INTERNACIONAL
Ser república es cosa seria: el caso Venezuela

En la antigüedad, bastante después y hasta en el presente, la metodología para disciplinarnos como seres con virtudes y defectos, demanda analizar cuáles han sido “las regulaciones”, derivadas por acuerdos de nosotros mismos o determinadas, impuestas y acomodadas por terceros, en algunos casos como “individualidades” y en otros en “comanditas”. La tarea inquietante, puesto que se ha percibido que tanto en uno como en otro supuesto, siempre ha habido “un caudillo” y Dios quiera que así no suceda en el tiempo por venir, aunque el cálculo de probabilidades, alimentado por lo que históricamente ha acontecido, pareciera inclinarse por lo opuesto. Ha de pensarse, por tanto, comedidamente, pues “la sistemática caudillista” se esconde, pero no desaparece.
Al “caudillo” suele concebírsele como “Jefe absoluto, dictador político y, usualmente, militar”. Deriva del latín Capitellium que castellanizado equivale a “cabecilla” con las variables de “político, militar o ideológico”. Ese sustantivo es, aunque parezca un invento, el que nos ha acompañado desde bastante lejos hasta el presente. Pero tengamos en cuenta, también, a efectos de entender a “la dupla” el significado del adjetivo “comandita” para referirnos a la “persona que acompaña a otra, séquito, comparsa, congregación, cofradía y “junta”. Esta última, como harto conocido, la que más nos ha gustado, algo mágico con “la propiedad de curar a todos los males”, y que ha servido, como un derivado para la fábrica, con asombrosa rapidez, de regímenes normativos derivados de nuestro vicio ad-infinitud para elaborarlos, al igual, que reformarlos y hasta sustituirlos. Hay bastantes evidencias, por consiguiente, para afirmar que la ecuación “caudillo y comandita” no nos ha sido del todo beneficiosa.
El caudillismo, más bien, ha dejado huellas recónditas en los países que parecieran haber pasado por las marqueterías para ser “repúblicas”, pues, quienes han presumido de ebanistas han actuado asistidos por “la ecuación caudillista y comanditaria” y en muy contados casos por serias intenciones. Los ebanistas, cuesta negarlo, no han sabido qué hacer con la madera. Las prédicas, numerosas, por cierto, se han desenvuelto en una especie de tipología posibilitadora de la consigna ¡arbitraremos una república real, beneficiosa, justa y necesaria!, las cuales han constituido un espejismo, estimulando a reacciones que suelen generarse con posterioridad, en aras de restablecer lo descompuesto y para que nos salvemos, por lo menos, algunos, del “cataclismo”. Las tentativas, tanto en lo relacionado a las expuestas, como a las iniciativas para cambiarlas, tengamos en cuenta que han sido tantas que alteran la confianza de los pueblos, hasta el extremo de que más de uno pierde la esperanza.
Venezuela, como casi toda América Latina, no ha escapado del esquema, por el contrario, ha sido mártir para su mala suerte de “la ecuación” y, por consiguiente, de una complejidad de experimentos para hacerlas realidad, pero, para nuestra mala estrella, los hechos revelan que no nos ha ido bien, generándose por el contrario diatribas insalvables entre unos y otros. En criterio de muchos se ha morado por décadas en una especie de “caterva”, para el diccionario “multitud de personas o cosas consideradas como conjunto desordenado”. Es duro decirlo y mucho más cuando cualquiera que sea el libro que se abra se pone de relieve la posición geográfica de Venezuela en América Latina, con posibilidades de transporte marítimo, aéreo y terrestre. Y, adicionalmente, que cuenta con un excelente capital humano y tiene ventajas de costos competitivas con respecto a la región. No pareciera, por consiguiente, una ofensa a la Patria preguntarse ¿Qué ha sucedido y cuáles las razones?
