POLITICA
Derrota inapelable con serias consecuencias

Sin atenuantes. Debieron pasar 352 días para que, al fin, el pleno del Senado tratara los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla enviados por el Poder Ejecutivo para integrar la Corte Suprema. Y después de más de una decena de horas de debate y duras críticas, el gobierno de Javier Milei sufrió una de las derrotas legislativas más resonantes (y probables) desde que asumió hace 16 meses.
El fracaso se magnifica ante los esfuerzos, coacciones y otras acciones menos nobles del oficialismo para tratar de sumar (o torcer) la voluntad de dos tercios de los senadores. Fueron maniobras que rodearon de incertidumbre hasta último momento la realización misma de la sesión y, por supuesto, su resultado.
Las reuniones previas en dependencias oficiales con senadores de varios espacios para evitar lo que al final ocurrió le impide ahora a los libertarios sostener la simulación de indiferencia que se intentó para minimizar el resultado, así como las acusaciones a quienes por abrumadora mayoría no le dieron acuerdo a los candidatos oficialistas.
También resalta la oposición transversal que el Presidente y su gestor principal en el tema, Santiago Caputo, consiguieron fraguar al unir en el voto a libertarios críticos, macristas, peronistas kirchneristas y no kirchneristas y radicales que en pocas cosas pueden y se animan a coincidir. Solo pueden arrogarse las sugestivas, pero insuficientes, fugas registradas en varias bancadas.
La demora en el tratamiento y el destino final de estos pliegos reflejan mucho más que las dificultades o la tozudez y la incapacidad del oficialismo para obtener el apoyo del número mínimo de los senadores para integrar el máximo tribunal.
Primero, se destaca que a lo largo de estos casi 12 meses estuvo bastante más cerca de lo lejos que quedó ayer de lograr la aprobación de, al menos, uno de los dos candidatos.
Durante ese período, el Gobierno no solo empeoró su posición inicial sino que, además, nunca articuló en público una argumentación sólida y una narrativa consistente en defensa de su intención y sus candidatos. En especial de Lijo, cuyos pergaminos estaban muy ajados y ahora lo están mucho más. Eso dice demasiado. No obstante, seguirá siendo juez federal, a pesar de todas las manchas que este proceso dejó expuestas sin posibilidad de blanqueo.
Sólo le puso cara, cuerpo y energía a las negociaciones y presiones en las sombras emprendidas por Caputo (el consejero), por los agentes de este, como el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, por el propio juez federal, por su principal mentor y esponsor, el juez y expresidente de la Corte Ricardo Lorenzetti, algunos espías de nota y ciertos empresarios. Eso ya dice mucho. Tanto del Presidente y su asesor como del frustrado aspirante.
Exhibió el Gobierno, por sobre todas las cosas, haber aprendido poco de los golpes acumulados en este año y cuatro meses que lleva de mandato a la hora de enviar al Congreso sus proyectos y pretender imponerlos. A cualquier costo.
Al final, la administración de Javier Milei consiguió, en contra de su propósito, que muchos senadores hicieran lo que eran reticentes a hacer por convicción o por falta de coraje. Es decir, rechazar al más cuestionado por la sociedad de los dos postulados, el juez federal Ariel Lijo, a quien le temían y le temen.
Lo han reconocido obscenamente varios legisladores ante numerosos periodistas y dirigentes sectoriales para justificar la dificultad que encontraban para votar en su contra y ser consecuentes con las convicciones que decían profesar y que entraban en contradicción evidente con la trayectoria, el currículum y el estilo de vida del magistrado.
La designación por decreto presidencial de Lijo y de García-Mansilla al borde de la finalización del receso parlamentario, o sea más que al límite de una interpretación ya de por sí forzada de la Constitución Nacional, fue el precipitador o la gran justificación para que se rechazaran los pliegos, aún cuando la trayectoria de los dos postulados ofrecían notables diferencias. Lo destacó el libertario disidente Francisco Paoltroni.
La derrota del Gobierno y, en particular, del Presidente y de su súper asesor es solo el final de un proceso que nunca consiguió explicar por qué se empecinó en iniciar y continuar cuando todo le decía que tenía demasiada probabilidad de terminar mal. Y no es la primera ocasión en la que adopta ese temperamento tan poco exitoso.
