INTERNACIONAL
Marco Scotini: “La censura cultural se ha convertido en un problema serio”

“El Archivo de la Desobediencia (Disobedience Archive) busca escribir una gramática de la acción directa, de la desobediencia, de la resistencia, de la protesta, de las vías de escape y de las alternativas», dice Marco Scotini, curador italiano que pasó por Buenos Aires para presentar su display de videoinstalaciones que entrecruza arte con resistencia social en PROA21.
Tras un paso por la Bienal de Venecia, el proyecto itinerante aterrizó en el espacio de arte experimental de La Boca bajo el título “Archivo de la Desobediencia (la calle)”, donde se reúnen 36 obras en formato audiovisual de artistas y colectivos internacionales.
Dividido en tres etapas, con 12 piezas renovadas periódicamente, el Disobedience se expresa a través de cuatro núcleos temáticos: Desobediencia de género, Comunidades insurgentes, Ecologías radicales y Activismo de la diáspora.

Distribuidas en el espacio entre vallas de seguridad, el capítulo argentino La calle presenta piezas realizadas entre 1999 y 2023 que combinan activismo social y experimentación narrativa. Desde registros de luchas armadas hasta críticas al capitalismo y búsquedas identitarias, las obras indagan en cómo las sociedades enfrentan opresiones sistemáticas.
Un ejemplo destacado de esta perspectiva se encuentra en la obra de Seba Calfuqueo, Nunca serás un Weye. You will never be a Weye” (2015), que cuestiona el racismo cultural hacia los pueblos indígenas en América Latina. En esta misma línea, la sección de Desobediencia de género reúne piezas como Tactical Frivolity + Rhythms of Resistance (2007) de Marcelo Expósito y Nuria Vila, que explora la alianza entre movimientos LGBTQ+ y críticas al capitalismo global.
Por otro lado, el eje Ecologías radicales propone reflexionar sobre la devastación ambiental y busca forjar lazos de solidaridad entre comunidades humanas y no humanas, como The Path is Never the Same (2022), del artista Oliver Ressler, quien examina los efectos del cambio climático y la resistencia frente a la extracción de recursos.

En la sección de Comunidades insurgentes se analiza el impacto de las guerras, las colonizaciones y las luchas por la libertad, como en el filme El barro de la revolución (2019), de Paloma Polo, que documenta procesos revolucionarios en Asia. El cuarto núcleo, Activismo en la diáspora, indaga en las experiencias migratorias y el sentido de la ciudadanía bajo el neoliberalismo. Esta preocupación queda manifiesta en Empire of the Law (2019), de Daniela Ortiz, que denuncia la violencia estructural del imperialismo jurídico.
Durante su paso por Buenos Aires, Marco Scotini dialogó con Infobae Cultura sobre la génesis del proyecto, la curaduría de la edición argentina, el fenómeno del artwashing, el rol de los museos y el aumento de la censura, entre otros temas.
— ¿Cómo surgió el proyecto del Archivo de la Desobediencia?
— La primera presentación de Disobedience Archive se realizó en enero de 2005 en Berlín, en el Kreuzberg Bethanien. Surgió de muchas implicaciones de naturaleza estética, cultural y política. Había sido invitado a curar un festival y se transformó precisamente en una exposición de otro tipo. Pero surgía también, y sobre todo, como respuesta, por un lado, al movimiento antiglobalización y, por otro, a lo que había ocurrido en Italia en julio de 2001 con la represión del G8 en Génova. Este era un aspecto importante para mí, en un momento muy significativo de nuestra historia cultural, porque venía después de la Documenta X de Catherine David en 1997.
Además, en aquellos años comenzaron las primeras exposiciones de arte político, pero eran realmente pocas. Y luego ciertamente estábamos influenciados por la primera ola del zapatismo como forma cultural (1994) y después por la Contracumbre de Seattle (1999). Ese era un aspecto. En 2004 se publicó el número de ArtForum, que se titulaba “The Political Season”, donde se anunciaba lo que sería la nueva temporada y se mencionaban a Disobedience Archive, Collective Creativity, The Intervention is Democracy, y Ex-Argentina, por ejemplo. Este, al menos, es un núcleo principal de esas primeras manifestaciones que hoy son una tendencia, pero en aquel entonces eran verdaderamente raras. Eran muchas cosas que estaban sucediendo.

