INTERNACIONAL
Los cuatro problemas con funcionarios con los que lidió Yamandú Orsi en los primeros 80 días de gestión en Uruguay

El cortejo de José Mujica pasó por lugares que marcaron su vida. Inició en la Torre Ejecutiva, la casa de gobierno que encabezó entre 2010 y 2015. Luego, se detuvo en la sede del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, el grupo guerrillero que integró antes de la dictadura. Otra de las paradas fue en el Movimiento de Participación Popular (MPP), el espacio político que Mujica lideró durante años. Allí, el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, hizo un anuncio que generó polémica. El jerarca informó que el Instituto Nacional de Colonización había comprado 4.000 hectáreas de tierra para pequeños productores rurales en “honor” al fallecido ex presidente.
Pasados los días y el duelo por la muerte, la oposición puso el foco en este organismo.
Colonización es un instituto creado en 1948 que promueve la compra de tierras rurales por parte del Estado. Lo que busca, según la ley que lo creó, es “promover una racional subdivisión de la tierra y su adecuada explotación”. Establece que los productores rurales deben vivir en los terrenos que trabajan, dentro de las colonias que allí se forman.

La compra de 4 mil hectáreas fue cuestionada por parte de la oposición, pero las críticas fueron mucho más allá.
El Instituto Nacional de Colonización está integrado por cinco directores. El gobierno de Yamandú Orsi definió que el presidente sea Eduardo Viera, un pequeño productor conocido en el rubro. Sin embargo, Viera es colono. Es decir, un productor que explota un terreno del Instituto Nacional de Colonización.
La oposición no tardó en remarcar que la Constitución uruguaya no permite este tipo de incompatibilidades. Su artículo 200 establece que los miembros de este tipo de institutos no pueden “ejercer simultáneamente profesiones o actividades que, directa o indirectamente, se relacionen con la institución a la que pertenecen”.

La interpretación de la oposición era que Viera no podía presidir un instituto que iba a tomar definiciones que incidirían en su vida como colono.
El tema generó un problema para el gobierno y el presidente Orsi debió salir a explicarlo. En una rueda de prensa, el mandatario expresó que ese artículo de la Constitución se aplicaba para el caso.
“El tema está claro. Yo creo que el presidente de Colonización, a partir de ahora, no puede seguir más en su situación de colono. Ahora, cambia. Se ha hecho todo por derecha. Acá, soy como el clavo, cuando más se martilla, más se afirma”, señaló Orsi. El mandatario indicó que Viera deberá “dar un paso”.
Sánchez, el secretario de Presidencia que había hecho el anuncio, explicó que mientras sea presidente de Colonización, Viera no podrá explotar su colonia y deberá hacerlo una “tercera persona”.
Esta situación fue el cuarto problema con funcionarios del gobierno con los que debió lidiar Yamandú Orsi en los primeros 80 días de su gobierno.
La primera renuncia de la administración de Yamandú Orsi fue a los 48 días de iniciada la gestión. La ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Cecilia Cairo, dejó su cargo luego de reconocer que no regularizó el terreno en el que vive y que no paga los impuestos que le corresponden.
La noticia, difundida por el programa La Pecera, generó insistentes pedidos de renuncia por parte de la oposición y una división en la coalición de izquierda Frente Amplio: mientras el MPP –el espacio históricamente liderado por José Mujica y al que pertenece Cairo– cerró filas detrás de su dirigente, otros bloques del Frente Amplio cuestionaban la situación que se generó.

Al presentar la renuncia, la ministra escribió en X: “No estamos en esta lucha por los cargos. Toda la vida me consideré una militante de una causa que abrazo y quiero. La vida me enseñó que nunca hay que bajar los brazos y que los lugares para nosotros son circunstanciales, pero las causas no”.
Al hablar públicamente del tema, Orsi lo dio por cerrado. “Un episodio que uno nunca espera, que no es grato. Pero que se pudo resolver de manera correcta. Ya está, ya pasó”, señaló.
El mismo programa periodístico que informó que Cairo no había pagado los impuestos que le correspondían, a los pocos días consignó que otro integrante del gabinete de Orsi también estaba en falta. La mira apuntó hacia el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Rodrigo Arim, integrante del equipo económico del gobierno.
El caso era diferente al de Cairo, reconocían hasta de la oposición. El director de la OPP nunca regularizó su casa de verano ubicada en el balneario Solís, en Maldonado, a 50 kilómetros de Punta del Este.

