Connect with us

POLITICA

Desafiada por sus aliados, la Casa Rosada busca un pacto de gobernabilidad

Published

on



Las señales llegaron dispersas al corazón del poder, pero no pasaron inadvertidas. Se fueron acumulando a lo largo de las últimas semanas y llevaron a los estrategas libertarios a una conclusión: hay indicios de descomposición del laxo esquema de alianzas políticas que había generado el Gobierno, y ese proceso pone en riesgo la estabilidad en los meses de transición hasta la elección de octubre.

El oficialismo tiene muchos argumentos para proyectar un triunfo claro en las legislativas, pero para lograr ese objetivo necesita transitar los cuatro meses que le quedan sin grandes sobresaltos. Bueno, ahora intuye que le espera un camino más escarpado que el que tenía previsto.

Advertisement

La primera señal se activó en la sesión de Diputados del 4 de junio, cuando se aprobó una suba del 7,2% de las jubilaciones, un bono de $110.000 y una moratoria previsional. Lo que más preocupó a la Casa Rosada no fue la afectación fiscal que suponía el proyecto. A fin de cuentas, el año pasado ya se había sancionado una iniciativa similar, y otra para las universidades, y ambas fueron vetadas por Javier Milei.

Diputados: la oposición aprobó una suba del 7,2% de las jubilaciones y un bono de $110.000 mensuales. Martín MenemPrensa Senado

La alerta provino de la composición política que permitió la aprobación del proyecto principal: hubo 142 votos a favor, 67 rechazos, 19 abstenciones y 28 ausentes. A favor se expidieron los tres diputados de Tucumán que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, quien sin aviso previo pasó de jactarse de haber “ayudado a nuestro presidente a conseguir los logros macroeconómicos que hoy tiene la Argentina”, a advertir que Milei “no puede gobernar solo” y que, si la gestión libertaria no reacciona, habrá “un costo social muy importante” en el país.

Se sumaron dos diputadas salteñas del ubicuo Gustavo Sáenz y tres catamarqueños, incluida la esposa del gobernador Raúl Jalil. Además, cuatro integrantes de la UCR facilitaron el quórum y el resto del bloque de Rodrigo de Loredo se abstuvo, al igual que nueve legisladores de Pro, que siguieron la indicación de Mauricio Macri. Los misioneros de Carlos Rovira, todos ausentes, al igual que el radical con peluca Martín Arjol.

Advertisement

Un Waterloo para la saga de los “87 héroes” que el año pasado habían salvado al Gobierno de la ignominia del déficit fiscal. Ahora si se suman las abstenciones y los ausentes, la postura opositora está en condiciones de insistir frente al veto que ya prometió el Presidente cuando el Senado le termine de dar sanción definitiva al proyecto.

¿Qué pasó para que todos estos aliados se decidieran a emitir semejante carta documento al Gobierno?

Reunión de gobernadoresPrensa

El segundo aviso se configuró esta semana con la inédita reunión en el CFI de los “23 gobernadores y un jefe de gobierno”, como se llama el chat que comparten los mandatarios provinciales. Fue la primera vez que se sentaron juntos insospechados cofrades, como Sáenz y Rogelio Frigerio, y férreos adversarios, como Axel Kicillof y Sergio Ziliotto. Todos en la misma mesa con un ramillete de reclamos que debieron soportar, como si se tratara de un pelotón de fusilamiento, el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.

Advertisement

Los más dinámicos para impulsar el fogón federal fueron originalmente Ignacio Torres y Maximiliano Pullaro. Después en la reunión, las voces que guiaron el encuentro fueron las de los más experimentados: Ziliotto, Frigerio, Gerardo Zamora y Alfredo Cornejo.

Ignacio Torres en la reunión de Gobernadores de todos los campamentos políticas en la sede provisoria del Consejo Federal de Inversiones (CFI)Santiago Oroz

Se resolvió evitar pronunciamientos políticos y focalizar las demandas en tres ejes: una mayor distribución entre las provincias de los ATN, coparticipar el impuesto a los combustibles como está establecido por ley, y la eliminación de los fondos fiduciarios para que esas partidas sean administradas por cada gobernador. Los mandatarios tomaron los recaudos para no violar con sus planteos el principio del equilibrio fiscal, y están dispuestos a impulsar un proyecto de ley si no reciben una respuesta satisfactoria de la Casa Rosada. De hecho el viernes a última hora varios de ellos compartieron un zoom con senadores propios para avanzar con la iniciativa.

¿Qué ocurrió para que en pocas semanas los mansos se cansaran y decidieran unirse a los díscolos en sus planteos?

Advertisement

En ambos episodios parecieron confluir factores políticos y económicos. Los primeros están vinculados con las elecciones y la estrategia volátil del oficialismo. Muchos de los aliados vieron cómo eran desafiados en sus territorios por las huestes libertarias, sin una mínima coordinación.

De izquierda a derecha: el titular de ARCA, Juan Pazo; el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vicejefe del área, Lisandro Catalán

A eso se sumó que esos armados dejaron poco lugar para los que no eran puramente violetas, lo cual derivó en una pérdida de expectativas de poder ser parte del entramado oficialista. No hay lugar para todos, y tampoco una contención eficiente para evitar descontentos. Se expandió una mala fama de que el oficialismo es mal pagador de favores, un drama para una fuerza en minoría. Este cocktail impactó con potencia en la votación jubilatoria del Congreso.

Los económicos están vinculados con la merma en la distribución de partidas presupuestarias con las provincias, a partir de un fuerte descenso detectado en mayo en el nivel de recaudación. El frente de los gobernadores se terminó de conformar cuando recibieron un informe del CFI en el que se analizaba que “las transferencias automáticas caerían un 4,2% durante 2025, lo que representa una pérdida de casi $2.5 billones en moneda homogénea, equivalente al 0,3% del PIB”.

Advertisement

En los términos que expresan los mandatarios, “cambió la proyección de ingresos y esto nos dejó sin margen. En 2024 nos decían que aguantemos, pero este año la ecuación no mejoró”, señalan cerca de los más dialoguistas.

En el Gobierno leyeron todos estos indicadores de disgregación en su esquema de vínculos políticos. Una fuente cercana al poder central admite que el tema está siendo evaluado con preocupación: “Estamos teniendo un problema de interlocución que pone en riesgo la estabilidad política y el plan económico. Por eso empezamos a trabajar en un pacto de gobernabilidad hasta octubre, que incluye a gobernadores y legisladores. El paso inicial va a ser intentar blindar el veto del aumento a los jubilados”.

