POLITICA
El súbito movimiento de la Corte que terminó con Cristina

Empezaba la última semana de mayo y la tarde cálida en el Instituto Patria retrasaba la sensación de otoño. Cristina Kirchner estaba enfundada en su papel de líder del PJ y su preocupación principal era cómo evitar un impacto del triunfo libertario en la elección porteña sobre la provincia de Buenos Aires, donde libraba un tenso tironeo con Axel Kicillof. La causa Vialidad no aparecía como una amenaza inminente; era un tema en latencia.
“No creo que la Corte Suprema se pronuncie tan rápido. Sería notable que lo haga y que no abra el recurso que presentamos. El caso les llegó a fin de marzo y deben definir una proscripción. Sería raro, ¿no? Ahí tienen hace dos años una causa de Jorge Macri por lavado y no se pronunciaron todavía”, analizó en una charla reservada, con chicana incluida al jefe de gobierno porteño (quien fue absuelto en dos instancias por la supuesta compra irregular de un inmueble, pero el procurador Eduardo Casal apeló con términos lapidarios y el caso lo tiene la Corte para resolver).
Nunca dudó de que la condenarían, pero no daba señales de una definición perentoria. Sabía que la gran pregunta no giraba en torno del contenido del fallo, sino de la oportunidad. La condena más sonora no eran los seis años de prisión, sino el momento del pronunciamiento.
Decía que le intrigaba cómo justificarían los jueces ella fuera culpable y no Alberto Fernández o Julio De Vido. También se manifestaba curiosa por saber cómo se expresaría Carlos Rosenkrantz, a quien parecía profesarle un respeto intelectual, aunque se sintiera en las antípodas ideológicas.
Esa misma semana, algo pareció cambiar. Como si la expresidenta hubiera recibido una señal de que los tiempos habían mutado y el fallo de la Corte se había acelerado. Así fue que el lunes siguiente, el 2 de junio, blanqueó en C5N lo que venía diciendo en privado: que sería candidata en la tercera sección electoral.
Previamente, había avalado un cambio en la conducción de esa empresa, con un ruidoso desembarco de Cristóbal López en la dirección, y el desplazamiento de Fabián De Sousa y de su mano derecha, Julián Leunda, por considerar que el canal era demasiado kicillofista. Limpió el camino para su regreso a los medios. Días después, la imitó su hijo Máximo en la misma señal, que recobró su coloratura original.
Lo curioso del caso es que en el entorno más cercano del presidente Javier Milei percibieron exactamente el mismo cambio de ritmo de parte de la Corte. “Hasta muy poco antes del fallo teníamos información de que no mostraba ningún apuro; había un indicio de no acelerar. Algún evento desencadenante tiene que haber habido, porque hasta hace un mes decían que no era inminente”, señalan quienes siguen los temas judiciales en el Gobierno.
En el mismo tribunal el clima era muy distinto hasta abril. “El tema estaba flotando, pero nunca se trataba directamente. En ese momento no era un asunto de preocupación”, coincide una fuente involucrada en el funcionamiento de la Corte, que también recuerda que el secretario penal del tribunal, Diego Seitún, tenía hace tiempo el expediente e “iba y venía sin terminar de presentar su dictamen”. Claro, una vez que lo hiciera, se activaba la definición del proceso, como finalmente ocurrió. Daba la impresión de que no tenía la señal de actuar.
¿Cuál fue la razón que terminó acelerando el pronunciamiento de la Corte Suprema para decidirse a condenar a Cristina Kirchner antes de que pudiera ser candidata? ¿O en realidad los supremos fueron engañando a todos para poder dar la sorpresa? ¿Influyó el rechazo del proyecto de ficha limpia? ¿Hubo pactos incumplidos que detonaron el desenlace? ¿Por qué hubo tantos zigzagueos si siempre los tres jueces estuvieron convencidos de que ratificarían la condena?
La compleja reconstrucción de los hechos parece dar cuenta de que mientras se empezaba a escribir la sentencia definitiva, se ramificaron tres recorridos distintos hasta el fallo, uno por cada juez de la Corte.
Ricardo Lorenzetti fue el que más había insistido pública y reservadamente para apurar el trámite. Hace unos meses mandó una carta interna a sus pares para instarlos a resolver todos los casos políticamente sensibles que estaban pendientes. Esa movida fue interpretada en el tribunal como un modo de preparar el terreno para el caso de Cristina.
