POLITICA
Las amenazas incumplibles de Javier Milei: ¿perro que ladra no muerde?

Artículo publicado originalmente en TN
El Congreso escapó casi por completo del control oficialista. Un problema que, dado que el presidente Javier Milei tiene bancadas ínfimas, descuidó a sus aliados, allí y en todos lados, y corren tiempos electorales, no debe asombrar a nadie.
Tampoco sorprende que tenga cierta responsabilidad en este asunto la habitual mala praxis del Gobierno. Además del destrato hacia todos los que lo ayudaron el año pasado a aprobar sus proyectos y frenar los contrarios, pesó la casi nula agenda propia que propuso para este período de sesiones, a la espera de tiempos mejores, y la subestimación de la que sí fueron armando las demás bancadas.
Porque tal vez en el Ejecutivo pensaron que, si presentaban, por caso, un proyecto de reforma tributaria, para aprobarlo tendrían que hacer concesiones fiscalmente onerosas a las bancadas conciliadoras y moderadas, y prefirieron esperar a que estas fueran más débiles, después de las elecciones de octubre.
Pero lo que consiguieron fue que esas bancadas buscaran hacerse de esas banderas, frente a intereses que desean representar, aliándose con el kirchnerismo, que lo que quiere representar es la escena de un oficialismo aislado, cada vez más débil y pronto fracasado, y logró así dar unos cuantos pasos adelante para conseguirlo.
Como sea, llegamos a esta curiosa situación en que un presidente de la Cámara Baja tiene que mantener la sonrisa y los buenos modales mientras le meten 12 veces la pelota en el arco. En todos los casos, con 2/3 de los votos o guarismos parecidos, así que sabiendo que le resultará muy difícil sacarla de ahí. Si hubiera pasado en el Senado, teníamos seguro a Lilia Lemoine a los gritos denunciando a la “traidora”.
Pero no. No hubo ni un solo reproche a Martín Menem. En reconocimiento a que el problema venía de antes y de más arriba, y que no tenía sentido tomárselas con el intermediario.
Lo que sí hubo fue una feroz cadena del Presidente con la que adelantó que va a judicializarlo y vetarlo todo y emitir decretos, presentar proyectos y hacer todo lo que esté a su alcance o no esté a su alcance, pero hacerlo igual para que nunca más a los legisladores se les ocurra jugar con el equilibrio fiscal. ¿Qué hay detrás de todo este arrebato de indignación, gesticulación o paso al acto?
Hasta acá los libertarios, cada vez que sufrieron trastazos en el Congreso, culpa de una oposición endurecida, o de sus propias torpezas, ladró, pero no mordió.
Lo hizo cuando fracasó en la letra chica de la primera Ley Bases: Milei retiró el proyecto, rechazó las negociaciones y adelantó que desde entonces gobernaría por decreto, porque el Congreso había demostrado ser una cueva de degenerados con la que no valía la pena perder tiempo; a continuación, hizo todo lo contrario, volvió a presentar el proyecto, sacrificando los asuntos en que había encontrado más resistencias, y consiguió que se lo aprobaran.
Lo hizo también cuando los opositores lograron ponerse de acuerdo en proyectos de ley que no le convenían. Despotricó contra todo el mundo, y amenazó y denostó sobre todo a los tibios, porque supuestamente disfrazaban su intención de destruir a su gobierno, algo que al menos el kirchnerismo hacía abiertamente. Pero luego fue a buscar a gobernadores tibios para ofrecerles un acuerdo mutuamente conveniente, cediendo recursos del Tesoro Nacional (ATN) u obra pública para que sus legisladores evitaran que los proyectos en cuestión se aprobaran. Y en general, lo consiguió.
La primera pregunta que hay que hacerse, entonces, es por qué no siguió aplicando este método, y permitió que los gobernadores, todos ellos, se fueran alejando de esos acuerdos que el año pasado demostraron ser tan útiles para contener demandas.
La primera razón es electoral. Milei necesita polarizar la competencia contra todas las demás fuerzas para hacer crecer su representación, tanto territorial como en el Congreso nacional. Y lo hizo, aun al precio de cortar puentes que había ido tendiendo para hacerse de aliados. Tal vez subestimando su capacidad de reacción.