El fenómeno, como se escribe, es más que común en toda América Latina, calificable, inclusive, como un “maremágnum”, para los diccionarios “abundancia, grandeza o confusión”, pero, también, “muchedumbre confusa de personas o cosas”. Así pareciera calificable más de un capítulo de nuestra historia. Producto de sus propios desengaños. Los países suramericanos de hoy, es inocultable, no están preñados de satisfacciones y tanto en el contexto interno, como en el internacional. Pero, además, la barriga de la preñez, si alguien dijera que la percibe llena de bonanza, más de uno le refutaría argumentando, en chercha, la poca competencia del ginecólogo.
Un análisis objetivo en lo referente al caso venezolano conlleva a una diversidad de ciclos, no ausentes de manifestaciones anárquicas que refleja como que portáramos en los tuétanos una inclinación a rechazar a los buenos pocos momentos, abrazando a los inadecuados, premisa que más de uno toma en cuenta a fin de cuestionar nuestra independencia de España. ¿Habremos gerenciado bien la libertad ganada? No deja de ser una interrogante difícil si tomáramos en cuenta cómo estábamos y estamos.
En un trabajo de investigación titulado “Nuevos significados de la democracia que a partir de 1999 se pretende construir en Venezuela”, de Ingrid Karina Núñez y Nila Leal González, profesoras de la Universidad del Zulia, se acota que “la democracia” propuesta por Hugo Chávez, electo Primer Magistrado el 2 de febrero de 1999, se fundamentó en la legitimidad y conveniencia de los venezolanos, para participar, directa o indirectamente, como titulares de la soberanía, tanto en la elaboración, como en el cumplimiento de las providencias de los poderes públicos en aras del mejoramiento de su calidad de vida. Los valores democráticos fundamentales de la Carta Magna aprobada durante esa referida magistratura y que orientarían la participación ciudadana serían: 1. “La igualdad, 2. La solidaridad, 3. La no discriminación y 4. El bien colectivo”. Este camino conduce a las académicas a calificar al régimen constitucional como “democracia participativa”, camino para la real injerencia del pueblo, titular de la soberanía, llamado a hacer realidad un sistema de gobierno que permita a aquel su aporte y aquiescencia en la deliberación, la toma de decisiones y el control de la gestión pública. En definitiva, la formulación, evaluación y vigilancia de las políticas públicas. En el trabajo se puntualiza que el pueblo no ha de limitarse a la elección de los legisladores, gobernantes y jueces. A pesar de todas las circunstancias descritas y los obstáculos que las dificultan, las profesoras reiteran de que “a partir del orden constitucional del 99 en Venezuela se construirá un nuevo sujeto para viabilizar sus demandas a través de las organizaciones sociales, en su criterio, una derivación de la participación ciudadana». A las investigadoras ha de felicitárseles, pero advirtiéndoseles que en la edificación de las repúblicas la dicotomía entre “teoricismo y realismo” no debe dejarse de lado.
Es igualmente valedero plantear a las académicas que leamos el Preámbulo de la Constitución de la denominada Quinta República: “El pueblo de Venezuela… con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad”. No otra conclusión pudiera ofrecerse, que la de muy poco del abigarrado constituyente revolucionario se haya logrado. Un consejo pudiera ser el de que “las repúblicas pueden edificarse sin lenguajes rimbombantes”.
En el excelente libro del doctor Tomás Polanco “José Antonio Páez Fundador de la República”, el destacado académico plantea que Venezuela a partir de 1811 inicia su recorrido como un Estado independiente y soberano, el cual por los cambios políticos y la guerra de la independencia fue de variada y difícil sobrevivencia. En 1830, bajo la autoridad de José Antonio Páez nació la República en su forma y con las características que posee. Por esta razón, concluye el profesor, no puede vacilarse en atribuir a Páez el carácter de creador de Venezuela. Para el profesor Rafael Arraiz Lucca la mejor bibliografía con respecto a Páez es la de Polanco.
