declined by 4% compared to 2023 but remained 4% higher than in 2019, gun assaults fell 15% though they were still 5% above 2019 levels, and carjackings dropped 32% year-over-year yet were 25% higher than in 2019.

Meanwhile, Johnson echoed Pritzker’s defiance, insisting Chicagoans don’t want a «military occupation.» 

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«We believe that you don’t solve crime by sending in the military,» Johnson said. «The last thing that Chicagoans want is someone from the outside of our city who doesn’t know our city, trying to dictate and tell us what our city needs.»

President Donald Trump points while speaking in the Oval Office

President Donald Trump speaks in the Oval Office as he continues to defend a potential National Guard deployment to Chicago. (Chip Somodevilla/Getty Images)

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Johnson called the plan «a stunt,» saying Trump’s targeting of Chicago is rooted in racism.

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«We cannot incarcerate our way out of violence. We’ve already tried that, and we’ve ended up with the largest prison population in the world without solving the problems of crime and violence,» Johnson said.

«The addiction on jails and incarceration in this country. We have moved past that. It is racist. It is immoral. It is unholy. And it is not the way to drive violence down.»

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Esperando en el frente: La maternidad en el ejército ucraniano

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Agazapada en una trinchera en el frente en el este de Ucrania, Olena sintió que la aplicación de ovulación en su teléfono vibraba.

«Me di cuenta de que realmente necesitaba estar en casa criando un bebé, no sentada en esta trinchera», recordó Olena, médica de combate.

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Pero esa no era una opción inmediata, y su deseo de formar una familia era tan fuerte como su necesidad de servir.

Tras unos seis meses intentándolo, gestionando citas con médicos especialistas en fertilidad durante su limitada licencia, «por fin lo conseguí», dijo Olena, quien, al igual que otras mujeres entrevistadas para este artículo, solicitó que solo se usara su nombre de pila por razones de protocolo militar.

Quedó embarazada, pero continuó en el servicio.

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Aunque algunas personas podrían pensar que luchar en una guerra estando embarazada es una locura, dijo Olena, ella lo ve «un poco diferente».

Añadió: «La guerra es la guerra, pero la vida continúa».

Nadia, operadora de radio militar que sirvió hasta los ocho meses y medio de embarazo, da a luz por cesárea en el hospital de Poltava, en el centro de Ucrania, el 10 de febrero de 2025. Soldados ucranianas embarazadas afirman que luchan por el futuro de su país y de sus hijos. (Oksana Parafeniuk/The New York Times)

El ejército ucraniano tiene dificultades para reclutar hombres jóvenes a medida que la guerra con Rusia se prolonga, pero las mujeres —todas voluntarias— son un punto a favor.

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Las que quedan embarazadas a menudo sirven en duras condiciones bajo bombardeos incesantes, viviendo sin calefacción en invierno, ni agua corriente ni baños adecuados.

“Es aterrador, cada día”, dijo Nadia, de 25 años, quien trabajó como operadora de radio en primera línea hasta los ocho meses y medio de embarazo.

“Te despiertas preguntándote si todo está bien, si todos siguen con vida”, dijo, describiendo cómo cada mañana limpiaba el yeso de su cama que se había caído del techo tras una noche de explosiones.

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El embarazo, dijo, lo hizo aún más difícil.

La clínica donde le hacían las ecografías cerró.

Lo mismo hicieron muchos hospitales cercanos.

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“Pensabas constantemente en el bienestar de tu hijo”, dijo Nadia, quien dio a luz a un niño, Yaroslav, en febrero. “Era un estrés constante todos los días, combinado con actividad física constante”.

Mientras que el Ejército estadounidense y muchos otros ejércitos retiran a las soldados embarazadas de las zonas de combate, las mujeres ucranianas suelen servir hasta el séptimo mes.

Y eso ocurre en un ejército que, según médicos y soldados, está mal equipado para apoyarlas —desde uniformes que no les quedan bien a las embarazadas hasta la falta de atención prenatal y guarderías—, en medio de los costos y desafíos de la guerra.

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Elección

A pesar de las dificultades, muchas soldados embarazadas dicen que entienden que el ejército tiene prioridades más urgentes y que están motivadas para servir por el futuro de Ucrania y sus hijos.

“Nuestros hijos son el futuro de este país”, dijo Olya, de 39 años, médica de combate en el este de Ucrania, quien dio a luz a una niña en mayo.

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“Tenemos que proteger a nuestros hijos. Y tenemos que liberar al país para su futuro”.

Una vez que dan a luz, las mujeres también enfrentan decisiones difíciles sobre cuánto tiempo quedarse en casa con sus bebés o si regresar a un ejército que las necesita desesperadamente.

La mayor Viktoria Kravchenko juega con sus hijos en su casa de Kiev, el 16 de enero de 2025. Soldados ucranianas embarazadas dicen que luchan por el futuro de su país y de sus hijos. "Estoy agradecida de traer hijos al mundo", dijo. "Considerando cuántas vidas estamos perdiendo, también lo considero mi misión divina". (Oksana Parafeniuk/The New York Times)La mayor Viktoria Kravchenko juega con sus hijos en su casa de Kiev, el 16 de enero de 2025. Soldados ucranianas embarazadas dicen que luchan por el futuro de su país y de sus hijos. «Estoy agradecida de traer hijos al mundo», dijo. «Considerando cuántas vidas estamos perdiendo, también lo considero mi misión divina». (Oksana Parafeniuk/The New York Times)

Nadia dijo que, tras el nacimiento de su bebé, le concedieron 126 días de licencia remunerada si quería regresar al frente.

De lo contrario, podía tomarse tres años sin goce de sueldo.