Un año y medio atrás, o, mejor dicho, antes de la elección presidencial habría sido inimaginable (o suicida) que alguno de los principales candidatos anunciara durante la campaña que si llegaba a la Presidencia propondría para integrar la Corte a Lijo. De hecho, nadie lo hizo. Ni siquiera Milei. Y eso que no se privó de hacer promesas que entonces (aún más que ahora) se consideraban políticamente incorrectos.
Ahora, antes que cerrarse se abren nuevas y mayores preguntas que las que ya había cuando Milei y Caputo se obstinaron por sostener la continuidad de una postulación inviable y llevarla al borde de la ilegalidad. Y mucho más allá de la legitimidad.
En primer lugar, lo que queda en cuestión es qué pasará con García-Mansilla y con las decisiones de la Corte Suprema si una vez más el jurista no hace honor a su palabra y decide seguir allí hasta que termine el actual período legislativo o empiece uno nuevo (otra circunstancia de tiempo que está también en discusión). Esta tal vez sea la incógnita más relevante por la inseguridad jurídica que genera. Los fallos del máximo tribunal con su voto, que ya ha emitido en numerosas causas, quedarán observados.
Desde el entorno de García-Mansilla dejaron trascender que en lo inmediato no renunciará y que “como asumió una responsabilidad institucional hará una presentación formal para consultar con sus colegas de la Corte en qué estatus queda su investidura como juez”.
Lo singular de la situación del jurista García-Mansilla es que comenzó el proceso de su postulación con una consideración sobre su persona y su condición profesional muy superior de la que emergió, más después de la sesión de ayer.
Las principales objeciones a su candidatura estaban concentradas en cuestiones político-ideológicas, no sobre su idoneidad o integridad, sobre las que había una mayoría de opiniones positivas.
Por eso, muchos no entienden por qué aceptó jurar ante la Corte en comisión por decreto presidencial luego de haber respondido a una pregunta hipotética que no vería con agrado asumir en esas condiciones, citando lo ocurrido cuando Mauricio Macri hizo lo propio en 2015 con Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
Sobre esto se pararon los senadores que justificaron en sus intervenciones la razón por la que votarían en su contra. Lo resumió con mordacidad la presidenta de la Comisión de Acuerdos, la senadora larretista Guadalupe Tagliaferri, al preguntarse: “¿García Mansilla nos mintió o es manipulable por el Poder Ejecutivo y por eso asumió? En cualquier caso, se demuestra la falta de idoneidad.”
Sobre eso abundaron los legisladores que lo objetaron y varios de los que rescataron sus cualidades para llegar a la Corte no encontraron argumentos contundentes para salvarlo de ese cuestionamiento y de la inconsecuencia de su palabra.
La designación en comisión por decreto fue, por otra parte, el atajo brindado por el Gobierno el que le facilitó a varios senadores justificar el rechazo a los dos postulados sin expresarse deliberadamente sobre Lijo, el más objetado de los dos.
Lo dijo expresamente, el radical Martín Lousteau: “No es contra los pliegos, sino contra el mecanismo adoptado. Y para que García-Mansilla se vaya a su casa”.
Fue un favor explícito a su principal soporte partidario, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, y hacia quien, a su vez, esponsorea a este, el empresario del juego y operador judicial Daniel Angelici, quienes desde hace demasiado tiempo mantienen relaciones demasiado estrechas con el juez federal y su entorno.
La sesión del Senado no solo dejó golpeado al Gobierno y al Presidente, que vienen sufriendo daños severos en el último bimestre en dos de los atributos principales que llevaron a Milei a la presidencia: la autenticidad y la autoridad.
La autenticidad está vinculada a su diferenciación de “la casta corrupta e incapaz”, resumida en la frase de sus seguidores: “Javier es así. Como se lo ve. No miente ni esconde, como los demás. Es distinto”.
Pero nadie lo alejó más de tal premisa y la acercó más a “la casta” que la postulación y el sostenimiento obcecado de Lijo, así como la forzada interpretación de la Constitución para nombrarlo a él y a García-Mansilla por decreto, contra el espíritu de elementales principios republicanos.