— ¿De qué se trata el “Disobedience Archive (la calle)”?
— Cada vez que el Disobedience se presenta hay un cambio de estructura. Por ejemplo, en la Bienal de Estambul estaba ambientada en una escuela real, pero habíamos jugado con el display expositivo también sobre la idea de la escuela. Volvió a cambiar en el Parlamento en Umea, en Suecia, y luego en el parque en Estambul en 2014 y en la Bienal de Venecia, todo con un dispositivo para cine. Pensando en Argentina, en lo que era mi memoria de Argentina al inicio de la Desobediencia, recuerdo que estaba la cuestión de los piquetes, de los encarcelados, de un uso totalmente diferente del espacio, de la calle. Y que por ejemplo, no era lo mismo que en Europa, donde a la calle la definimos como espacio público y sabemos que no es un espacio público y que ya ni siquiera se permite a los niños jugar, por lo tanto tampoco se permite, la posibilidad de acceder. Pero justamente pensando en Argentina y pensando también en tantas manifestaciones, también a nivel mundial, me parecía importante llamar “la calle” a este capítulo.
— Con respecto a las cuatro secciones, ¿por qué las elegís por sobre otras?
— Porque son secciones en las que he estado trabajando y tal vez también porque son algunos de los temas más importantes actualmente. Por ejemplo, para la Bienal de Venecia solo había dos secciones: Desobediencia de Género y Activismo de la Diáspora, que también están presentes aquí. Sin embargo, aquí también están Ecología Radical y Comunidades Insurgentes. Las secciones nacen también de los materiales que me encuentro investigando. Desde el inicio, Disobedience Archive ha recopilado casi 200 materiales en formato de video y fílmico. No obstante, cambia cada vez, porque, por ejemplo, cuando ocurrieron los levantamientos en el norte de África, como en Egipto, hice mucha investigación sobre los materiales que podía encontrar. Últimamente he hallado bastante material sobre ecología y sobre las personas, como situaciones que la gente reclama. Lo interesante aquí es que estas secciones se superponen unas con otras. No obstante, aunque son secciones rígidas, creo que pueden orientar al espectador.

— ¿Creen que estos temas están conectados en diversas partes del mundo o es solo una cuestión regional?
— Digamos que cuando Disobedience surgió, estaba centrada principalmente en el mundo Occidental. Por ejemplo, hubo una apertura al Este de Europa, pero seguía siendo predominantemente Occidental. Después, por ejemplo, pasé tres años en Asia, y personas en lugares como Singapur ya me hablaban del proyecto Disobedience y me mostraban sus materiales. Naturalmente, con el tiempo, esto se enriqueció a una escala global. Por ello, la geografía o la geopolítica de Disobedience abarca desde Islandia hasta Sudáfrica, el sudeste asiático, China, Europa, los Estados Unidos, Sudamérica, e incluye también África. Lo más interesante es cómo en estos últimos veinte o treinta años, entre finales de los años 90 o la época posterior a la Guerra Fría y ahora, una idea y una modalidad de hacer política ha cambiado en todo el mundo. Esta idea de desobediencia, no solo civil, sino social, ya no está limitada al mundo Occidental; realmente se puede encontrar en todo el planeta. Esto es algo sumamente importante, ya que, al final, Disobedience Archive busca escribir una gramática de la acción directa, de la desobediencia, de la resistencia, de la protesta, de las vías de escape y de las alternativas. Hemos descubierto que ya no pertenece únicamente al legado Occidental. El tema es interpretado en muchas partes del mundo, evolucionando dentro de algunas secciones.
— Desde los inicios del Desobedience a la actualidad se ha producido la expansión de las múltiples redes sociales, me interesaría saber ¿cómo irrumpen en la dinámica de la comunicación y cómo afectó al proyecto?
— Naturalmente, está en la base del archivo. Al inicio, cuando Disobedience surgió, existía este fenómeno del movimiento No-Global, estrechamente conectado con la creación del Indymedia (Centro de Medios Independientes), que comenzó en Seattle y luego se extendió por todo el mundo. Indymedia usaba pequeñas cámaras y el internet. Esto ya era significativo. Más adelante, durante las revoluciones del norte de África, por ejemplo, mis amigos—especialmente un grupo llamado Music in the Activists—eran cineastas activistas que utilizaban sus celulares para registrar la realidad. Ellos descubrieron esta idea de contar una historia en tiempo real porque podían filmar y, de inmediato, publicar lo que estaba sucediendo. Creo que en Disobedience la subjetividad tiene un papel central: es subjetividad política, pero también mediatizada. En consecuencia, hoy somos subjetividades mediatizadas. Lo que sucede a través de Disobedience es que decostruimos esta mediatización, utilizando los medios para contar otra historia. Sabemos que los medios nos expropian nuestra experiencia, pero debemos usarlos para producir la historia y su visualización.