Así actuó, para empezar, con muchos gobernadores, como se puede observar en el caso de Misiones: Carlos Rovira, el caudillo del distrito, fue uno de los más solícitos en ayudarlo a hacer pasar proyectos por el Senado, o a detener proyectos kirchneristas; y recibió más ATN que nadie por el trabajo, hasta que en las elecciones de junio pasado La Libertad Avanza (LLA) se presentó y se convirtió en su mayor competidor local. No es casual que, un mes antes, en el último trámite legislativo en que ayudó al Presidente, el de hacer naufragar Ficha Limpia, Rovira expusiera el juego, “confesando” que había recibido una llamada de Casa Rosada.
Moraleja: no se puede tener todo, Javier, o recopilás votos o recopilás aliados, las dos cosas no se te van a dar tan fácil.
Pero la segunda razón es fiscal y económica, y tal vez más importante en términos estratégicos. Milei parece haber concluido, después de su primer año de negociaciones con el Congreso, que conseguir que algunos legisladores cooperen con él, por coincidir con sus objetivos o por contraprestaciones pecuniarias, no importa cuál sea el motivo, no es tan difícil. Y que el recurso que más necesita y le resulta más difícil conseguir es otro: tiempo.
Tiempo para que la desinflación haga su trabajo y se normalice un cuadro de estabilidad. Tiempo para que el control de las cuentas públicas no esté tan agarrado con alfileres. Tiempo, sobre todo, para que la economía crezca y más gente reciba beneficios por el éxito del programa. De todo eso depende que el consenso social y su base política se consoliden. Así que le conviene patear para adelante todos los problemas que no sean impostergables. Porque después, cree, le va a resultar más fácil resolverlos.
Dado esta premisa, se entiende no haya presentado ninguna reforma estructural para este año de sesiones, que esté prefiriendo perder aliados que plata, y que a cualquier conflicto que se escape de control lo busque neutralizar con vetos, amenazas de judicialización y obstáculos de cualquier otra naturaleza que tenga a mano.
Vistas, así las cosas, no es tanto que ladre, pero no muerda. Porque cuando puede y le conviene, muerde. Pero hasta ahora al menos se conforma con los tobillos de los adversarios para entorpecer su marcha.
El problema es que va a tener que morder mucho más de lo esperado en las próximas semanas. Porque subestimó la capacidad de los demás de ponerse de acuerdo y avanzar.
¿Se atreverá a cruzar líneas rojas de mínimo respeto a la división de poderes?, ¿querrá ignorar al Congreso si este insiste con 2/3 de los votos y anula sus vetos? ¿Cómo reaccionará si los jueces rechazan su pretensión de judicializar un conflicto entre poderes que no tiene muchas vueltas y en el que lleva todas las de perder? ¿También ignorará sus fallos? ¿En serio piensa que con un decreto podría impedir que los legisladores voten de ahora en más proyectos que afecten el equilibrio fiscal, cuando hay leyes al respecto y nunca nadie se molestó en cumplirlas? Es capaz de intentar algunas de estas cosas, no quedarse en los ladridos de estos días, sino morder más tobillos. Pero ojalá, si lo hiciera, no espere que esa sea la solución para sus problemas. Porque no va a funcionarle. Habrá vuelto realidad que, como dicen sus adversarios, es una amenaza para la república, y encima será una bastante inefectiva. Peor suerte no podría tocarle, justo en medio de una vital campaña electoral.
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POLITICA
Qué espera el PJ para CABA y PBA: la clave del 7 de septiembre y la apuesta a consolidar el segundo lugar

Las elecciones en la provincia y la ciudad de Buenos Aires en octubre serán una parada muy difícil para Fuerza Patria, que logró un acuerdo de unidad para contener a todos los sectores del esquema político y decidió enfrentar la elección con dos candidatos que no estaban en el radar de la mayoría de los dirigentes del peronismo. Dos nombres propios que se definieron en las mesas chicas de la negociación.
El concepto que más se repite en el PJ Bonaerense es que la elección del 26 octubre depende, en gran proporción, de lo que suceda el 7 de septiembre, cuando se lleven a cabo las elecciones provinciales. Si en la primera se encuentran con una derrota, la posibilidad de ser competitivos en un mes y medio después es nula.