En tanto, la autoridad fue dañada por dos vías. Primero, por la incapacidad para llevar a cabo sus propósitos, con el rechazo y el desafío que le imprimieron senadores que llegaron por su espacio o aliados que se desgañitan por ayudarlo. Ya sea por convencimiento, como el cordobés Luis Juez, de Pro; o por conveniencia explícita, como los radicales Eduardo Vischi, de Corrientes, y Víctor Zimmerman, de Chaco, cuya palabra había sido empeñada en la Casa Rosada sin garantía de rescate. Los aportes y préstamos para pagar sueldos, jubilaciones u obras pueden costar caro y tener efectos efímeros.
En segundo lugar, el daño al atributo de autoridad provino de la falta de consistencia de sus propuestas y de conocimiento de las dinámicas parlamentarias que se suman a los tropiezos en el ámbito preciso del autoproclamado saber de Milei, en materia económico-financiero. El Criptogate abrió la primera grieta en el blindaje del que gozaba en esta temática y en el plano de la ética (o la honorabilidad).
El debate también volvió a desnudar miserias de casi toda la dirigencia política. Los discursos no se agotaron en las referencias a Lijo y García-Mansilla ni en la hipercuestionada designación por decreto.
Abundaron las acusaciones cruzadas por intentos o casos concretos de manipulación de magistrados, por la violación de la independencia de poderes, por la politización de la Justicia y la judicialización de la política y hasta por la utilización de jueces amigos contras adversarios políticos.
Ese cruce a cielo abierto tan poco edificante como esclarecedor, no impidió que una mayoría de senadores defendiera la seguridad jurídica como argumento para justificar el rechazo de los pliegos fundamentalmente por haber sido designados jueces de la Corte en comisión por decreto presidencial.
El impacto que esa inseguridad tendría en la economía fue uno de los argumentos que utilizó la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti. Toda una paradoja dada la saga de casos multimillonarios que se dirimen en tribunales internacionales por decisiones políticas adoptadas durante el kirchnerismo sin reparar en limitaciones contractuales o jurídicas. Todo puede cambiar.
Al final la votación fue contundente: los dos tercios se reunieron para no darle acuerdo a Lijo y García-Mansilla. Exactamente lo opuesto a lo que soñó el Gobierno.
Podría ser una buena noticia para la institucionalidad, dadas las mayoritarias objeciones con las que llegó Lijo o la forma en la que se animó a asumir en el máximo tribunal García-Mansilla, contra la que había dicho que haría ante el Senado.
Sin embargo, quedan demasiados interrogantes abiertos y un gobierno nuevamente dañado cuando la estabilidad escasea. En el país y en el mundo. Una derrota inapelable y con serias consecuencias.
POLITICA
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad prepara un índice para actualizar las indemnizaciones por despido

Tras fijar un criterio para actualizar las sentencias en los juicios por accidentes laborales, ahora el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad trabaja en sentencias donde fijará el índice para ajustar las indemnizaciones y las multas en los casos por despido de los trabajadores.
Con estos nuevos parámetros, el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad, que se transformó en la máxima autoridad de apelación ante los casos laborales, civiles, comerciales y penales de la Justicia nacional, establece un horizonte de previsibilidad que contrasta con la dispersión que existía hasta ahora en las sentencias laborales.
Se trata de un asunto espinoso que viene enfrentado a los camaristas laborales nacionales con la Corte Suprema de la Nación, que exige a la justicia laboral fijar ajustes razonables y proporcionados después de numerosos casos de intereses exorbitantes, que el máximo tribunal anuló.
De hecho, en la Cámara Laboral, controlada en parte por el poder sindical y con algunos camaristas afines al peronismo, hay criterios disimiles de ajuste para las indemnizaciones.
Buena parte de las salas aplica un coeficiente de ajuste basado en el Índice de Precios del Consumidor (IPC) más un 3 por ciento. Excepto la Sala 10, que aplica un ajuste solo por IPC, y la Sala 8, que aplica el CER. Ahora, la Cámara Laboral dijo que desde 2024 hay que aplicar la tasa activa del Banco Nación.
Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia en el caso Levinas, que estableció que la “Corte porteña” es la que revisará todos los casos nacionales, el Superior Tribunal de Justicia porteño se organizó para enfrentar esta tarea.
Inauguró un nuevo edificio frente al Obelisco, con oficinas para tramitar los miles de causas que ingresaron, y comenzó a trabajar en casos señeros que fijen criterios para adelante.