Se escribe que desde la fundación de Venezuela como república se ha experimentado “un largo y complejo periplo en el cual pareciera que todo ha acontecido. Y la república como que se hubiese extraviado, por no decir, perdido”. Es en 1860, en el primer acto electoral de la historia republicana, cuando se efectúa por primera vez una elección, mediante votación directa y secreta, para elegir el Primer Magistrado, resultando que han sido hasta hoy 48 los presidentes que han gobernado el país. Una consideración especial ha de tener el gobierno presidido por Rómulo Gallegos, por constituir un paso determinante en la consolidación de una democracia, derrocada por el penúltimo “golpe de estado” venezolano. Evidencia, una más, de nuestra incerteza con respecto a ser república. En honor a la verdad, no puede desconocerse, sin embargo, que para 1948, cuando derrocan al novelista, los venezolanos ya habíamos entendido mejor lo que era la democracia y cuáles sus beneficios. Evidencia es que después de una década de dictadura la voluntad democrática renace con la presidencia de Rómulo Betancourt electo Primer Magistrado en 1958.
Pero, también, ha de admitirse que tanto la independencia como el autogobernarse son temas difíciles. En Argentina, país que llegó a ser tanto la primera economía como el granero más grande del mundo, después de la ruina generada por los mismos “pibes” enredados en el denominado “peronismo”, desastrosa concreción de “un populismo a mansalva”, surge el partido “La Libertad Avanza” y la escogencia de Javier Milei como primer Magistrado, hoy enredado entre la denominada “libertad de mercado” y “la motosierra” que exhibiera en la campaña electoral con una determinante necesidad de por lo menos “un motor nuevo”.
El escepticismo, para la lingüística, “doctrina que consiste en afirmar que 1. La verdad no existe o 2. Que, si existe, el ser humano es incapaz de conocerla”, nos lleva a preguntarnos: ¿Será acaso el enemigo que nos conduce al pesimismo o el “pana” a la realidad? La respuesta pareciera encontrársele en el libro “La rebelión en la Granja”, de George Orwell, con respecto al cual el escritor Jesús Carrasco expresa que el británico nos dejó un texto que se lee como una advertencia contra cualquier totalitarismo y como una defensa de la independencia, de la inteligencia y sobre todo de la humanidad. Copiando a Carrasco “El hecho de que, como ciudadanos, asistamos cada día a similares estrategias en política explicaría, por sí solo, la vigencia del libro. Donde ponía “celebraremos siempre elecciones primarias porque somos demócratas”, ahora dice “elegiremos a quien le convenga al líder del partido porque eso es lo mejor para todos”. En este sentido y habiendo descrito de un modo tan preciso el recorrido que de principio a fin sigue cualquier totalitarismo, el libro funciona hoy como una advertencia, igual que en 1945 y que, posiblemente, en 2025. Estos son los signos que anteceden al dominio: tened cuidado, parece decirnos Orwell. “Y esos símbolos, basta con levantar un poco la vista y observar, proliferan hoy por todos los rincones del globo como una señal de lo que puede venir a continuación”.
Finalicemos teniendo presente que este ensayo trae a colación el significado de palabras que en él se mencionan, entre otras, “maremagno”: desorden, confusión, alboroto, barullo, lío, jaleo, follón, desorganización, morondanga, burundanga, pero, adicionalmente, “caudillo” (en latín: capitellium, «cabecilla»), un término empleado para referirse a un “líder” (político, militar o ideológico). Aunque en un sentido más amplio, como leemos, se utiliza, también, para cualquier persona que haga de guía de otras en cualquier terreno. Finalmente se agrega que el uso que se le ha dado a la palabra caudillo ha sido por su determinante connotación política, evidencia de lo cual es “el Collage” con algunos de ellos en nuestro continente: Vicente Guerrero, México, Bernardo O’Higgins, Chile, Manuel Dorrego, Argentina, José Martí, Cuba, Gabriel García Moreno, Ecuador y Agustín Gamarra, Perú.
A los venezolanos, entre quienes afortunadamente estamos incluidos, se nos mira con tristeza por la confrontación de una de las etapas más críticas de nuestra historia, resultando no muy cuestionable si sabemos quiénes somos. ¿Seremos república? difícil la respuesta. Y hasta complejo ver al mar Caribe, que tanto amamos, entre barcos, aviones de guerra y de fusiles, todos de la denominada “nueva generación”. Pero, adicionalmente, lo que no es tontería, colocados por la “Primera Potencia Mundial”.