Abigail Dressel, de la embajada de Estados Unidos, junto con Santiago CaputoRodrigo Abd – AP

Esta estrategia tiene dos inconvenientes. El primero es que genera una fisura entre dos vértices del triángulo de hierro. Y el otro problema es que el tercer vértice no termina de dimensionar el riesgo.

Advertisement

El impulsor de ese pacto de gobernabilidad es Santiago Caputo, quien asume el rol de guardián de la gestión, pero choca con las huestes de Karina Milei, que tienen como meta principal la ampliación partidaria de La Libertad Avanza. El asesor habla con los gobernadores y les promete entendimientos que tengan un beneficio electoral para ellos.

Al mismo tiempo, de la usina de los Menem les plantan listas y candidatos, sin mirar si en el territorio gobierna una rival o un aliado. “No podés tratar igual a los amigos que a los enemigos. Si no tenemos plata para la campaña, debemos hacer política”, resumen cerca de Caputo, quien desde un principio propuso, sin éxito, la doctrina “lo importante para nosotros es la disputa nacional de octubre”, lo que implícitamente supone hacer concesiones a nivel provincial.

Karina Milei en el desfile de Claudio CosanoGerardo Viercovich –

Todo el círculo del asesor se cuida mucho de criticar a Karina porque sabe de sus implicancias, y apuntan sus dardos contra Lule y Martín Menem y Sebastián Pareja, sus traductores territoriales. Desde este sector, en cambio, sostienen que están frente a una oportunidad inigualable de consolidar la marca LLA en todo el país, que no tiene sentido compartir votos propios y que la única manera de garantizar gobernabilidad es con el armado violeta.

Advertisement

¿Y Milei qué dice? “Quizás no esté leyendo tan cerca el riesgo que implica que le insistan con el veto al proyecto de las jubilaciones”, señalan en el Gobierno, donde perciben que se puede producir una interpretación negativa en los mercados, y que eso genere una sensación de inestabilidad que impacte en el dólar y en la inflación antes de las elecciones.

Javier Milei con Sebastián Pareja en el acto realizado en La Plata

En todas las conversaciones entre empresarios y entre los principales actores financieros prima una mezcla de sorpresa e incertidumbre al intentar abordar el principal interrogante de los mercados: ¿por qué no terminan de confiar en el rumbo trazado por Milei, a pesar de que tomó la mayoría de las medidas que le reclamaban, desde el ajuste fiscal hasta la salida del cepo? ¿Por qué sigue a prueba un presidente que ha dado tantas muestras de liberalismo explícito?

Para algunos, la respuesta es técnica, y señalan la falta de acumulación de reservas, un tipo de cambio que consideran insostenible y el déficit de cuenta corriente, que esta semana el Gobierno terminó admitiendo.

Advertisement
Luis Caputo, ministro de economíaRicardo Pristupluk

La misión del FMI que estuvo esta semana en Buenos Aires se replegó con una mirada indulgente sobre los incumplimientos del acuerdo firmado hace dos meses. Asume que hasta las elecciones Milei y Luis Caputo mantendrán su prioridad en la baja de la inflación y no en la acumulación de dólares. En Wall Street circuló el dato de que hubo llamados al Gobierno con recordatorios explícitos, no sólo de parte del FMI sino también de la Secretaría del Tesoro norteamericano, antes de que Caputo anunciara las últimas medidas. En Economía lo desmienten. Igual el ministro les hizo un gesto esta semana con la compra de US$200 millones, un modo de decirles, me hago el indiferente, pero no los ignoro.

Otros, en cambio, apuntan más a una explicación política, y en este aspecto aparecen como indicadores clave la necesidad de un triunfo electoral claro de LLA y la obligación de sepultar cualquier resurrección de Cristina Kirchner. Es notable la resiliencia del fantasma kirchnerista entre los actores del mercado, aunque la expresidenta esté presa y sólo se concentre en defender la tercera sección electoral.

El jesuita Rodrigo Zarazaga acaba de publicar un interesante libro titulado Poverty shaping politics (La pobreza moldea la política), en el cual, además de hacer una profunda radiografía de las complejidades sociales del conurbano, se dedica a describir la dinámica de los punteros políticos. Y allí focaliza en un fenómeno que se ha venido profundizando en los últimos años: la flexibilidad ideológica de ese entramado tradicionalmente peronista.

Advertisement
El jesuita Rodrigo Zarazaga durante la presentación de su libroPilar Camacho –

“Los intendentes crearon una estructura territorial, que era la única opción para interactuar con esos lugares segregados. Pero ese modo de vinculación va más allá del partido político. Y eso quedó expuesto cuando los punteros peronistas demostraron que estaban dispuestos a trabajar para Cambiemos. Esos tipos se dieron cuenta de que podían cambiar los intendentes, pero lo que nunca les cambiaba era la gente con la que ellos intermediaban”, señala Zarazaga.

Y después complementa con una evaluación del presente, al señalar que “cuando como partido no podés ofrecer más que un Estado minimalista, perdiste la dimensión herética del peronismo. En el conurbano yo veo una erosión muy grande de todos los partidos, pero la novedad es que la identidad peronista ahora también está muy diluida”.

Sobre esa geografía se desarrolla en este momento una compulsa sangrienta dentro del peronismo. Las primeras conversaciones tendientes a unificar listas para las elecciones provinciales del 7 de septiembre entre el kirchnerismo y el sector de Kicillof parecieron empezar a encarrilar algo el rumbo. Sin embargo, esos diálogos contrastan con las desconfianzas que rigen todavía en ambos campamentos.

Advertisement
Mario Secco en la reunión del PJSantiago Oróz

“El escenario está muy enrarecido internamente. La conversación entre los sectores sólo tiene sentido porque no nos podemos desentender de la situación de Cristina y porque el Gobierno apunta a polarizar. Estamos tratando de llegar a una lista conjunta, pero no estamos hablando de un proceso de unidad”, señala un funcionario cercano del gobernador.

En ese campamento entienden que La Cámpora mantiene su actitud prepotente y que la muestra fue el operativo Máximo Kirchner candidato en la tercera sección electoral. “Si ya la autoproclamación de Cristina nos había hecho ruido, si insisten con lo de Máximo es ir a la ruptura”, argumentan.