— Si hablamos de arte y política me resulta imposible no traer el fenómeno del artwashing a la mesa, ¿cuál es tu mirada?
— Claro, este es un fenómeno que se observa como contemporáneo y que viene realizándose desde hace un tiempo y que es, en mi opinión, muy importante. Es reciente, en el sentido de que, en aquella época —hablo de principios de los años 2000— aceptar una exposición de arte político no era fácil, mientras que ahora se ha transformado en una forma terrible para poder, de alguna forma, descargar de responsabilidades a las instituciones, a los museos, de toda una serie de problemas también internos a nivel administrativo, por lo que hay este doble nivel en el que los contenidos quisieran ser democráticos para mantener estructuras que, digamos, no son democráticas.
— Comentas que es un fenómeno contemporáneo, ¿con eso querés decir, también, que es un fenómeno neoliberal?
— Sí, El artwashing es un fenómeno muy típico de los desarrollos del neoliberalismo, que surge inevitablemente de contradicciones muy marcadas. Y lo que para nosotros claramente era una forma de emancipación, y aún lo sigue siendo, a través de la cual, inevitablemente, también esa forma se ve comprometida. Pero, creo, es muy fácil distinguir procesos de networking de procesos reales de producción cultural de los otros.

— ¿Es un proceso que se produce dentro de la estructura clásica del arte contemporáneo? Digo, ¿usted cree que forma parte de un espíritu de la época que se da en las galerías, en los museos, en los centros culturales, como algo general?
— En mi opinión es uno de los mecanismos del neoliberalismo, en el sentido de que el neoliberalismo debía ser afirmativo para luego, de alguna manera, lograr sus propios resultados, ¿no? De alguna manera, para lograr el efecto contrario. Hoy, las formas que conocimos recientemente del neoliberalismo están nuevamente en crisis porque hay un retorno, al menos en Europa, de una censura muy fuerte. Por lo que el proceso se vuelve, por un lado, más problemático pero también más fácil de reconocer. Por ejemplo, el caso de la última Documenta (Ndr: acusaciones de antisemitismo por un mural que devino en la censura de la obra, la renuncia de su directora y luedo de los cuatro miembros de la comisión, entre otras consecuencias) y la próxima edición, que es un problema muy serio a nivel cultural, donde claramente se trata de hacer arte político, pero al final se entiende que no es posible hacerlo. El neoliberalismo necesita ser afirmativo para lograr resultados propios, pero no funciona.
— Embanderarse en discuros de “libertad” pero que buscan una especie de control.
— Sí. La libertad era esto de ser libres. Pero era una libertad aparente, en una condición afirmativa. Al mismo tiempo, era claramente lo opuesto a lo que se proponía desde instituciones que utilizaban justamente muestras políticas. Hay una fuerte vuelta a la censura y lo que está sucediendo es que el “artwashing” es más problemático porque estas muestras no se concretan o en un punto aparece la censuran por temas políticos o religiosos.
Por ejemplo, ern los últimos diez años, Turquía sufre un fenómeno muy condicionante y en este momento está realmente comprometida con formas que retornan a los antiguos modos culturales, la represión o la censura. Por lo tanto, la situación se vuelve mucho más complicada. Pero tomaba el caso de Documenta XV, porque estos fueron grandísimos problemas en Alemania y lo que sucedió con Palestina y frente al Documenta XVI, por lo cual ellos han apuntado a una mujer negra para dirigir (Ndr: Naomi Beckwith). Sí, pero esta mujer negra, que podría ser reconocida como forma emancipativa representa al “establishment” del Guggenheim de Nueva York, por lo que, es como decir, no sólo del capitalismo estadounidense, sino también del capitalismo judío estadounidense.