Permítasenos advertir que este ensayo es una versión más amplia del publicado la semana pasada bajo el título “La independencia y sus derivaciones”. Los agregados ha de manifestarse que no obvian para reiterar nuestros lamentos por no haber alcanzado “Una Patria Grande”.
@LuisBGuerra
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Tensión en Yemen: la fractura entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos redefine el equilibrio de poder en el Golfo de Adén

El conflicto en Yemen experimentó una nueva escalada cuando Arabia Saudita bombardeó este martes la ciudad portuaria de Mukalla. El objetivo de este ataque, según fuentes regionales, fue una remesa de armas enviada desde Emiratos Árabes Unidos (EAU) destinada a las fuerzas separatistas del Consejo de Transición del Sur (STC). Mukalla, situada en una ruta comercial internacional clave, se convierte así en un punto central cuyo control puede tener consecuencias para la seguridad en el Golfo Pérsico.
La reacción de los EAU no se hizo esperar, y tras el bombardeo, anunciaron la retirada de sus fuerzas del territorio yemení. Esta decisión, aunque significativa desde el punto de vista simbólico y político, no implica necesariamente un cese del respaldo militar y financiero que los EAU proporcionan al STC, que sigue siendo su principal aliado en el sur del país.
El ataque saudí a Mukalla marca un momento de tensión inédita entre dos actores que hasta hace poco tiempo actuaban coordinados en Yemen como parte de una coalición contra los rebeldes hutíes. Este incidente, además de poner de manifiesto la competencia creciente entre Riad y Abu Dabi por la influencia en Yemen, introduce un factor de inestabilidad en una guerra que ya ha desplomado la economía y exacerbado la crisis humanitaria.
La intervención saudí no solo responde a la preocupación de que el envío de armas fortalezca aún más a los separatistas sureños, sino que también representa una advertencia directa a Emiratos Árabes Unidos sobre los límites de su apoyo al STC. Arabia Saudita ha manifestado que cualquier amenaza a su seguridad nacional constituye una línea roja y que está dispuesta a tomar todas las medidas necesarias para neutralizar riesgos percibidos en su frontera sur.
La retirada emiratí, aunque presentada como un movimiento estratégico, no altera de fondo la relación de apoyo con el STC. Las autoridades emiratíes han sostenido que la integridad territorial y el destino político de Yemen deben ser decididos por los propios yemeníes, lo que reitera su disposición a respaldar a las fuerzas separatistas, mientras que, a nivel diplomático, mantienen un discurso de autodeterminación y no injerencia directa.
El Consejo de Transición del Sur (STC), respaldado por Emiratos Árabes Unidos, ha protagonizado un avance decisivo en el sur de Yemen durante las últimas semanas. Esta organización, que agrupa a movimientos separatistas con el objetivo de restaurar la independencia del antiguo Sur de Yemen, consolidó su control sobre extensos territorios, incluyendo provincias de gran importancia estratégica y económica.
Las fuerzas del STC se apoderaron de la mayor parte de las provincias de Hadramout y Mahra. En Hadramout, el grupo tomó el control de instalaciones clave como PetroMasila, la mayor compañía petrolera del país, después de enfrentamientos breves con fuerzas gubernamentales y sus aliados tribales. Esta ofensiva se produjo en un contexto en el que la Alianza Tribal de Hadramout, apoyada por Arabia Saudita, había ocupado temporalmente las instalaciones petroleras para presionar por una mayor participación en los ingresos del crudo y mejoras en los servicios públicos locales.
La rápida expansión del STC incluyó también la toma de la provincia de Mahra, en la frontera con Omán, y el control de un paso fronterizo estratégico entre ambos países. En la ciudad de Adén, el grupo separatista, con apoyo emiratí, ocupó el palacio presidencial, sede del Consejo de Liderazgo Presidencial, órgano de gobierno reconocido internacionalmente.