En el kirchnerismo puro buscan que el espíritu dominante del armado responda al clamor “Cristina libre”, en el entendimiento de que Kicillof quedó arrinconado tras su detención y la movilización popular de la semana pasada. “Él no puede aspirar a una distribución equitativa de cargos, cuando quedó demostrado que tenemos más volumen, además de que Sergio (Massa) y Juan (Grabois) articulan con nosotros”, expresan en La Cámpora.

Advertisement
Vigilia en la casa de Cristina Kirchner en San José y Humberto Primo. Llegada de Máximo KirchnerRicardo Pristupluk

Para el martes está prevista una reunión del consejo del PJ y el sábado del congreso partidario. Para ese entonces debería haber alguna definición, ya que estarán a tres días del cierre de alianzas. De todos modos, será una definición formal; por abajo se está preparando un cruce de incierto desenlace entre intendentes kicillofistas y camporistas, que pronostica una elección de alto voltaje.

En la vereda de enfrente también se reactivó la campaña después de las dos semanas de centralidad cristinista. El disparador fue la presencia del propio Milei el jueves en La Plata, donde aprovechó para volcar un cargamento de calificativos agresivos sobre Kicillof. Según los estrategas libertarios, se trató de un desvío de la línea argumental que el propio presidente resolvió improvisar por su encono ideológico con el gobernador. “Nosotros vamos a trabajar con la idea kirchnerismo o libertad, como en la ciudad. En ese concepto de kirchnerismo entra Cristina, Máximo y Kicillof”, explican.

El Gobernador de l Provincia de Buenos Aires Axel kicillof en Mar del Plata. Entrega de móviles policiales. Mara Sosti

Sin embargo admiten que la detención de la expresidenta forzó un stand by en la campaña y a una reevaluación de las alternativas. Si era Cristina la candidata en la tercera sección crecía la idea de contrastarla con la postulación de un joven tuitero. Si su lugar lo ocupa Máximo, la premisa podría sobrevivir, pero si es otro referente, lo más probable es que vayan con alguien más clásico para pelear el territorio desde la marca LLA.

Advertisement

En el Gobierno dan por perdida la tercera sección, y por ganadas las seis del interior. Por eso su foco principal estará en la primera, porque una muy buena elección ahí le puede terminar dando no solo la mayor cantidad de bancas, sino también la mayoría de los votos. Los nombres que evalúan son los de Diego Valenzuela y Diego Santilli.

Salida de Cristian Ritondo, Diego Santilli y Sebastián Pareja de la reunión con Karina Milei en la Casa RosadaCamila Godoy

Pero los libertarios también tienen sus problemas. En la provincia la disputa entre las Fuerzas del Cielo y Pareja es frontal e indisimulable. Compiten hasta en los centros de estudiantes universitarios, donde unos promueven la agrupación ULLA (Universitarios de La Libertad Avanza) y otros Crear Más Libertad. Las diferencias son cada vez notorias y a esta altura es muy difícil que no queden heridas profundas con el cierre de listas.

En paralelo discurre la negociación entre los libertarios y Pro, que cada vez se acerca más a un proceso de absorción que de integración. Por ahora todo se encamina a una suerte de desgarramiento del partido amarillo, donde queden del lado oficialista Cristian Ritondo, Santilli y Guillermo Montenegro, más nueve intendentes (excluyen a quienes orbitan en el área de Jorge Macri: Soledad Martínez, de Vicente López; Pablo Petrecca, de Junín; Javier Martínez, de Pergamino; y María José Gentile, de 9 de Julio).

Advertisement
Cristian Ritondo se reunió con Soledad Martínez y otros intendentes de Pro

El resto del macrismo empieza a evaluar la posibilidad de revivir una especie de Juntos por el Cambio, con los radicales que también están quedando afuera del armado oficialista, y agrupaciones menores. Por afuera, quedaran emprendimientos alternativos, como el que lideran los hermanos Passaglia de San Nicolás, y los peronistas disidentes de Fernando Gray, Julio Zamora y Juan Zabaleta, a quienes se sumó Joaquín de la Torre.

Bienvenidos a la elección más sorprendente e impredecible que puede ofrecer la política argentina.



Advertisement
Advertisement

POLITICA

Fantasmas y luces rojas: en el Gobierno reconocen la dificultad de la elección bonaerense

Published

on



La máquina electoral libertaria, que irrumpió con tanta potencia en las PASO del 2023, enfrenta un test muy difícil en las elecciones desdobladas del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde se votarán legisladores y concejales. En el arranque de la campaña, los primeros sondeos e investigaciones que leen en la Casa Rosada aparecen luces rojas. Hoy no está tan claro que la fuerza de Javier Milei pueda salir airosa de la contienda bonaerense, la escala previa a los comicios nacionales de octubre.

El bajo interés de la ciudadanía en la elección bonaerense que exhiben las encuestas es el principal fantasma de la campaña electoral para Javier Milei: si hay baja participación (hoy se calcula en no más del 50% de los electores), pesará más el aparato territorial de los intendentes, que son los que tienen poder de movilización y los principales interesados en estas elecciones locales. “No es solamente que hay poco interés en participar, la gente ni siquiera sabe que tiene que ir a votar”, se alarmaba esta semana uno de los principales candidatos de las boletas libertarias.

Advertisement

A ese panorama se le suma la dificultad de los candidatos bajo perfil que encabezan las boletas violetas en la mayoría de las secciones electorales. A excepción del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela (cabeza de lista en la primera sección) y del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro (primer candidato seccional en la quinta sección), el resto de los postulantes no tiene un amplio nivel de conocimiento, ni aparato propio o capacidad de movilización.

Reunión Patricia Bullrich con Maximiliano Bondarenko a la que también asistió Sebastián Pareja en el Ministerio de SeguridadValeria Rotman

La preocupación que se palpa en la Casa Rosada y en los búnkeres libertarios dista mucho de la hipótesis que reinaba hace algunas semanas La Libertad Avanza, en la previa al armado de las listas: que alcanzaba con el violeta y con el apellido Milei para dar la pelea en el territorio históricamente gobernado por el peronismo.