Ahora trabaja en un criterio único para ajustar las indemnizaciones y multas en el millar de causas laborales que tiene a estudio. Con el fallo del TSJ se acabará la dispersión, esperan.
Los jueces están unificando criterios y buscan llegar a un fallo que sea lo más contundente posible, de preferencia unánime, o casi unánime, para fortalecer la decisión del tribunal que va a marcar un tope para el cálculo de las indemnizaciones.
Pero aun hay miradas que no convergen del todo. En efecto, hay tres posiciones de mínima. La primera, aplicar el criterio del IPC más el 3 por ciento. La segunda, aplicar como índice la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), como ya ocurrió con los juicios por accidentes de trabajo. La tercera es establecer una especie de índice con un piso y un techo teniendo en cuenta un 3 por ciento más o menos sobre IPC.
El criterio del IPC mas el 3 por ciento es el establecido en el artículo 276 del DNU 70/23, norma fundacional del gobierno de Javier Milei dictada a días de asumir, hace dos años, y frenada por la Justicia Laboral. Allí se establece que las actualizaciones o la aplicación de intereses en ningún caso podrá ser superior a la que resulte de calcular el capital histórico actualizado por el IPC con más una tasa de interés pura del 3% anual.
El capítulo laboral de este DNU fue declarado inconstitucional y no se aplica. La Corte Suprema de Justicia no se pronunció aún. No obstante, ese mismo criterio es el que introdujo ahora el Gobierno en el proyecto de ley de reforma laboral que se discutirá en la sesiones extraordinarias del Congreso, la segunda quincena de diciembre.
Allí se establece que para reducir la “discrecionalidad” de los jueces se fijará un único cálculo, actualizado por el IPC con más una tasa de interés pura del 3% anual. Además, se prohíbe por ley que se devenguen intereses sobre los intereses, llamado anatocismo, como sucedía con algunos fallos de la Cámara Laboral, que fueron anulados por la Corte Suprema de Justicia, este año, con fuertes críticas a los camaristas laborales.
La intervención del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad es vista por los empresarios como un bálsamo ante la incertidumbre de los fallos de la justicia nacional. El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, tras la sentencia de esta semana donde el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad puso tope a los actualizaciones en casos de accidentes laborales, dijo: “Este fallo le pone un freno claro y directo a las mafias de los juicios laborales”.
“Es un paso clave para terminar con la industria del juicio, que destruye el empleo y lo precariza, espanta la inversión y se convierte en una trampa para el que produce y el que trabaja”, mencionó. Agregó que la ciudad de Buenos Aires “necesita reglas claras, seguridad jurídica y sentido común”, y levantó la apuesta con un tema resistido por los jueces nacionales: “Para eso es importante avanzar en la transferencia de las competencias judiciales a la Ciudad”.
El exministro y ahora empresario Guillermo Dietrich, cercano a Mauricio Macri, festejó la sentencia: “La principal reforma laboral necesaria es evitar la industria del juicio que se apoya en la discrecionalidad de las indemnizaciones”.
“El sistema actual es una tragedia que no sólo funde empresas pequeñas y chicas sino que desincentiva completamente la creación de empleo y el crecimiento de proyectos de miles de emprendedores que no se animan a crecer. Es por acá”, celebró.
La semana pasada, la Corte porteña reafirmó que las indemnizaciones fijadas en los juicios por accidentes laborales deben actualizarse por el índice Ripte, en un caso sucedido antes de 2019. La decisión marca dos novedades trascendentes. Por un lado, ratifica que rige para los cálculos anteriores a 2019, no solo casos nuevos. Y también termina con la actualización por inflación, que había en el pasado generado cifras excesivas.
Además, el máximo tribunal porteño reafirmó su competencia establecida por la Corte Suprema de Justicia en el caso Levinas, como la máxima instancia de revisión de los casos de la justicia nacional, incluidos los laborales. El fallo recayó en el caso “Asociart SA Art S/queja por recurso de inconstitucionalidad denegado en Valdez Carlos Alberto C/Asociart SA Aseguradora De Riesgos Del Trabajo S/ Accidente”.