El avance del STC no solo modificó el equilibrio de poder en el sur de Yemen, sino que también desafió la alianza anti-hutí, exacerbando las tensiones con el gobierno yemení y sus aliados tribales. El control de puertos, zonas petroleras y pasos fronterizos proporciona al STC influencia política y capacidad de negociación en eventuales conversaciones para definir el futuro del país.
La consolidación territorial del STC fue facilitada por la retirada de tropas saudíes de bases en Adén, enmarcada en una política de “reubicación estratégica” impulsada por Riad. Como respuesta, Arabia Saudita realizó bombardeos en Hadramout, interpretados por analistas como una advertencia al STC para frenar su expansión y abandonar las provincias recientemente ocupadas.
Este avance ha fortalecido la posición del STC de cara a futuras negociaciones, ya que el control efectivo de la mayor parte del sur de Yemen y de sus recursos energéticos les otorga poder de veto y capacidad para exigir autonomía o la restauración de un Estado independiente en el sur.
El conflicto que asola Yemen tiene sus raíces en una crisis que se remonta a 2014, cuando el movimiento hutí, alineado con Irán, avanzó desde su bastión en Saada, en el norte del país, y tomó la capital, Saná. Este acontecimiento forzó al gobierno reconocido internacionalmente a exiliarse, marcando el inicio de una etapa de enfrentamientos armados a gran escala. La entrada de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en 2015, al frente de una coalición, buscó restaurar al gobierno derrocado y frenar el avance hutí, intensificando la dimensión regional del conflicto.
La guerra civil yemení se ha caracterizado por una compleja red de lealtades y rivalidades sectarias, así como por la intervención de actores regionales con intereses contrapuestos. Los hutíes consolidaron su dominio sobre las zonas más pobladas, incluida la capital, mientras que el sur del país quedó bajo la autoridad de una coalición de fuerzas leales al gobierno, respaldadas por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Esta división territorial agravó la fragmentación política y social del país.
El surgimiento del Consejo de Transición del Sur (STC) en 2017 añadió un nuevo actor al tablero. Este grupo, fundado como paraguas de organizaciones separatistas con aspiraciones de restaurar la antigua República Democrática Popular de Yemen (existente entre 1967 y 1990), recibió apoyo militar y financiero crucial de Emiratos Árabes Unidos. El STC se consolidó como la fuerza dominante en el sur, acumulando influencia y recursos, y reclamando el derecho de autodeterminación para la región.

Durante los últimos años, el conflicto derivó en una situación de estancamiento. Un acuerdo informal entre los hutíes y Arabia Saudita en 2022 redujo la intensidad de los enfrentamientos directos y las campañas aéreas, aunque la crisis humanitaria y el colapso económico persistieron. La relativa calma existente hasta hace pocas semanas se ha visto interrumpida por la ofensiva del STC y la reacción saudí, reavivando la violencia y evidenciando la fragilidad de cualquier equilibrio logrado.
El desarrollo de la guerra civil en Yemen ha tenido consecuencias devastadoras para la población. El prolongado enfrentamiento ha generado una de las peores crisis humanitarias del mundo, con millones de personas desplazadas, escasez de alimentos y servicios básicos, y una economía colapsada por años de conflicto, bloqueo y destrucción de infraestructuras.
La escalada entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en Yemen repercute más allá de las fronteras del país, afectando el delicado equilibrio geopolítico en el Golfo y el mar Rojo. El enfrentamiento abierto entre ambos actores siembra incertidumbre sobre la estabilidad de la región y podría desencadenar una reconfiguración de alianzas y estrategias en otros frentes.
Uno de los principales riesgos es la posibilidad de que la fractura entre Riad y Abu Dabi derive en una guerra civil dentro del propio sur de Yemen, donde facciones rivales podrían disputar el control de territorios y recursos. Además, la falta de consenso sobre el futuro político de Yemen impide avanzar hacia una solución negociada que ponga fin a la guerra civil. El apoyo continuo de los EAU al STC y la negativa saudí a aceptar la independencia del sur auguran un periodo de inestabilidad prolongada.