Para definir la estrategia electoral, asoman varias dudas. No está tan claro si el encuadre de la campaña debe estar únicamente en “nacionalizar” la elección como se hizo, por ejemplo, en la campaña local en la Capital Federal en mayo, cuando el libertario Manuel Adorni se impuso sobre el PJ y sobre Pro con el eslogan “kirchnerismo o libertad”. “La pregunta es si se puede nacionalizar una elección que se va a territorializar, y que se celebra poco antes de que se defina la verdadera elección nacional”, resumió un colaborador que trabaja en la campaña bonaerense.

Advertisement

Hay, de todas formas, una convicción puesta en que es necesario enmarcar la disputa como una polarización con el kirchnerismo y con la gestión de Axel Kicillof. “En la Ciudad partíamos de otra investigación. Ahora no está tan claro que solo alcance con nacionalizar la elección. El marco narrativo debe estar puesto en el nivel de atraso de la provincia de Buenos Aires versus el futuro que propone Milei”, resumió un colaborador muy al tanto de la estrategia que se está diseñando en la mesa de campaña, en donde participa el estratega Santiago Caputo y los armadores que responden a Karina Milei, con Sebastián Pareja como “jefe de campaña”.

Los ejes de la seguridad y de la baja de impuestos para los sectores productivos serán parte de las consignas de los candidatos violetas.

El otro punto de debate es el rol que debe ocupar Javier Milei, el gran elector del oficialismo. Se palparon inquietudes esta semana con las idas y venidas en torno a la foto del Presidente con los cabeza de lista de las ocho secciones electorales. Originalmente, se había dicho que la foto se haría el miércoles, posiblemente en la Casa Rosada. Pero la puesta en escena se postergó. “No es fácil que Javier se involucre si no lo siente, si no conoce a los candidatos”, reconoció un colaborador de la Casa Rosada.

Advertisement
Kirchnerismo Nuna Más. Javier Milei. LLA.

Finalmente se apeló al factor sorpresa: el jueves, Milei hizo su primera bajada a La Matanza, en un descampado de Villa Celina, junto a Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (que será una de las principales protagonistas de la campaña), Sebastián Pareja y Cristian Ritondo (presidente de Pro bonaerense), además de los ocho cabeza de lista distritales.

La comitiva estuvo en el lugar poco más de veinte minutos. Alcanzó para que Milei saludara a algunos vecinos en el marco de un fuerte dispositivo de seguridad. Y para hacer la primera foto de campaña con la bandera “Kirchnerismo Nunca Más”, con la tipografía del informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) de 1984. La provocación suscitó una fuerte polémica por la utilización de un símbolo del retorno democrático con fines electoralistas. Pero en la Casa Rosada ni se inmutaron por la controversia. El objetivo de la mesa de campaña ahora es llamar la atención y agitar el avispero de la elección provincial.

Quedó pendiente, en tanto, la visita de Milei al nuevo centro de distribución de Mercado Libre en el Parque Logístico del Buen Ayre, en Tres de Febrero, el municipio comandado por Valenzuela. La idea era que el Presidente se mostrara allí con Marcos Galperín. “Hay que ver qué queremos transmitir con Milei inaugurando un galpón. Hay bajadas que no son aconsejables”, puso en duda un funcionario en Balcarce 50.

Advertisement

Se verá si el Presidente sigue poniendo el cuerpo a la campaña en el territorio o si espera un poco más, a que esté lanzada también la contienda nacional, luego del cierre de listas del 17 de agosto. A partir de ese día, hay tres semanas en las que la campaña bonaerense y al se solapan.

La otra clave de la elección pasará por instalar “la medida del éxito”. ¿Ganará la fuerza que sume más sufragios totales (“el voto popular”)? ¿La que se imponga en más secciones electorales? ¿O la opción que se haga de más bancas en la Legislatura bonaerense?

Si se mide por cantidad de secciones, los libertarios entienden que hay desafíos en varios distritos. Se sienten confiados en la primera sección electoral, que asoma como la batalla crucial de la elección. Con 4.988.779 de electores, es prácticamente tan populosa como la tercera y elige 8 senadores provinciales. Esa porción del territorio contiene al corredor de la zona norte y oeste del conurbano (Vicente López, San Isidro, Tigre, San Fernando y Tres de Febrero). Incluye distritos donde gobierna el peronismo como San Martín, José C. Paz, Merlo, Moreno y Morón. LLA también cree que podrá imponerse en la quinta sección de la mano de Montenegro, por el peso de Mar del Plata.

Advertisement

En la tercera sección electoral (el corazón del kirchnerismo, con municipios como La Matanza y Lomas de Zamora,) los libertarios saben que arrancan muy de atrás. Los primeros sondeos hablan de una ventaja considerable del PJ sobre LLA en el distrito más poblado de la provincia. Dicho de otro modo: para ganar el “voto popular” los libertarios deben compensar la preponderancia del kirchnerismo en la tercera.

Francisco Adorni, candidato de LLA en las elecciones legislativas de septiembre. 5_8_2025Hernan Zenteno –

La segunda, la cuarta y la séptima sección son, en tanto, un interrogante: aún no se sabe cómo impactará en el reparto del voto la “tercera vía” que encarnan las fuerzas Hechos y Somos, donde pesan las fuerzas localistas. La sexta sección tiene sus desafíos: si bien suele gravitar el votante de centroderecha, su cabecera, Bahía Blanca, está gobernada por el peronista Federico Susbielles, y hay dudas por el impacto del veto presidencial a la ley de emergencia en la ciudad, que buscaba volcar fondos luego de la inundación de marzo. En la octava sección, la de la ciudad de La Plata, los libertarios postularon a Francisco Adorni, hermano del vocero presidencial. Deberá darle pelea a las estructuras de Kicillof y del intendente peronista Julio Alak, con peso en la administración pública de la capital provincial.

“Hay que elegir dónde laburar la campaña y empujar nuestros techos”, señaló un colaborador de la Casa Rosada. Y agregó: “Si nos va mal en septiembre quizás nos ayude a movilizar a la opinión pública para octubre, que es la elección que verdaderamente nos importa”. De antemano, asoma la narrativa libertaria que habla de ganar siempre, aún perdiendo.