El caso comenzó cuando Carlos Valdez, un trabajador gráfico, maquinista de Gráfica Cortiñas, demandó a la ART por una enfermedad laboral por las tareas que desempeñaba cargando bultos de cartulina. El fallo lleva la firma de los jueces Inés Weinberg, Marcela De Langhe y Santiago Otamendi. El juez Luis Lozano fijó su posición en un voto aparte, coincidente, y hubo una disidencia de la jueza Alicia Ruiz.
El tribunal confirmó que el Ripte rige también para las causas anteriores a 2019, al revocar una sentencia dictada por la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que había declarado la inconstitucionalidad del artículo 7 de la ley 23.928 y permitido la actualización de las tasas de interés por inflación.
La aplicación de este criterio tuvo su inicio en el caso Boulanger c/ Provincia ART Seguros, en octubre pasado, cuando el Tribunal Superior validó el uso del Ripte por reflejar de manera más adecuada la evolución salarial. Con esta sentencia, el tribunal consolidó un cambio decisivo en la ciudad al establecer el modo de calcular las actualizaciones por intereses derivados en accidentes laborales.
Hernán Cappiello,Conforme a
POLITICA
Larreta, Santoro, Lospennato y la nueva Legislatura porteña: semana clave para definir quién controla un presupuesto millonario

Una vez superada la negociación del Presupuesto que aprobó la Legislatura porteña el viernes pasado, la discusión ahora está centrada en la definición de las autoridades que manejarán los bloques durante el período 2026 y el control administrativo de un presupuesto millonario, que este año fue de $159.694.456.793. Esta semana es clave para estas definiciones, que siguen con atención el PRO, el peronismo, La Libertad Avanza y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Así, lo que se decida estos días marcará el tono del trabajo legislativo del año que viene, donde el Parlamento porteño estrenará una nueva composición con figuras de peso como Horacio Rodríguez Larreta, Silvia Lospennato, que definió su futuro política en los últimos días, el peronista Leandro Santoro, y macristas con amplia experiencia parlamentaria como Waldo Wolff (en lugar de Hernán Lombardi) y Laura Alonso.
“La definición de la viceprimera es algo que está sucediendo ahora, Matías López (el actual) tiene todas las fichas por el apoyo interno, pero después hay un montón de fuerzas políticas que están empujando para meter al suyo. Está el ‘Tano’ (Daniel) Angelici, Jorge y Mauricio Macri, todas son fuerzas que van a intentar meter al suyo. Lo mismo los libertarios, que no sabemos si están tan convencidos de agarrar, porque vos agarrás ese lugar y después tenés que cumplir un montón de compromisos”, explicó a Infobae un dirigente del PRO que conoce al detalle la interna parlamentaria en la ciudad de Buenos Aires.

López (Vamos Juntos) es un dirigente muy cercano al ahora ministro de Interior, Diego Santilli, que lo convocó cuando era titular de Espacio Público porteño. En los principales despachos de Perú 160 arrecian las versiones y escenarios muy disímiles entre sí. Uno plantea que el PRO, que redujo su bloque de manera considerable, negociaría entregar la vicepresidencia por gobernabilidad al peronismo, que tendrá la primera fuerza tras el recambio, o a La Libertad Avanza.
“Al peronismo le va a quedar más cómodo la vicesegunda para poder posicionarse bien como oposición. Porque si vos agarrás la viceprimera, ¿cómo hacés para no cumplir con tu espacio? Te van a pedir de todo. Estos días hay mil reuniones, en distintos lugares, para ver todo esto», amplió a este medio otro dirigente macrista que trabaja en el Parlamento.
Este tipo de definiciones se entrecruzan con otras negociaciones que incluyen, por ejemplo, al futuro rol de Lospennato. En la tarde del miércoles se confirmó que presidirá el bloque de Vamos Juntos, en reemplazo de Darío Nieto. Cerca del legislador, y ante la consulta de Infobae, aseguraron que hasta el día martes nadie había hecho “ese planteo de manera oficial”. Sin embargo, desde el PRO, aseguran es un movimiento natural: “Es algo que se le había prometido en su momento”, indicaron.
“Lospennato será la nueva presidenta del bloque PRO en la Legislatura. Un liderazgo firme para representar a los porteños, cuidar lo que se hizo y funciona, y avanzar en los cambios que se necesitan. Una gran noticia para el PRO y para la Ciudad”, señaló a través de sus redes María Eugenia Vidal.