— ¿Hay algún tema que esté creciendo, pero que aún no es parte del Archive y que debería abordarse en el futuro?
— Es una muy buena pregunta. Por el momento, no. Es decir, la situación general en el mundo está cambiando, y pienso que la censura se está convirtiendo en un problema grave, como la represión. Ya no son como solían ser hace unos años. En el pasado, la censura no era tan declarada. Era evidente en ciertas áreas, pero no en todo el mundo. Actualmente, la censura cultural se ha convertido en un problema serio. Sin embargo, pienso que hay pocos temas que no están incluidos en Disobedience, pero quizás podría incluirse esta relación entre procesos censores—censura y las instituciones culturales. Desde hace unos años, el museo en sí mismo ha ganado importancia cultural. No obstante, lo ha hecho más por negación que por afirmación. Si pensamos, por ejemplo, en las huelgas en Estados Unidos como Strike MoMA, y en muchas otras iniciativas que han utilizado el museo como un medio para hablar de la descolonización, los problemas de género o de ecología, como en el caso de Extinction Rebellion (Rebelión contra la Extinción), que se manifiestan incluso contra obras de arte dentro del museo. Esto, para mí, es un fenómeno nuevo. Se trata de un ataque directo a la cultura, y tal vez a toda la idea de desobediencia. Mientras que antes considerábamos la desobediencia como una lucha integral dentro de la cultura, me interesa mucho esta dimensión, ya que cuestiona los presupuestos iniciales: ¿Qué es la cultura hoy en día? Ahora parece que debemos resistirnos a la cultura misma, en lugar de trabajar solo dentro de ella.
— ¿Te pasó de haber sufrido censura?
— Yo abrí una muestra en Berlín en octubre pasado y me censuraron dos obras. Increíble, ni siquiera en China me había pasado. Y entonces hay una nueva, cómo decir, cultura que respecto a hace unos años, que saca a relucir la cara violenta del neoliberalismo. Digo, finalmente, porque el “artwashing” es un fenómeno típico de la cultura fake del neoliberalismo y ahora me parece que esto se vuelve más claro porque el capitalismo se está volviendo más violento.
*“Archivo de la Desobediencia (la calle)” de Marco Scotini, en PROA21, Av. Pedro de Mendoza 2073, CABA. De jueves a domingos de 12 a 19h. Entrada gratuita
INTERNACIONAL
Trump says ‘Triumphal Arch’ monument construction to begin within 2 months in DC: report

NEWYou can now listen to Fox News articles!
President Donald Trump revealed Wednesday how soon an Arc de Triomphe-style monument will be constructed in the nation’s capital to commemorate America’s 250th anniversary in 2026.
Trump on Wednesday said the construction of the monument, nicknamed the «Arc de Trump,» will begin «sometime in the next two months,» according to a report from Politico.
«It hasn’t started yet. It starts sometime in the next two months. It’ll be great. Everyone loves it,» Trump reportedly told the outlet during a phone call from Mar-a-Lago in Palm Beach, Fla. «They love the ballroom too. But they love the Triumphal Arch.»
The newest monument, which resembles Paris’ historic Arc de Triomphe, will be bankrolled privately, with funds left over from the new White House ballroom project, Fox News Digital previously reported.
TRUMP ADMIN FIGHTS IN COURT TO KEEP WHITE HOUSE EAST WING DEMOLITION, $300M BALLROOM BUILD ON TRACK
President Donald Trump holds a model of an arch during a ballroom fundraising dinner in the East Room of the White House on Oct. 15, 2025. (Kevin Dietsch/Getty Images)
The exact location of the new landmark has not yet been confirmed, though the report notes it may be situated near the Lincoln Monument.
Details about the amount of time it will take to build, the cost of construction, the funding amount and who is heading the project have not yet been released by the White House.
Trump signed Public Law 116-217 in December 2020 authorizing the Women’s Suffrage National Monument to be built on federal land in Washington, D.C., leading to the subsequent signing of the Women’s Suffrage National Monument Location Act during former President Joe Biden’s final week in office.
TRUMP PUSHES BACK AFTER MICHELLE OBAMA KNOCKS EAST WING RENOVATION, CALLING OLD ARRANGEMENT ‘A DISASTER’

A model of President Donald Trump’s proposed triumphal arch to commemorate the country’s 250th anniversary is seen on the Resolute Desk on Oct. 15, 2025. (Kevin Dietsch/Getty Images)
The Women’s Suffrage National Monument Foundation (WSNMF) announced Dec. 4 it received final and unanimous approval from the National Capital Planning Commission for a permanent two and a half acre site on the National Mall in Constitution Gardens, according to the foundation’s website.
Foundation leaders noted the women’s suffrage monument went through a «multi-step, rigorous review process,» including gaining approval from the National Capital Memorial Advisory Commission and the Commission of Fine Arts.
The foundation also completed a public comment period with the National Park Service as part of the public scoping process, according to its website.
TRUMP TAPS NEW ARCHITECT TO RESHAPE WHITE HOUSE AS $300M BALLROOM BUILD ACCELERATES
It is unclear if Trump’s newest proposed monument received similar approval.
The Women’s Suffrage National Monument will be located at the intersection of 19th St. and Constitution Avenue NW, and the next project phase will focus on creative development and design.