Arim compró en 2011 un terreno de 898 metros cuadrados y construyó una vivienda de 127 metros cuadrados entre 2015 y 2016. Sin embargo, nunca registró esta propiedad ante la Dirección Nacional de Catastro y en la cédula catastral del terreno está validado que solo hay 24 metros cuadrados edificados. Esto provoca que el predio sea considerado de bajo valor.
Para el gobierno no fue necesaria la renuncia. “Ya está resuelto”, dijo el presidente Orsi cuando habló del tema.
Pero fue otro de los dolores de cabeza que tuvo el inicio de su gestión porque algunos dirigentes de la oposición pidieron la renuncia del director de la OPP.
La Administración Nacional de Puertos es otro de los servicios descentralizados del Estado uruguayo, que se encarga de administrar varios puertos comerciales y deportivos. El gobierno de Orsi definió que para ese puesto sea designada Alejandra Koch, una funcionaria de carrera del organismo que había sido directora por la oposición durante el gobierno de Luis Lacalle Pou.
A dos días de asumir el cargo, Koch debió presentar su renuncia por quedar envuelta en varias polémicas. Una de las decisiones cuestionadas fue que la jerarca votó un ascenso a su marido, a su chofer y al menos a tres funcionarios que trabajaban en su oficina. Además, los medios locales informaron que en 2013 tomó una serie de cursos y talleres luego de ser designada para un cargo para el que no tenía una capacitación específica. También se informó que, como directora, cobró un complemento salarial adicional.

En este caso, fue la ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry, quien informó la decisión. “Este viernes 2 de mayo la vicepresidenta de la ANP, Alejandra Koch, me presentó su renuncia y decidí aceptarla”, escribió la jerarca.
En una carta abierta, Koch se defendió diciendo que se quiso “instalar un relato que no corresponde a los hechos”. Consideró que la información sobre ella fue manejada con “violencia y falta de respeto”.
INTERNACIONAL
La cumbre mundial del clima termina sin acuerdo sobre la reducción del uso de combustibles fósiles

La propuesta de Lula
«COP de la verdad»
INTERNACIONAL
Nayib Bukele ahora se adueña del fútbol: mientras su hermano asume en la federación local, él sueña con el Mundial 2030