Otros escenarios que se analizan es que Nieto reemplace a López en la viceprimera o que el macrismo retenga el control, pero sin la Secretaría Administrativa, es decir, sin el manejo del dinero y los tiempos políticos. “Es un delirio, quién va a aceptar eso”, se preguntó un veterano dirigente con experiencia parlamentaria. Un rumor alimenta la discusión en este sentido: la propuesta de que Gimena Villafruela, que tuvo una activa participación como presidenta de la comisión de seguridad durante el tratamiento de ley de Servicio Penitenciario local, podría ser la viceprimera “porque aceptaría que le pongan el secretario administrativo”.
En los pasillos de la Legislatura aseguran que ese cargo clave sería para un hombre de Angelici: Cristian Gribaudo, el excandidato a presidente de Boca Juniors que impulsó el empresario del juego para sucederlo en el club xeneixe. Hasta ahora son todos trascendidos.
Por otro lado, tanto LLA como el peronismo también se encuentra en estado de deliberación constante. Estas designaciones, al igual que las presidencias de las comisiones, se negociaron durante el tratamiento del Presupuesto 2026, que cristalizó el pacto de “no agresión” con el PRO implícito en el acuerdo electoral para las últimas elecciones. “Vamos a acompañar a la persona que designe el Jefe de Gobierno”, señaló a Infobae un importante dirigente libertario.
Además de López, hasta hoy son autoridades también Matías Lammens como vicepresidente segundo, y Graciela Ocaña como vicepresidente tercera. Desde Unión por la Patria se muestran cautos. “Se está discutiendo, no podemos adelantar nada por que no hay nada definido”, indicaron desde el bloque que presidente Claudia Neira.

La nueva legislatura
En las elecciones de mayo, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires renovó las bancas de 30 legisladores, y se reestructuró la relación de fuerzas. El frente Es Ahora Buenos Aires, encabezado por Santoro, será la primera fuerza dentro del Parlamento con 20 bancas. Entre los integrantes, además, figuran Claudia Negri, Federico Mochi, Mariana González, Noemí Geminiani, Alejandro “pitu” Salvatierra, Bárbara Rossen, y Juan Pablo Modarelli, entre otros.
La Libertad Avanza, en tanto, pasará a estar integrado por 13 legisladores tras la gran elección que hizo la lista encabezada por el entonces vocero presidencial Manuel Adorni, que hoy ocupa la jefatura de Gabinete y será reemplazado por Marcelo Erns. Los electos que llegan a la Legislatura o renovaron su banca son Solana Pelayo, Nicolás Pakgojz, Andrea Freguía, Juan Pablo Arenaza, Lucía Montenegro, Leonardo Seifert, Rebeca Fleitas, Karina Kienast, Ignacio Fernández y Diego Vartabedian.
Este crecimiento posiciona a LLA como la segunda fuerza legislativa en CABA y desplaza al PRO del lugar que ocupó durante años, que sufrió su mayor retroceso histórico, cayendo a 11 bancas. Como se dijo, estará integrado por Lospennato, Wolff, Alonso, Darío Nieto (reelecto), Matías López y Rocío Figueroa, entre otros.
Una actor de peso será Rodríguez Larreta, que obtuvo tres bancas para su fuerza, Volvamos Buenos Aires, tras competir por fuera del PRO. Junto a él, ingresan al cuerpo legislativo la exsenadora Guadalupe Tagliaferri y Emmanuel Ferrario (reelecto). Pero alcanzaría a cinco si se suman los aliados de Confianza Pública.
El Frente de Izquierda, encabezado por Vanina Biasi, logró una banca nueva y mantuvo la de Andrea D’Atri, mientras que el bloque de UCR-Evolución, que tenía ocho bancas, no logró renovar las tres que arriesgaba, por lo que pasará a tener cinco legisladores.
POLITICA
El sobrevuelo de los F-16 por Buenos Aires, desde la cabina de uno de los pilotos

El Gobierno presentó el sábado los primeros seis de los 24 aviones de combate F-16 adquiridos a Dinamarca, que realizaron un vuelo rasante sobre la ciudad de Buenos Aires a horas de la mañana.