The new monument is rumored to be built on the National Mall in Washington, D.C. (Yasin Ozturk/Anadolu Agency)
«The enthusiasm behind this project has been inspiring,» WSNMF President and CEO Anna Laymon wrote in a Dec. 4 statement announcing final approval. «We are so grateful for the dedicated support from so many who made this possible, including President Trump; President Biden; our honorary chairs Mrs. Melania Trump, Dr. Jill Biden, Mrs. Michelle Obama, Mrs. Laura Bush, and Secretary Hillary Clinton; our bipartisan and bicameral Congressional sponsors, Senator Blackburn, Senator Baldwin, Congresswoman Lesko, Congressman Neguse and their dedicated staffs; our incredible Board of Directors; and all our partners and supporters.»
TRUMP BREAKS GROUND ON MASSIVE WHITE HOUSE BALLROOM PROJECT WITH PRIVATE FUNDING FROM ‘PATRIOTS’
The most recent major monument built on the National Mall was the Martin Luther King, Jr. Memorial, which was completed in 2011.
The granite memorial was inspired by a line from King’s «I Have a Dream» speech, delivered nearby on the steps of the Lincoln Memorial during the «March on Washington for Jobs and Freedom» in 1963.
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The White House did not immediately respond to Fox News Digital’s request for comment.
Fox News Digital’s Amanda Macias contributed to this report.
donald trump,washington dc
INTERNACIONAL
Putin vows victory in Ukraine in New Year’s address amid Trump-backed peace talks

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Russian President Vladimir Putin used his New Year’s address to deliver a blunt message to the West and to his own troops: Russia is not backing down in Ukraine.
As 2026 arrived in Russia’s far eastern regions, Putin vowed victory in the nearly four-year war, praising Russian soldiers and framing the conflict as a fight for the nation’s survival — even as the United States ramps up diplomatic efforts aimed at ending the bloodshed.
«We believe in you and our victory,» Putin said in remarks broadcast nationwide and released by the Kremlin on Wednesday. Addressing troops directly, he congratulated «all our soldiers and commanders» and pledged continued support for what Moscow calls its «special military operation.»
TRUMP TOUTS ‘TREMENDOUS PROGRESS’ BUT SAYS HE’LL MEET PUTIN AND ZELENSKYY ‘ONLY WHEN’ PEACE DEAL IS FINAL
Russian President Vladimir Putin delivers his New Year’s address from the Kremlin, vowing victory in the war in Ukraine. (East2West)
Putin cast the war as a struggle for Russia’s homeland, «truth and justice,» signaling determination to press ahead despite mounting losses and international pressure.
In a separate message, ex-President Dmitry Medvedev — Putin’s security council deputy — said of victory in Ukraine: «I sincerely believe that it is near.» Echoing Putin, he spoke of «our great and invincible Russia.»
The defiant tone comes as the war approaches grim milestones. On Jan. 12, Russia’s invasion of Ukraine will surpass the 1,418 days the Soviet Union fought Nazi Germany in Europe during World War II. On Feb. 24, the conflict will enter its fourth year. Western estimates place the number of killed and wounded at more than 1 million — a figure the Kremlin disputes.
TRUMP MEETS WITH ZELENSKYY; TALKS COULD UNLOCK FIRST ZELENSKYY-PUTIN CALL IN FIVE YEARS: SOURCE

The mother of a Russian soldier who was killed in a military action in Ukraine, kneels near a planted tree in memory of her son at the Alley of Heroes in Sevastopol, Crimea, Saturday, Feb. 25, 2023. (AP Photo)
Putin’s rhetoric stood in sharp contrast to renewed diplomatic activity led by Washington.
Ukrainian President Volodymyr Zelenskyy met with U.S. President Donald Trump at Trump’s Mar-a-Lago resort in Florida on Sunday, as the White House explores possible paths to end Europe’s largest land war since World War II.
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U.S. President Donald Trump and Ukrainian President Volodymyr Zelensky shake hands at a news conference following a meeting at Trump’s Mar-a-Lago club on December 28, 2025 in Palm Beach, Florida. (Joe Raedle/Getty Images)
After the meeting, Trump said Ukraine and Russia were «closer than ever» to peace, while acknowledging that major obstacles — particularly territorial disputes — remain unresolved. Reuters separately reported that Trump and Zelenskyy discussed potential U.S. troop involvement as part of broader security guarantees, though no decisions were announced.
Reuters contributed to this report.
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Las bolsas europeas cerraron cerca de un récord: fue su mejor año desde 2021