Advertisement

View this post on Instagram,A post shared by Diego Valenzuela (@dievalen),Maia Jastreblansky,Conforme a

Continue Reading

POLITICA

La debacle final del PRO, la poca atracción de la oferta moderada y un gobierno que busca oxígeno

Published

on



“Si con el presidente habíamos construido todas las políticas, ¿cómo hacíamos nosotros para decir que estaban mal?“, se preguntó en su momento José María Díaz Bancalari, el jefe del bloque peronista en Diputados y del PJ bonaerense. Días antes, octubre del 2005, los Duhalde habían intentado contener el avance del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires con la postulación de ”Chiche», con listas separadas, frente a una Cristina Kirchner que, en cabeza de la lista de senadores del Frente para la Victoria, ejecutaba la decisión compartida con el presidente Néstor Kirchner de abalanzarse sobre el peronismo provincial, apropiarse de los intendentes duhaldistas y adueñarse del liderazgo. “Parecíamos una pareja inseparable desde el punto de vista del bloque legislativo y el Ejecutivo, ¿cómo íbamos nosotros a explicarlo en la forma en que se había instalado la contienda electoral?“, insistió Díaz Bancalari, que secundó a ”Chiche» en la boleta y perdieron de manera categórica frente a la ex presidenta, por más de 20 puntos en el último bastión duhaldista. “El Mono”, histórico dirigente, fallecido en el verano del 2017, ventilaría además que el ex presidente Eduardo Duhalde se retiraría, tras la derrota, de la “política activa”.

Mauricio Macri, que siempre tuvo afecto por él, no quiso correr la misma suerte de Duhalde, al menos no en los papeles, mostró bandera blanca y cedió en la mesa de negociaciones la escritura de la casa matriz del PRO que, en el 2027, corre chances muy serias de cambiar de dueños por el acuerdo electoral que el ex presidente selló en los últimos días con Karina Milei para evitar un papelón aún mayor que haber sucumbido a la “posición dominante” de La Libertad Avanza en la confección de las listas que cierran el próximo domingo.

Advertisement

Veinte años después, Macri no quiso ser Duhalde, no logró disociar al electorado de la derecha y la centroderecha por el apoyo a libro cerrado de sus legisladores al plan de gobierno, y se resistió a ser derrotado en las urnas, a pesar de los consejeros internos que le proponían poner el cuerpo y postularse en octubre. Pero dejó al PRO al borde de la extinción, con su cúpula quebrada, los principales dirigentes desparramados en proyectos diferentes y sus exponentes en territorio bonaerense disfrazados de violeta para una campaña que, en ningún distrito, tendrá ni un solo atisbo amarillo. Diego Santilli, decididamente libertario, había jugueteado hace algunos meses con la franquicia de Los Ángeles Lakers de la NBA norteamericana que lleva ambos colores en su marca distintiva. El PRO resultó ser Villa Dálmine, el club del ascenso, full violeta, de la ciudad de Campana.

“No entiendo a Mauricio”, la escucharon en privado a María Eugenia Vidal, una de las más encumbradas dirigentes amarillas, de la primera hora, que hizo público su rechazo al acuerdo con el gobierno. Antes del cierre de alianzas de la semana pasada, la ex gobernadora telefoneó a Horacio Rodríguez Larreta para preguntarle si estaba dispuesto a armar una alternativa de centro en caso de que, como sucedió, La Libertad Avanza y el PRO terminaran por sellar un frente común. La mesa chica que alguna vez llevó al PRO a su era dorada se desarmó desde la derrota del 2019, y cada uno armó su propia mueblería. Cuando Macri intentó volver a armarla, en la previa de la elección de mayo que decretó el traspié partidario más duro de las últimas dos décadas, ya era tarde. Puertas adentro cargaron culpas contra el jefe de gobierno porteño, por la decisión de separar y adelantar la elección local, una definición que, a todas luces, resultó, cuanto menos, equivocada. “Sin esa elección, podríamos haber negociado un paquete más amplio. Jorge nos deschavó: el gobierno supo en mayo que valíamos solo 16 puntos en nuestra casa matriz”, reconoció un histórico dirigente. Según trascendió, a fines del año pasado, Cristian Ritondo conversó con Karina Milei sobre la posibilidad de repartir en mitades iguales las listas legislativas, pero fue desautorizado por el jefe porteño, que siempre vio a los Milei como una amenaza.

Jorge Macri, Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta

Esa noche, Mauricio y Jorge Macri discutieron feo. Semanas atrás, el ex presidente había intentado convencer a Larreta de declinar su candidatura que fue clave para la derrota del PRO. Después del triunfo de LLA, y de que el macrismo no lograra ganar ni una sola comuna por primera vez en veinte años, los primos se distanciaron, a tal punto que tuvo que intervenir Daniel Angelici, no solo como consigliere familiar, sino como coadministrador político de la gestión local frente a una suerte de amenaza de gobernabilidad desde la Legislatura, una situación inédita para un partido que se acostumbró en los últimos tiempos a legislar a los empujones. “El Tano” también trató de acercar posiciones entre el jefe de gobierno y Larreta, en al menos dos oportunidades, sin aparente éxito.

Advertisement

El ex presidente Macri, que hace algunas semanas se manifestó muy fastidioso por su cargo de jefe del PRO en una reunión federal del partido, había sido decisivo para que su primo Jorge se quedara con la Jefatura de Gobierno porteño en el 2023. Igual de influyente para erosionar primero a Rodríguez Larreta en la carrera presidencial de ese año y coquetear con Javier Milei mientras Patricia Bullrich intentaba darle sentido a una candidatura que se encaminaba a una segura derrota. Una catarata de pésimas decisiones, tan destacadas como la sucesión de aciertos que lo llevaron desde Boca a la capital y de allí a la Presidencia.

María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo - Adrian Escandar

En los primeros meses del año, mientras redoblaba sus críticas al programa económico y político del gobierno que acompañó de manera casi irrestricta desde el Parlamento, el ex presidente se mandó a medir, para analizar sí, a pesar de su rechazo, valía la pena postularse como último plan para resguardar al PRO de la debacle final. La consultora Isonomía, que hizo trabajos para los Macri durante años, midió a los principales dirigentes nacionales y concluyó que el expresidente registra un diferencial negativo del 33%, por debajo incluso de Cristina Kirchner. Hay que remontarse a principios del 2019, en la crisis del programa económico de Cambiemos, para cotejar números tan malos.