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“¿Cómo puedo dejarlo?”, dijo que se preguntó, antes de decidir tomar los tres años, con la intención de volver al servicio después de eso.

Valentyna acortó su baja por maternidad para volver al servicio.

En el ejército desde 2019, había trabajado como mecánica de infantería antes de la invasión a gran escala, un papel inusual para una mujer.

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“Quería desafiar a la sociedad diciendo que una mujer en una posición de combate compleja puede realizar sus tareas en igualdad de condiciones que un hombre”, dijo Valentyna.

Al principio, dudó en volver al servicio tras dar a luz a finales de 2021, preocupada por si el salario militar no le alcanzaría para mantener a su familia.

La invasión rusa lo cambió todo, dijo.

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“A veces hay que tomar decisiones difíciles para mejorar las cosas”, dijo.

Encontrar una unidad que la aceptara no fue fácil, dijo Valentyna, en parte debido al sexismo que, según los expertos, está generalizado en el ejército ucraniano.

Varias la rechazaron, incluyendo una cuyo comandante le dijo que debía quedarse en casa con su bebé.

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No obtuvo la aprobación sino hasta agosto de 2023, cuando su hijo tenía 18 meses.

La Mayor Viktoria Kravchenko ha servido en el ejército ucraniano durante más de 16 años y es psicóloga e investigadora del sexismo en las fuerzas armadas.

Afirmó que las mujeres que se embarazan pueden enfrentarse a obstáculos considerables, como comandantes que cuestionan su decisión de volver al combate después de tener hijos o su aptitud para el servicio.

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«No es ningún secreto que existen prejuicios por cuestiones de género», dijo Kravchenko mientras su hija masticaba una rodaja de mango en sus brazos en su casa de Kiev, Ucrania, el invierno pasado.

Añadió que las preocupaciones financieras también eran un desafío.

Licencias

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En Ucrania, el ejército cubre 126 días de licencia por maternidad. Después, el estado proporciona unos 170 dólares al mes por el niño.

Varias entidades privadas están colaborando.

Un grupo, Zemliachky, confecciona y envía uniformes de maternidad a soldados en servicio. Kvitna, una organización sin fines de lucro, ofrece atención médica gratuita a mujeres desde una clínica móvil.

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“Había una necesidad urgente”, dijo Taras Yeftemii, ginecólogo de Kvitna.

En una rotación reciente, comentó, la clínica móvil examinó a 573 mujeres soldados.

Cinco estaban embarazadas.

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Olya, una médica de combate, ya no podía abrocharse los pantalones y esperaba un uniforme de maternidad de Zemliachky, en Sloviansk, Ucrania, el 25 de enero de 2025. Dijo que fue "con los chicos a todas las posiciones de combate, a las trincheras" en un Nissan Pathfinder cubierto de barro, con las puertas laterales llenas de torniquetes y brillo de labios en la consola central. (Brendan Hoffman/The New York TimesOlya, una médica de combate, ya no podía abrocharse los pantalones y esperaba un uniforme de maternidad de Zemliachky, en Sloviansk, Ucrania, el 25 de enero de 2025. Dijo que fue «con los chicos a todas las posiciones de combate, a las trincheras» en un Nissan Pathfinder cubierto de barro, con las puertas laterales llenas de torniquetes y brillo de labios en la consola central. (Brendan Hoffman/The New York Times

Los militares ucranianos no respondieron a las preguntas sobre cuántas mujeres estaban embarazadas o habían dado a luz en las filas ni sobre la atención prenatal a los soldados.

La Dra. Vita Marchenko, de 62 años, ha atendido a soldados embarazadas en su hospital de Sloviansk, al este de Ucrania.

Carece del personal y el equipo necesarios para realizar pruebas avanzadas, pero puede asistir partos.

“Nunca pensé que tendríamos tantas mujeres en la guerra”, dijo Marchenko.

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El embarazo de una soldado solo se diferencia del de una civil en que les da “más propósito”, dijo Marchenko.

“Recuerdan por qué están luchando”.

Olya, médica de combate de alto rango en el este de Ucrania, dijo que le sorprendió descubrir que estaba embarazada en septiembre.

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«No planeaba quedarme embarazada. Cuando fui a la guerra, quería luchar hasta la victoria», dijo.

Al principio mantuvo en secreto su embarazo por temor a que la reasignaran.

Pero cuando una hemorragia la llevó al hospital durante una semana en diciembre, Olya tuvo que informar a su comandante.

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Los médicos le aconsejaron que se lo tomara con calma, según Olya.

Dijo que era difícil, ya que era la única médica de su compañía y que «los chicos aún necesitaban ayuda médica».

Su comandante hizo algunos ajustes y Olya dejó de participar en posiciones de combate.

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Aun así, la guerra la acosaba durante todo su embarazo.

Olya dijo que habló con su bebé nonato para contarle lo que sucedía a su alrededor.

Y para decirle que la amaba, que iban a estar bien y que estaban cumpliendo una tarea importante.

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Se irritó ante la sugerencia de que algunos cuestionaran sus prioridades.

«Estoy lista para asumir la responsabilidad de estar cerca de la zona de combate con mi hija.

Hago todo lo posible para protegerla», dijo Olya.

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«Tengo que quedarme y ayudar aquí».

A finales de mayo, dio a luz a una bebé, Iryna.

Aunque Olya ha dejado oficialmente el ejército, planea volver a alistarse dentro de un año aproximadamente.

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«Quedamos muy pocas personas con la experiencia y el profesionalismo necesarios», dijo.

«Y esto es un proceso a largo plazo, así que nos necesitan».

c.2025 The New York Times Company

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