En cambio, si ganan en la provincia, quedarán mejor parados en una elección de medio término nacional, donde es probable que haya un aumento en la cantidad de electores debido al reconocimiento de lo que se elige. “El efecto de septiembre va a ser determinante. Si el poder territorial del peronismo logra ganarle al gobierno en septiembre, se pone competitivo para octubre”, analizó un diputado nacional.
En el peronismo entienden que la de septiembre será una elección con poca participación de la gente, motivo por el cual el control territorial de los intendentes va a tener peso específico. La maquinaria peronista tiene que aceitarse para afrontar una elección que todos advierten complicada y que será determinante para saber cuál es la capacidad de competencia que tienen para octubre.
Como cada elección, en la dirigencia hay dudas sobre cómo se comportarán los intendentes. En los comicios provinciales la boleta papel tradicional les da la posibilidad de jugar con el corte y repartir la municipal para asegurarse que no haya un arrastre negativo. En la nacional, en cambio, si quisieran hacerlo, no pueden. La boleta única papel se los impide.
Las suspicacias sobre el comportamiento de los intendentes es un clásico de las elecciones. La dirigencia que compite siempre los mira de reojo. Confían en algunos. En otros, no. Hay dudas infundadas que se instalan como parte de los sinuosos caminos que tuvo la historia de los jefes comunales en el territorio.
En el kicillofismo aseguran que los intendentes se están moviendo con determinación para poder cautivar al electorado y convencer a la gente de ir a votar. Se encuentran, como sabían de antemano, con un parte del electorado que está desmotivada o que no conoce bien qué es lo que se vota en los comicios provinciales.
“Está muy difícil la campaña. Hay lugares de la Primera que no están sufriendo tanto la crisis como la Tercera. Eso se va a notar en el momento de la votación”, aseguró un intendente, que hila los posibles resultados de septiembre con octubre, y advierte que, a medida que pasan los días, si el Gobierno mantiene el dólar y los precios estables, comenzará a crecer una ola violeta que se esparza por todo el país.
Son percepciones creadas sobre las recorridas y las encuestas, que no siempre son certeras. Tal vez haya miradas menos pesimistas, que adviertan una lucha, mano a mano, con los libertarios en las dos elecciones de la provincia de Buenos Aires. Ven al peronismo desordenado, agrietado.
“Hay una situación económica que les hizo perder el encanto. Una cosa son las redes, otra es la elección”, sostuvo una legisladora provincial que está inmiscuida en la campaña provincial y que está convencida de que el peronismo tiene capacidad de dar pelea. “Si ganamos en septiembre, tomamos envión y evitamos que nos caguen a trompadas en octubre”, se sinceró un intendente del conurbano.
En lo que respecta a la elección porteña, la lectura es más lineal. El peronismo apunta todos sus cañones a quedarse con el segundo lugar y que ingrese al Congreso Mariano Recalde, como senador por la minoría. Esa perspectiva se mimetiza bastante con la realidad.
En los hechos, el PJ sabe que no puede enfrentar mano a mano a la opción libertaria, pero también tiene en claro que todas las opciones opositoras no tienen capacidad de competir para poder meter un legislador. Son, a priori, candidaturas testimoniales de dirigentes que no tiene una estructura política detrás. La única que capacidad real de crecer es la del radical Facundo Manes.
Patria Bullrich no debería tener problema para quedarse con el primer lugar, mientras que Recalde renovaría su banca con un segundo lugar. Graciela Ocaña, Martín Paleo, Diego Guelar, Esteban Paulon y Marcela Campagnoli, además de las dos opciones de izquierda, corren muy de atrás para construir una opción competitiva. Manes, en cambio, tiene capacidad para instalarse como una opción de centro aunque será difícil que pelee el segundo lugar con el peronismo, que tiene un porcentaje de votos consolidado.
La presencia de Itaí Hagman en la boleta de diputados muestra a Juan Grabois como uno de los ganadores de la negociación interna del peronismo. Hagman tiene dos años más de mandato en la Cámara baja pero, como parte de un acuerdo del dirigente social con la cúpula de Fuerza Patria, se convirtió en la cabeza de lista porteña para dar la batalla de octubre.