El fútbol es un poderoso imán para gobernantes como Nayib Bukele. El presidente de El Salvador tomará el control de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) a través de su hermano, Yamil.
No es un hecho aislado. Con una gran popularidad basada en una cuestionada política de “mano dura” que acabó con el crimen organizado y la violencia, el mandatario ya tiene un absoluto control de los tres poderes del Estado. Ahora, puso la mira en el deporte más popular del mundo.
Leé también: Mano dura en El Salvador: ¿por qué Bukele nombró a una militar como ministra de Educación?
El objetivo es simple: tener injerencia total sobre un fenómeno social y cultural que une a seis millones de salvadoreños. Quien controla el fútbol domina gran parte del humor ciudadano. El propósito es llevar al débil seleccionado local al Mundial de 2030 que se jugará en varios países, entre ellos la Argentina.
Para el próximo torneo, de 2026, llegó tarde. El Salvador quedó eliminado en la instancia final de las eliminatorias de la Concacaf.
“El principal objetivo es utilizar el fútbol para alimentar la narrativa de que Bukele está cambiando por completo El Salvador, aun y cuando eso está muy lejos de ser cierto”, dijo a TN el salvadoreño Víctor Aguilar, analista para América Latina de la ONG internacional Crisis Group.
Yamil Bukele asume en la Federación Salvadoreña de Fútbol
Yamil Bukele, de 47 años y medio hermano del presidente, asumirá como titular de la Federación Salvadoreña de Fútbol cuando concluya la misión de la FIFA que intervino la entidad en 2022.
Entonces, el presidente de la Fesfut, Reynaldo Vásquez, fue sentenciado en Nueva York a un año y medio de prisión como parte del “Fifagate”, el escándalo de sobornos y corrupción que sacudió a la FIFA y en especial a América Latina.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele (Foto: EFE)
Yamil Bukele es el único candidato inscripto para las elecciones internas de la federación previstas para el 12 de diciembre. Los distintos delegados de las ligas locales solo tendrán la opción de inclinarse por el hermano del presidente.
“Esperamos que nos vaya muy bien, por el bien del fútbol y de nosotros mismos”, dijo el actual presidente “ad honorem” del Instituto Nacional de los Deportes al lanzar su candidatura.
Leé también: Uruguay sufre una epidemia de homicidios: crece la inseguridad vinculada al narcotráfico
Según Aguilar, “Nayib Bukele ha mostrado interés en tener influencia en la Federación Salvadoreña de Fútbol desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en junio de 2015, cuando recién había sido elegido alcalde de San Salvador, en una publicación en Twitter que después eliminó, dijo: ´Por ahí tengo un familiar que se ofrece para arreglar la FESFUT´”.
En octubre de 2021, ya siendo presidente, tras una derrota de la Selección Nacional ante México en las eliminatorias para el Mundial de 2022, fue incluso más claro y señaló: “Yo creo que es hora de intervenir. Nos sancionan un par de años y luego volvemos jugando de verdad“.
La selección salvadoreña jugó solos los Mundiales de 1970 y 1982. En España 82 sufrió una estrepitosa goleada en contra por 10 a 1 ante Yugoslavia y cayó ante la Argentina de Diego Maradona 2 a 0.
Ahora, el gran sueño es volver a llevar al seleccionado a un Mundial que se niega desde hace 44 años.
“Al presidente Bukele le encanta afirmar que todas sus medidas son ´hitos´ en la historia del país. No dudo de que le encantaría que la selección regrese a un Mundial para poder afirmar que también logró cambiar ese pasado lleno de fracasos y decepciones», afirmó Aguilar.
Por qué el fútbol seduce tanto a los poderes de turno
El fútbol ha sido utilizado por la política (y en especial por distintas dictaduras, como la Argentina) desde siempre. El caso más actual es el de Arabia Saudita, que invirtió cifras multimillonarias para contratar figuras internacionales en su desconocida liga local y aplacar las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
El reino saudita ya se agendó la sede del Mundial de 2034 y extendió sus inversiones al tenis, el golf y hasta la Fórmula 1. Hoy Arabia Saudita es sinónimo de fútbol y deporte. Muy pocos hablan de abusos.
Pero Bukele no tiene los petrodólares sauditas. Tiene, eso sí, algo clave a su favor: en pocos años logró pacificar a un violento El Salvador. ¿Cómo hizo? Encarceló a decenas de miles de supuestos pandilleros en una ofensiva total contra el crimen organizado. Los salvadoreños prefieren mirar hacia otro lado cuando se habla de las denuncias por violaciones a los derechos humanos que se acumulan en la puerta de la Casa de Gobierno. El presidente fue reelecto el año pasado con casi el 85% de los votos. Su popularidad es enorme.
Sus detractores lo acusan de controlar los tres poderes del Estado, de encarcelar a miles de inocentes y silenciar a la oposición y la prensa. Tras una serie de maniobras, hasta logró imponer la posibilidad de reelección indefinida prohibida por la Constitución. Ahora, quiere echar a rodar la pelota.
Diego Murzi, investigador del CONICET y de la Escuela IDAES-UNSAM, dijo a TN que “el fútbol es el deporte más popular y convocante a nivel global en un momento en que el deporte se ha convertido en un hecho cultural y social central de la vida contemporánea”.
“Con lo cual tener injerencia en el fútbol implica tener decisión sobre asuntos que convocan e interesan a la población”, afirmó.

Aficionados de El Salvador animan un partido de las las eliminatorias de la Concacaf (Foto de archivo: EFE/Rodrigo Sura)
Para Murzi, especializado en sociología del deporte, “el fútbol se ha convertido en un juego geopolítico. Queda de manifiesto con (Donald) Trump interesándose por el Mundial o apareciendo en el Mundial de Clubes, cuando no forma parte de ninguna manera de su biografía”.
“Lo que refleja eso es lo importante del fútbol. Si pensamos en el proyecto de Bukele, que aspira a exceder los límites nacionales y proyectarse como figura relevante a nivel global, es lógico que intente tener bajo su control el fútbol de su país”, afirmó.
Según el analista, “gran cantidad de gente, sobre todo en Latinoamérica, piensa a la geopolítica basándose en el fútbol. Por eso cree que Argentina es un país relevante en el concierto global, o que India y China no lo son. Creo que para un proyecto político totalitario, o de largo alcance como el de Bukele, es importante movilizar esa dimensión”, dijo.
Bukele no ha inventado nada. Muchos gobernantes han intentado acercarse al deporte en los últimos años como “vehículo de promoción nacionalista o a los deportistas como personificación exitosa de ciertos valores intrínsecos que la actividad deportiva competitiva moviliza y que son afines a la ideología liberal o ´de derecha´ (éxito personal, meritocracia, individualismo, mercantilización, sacrificio, autosuficiencia)”, concluyó Murzi.
Habrá que ver ahora si el presidente salvadoreño logra tapar con el fútbol -y su enorme popularidad interna- los crecientes cuestionamientos internacionales a su política de “mano dura”.
El Salvador, Nayib Bukele, Sumario
INTERNACIONAL
Tokio rechazó las acusaciones “infundadas” de Beijing tras una carta remitida a la ONU e instó a China al diálogo