Patricia Bullrich, casi segura candidata a senadora, también se mandó a medir en una hipotética contienda electoral contra Macri. Según su entorno, el ex presidente solo arrojó 7 puntos de intención de voto en el distrito que gobernó, con un éxito arrollador y comprobable, durante ocho años.

Advertisement

Javier Milei inició la campaña con una foto en La Matanza

Desde el Pacto de Acassuso, Macri pasó por todos los estados. Intentó cogobernar, pidió lugares y acercó dirigentes y funcionarios, y auxilió al Gobierno desde el Parlamento hasta que entendió que los Milei planeaban absorber al PRO y ungir al Presidente como el único líder de la derecha y la centroderecha antes que avanzar sobre el kirchnerismo. Entonces se paró en la vereda de enfrente y tiró piedras hasta que cayó en la cuenta de que buena parte de la dirigencia que antes se referenciaba en él empezó a hacer su camino, y ya no tenía más escapatoria que aferrarse al proyecto de La Libertad Avanza como único mecanismo de supervivencia. Ser lo que fue el radicalismo al PRO durante la gestión de Cambiemos, aunque para eso los hermanos Milei deberían aceptar la formalización de una coalición de gobierno. Resulta improbable. Macri solo rescató, por ahora, un comunicado conjunto que vio la luz el jueves, y que resaltó un trabajo conjunto en el Congreso hacia el 2027. Una vez allanado el camino, el Presidente recién se dedicó al peronismo K, tras derrotar al macrismo en su distrito emblema y ganarse la atracción de los principales dirigentes bonaerenses, con Ritondo y Santilli a la cabeza, que sellaron una alianza provincial sin esperar la opinión de Macri.

La crisis terminal del PRO -en un artículo de junio de la revista Seúl, el diputado Martín Yeza analizó, en clave premonitoria, sobre los “riesgos” de que el partido se convierta en “Blackberry” y quedara “fuera de juego”- está extendida, de todos modos, a todo el sistema político que implosionó en 2023 con el triunfo de Milei, y cuya reconstrucción todavía naufraga en un océano plagado de interrogantes.

Guillermo Francos

En ese interregno, por fuera del peronismo y de la disputa bonaerense aún no saldada entre el gobernador y el kirchnerismo, las estructuras tradicionales entraron en colapso, y la conformación de una opción de centro moderada por fuera de los polos opositores todavía no logró suficiente atracción.

Advertisement

No solo eso: el cierre de alianzas del pasado jueves exhibió una dispersión abrumadora de la oferta y la incertidumbre en torno a nuevas-viejas alianzas que se presentaron a contrarreloj con un futuro muy incierto.

El frente Somos que se conformó para la elección legislativa de septiembre en territorio bonaerense perdió dirigentes antes de que empiece la campaña. Por ejemplo, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer. Ahora podría ser el turno de Florencio Randazzo, a quien desde usinas oficiales no ven con tan malos ojos si se reedita, de cara a octubre, un espacio lo suficientemente redituable para birlarle algunos puntos al kirchnerismo. Fue lo que sucedió en el 2017. Es lo que querrían ensayar otra vez desde sectores del Ejecutivo.

Facundo Manes, que se presentó públicamente en Tigre para tratar de quebrar la polarización bonaerense, analizaba por estas horas inscribir su candidatura a senador en la ciudad de Buenos Aires. La UCR se desperdiga en buena parte del país. Por ejemplo, en Córdoba y en PBA, dos distritos clave. En la capital, Elisa Carrió y Graciela Ocaña volvieron a encontrarse después de muchos años, para disputar en ese territorio. “Un reencuentro cariñoso”, describieron. Ricardo López Murphy competiría solo, por fuera. Esteban Paulón, diputado por Santa Fe, también haría lo propio, en la ciudad de Buenos Aires y en la boleta para el Senado, producto de algunas tratativas irresueltas en su provincia, con la coalición que lidera Maximiliano Pullaro.

Advertisement

Facundo Manes y Juan Schiaretti

El gobernador es parte de una nuevo grupo de mandatarios a los que todavía les cuesta demasiado la cohesión y la exhibición de una propuesta convocante. El miércoles, en la sesión que le propinó al Gobierno una contundente derrota, algunos dieron quórum con sus diputados, otros de manera parcial e Ignacio Torres, de Chubut, no movió a ninguno de los legisladores.

La escasa atracción de la oferta electoral de centro y la fagocitosis del PRO le proporcionan al Gobierno una soga electoral para oxigenarse en octubre en un tramo bravo de la gestión, acuciado por una batería de derrotas legislativas que volvieron a poner el foco en la mala praxis parlamentaria. El sistema de toma de decisiones libertario luce agotado, y llega con el tanque en reserva a una campaña electoral que, según los analistas, arrojaría para Milei un resultado favorable, a pesar de los evidentes signos de fatiga del programa económico y el sacudón financiero que se inició tras el desarme desordenado de las LEFIs. Según los economistas, la suba de tasas tendrá en estos meses efectos reales sobre la actividad. “En una economía que ya venía con una dinámica de ‘serrucho’ -a la que le costaba encadenar dos meses consecutivos de crecimiento incluso antes de este nuevo shock-, la probabilidad de enfriamiento aumenta de manera significativa”, resumió a mediados de semana un informe privado destinado a inversores.

Según diversos estudios, en los últimos tres meses el humor social empeoró y las expectativas a futuro evidenciaron una caída leve pero sostenida. En el Gran Buenos Aires, esa tendencia está aún más acentuada: los intendentes del conurbano están desesperados por la caída del consumo y del poder adquisitivo, y la incertidumbre por la apatía electoral que hace difícil pronosticar un resultado para el 7 de septiembre, a pesar del pesimismo que reina en Casa Rosada. Aún así, hay una porción de la sociedad que todavía está dispuesta a concederle al Gobierno un tiempo prudencial para mostrar aciertos más allá de la estabilidad macroeconómica.

Advertisement

Puertas adentro del Ejecutivo reconocen las luces de alerta. “Hay que relanzar el gobierno después de las elecciones”, es una de las frases que más resuena en algunos despachos. Hasta qué punto Javier y Karina Milei están dispuestos es la gran pregunta.