Además, cuando el proceso parecía frenado en la Cámara de Casación, el propio Lorenzetti habría hecho un llamado a los jueces para activarla. “Su postura siempre fue la de fallar antes del cierre de listas porque si no era un pronunciamiento ineficaz, una declaración abstracta. Ni iba a ir a prisión, ni iba a quedar inhabilitada”, señalan cerca suyo, donde reconocen que la espiralización final se produjo cuando la propia Cristina anunció su candidatura.
Los movimientos de Lorenzetti siempre generaron sospechas en sus pares, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. En la Corte vincularon esas maniobras con su interés en el ingreso de Ariel Lijo a la Corte. Por eso una de las hipótesis que le imputan es que cuando se cayó el pliego del polémico juez por la falta de apoyo kirchnerista, Lorenzetti le terminó de soltar la mano a Cristina.
Rosenkrantz compartía la convicción de que el tribunal estaba ante un momento bisagra y de que no podía eludir la responsabilidad de resolver eficazmente en un caso tan sensible, pero al mismo se sentía menos presionado por el calendario. Su postura era que el cierre de listas del 19 de julio en la provincia de Buenos Aires no actuaba como una fecha límite, porque los fueros parlamentarios en realidad empiezan a regir una vez que los candidatos son electos.
Su ideal era pronunciarse en agosto o septiembre antes de la elección, aunque eso también hubiese generado una fuerte polémica porque hubiese dejado correr la candidatura de Cristina. De hecho, si bien siempre juega en tándem con Rosatti, tampoco él estuvo al tanto de la convocatoria definitiva que hizo el presidente de la Corte para decidir esta semana, al punto de que tenía previsto un viaje que debió posponer.
“Fue Horacio el que dispuso que había que resolver esta semana, aunque quizás no era el momento. Pero los otros dos jueces estaban de acuerdo y consideró que no correspondía sacar los pies del plato”, argumentaron cerca de Rosenkrantz.
El desenlace, como le correspondía en su rol de presidente del tribunal, corrió por cuenta de Rosatti. Si bien había un entendimiento implícito de que el debate sobre la oportunidad del fallo estaba definido, las razones de la aceleración final que le dio al tema es un misterio.
En el cuarto piso del Palacio de Tribunales algunos esgrimen que la expectativa mediática (paradójicamente alimentada desde la misma Corte), sumada al anuncio de la candidatura de Cristina, lo terminaron de convencer. Quienes lo acompañan aseguran que desde hace varios meses tenía la decisión tomada de que se expedirían “antes de la feria judicial”. En el resto de la Corte nadie parecía tenerlo tan claro.
Aún con sus internas, y con una integración incompleta, la Corte Suprema dio el gesto político más fuerte que podía exhibir al disponer la prisión de una expresidenta y líder del principal partido opositor. Fue una demostración de poder contundente, en medio de un sistema que todavía sufre la descomposición al que lo sometió el triunfo libertario de 2023. Fue un mensaje no sólo dirigido a Cristina Kirchner, sino también al resto de la dirigencia. Así lo entendieron en la Casa Rosada, donde no hubo euforia desmedida.
El fallo de la Corte sobre Cristina se produjo en un momento de profunda crisis dentro del peronismo. En el interior del país, desde hace tiempo que gobernadores y dirigentes retozan por las praderas sin atender ninguna directiva desde la metrópoli. Es un peronismo silvestre que protege su territorio.
Y en la provincia de Buenos Aires, la reserva principal de votos, la pelea entre la expresidenta y Kicillof estaba en un momento de extrema tensión, pese a los diálogos de la semana pasada. Cristina, menguante, se preparaba para defender su castillo de la tercera sección. Sin liderazgos unificadores ni actualización doctrinaria, el peronismo caminaba con resignación a una derrota electoral en manos libertarias.
La condena a la jefa del partido abrió un interrogante central: ¿su prisión servirá para aglutinar y cerrar las heridas o, por el contrario, estimulará la desunión y la disputa por la sucesión?
Sobre esta duda parecieron activarse dos vectores. Uno, temporal, que marca que ahora es el momento de mostrar solidaridad con la compañera para no traicionar la causa, días donde predomina la ritualidad, al menos hasta que la detengan el miércoles y reciba el fervor militante. Pero que una vez que quede encerrada en su departamento, todos pasarán a una fase de pragmatismo y de disputa por el poder vacante.
El otro vector, de geografía política, es el de la cercanía. Los más próximos a Cristina van a buscar capitalizar su centralidad actual para quedarse con el control de las listas en la provincia y ejercer una suerte de representación en el mundo exterior de la líder prisionera (a propósito, se avecina una nueva demanda por el adicional jubilatorio que percibía por tener domicilio en Santa Cruz y que ahora colisionará con la fijación de su lugar de detención en la Capital).