El Ejecutivo japonés salió este sábado al cruce de las recientes denuncias de China contra la primera ministra Sanae Takaichi, a quien el régimen chino acusó de alterar la postura histórica de Tokio sobre su respaldo a Taiwán.
Desde Tokio calificaron las imputaciones como “totalmente infundadas” y subrayaron la continuidad de su línea política, negando un cambio en la posición oficial sobre el estrecho. Así lo expresó la portavoz Maki Kobayashi durante la cumbre del G20 en Johannesburgo, en declaraciones reproducidas por Bloomberg.
Kobayashi aseguró estar al tanto de la carta enviada por Beijiing a António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y recalcó que Japón explicó ya “en repetidas ocasiones” el sentido de los comentarios de su primera ministra, remarcando la apuesta del gobierno nipón por “el diálogo”.
Pese a ello, en Johannesburgo no fue posible avanzar en una conversación directa: desde China descartaron una reunión oficial entre Takaichi y el primer ministro Li Qiang, aunque ambos compartieron espacio en la foto de grupo de la cumbre.
El origen de la controversia radica en las declaraciones de Takaichi sobre la potencial respuesta japonesa ante una posible escalada militar de China contra Taiwán. El régimen liderado por Xi Jinping reaccionó enviando una misiva donde advierte de posibles “medidas de autodefensa” si Japón llegara a intervenir militarmente en apoyo a la isla, al tiempo que buscó movilizar respaldo internacional en Naciones Unidas.
Lejos de dar marcha atrás, Takaichi reiteró este viernes su negativa a retractarse de sus afirmaciones referidas a Taiwán y defendió la determinación japonesa de actuar igual ante una emergencia de seguridad en la región. Al calor del conflicto, incluso el cónsul chino en Osaka, Xue Jian, llegó a compartir (y luego eliminar) un mensaje en el que apostaba por “cortar el sucio cuello” de la primera ministra nipona.
Al mismo tiempo, las relaciones bilaterales registran nuevas restricciones: entre las últimas medidas, Beijing desaconsejó a sus ciudadanos visitar Japón, ordenó la suspensión de importaciones de mariscos japoneses y detuvo el estreno de nuevas películas japonesas en su mercado.
En cuanto a la relación entre Tokio y Taipéi, Taiwán confirmó el viernes pasado el levantamiento de las restricciones que, desde 2011, afectaban a las importaciones de alimentos originarios de Fukushima (Japón). Las autoridades informaron que dejarán de aplicar los requisitos de doble certificación y la inspección exhaustiva por lotes.
La medida surge poco después de que el gobernador de Niigata, Hideyo Hanazumi, autorizara la reactivación de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa —la mayor del mundo—, que permanecía fuera de servicio desde el accidente nuclear ocurrido en Fukushima Daiichi en 2011 a raíz de un terremoto y posterior tsunami.
El anuncio del gobierno taiwanés marca la normalización de criterios para la entrada de productos japoneses en la isla, en un contexto donde la energía nuclear y la seguridad alimentaria siguen siendo ejes de debate en Japón.
La disputa regional se enmarca en décadas de sensibilidad diplomática. Desde que los lazos políticos entre China y Taiwán se cortaron en 1949 tras la guerra civil, solo se restablecieron en formatos no oficiales a partir de los años 80, mientras Tokio y Beijing mantienen diferencias históricas sobre la soberanía y seguridad en la región.
International,Relations,Africa,Diplomacy / Foreign Policy
POLITICA1 día agoTras la orden de decomiso de los bienes de CFK, la Justicia evalúa avanzar sobre el departamento de San José 1111
POLITICA2 días agoJavier Milei sobre las coimas en la ANDIS: “Hay mucha mala intención política”
ECONOMIA3 días agoEl Gobierno invierte USD 300 millones en la compra de 43 trenes nuevos para el AMBA