Claudio Vidal, Ignacio Torres, Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro y Carlos Sadir

Mientras tanto, el Gobierno se aprovecha de la crisis en el sistema político y los aliados en el tránsito hacia octubre. El cierre de alianzas del jueves fue un reflejo fiel de que, a pesar de las luces de alerta en el tablero de gestión de la administración, LLA se sigue moviendo en el escenario de la política como la referencia central del sistema. Aún a pesar de la falta de respuestas a los gobernadores, que se vio reflejada en las últimas dos sesiones, del Senado y de Diputados, con durísimas derrotas consecutivas para la Casa Rosada.

A pesar de eso, un buen grupo de gobernadores busca refugio en sus provincias: pretenden priorizar sus distritos. El 2027 todavía queda lejos, para todos. “La política cambió mucho. Antes, tener diputados y senadores te garantizaba en la relación con Nación que te lleguen recursos, con Milei cambió esa lógica. Nosotros teníamos un montón de diputados y nos los metimos ya sabes dónde. Hoy priorizo poder sacar algo en Nación e impedir que tengamos una elección que nos complique la gestión al final del mandato”, explicaron, en medio de la negociación por las listas, en el despacho de un gobernador de la zona centro.

Advertisement

Corporate Events,South America / Central America,BUENOS AIRES

Continue Reading

POLITICA

Círculo rojo: hermetismo de campaña, apuntes cordobeses y un “turco” candidato

Published

on



No les avisaron a dónde iban ni el slogan provocador de la bandera que terminarían por sostener ese día, en Villa Celina, La Matanza. “Lo vi cuando estaba ahí”, se sinceró uno de los participantes de la foto con la que Javier Milei y su hermana Karina inauguraron la campaña bonaerense junto a los candidatos seccionales y los ex dirigentes del PRO que se mostraron públicamente, por primera vez, disfrazados de violeta, el color insignia de La Libertad Avanza.

Los candidatos, dirigentes y funcionarios que asistieron a la inauguración de la campaña, en el corazón de la tercera sección, se enteraron recién esa mañana, la del jueves, de la movida. “Nos dijeron que teníamos que estar a una hora en Casa Rosada, y nada más”, le dijo uno de ellos a su entorno la noche anterior. La presentación se realizaría primero el martes, después se pasó para el miércoles y al final los citaron al jueves, sin mayores explicaciones. Pensaron que podía ser en Tres de Febrero, en los pagos de Diego Valenzuela, el primer candidato a senador de la primera sección que el Gobierno prevé fatigar durante este mes para intentar apuntalar una elección que, en los papeles, en LLA saben de antemano que será cuesta arriba, en particular en la tercera sección, en la que se pronostica una diferencia holgada para el peronismo. Es la estrategia que desplegó María Eugenia Vidal en el 2015 y en el 2017, en ambos casos de manera exitosa. “Se supone que la Provincia está dividida en tres tercios: la tercera sección se compensa con el interior, y define siempre la primera”, explica uno de los máximos estrategas de esa campaña. “La diferencia con el Gobierno es que en ese momento el interior era todo nuestro, ahora no”, agregó.

Advertisement

El hermetismo de la puesta en marcha de la campaña libertaria en el conurbano tiene nombre y apellido: Karina Milei, la hermanísima que se ha transformado en la dueña de los secretos presidenciales, que maneja a gusto el partido, la estrategia política y la confección de listas, y que es cada vez más celosa de sus movimientos y del armado partidario. Ella ejerce, según el jefe del PRO, una “posición dominante”.

La Secretaria General buscó preservar, bajo secreto, el encuentro que el miércoles por la noche compartió tarde en Olivos junto a Mauricio Macri, que la visitó por segunda vez tras aquella reunión infructuosa que tuvieron en los inicios de la gestión, en tiempos de Nicolás Posse como ministro coordinador, cuando el ex presidente todavía fantaseaba con la posibilidad de manejar uno de los joysticks de la consola de videojuegos. Karina Milei, según colaboradores de Macri, habría intentado tener el miércoles una foto junto al jefe del PRO, que se habría negado. Un modus operandi que la funcionaria había querido ejecutar, por ejemplo, en su momento con Néstor Grindetti, el ex jefe de Gabinete de la capital que negoció con ella su pase a La Libertad Avanza y que se frustró finalmente, en parte, por el apuro que la secretaria General de la Presidencia exhibió para tener una foto con el ex funcionario.

Karina Milei y Mauricio Macri

El inicio de la campaña porteña, en la carrera para las legislativas locales de mayo en las que el PRO empezó a coronar su debacle, tuvo la misma praxis que la puesta en escena del jueves: los candidatos fueron citados una mañana, bien temprano, en una esquina cercana a la sede del Gobierno de la capital de la calle Uspallata, sin saber qué harían ni dónde. Hasta que en un momento apareció la Secretaria General con su principal colaboradora, y Manuel Adorni con una motosierra. Al rato, todos se mostrarían juntos en la esquina de la sede del gobierno porteño, se harían la foto y se irían a los pocos minutos.

Advertisement

Full hermetismo. Después de esa campaña en la que los hermanos Milei se impusieron sobre los primos Macri, el vocero presidencial nunca más preguntó por la capital, no volvió a participar de ninguna reunión y en el seno de La Libertad Avanza aún insisten con que, después del verano, y una vez asumido en su banca, podría tener un premio mayor en el Ejecutivo. Ya circuló, también se desmintió, que Karina Milei lo había pensado como reemplazo de Guillermo Francos, un rumor que en el corazón de la Casa Rosada admiten como cierto. El plan se frustró luego por la crisis interna en el triángulo de hierro que obligó al Presidente a mediar a través del jefe de Gabinete, que, más allá de sus atribuciones reales, cosechó con Milei un vínculo de confianza aceitado: el jefe de ministros suele subir al primer piso a conversar a solas con el jefe de Estado, y por ahora no tiene intenciones de irse. De esos diálogos salieron varias declaraciones de Francos que, puertas adentro, adjudican directamente al mandatario. ¿Los dichos del ministro coordinador, que se mostró interesado en sumar a Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural, al gabinete, pueden tener que ver con esas charlas? En el entorno presidencial dicen que sí.