El peronismo ve el crecimiento de una ola violeta de la cuál no tiene real dimensión. No sabe si será grande, si impactará de lleno en la provincia de Buenos Aires o si inundará gran parte del país. De lo que hay seguridad plena es que librarán una batalla electoral que no los tiene como favorito y de la cual pueden salir muy heridos.
POLITICA
La irónica propuesta laboral de Alberto Samid a María Eugenia Vidal tras el posteo de la diputada en LinkedIn

El empresario de la carne Alberto Samid le acercó una irónica propuesta laboral a la diputada nacional del Pro, María Eugenia Vidal, luego de que la exgobernadora bonaerense anunciara en un posteo en LinkedIn que, a partir del 10 de diciembre, se quedará sin su banca en el Congreso y planea volcarse al sector privado.
A través de un posteo en la red social X, el dueño de la cadena de carnicerías La Lonja deslizó: “María Eugenia, yo te ofrezco trabajo en mi carnicería del mercado de Morón. Para el puesto de cajera”. “Eso sí, te tenes que levantar todos los días a las siete de la mañana para venir”, la chicaneó a continuación.
Unas horas más tarde, Samid retiró la oferta a raíz de “referencias negativas” de usuarios sobre Vidal.
En reemplazo, puso a disposición un puesto de atención al cliente. “Dada a la infinidad de referencias negativas hacia María Eugenia Vidal para el puesto de ‘cajera’, me veo en la obligación de retirar dicho ofrecimiento”, escribió. E ironizó: “Igualmente le ofrezco el puesto de ‘atención al público’, sin acceso al dinero en caja”.
El candidato a diputado nacional de la Provincia por el Frente Patriota Federal cerró el planteo con el siguiente comentario: “Si decidís volver a vivir en tu casita de Morón -pasó su infancia y adolescencia allí antes de mudarse a la Capital-, podes venir a trabajar en bici y te ahorras el viático. Total estás a 15 cuadras”.
Después de negarse a formar parte de la alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y Propuesta Republicana (Pro) rumbo a las elecciones legislativas, Vidal comunicó en la red social profesional sus deseos de “reinventarse” en el plano laboral, con la mira puesta en el vencimiento de su mandato como diputada dentro de cuatros meses.
“Goberné, fui diputada, firmé y redacté leyes, tomé decisiones difíciles. Pero esta vez decidí no asumir ningún cargo porque elegí no ceder mis convicciones. Ya me pasó en 2019 cuando perdí la elección en la provincia de Buenos Aires. Eso significa que tengo que salir a buscar trabajo en el privado. Durante dos años (con pandemia incluida) di clases, trabajé para organismos internacionales, hice consultorías para el sector privado y asesoré a varias ONG, pero nunca trabajé en relación de dependencia dentro de una empresa», sostuvo.
Vidal se describió brevemente y afirmó que en su carrera política llegó el momento de hacer un cambio, aunque aclaró que es difícil hacerlo a los 51 años: “Tenés más experiencia, contactos y aprendizajes pero también más costumbres, mañas, certezas y una zona de confort que cuesta mucho dejar atrás”.
“Cuando uno hace política, pareciera que toda esa experiencia se pone en pausa. O en duda como si todo lo aprendido no fuera aplicable más allá del Estado”, aseveró la ex jefa provincial.
Acto seguido, planteó la duda sobre si existe un riesgo en que un empleador contrate a una persona que provenga de la política y, a su vez, si alguien con trayectoria en el Estado puede insertarse en el sector privado.
Vidal también enumeró los aprendizajes que le dejó su experiencia en el sector público y detalló: “Cuando toca armar equipos en vez de buscar 11 Messi lo mejor es buscar 11 buenas personas, idóneas y que tengan las ideas frescas; a la hora de destinar recursos muchas veces hay que elegir entre lo malo y lo horrible; siempre es mejor dar la cara cuando las cosas no salen; por más buenas ideas, lo importante es tener un método”.