El conflicto también puede extenderse a otros escenarios donde ambos países tienen intereses contrapuestos, como Sudán y el Cuerno de África. La rivalidad y la competencia por el control de rutas marítimas y accesos comerciales estratégicos podrían intensificarse, generando tensiones adicionales en áreas ya marcadas por la volatilidad.
Para los hutíes, el distanciamiento entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos representa una oportunidad. La división entre sus principales adversarios les permite consolidar posiciones y reducir la presión militar sobre sus territorios, en un momento en el que el conflicto parecía encaminado a una relativa contención. Observadores internacionales apuntan a que los hutíes podrían aprovechar la fragmentación de la coalición anti-hutí para reforzar su control en el norte y aumentar su influencia en el panorama político nacional.
A nivel diplomático, la reacción de las potencias occidentales ha sido contenida. Aunque existe un respaldo tácito a la integridad territorial de Yemen y a la continuidad de un Estado unitario, los gobiernos occidentales han evitado pronunciamientos directos contra Emiratos Árabes Unidos y han apostado por respuestas prudentes. Esto podría dificultar la formación de consensos internacionales en torno a cualquier salida negociada o intervención de mediación.
La situación en Yemen, lejos de avanzar hacia una resolución, se adentra en una fase de incertidumbre, con múltiples actores locales y regionales persiguiendo objetivos divergentes. La competencia entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, la consolidación del STC en el sur y la persistencia de los hutíes en el norte configuran un escenario donde el futuro del país depende de la evolución de las rivalidades regionales y la capacidad de las partes para negociar acuerdos viables.
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DOJ’s second-in-command could be central to ‘vindictive’ prosecution of Abrego Garcia, judge rules

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A federal judge ordered the Trump administration to produce documents related to its decision to investigate and bring criminal charges against Salvadoran migrant Kilmar Abrego Garcia while he was detained at a maximum-security prison in El Salvador earlier this year – signaling what is sure to be an action-packed evidentiary hearing in Nashville next month.
The order, filed by U.S. Judge Waverly Crenshaw earlier this month and released to the public Tuesday afternoon, requires the Justice Department to produce all relevant documents to defense lawyers pertaining to its decision earlier this year to open an investigation and seek criminal charges against Abrego Garcia for conduct stemming from a 2022 traffic stop.
ABREGO GARCIA REMAINS IN US FOR NOW AS JUDGE TAKES CASE UNDER ADVISEMENT
Kilmar Abrego Garcia waits to enter the building for a mandatory check at the Immigration and Customs Enforcement office in Baltimore, Friday, Dec. 12, 2025, after he was released from detention on Thursday under a judge’s order. (Stephanie Scarbrough/AP Photo)
The Justice Department opened the criminal investigation and presented the case to a grand jury earlier this year, when Abrego Garcia was detained at CECOT, and at the same time as lawyers for the Trump administration officials were telling a separate federal judge in Maryland that they were powerless to bring him back from Salvadoran custody.
The new order stops short of compelling any government witnesses to testify for next month’s hearing, including testimony from Deputy Attorney General Todd Blanche, whose remarks – for months – have been at the center of the vindictive prosecution effort pursued by Abrego Garcia’s defense team in Tennessee.
Abrego Garcia’s attorneys have argued Blanche played «a leading role» in the decision to prosecute him, a notion Blanche’s office has vehemently dismissed.
They had also honed in on the involvement of Blanche’s associate, Aakash Singh.
«The cornerstone of Abrego’s motion to dismiss is that the decision to prosecute him was in retaliation for his success in the Maryland District Court,» Crenshaw said in the newly unsealed ruling.

Salvadorian troops are seen guarding the exterior of CECOT, or Counter Terrorism Confinement Center, on Dec. 15, 2025, in Tecoluca, El Salvador. (John Moore/Getty Images)
«Indeed, at the time of Abrego’s arrest, Blanche linked Abrego’s criminal charges to his successful civil lawsuit in Maryland. Specifically, some of the documents suggest not only that McGuire was not a solitary decision-maker, but he, in fact, reported to others in DOJ and the decision to prosecute Abrego may have been a joint decision, with others who may or may not have acted with improper motivation.»