Las acciones europeas concluyeron 2025 con un sólido desempeño, a pesar de un leve retroceso en la última jornada bursátil del año. El índice STOXX 600, principal referente paneuropeo, cedió un 0,1% el miércoles, situándose en 592,19 puntos. Este descenso no empañó el balance anual del índice, que acumuló una subida del 16,66%, resultado similar al incremento del 17% registrado por el S&P 500 de Wall Street. Entre los factores que impulsaron este crecimiento se destacan la caída de las tasas de interés, el incremento del gasto fiscal en Alemania y el movimiento de capitales desde las grandes tecnológicas estadounidenses hacia el mercado europeo.
El sector bancario y el de defensa encabezaron las ganancias en la región. Las entidades de crédito impulsaron el avance del STOXX 600, logrando un ascenso del 67% en 2025, lo que representa su mejor resultado desde 1997. Esta mejora se atribuye a un aumento en las operaciones, un marco regulador más favorable y la estabilidad relativa de la economía europea. Por su parte, los valores de defensa marcaron máximos históricos durante el año y cerraron con un crecimiento del 56,5%, respaldados por los compromisos de incremento en el gasto militar en varios países de la región, a pesar de una corrección a la baja desde octubre.
A lo largo de 2025, los inversores optaron por diversificar sus carteras fuera de Estados Unidos, buscando oportunidades en Europa ante la incertidumbre comercial procedente de la administración estadounidense y los datos económicos poco concluyentes. No obstante, en la última jornada del año, la mayoría de los sectores cerraron en negativo. El subíndice minorista fue uno de los más afectados, con una caída del 0,3%.
La actividad en los mercados fue moderada en la víspera de las celebraciones de Año Nuevo. Las bolsas de Alemania, Italia y Suiza permanecieron cerradas, mientras que los mercados de Francia, España y el Reino Unido operaron con horarios reducidos. Pese a la tendencia general al alza, el índice IBEX de Madrid sobresalió al registrar un incremento cercano al 50% en 2025, superando ampliamente el desempeño de sus homólogos europeos.
El euro cerró este miércoles el año 2025 con una revalorización anual del 14% frente al dólar, impulsada en gran medida por el debilitamiento del “billete verde”. Esta tendencia plantea desafíos para las exportaciones de la zona euro, que desde el 1 de enero incorporará a un nuevo miembro: Bulgaria.
La cotización de la moneda única inició el año con una marcada debilidad, llegando el 2 de enero a 1,027 dólares, un valor que no se registraba desde noviembre de 2022. Este descenso se atribuyó a la diferente evolución económica entre Estados Unidos y la zona euro. Al cierre de 2024, el PIB estadounidense habría crecido un 2,8 %, mientras que la expansión en el denominado “Viejo Continente” fue del 0,7 %.
El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero marcó un punto de inflexión para el euro, que comenzó a apreciarse frente al dólar hasta alcanzar este miércoles los 1,1732 dólares hacia las 16.00 GMT. El máximo anual se registró el 1 de julio, cuando la divisa europea llegó a cotizar a 1,1807 dólares, un nivel que no se veía desde 2021.
Este repunte coincidió con una fase de acercamiento comercial entre Washington y Bruselas, tras la imposición de gravámenes a productos importados por parte de la administración Trump. Aquellas negociaciones derivaron en un acuerdo marco entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), mediante el cual Washington se comprometió a aplicar un arancel promedio del 15 % a la mayoría de los bienes europeos, mientras que Bruselas acordó eliminar aranceles para productos estadounidenses. “El resultado negociado evita una escalada perjudicial y sienta las bases para continuar el diálogo y desarrollar las relaciones transatlánticas”, señalaron ambas partes en su comunicado conjunto del 21 de agosto.
Desde entonces, el euro se ha mantenido en una franja comprendida entre 1,159 y 1,173 dólares, impulsada principalmente por la debilidad de la economía estadounidense. Según explicó Hubertus Bardt, economista del Instituto para la Economía Alemana (IW), a la agencia EFE, este comportamiento responde “fundamentalmente a las actuales debilidades de la economía estadounidense”. Bardt atribuyó el debilitamiento del dólar a “una situación económica fragilizada” en Estados Unidos y a la “presión sobre la Reserva Federal” ejercida por Trump “para que baje los tipos de interés”.
(Con información de Reuters y EFE)
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