Las posibles modificaciones que se barajan para después de las elecciones en el elenco ministerial también maduran con total hermetismo, en línea con los deseos de “El jefe”, como el presidente apodó, con razón, a su hermana. La mayor de las incógnitas sigue centrada en el reemplazo de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad que, de no mediar imprevistos, encabezará la lista de senadores nacionales de la Ciudad, y que posó el jueves en Villa Celina con buzo violeta a un metro de Valenzuela, el intendente que quiere sucederla. Hay dirigentes cercanos al candidato que empezaron a prepararse para la opción de ser, a partir del 10 de diciembre, un honorable senador provincial. Algo similar podría ocurrir con Guillermo Montenegro, que también debutó de violeta al igual que Cristian Ritondo. Hasta ahora, nadie tiene asegurado más que una banca provincial.

Sucede que Bullrich, exultante con el acuerdo sellado con el PRO, insiste en dejar a Alejandra Monteoliva, su segunda, como reemplazo. Monteoliva, con poca experiencia mediática, conoció a la ministra cuando corrió a Vicente Ventura Barreiro, destinado a Uruguay. Monteoliva trabaja en Colombia, y Bullrich supo de ella en un viaje a El Salvador, después de una entrevista con el autócrata Nayib Bukele que fascinó a la funcionaria. Enseguida tomaron confianza, a tal punto que la ministra habló incluso con el Presidente y su hermana para tratar de reservarle el ministerio una vez que pasen las elecciones. Excusada, según argumentaron, por algunos sondeos que dan cuenta de que buena parte de los encuestados no quieren que Bullrich deje el ministerio. “Dejar a Monteoliva es retener el control de Seguridad, y que se instale que Patricia sigue teniendo influencia en el área”, justificaron puertas adentro.

Advertisement

Patricia Bullrich designó a Alejandra Monteoliva como nueva secretaria de Seg

De perfil bajo -apenas se le conoce la voz y la cara-, la Secretaría de Seguridad Nacional no es el primer cargo público de Monteoliva. En septiembre del 2013 había asumido en el Ministerio de Seguridad cordobés para ordenar el área tras el escándalo por la detención de media docena de agentes del departamento de lucha contra el narcotráfico. Tres meses después, se alejó tras los saqueos en la capital por el acuartelamiento de la policía provincial, en medio de una disputa política sin precedentes con la administración kirchnerista y una crisis de seguridad que no registró antecedentes.

Fernet con cola. Mientras se empieza a confirmar, como se anticipó en esta sección, que Karina Milei está a punto de bendecir que diputados de su confianza con dos años más de mandato encabecen en octubre las boletas en algunas de sus provincias, como el caso de Romina Diez en Santa Fe y Gabriel Bornoroni en Córdoba, en este último distrito comienzan a esclarecerse algunos interrogantes en la previa del cierre de listas del próximo domingo.

Uno de ellos es que el vínculo entre Luis Juez, ex habitué de Olivos, y el presidente se deterioró cuando el senador apoyó el paquete de leyes impulsados por la oposición y los gobernadores en la Cámara alta que enfurecieron a la Casa Rosada y que, según Milei, golpean el programa fiscal del gobierno. Otro es que el ofrecimiento a Rodrigo de Loredo como tercer candidato a diputado en La Libertad Avanza entró en estado de alerta por el voto positivo del legislador a la ley de financiamiento universitario y recomposición del salario docente, en la sesión de esta semana que, en palabras de Francos, fue un verdadero golpe para el Ejecutivo: “Perdimos todas”, dijo el jefe de ministros. No alcanzaron, es evidente, los mensajes de WhatsApp enviados por Federico Sturzenegger a algunos legisladores con los que tiene buen vínculo, a quienes les explicó, en detalle, de las bondades de los decretos que firmó con facultades delegadas y que ahora fueron rechazados por la Cámara baja junto a un paquete de proyectos. Un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno, en momento de turbulencias del programa económico. Desde alguna casa matriz de Estados Unidos se comunicaron con la sede local para preguntar por los alcances de la derrota.

Advertisement

Gabriel Bornoroni

La tercera incógnita que empezó a despejarse es por la candidatura de Natalia de la Sota, que quiere renovar su banca. ¿Podría ser verdad, como instalaron algunos en las últimas semanas, que Martín Llaryora no vería con tan malos ojos esa postulación que puede restarle votos a Juan Schiaretti? A propósito: ¿Podría ser que algún emisario del ex mandatario cordobés, líder de la nueva alianza de gobernadores de centro, se contactó con Diana Mondino, la ex canciller que acaba de ser noticia por sus declaraciones sobre el caso $LIBRA, para ofrecerle una candidatura? Tienen relaciones cruzadas por la Fundación Mediterránea. Versiones del fernet con cola provincial que regó hasta la madrugada la cena de la Fundación Faro del pasado lunes, con Milei como orador central y el cordobés Agustín Laje como anfitrión estelar, atravesada de punta a punta por los coletazos de la interna en la cúspide del poder tras el traumático cierre de listas bonaerense que todavía da que hablar. Agustín Romo, por ejemplo, no fue de la partida. Sí Santiago Caputo y su hermano Francisco, que se fueron bien pasada la medianoche.

Claudio Omar García, ídolo de Racing y dos veces campeón de América con Argentina.

“Turco” y candidato. También se comentó en esta sección que Facundo Manes analizaba un plan alternativo en la capital, como pareciera confirmarse, y que para eso Juan Manuel Olmos, el jefe del PJ porteño, le había pedido una reunión, para conocer esa hoja de ruta. Se reveló, además, que Milei pensaba en un economista como Agustín Monteverde para el Senado, y que se empezó a pensar en Alejandro Fargosi, un tuitero fanático de LLA, como eventual postulante.

Con el diputado neurocientífico como posible postulante en la capital, para la Cámara alta, en las próximas horas se conocerá otra candidatura que dará que hablar pero por otros motivos. Se trata de Claudio “El Turco” García, ex futbolista, con pasado de gloria en Racing Club y una vida agitada en las últimas décadas, que está por imitar a Ricardo Caruso Lombardi. A punto de inscribirse, en ese sentido, de tercer postulante a diputado en la lista que prevé encabezar, en soledad, Daniel Amoroso, un ex legislador porteño muy vinculado al círculo rojo, ex PRO con pasado sindical, también en Racing y una incursión actual en el mundo de la publicidad, que vuelve a la actividad electoral después de apostar en los últimos años por dirigentes como Francisco de Narváez o Graciela Ocaña, y más próximo en el tiempo Horacio Rodríguez Larreta.

Advertisement
Continue Reading

Lo ultimo en Noticias

Tendencias