U.S. District Judge Waverly Crenshaw had ruled in October that Abrego Garcia had established a «reasonable likelihood» that the criminal case against him was the result of vindictive prosecution by the Justice Department, a determination that shifted the burden to the government to rebut ahead of the criminal trial, and ordered the Trump administration to produce for the court internal documents and government witnesses to testify about its decision to bring the case.
SCOTUS TO REVIEW TRUMP EXECUTIVE ORDER ON BIRTHRIGHT CITIZENSHIP
Lawyers for the Justice Department fiercely resisted efforts to produce government witnesses or documents, arguing that the documents should be protected by attorney-client privilege and work-product privilege, among other things.
The evidentiary hearing is slated to take place on Jan. 28.
Crenshaw separately canceled the criminal trial date for Abrego Garcia, though the update is likely more a procedural one than a reflection of the status of the case.
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Abrego Garcia’s status has been at the center of a legal and political maelstrom for nearly 11 months, after he was arrested and deported to his home country of El Salvador, in violation of a 2019 withholding of removal order.
This is a breaking news story. Check back for updates.
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U.S. announces more military actions against ISIS: ‘We will not relent’

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U.S. Central Command announced on Tuesday that the U.S. and partner forces have terminated or captured nearly 25 ISIS figures since a December 19 strike in Syria.
«U.S. Central Command (CENTCOM) and partners across Syria killed at least seven ISIS members and captured the remainder during 11 missions conducted Dec. 20-29. The operations also led to the elimination of four ISIS weapons caches,» an article posted by the CENTCOM X account said.
«These recent missions followed the launch of Operation Hawkeye Strike on Dec. 19 when U.S. and Jordanian forces struck over 70 targets with more than 100 precision munitions. The massive strike executed by dozens of fighter aircraft, attack helicopters and artillery destroyed ISIS infrastructure and weapons sites across central Syria,» the article explained.
TRUMP TARGETS ISIS IN NIGERIA AMID WARNINGS SAHEL REGION IS BECOMING ‘EPICENTER OF TERRORISM’
President Donald Trump, alongside Secretary of War Pete Hegseth, holds a Cabinet meeting in the Cabinet Room of the White House in Washington, D.C., on Dec. 2, 2025. (ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP via Getty Images)
The U.S. and partner forces in Syria have carried out activity in the last 12 months that led to more than 300 terrorists getting detained and more than 20 being killed, according to CENTCOM.
The CENTCOM post noted that this year, there have been «at least 11 plots or attacks against targets in the United States» that were inspired by ISIS.
WAR SEC HEGSETH ISSUES STATEMENT AFTER TWO US SOLDIERS KILLED IN SYRIA ARE IDENTIFIED

President Donald Trump salutes as he observes the return of the remains of two Iowa National Guard members and a translator killed in an attack in Syria during a ceremony at Dover Air Force Base in Delaware on Dec. 17, 2025. ( ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP via Getty Images)
«We will not relent,» CENTCOM Commander Adm. Brad Cooper said in a statement. «We are steadfast in commitment to working with regional partners to root out the ISIS threat posed to U.S. and regional security.»
«Continuing to hunt down terrorist operatives, eliminate ISIS networks, and work with partners to prevent an ISIS resurgence makes America, the region, and the world safer,» Cooper added.
US LAUNCHES ‘VENGEANCE’ ATTACK ON ISIS TARGETS AFTER NATIONAL GUARD SOLDIERS KILLED
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Two Iowa Army National Guard soldiers and a civilian interpreter were killed earlier this month in Syria. The soldiers were later identified as Sgt. Edgar Brian Torres-Tovar, 25, of Des Moines, Iowa, and Sgt. William Nathaniel Howard, 29, of Marshalltown, Iowa. The interpreter was Ayad Mansoor Sakat, 54.
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