Las imágenes más recientes del operativo, tomadas desde la cabina de uno de los pilotos, fueron difundidas este domingo por Forsvaret, la cuenta oficial del Ministerio de Defensa danés en la plataforma YouTube.
Las aeronaves, que despegaron de Córdoba, alcanzaron el área metropolitana en pocos minutos y fueron vistas desde la costanera y la avenida 9 de Julio, donde cientos de personas se congregaron para observar el trayecto de los cazas. Luego hicieron un nuevo pasaje sobre el Obelisco y continuaron hacia Retiro, mientras otros espectadores los fotografiaban desde distintos puntos de la ribera porteña.
Los F-16 volaron durante siete minutos a unos 700 km/h antes de regresar a Córdoba. Allí, el presidente Javier Milei encabezó el acto en el Área Material Río Cuarto, acompañado por Karina Milei; el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el ministro del Interior, Diego Santilli; y el jefe del Estado Mayor, Gustavo Javier Valverde.
Instantes antes de las 9, los cazas sobrevolaron de este a oeste el predio militar y realizaron un pasaje en formación frente a las autoridades. Poco después, seis aeronaves descendieron y se alinearon en la pista para su presentación formal. Milei saludó a los pilotos y destacó la importancia de la incorporación: definió a los F-16 como “los ángeles protectores” y “los nuevos custodios del espacio aéreo argentino”.
Tras la presentación oficial de la flota, el ministro de Defensa, Luis Petri, defendió la adquisición y respondió a las críticas de sectores que calificaron la compra como “chatarra”.

“No entienden absolutamente nada. Lo que hay que preguntar es qué hicieron ellos”, afirmó el funcionario, que dejará su cargo en los próximos días para asumir su banca en la Cámara de Diputados.
Petri sostuvo que las administraciones anteriores “no concretaron ninguna incorporación relevante” y aludió a los gobiernos kirchneristas para cuestionar lo que describió como un “tour de la defensa” sin resultados.
También señaló que existió un “destrato” hacia las Fuerzas Armadas y que la compra de los cazas constituye, a su criterio, “un acto concreto de ejercicio de soberanía” que permitirá reforzar el control del espacio aéreo.
La adquisición de los cazas se gestó durante los primeros meses de 2024, cuando el ahora legislador firmó en Buenos Aires una carta de intención con las autoridades danesas y, semanas después, viajó a Copenhague.

La operación contempla la compra de 24 aeronaves F-16 Fighting Falcon que pertenecían a la Real Fuerza Aérea de Dinamarca y que fueron modernizadas bajo el estándar MLU (Mid-Life Upgrade).
Según documentación oficial, la Argentina comprometió un gasto de US$301 millones, distribuido en cinco pagos anuales, que incluye no sólo los aviones sino también ocho motores adicionales, repuestos para los primeros cinco años de operación, sistemas de apoyo en tierra y cuatro simuladores de vuelo.
La transacción recibió la aprobación del gobierno de Estados Unidos, necesaria porque el modelo fue desarrollado por Lockheed Martin y pertenece al sistema de exportación militar norteamericano. Con esta compra, que el Ejecutivo definió como la incorporación militar más significativa desde 1983, la Fuerza Aérea recupera su capacidad supersónica luego del retiro de los Mirage y se encamina a reconstruir un escuadrón operativo estable.
los primeros seis de los 24 aviones de combate F-16 adquiridos a Dinamarca,, defendió la adquisición,la Argentina comprometió un gasto de US$301 millones,Argentina,Dinamarca,Buenos Aires,Conforme a,,“Tour de la Defensa”. Petri defendió la adquisición de los F-16 y les contestó a quienes dicen que el Gobierno compró “chatarra”,,Despliegue. Las mejores imágenes de los aviones F-16 en Buenos Aires y Córdoba,,Timing, oportunidad y el rol de EE.UU. El análisis que se hace desde Dinamarca de la venta de los F-16,Argentina,,Test de mercado. Caputo tendría asegurada una colocación de deuda en dólares exitosa,,Campaña «ilícita». Un fallo porteño ordena a una agencia de viajes que deje de promocionar las islas Malvinas como británicas,,No se repite hasta 2042. Llegó la superluna llena de diciembre: hasta cuándo se podrá ver desde Argentina
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