Por último pidió a los usuarios recomendaciones y sugirió una pregunta: “Todo el tiempo pedimos que quienes se dedican a la política entiendan al sector privado, que no vivan toda la vida del Estado y sepan lo que es trabajar como cualquier empleado o emprendedor. ¿Cuando llega el momento estamos dispuestos a darles ese lugar?“.
planea volcarse al sector privado.,Vidal,Alberto Samid,María Eugenia Vidal,Conforme a,,Posteo en LinkedIn. Vidal anunció que volverá al sector privado: “El 10 de diciembre me quedo sin trabajo”,,»Acá no hay tibios». El duro mensaje de Montenegro a Vidal por oponerse al acuerdo entre Pro y LLA,,Meme. Cuál fue el irónico mensaje de Vidal en medio de la interna de Pro,Alberto Samid,,“Fin”. Una foto sobre el punto de cocción de la carne destapó una fuerte polémica,,»Es violencia». Fuerte repudio de Pro a los comentarios de Samid sobre María Eugenia Vidal,,En las redes. El cruce entre Alberto Samid y Migue Granados: “No me nombres más”
POLITICA
La Cámara de Diputados se prepara para una sesión clave: definirá si sostiene tres vetos de Javier Milei

La Cámara de Diputados realizará este miércoles una sesión clave, en la que volverán al recinto temas que tensan la relación entre el Congreso y el Poder Ejecutivo.
La convocatoria, fijada para el mediodía, incluye el tratamiento de los vetos del presidente Javier Milei a tres leyes ya sancionadas: el aumento de las jubilaciones, la prórroga de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad.
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Además, los legisladores abordarán iniciativas impulsadas por los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, para reforzar el financiamiento de las 24 jurisdicciones. Se espera un debate cruzado entre la disputa institucional con el Ejecutivo y las demandas de los mandatarios provinciales.
Qué votan los diputados
El eje central de la sesión será la discusión sobre los vetos presidenciales. El primero de ellos recayó sobre la ley que establecía un aumento del 7,2% para jubilaciones y pensiones, junto con la suba del bono extraordinario -de los $70.000 actuales a $110.000- y su actualización automática por inflación.
El segundo veto apuntó contra la prórroga de la moratoria previsional, vencida en marzo, que permitía a quienes no reunían 30 años de aportes completar los requisitos y acceder a una jubilación. Sin esa herramienta, el único camino disponible para quienes no alcanzan el piso de aportes es la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de la mínima.
El tercer veto frenó la ley de emergencia en discapacidad, que buscaba extender hasta 2027 un régimen de medidas para regularizar pagos atrasados, actualizar aranceles de prestadores, reforzar pensiones no contributivas y garantizar el cumplimiento del cupo laboral.
La exigencia de los dos tercios
Para que la oposición logre que el Congreso rechace los vetos presidenciales, necesita alcanzar una mayoría agravada de dos tercios en ambas cámaras. Esa condición ha sido, históricamente, difícil de reunir. Desde el retorno de la democracia en 1983, solo en 36 ocasiones se logró revertir un veto presidencial.
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Si la Cámara Baja rechaza el veto, será el Senado la última instancia que tendrá Milei para intentar blindar su decisión. En caso de no coseguirlo, la ley quedará vigente.
En su primer año y medio de mandato, Milei vetó seis leyes aprobadas por el Congreso y hasta ahora, ninguna de esas decisiones fue revertida. El cambio en el sentido del voto de legisladores aliados, su ausencia o su abstención fueron la clave para que el oficialismo pueda blindar el rechazo a leyes votadas por el Parlamento.
El rol de los gobernadores resuitó fundamental, pero algunos ya avisaron que esta vez no acompañarán.
Qué proyectos impulsan los gobernadores
El temario también contempla dos proyectos que cuentan con media sanción del Senado y que nacieron de los reclamos provinciales. Uno de ellos modifica la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), un fondo discrecional que las provincias reclaman hacer más equitativo. El otro introduce cambios en el impuesto a los combustibles líquidos, con impacto directo en los recursos coparticipables.
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Ambas iniciativas fueron trabajadas por los mandatarios provinciales como parte de una estrategia común para sostener la caja en un contexto de ajuste y caída de transferencias. El oficialismo ya anticipó su rechazo, lo que abre la puerta a un nuevo choque con la Casa Rosada.
Cada sesión en la que se discuten vetos presidenciales adquiere un peso simbólico que excede la votación puntual. El debate de este miércoles se dará, además, en un clima de tensión política. La oposición buscará mostrar cohesión en torno de los proyectos que considera prioritarios, mientras que el oficialismo intentará evitar una derrota parlamentaria en la previa de las elecciones.
Cámara de Diputados, Congreso de la Nación
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