Ese universo es el que se expuso el jueves en la sede del PJ bajo la consigna de que es el momento de la unidad. Rige ahí la emocionalidad nostálgica de lo que representa para el peronismo la detención del líder y la “proscripción”. Una oportunidad de reencuentro con algún tipo de mística.
En esa mesa se destacaron algunas figuras. José Mayans, el delegado ordenador del partido; el que llamó a Kicillof para decirle que no estaba invitado. Sergio Massa, quien fue el vocero de la unidad a toda costa y propuso como eslogan aglutinador “El Peronismo versus Milei”. Pero el más determinante fue Máximo Kirchner, ungido formalmente como “el heredero”. Su madre lo mostró en la puerta del PJ y en el balcón detrás suyo. También lo empujó a dar un par de entrevistas para ordenar la militancia. Será su representante en la tierra. Lo que no está definido aún es si también la reemplazará en su candidatura.
Por otro lado, los que ya estaban desapegados de la pollera materna entienden que se acaba de producir un cambio clave: Cristina ya no podrá exhibir sus votos como instrumento de poder. Siempre fue el factor implícito por el cual su liderazgo nunca fue seriamente desafiado internamente.
Por eso el kirchnerismo deberá realizar un experimento inédito: la transfusión de votos desde el balcón. Cristina ya probó varios métodos para ser la gran electora y proyectar popularidad. En 2015 le injertó un Carlos Zannini a Daniel Scioli, en 2019 se ubicó ella misma debajo de Alberto Fernández, y en 2023 terminó avalando a Massa, presionada por los gobernadores. Ahora se inicia una nueva etapa.
En este grupo desafiante el personaje central es Kicillof. Si bien se había reencontrado con Cristina antes del fallo, y ambos habían hablado de armar una mesa de negociación de listas, ahora todo se volvió a complicar. El gobernador fue el martes fatídico a la sede del PJ a acompañarla y recibió un trato hostil. Lo demoraron 20 minutos para entrar, y cuando ingresó sólo percibió indiferencia y tensión. Incluso una legisladora de la sexta sección electoral, Maite Alvado, le dedicó un fuck you. En el cristinismo lo acusan directamente de ser corresponsable del fallo. “Si él no desdoblaba las elecciones, no alentaba a la Corte”, esgrimen.
En el equipo del gobernador entienden que el kirchnerismo profundizó su sectarismo y que se avecina una radicalización de La Cámpora. No compartieron las órdenes que surgieron desde allí para hacer los piquetes en los accesos de la ciudad, romper todo en TN y hacer pintadas frente al streaming Olga, porque dos conductores festejaron el fallo contra Cristina.
También la CGT y el resto de los gobernadores, que no fueron convocados al encuentro del jueves, mantienen una distancia estratégica del kirchnerismo. Y los referentes bonaerenses son aún más precavidos. Uno de ellos explicó de este modo el debate que tienen: “La reunión del PJ del otro día fue una reacción militante, no popular. La foto fue muy mala, porque mostró dirigentes desgastados, rodeados de los propios. Sirve para acompañar a Cristina y para decirle a Kicillof que está en la vereda de enfrente. Pero ahí no hay votos, no tiene efecto electoral, perdieron territorialidad, ya no tienen conexión con lo que le pasa a la sociedad”.
Los intendentes, una especie con un alto instinto de preservación, ya se disponen a jugar en la provincia con listas cortas. Varios creen que Kicillof, para evitar una guerra frontal con el kirchnerismo, se correrá de la discusión por los legisladores provinciales, y que los dejará actuar libremente en el tramo de los concejales. Ahí abajo, en el más puro barro bonaerense, se avecina una guerra sin cuartel. No sería un buen antecedente para el proyecto de liderazgo kicillofista.
En el Gobierno miran expectantes, porque el corrimiento de Cristina también les impacta. Admiten que es tiempo de frenar el armado hasta ver cómo evoluciona el magma peronista. “Remover a Cristina tiene efectos positivos para nosotros porque era la única figura que tenía un piso de 35 puntos en la provincia. Pero también es cierto que su presencia le daba mayor nitidez a nuestra posición”, ilustra una referencia en el diseño libertario.
En los últimos tiempos hubo un cambio de estrategia en el discurso de LLA, que deberá ingresar en reevaluación. En 2023 Milei se presentó como una figura antisistema, un outsider que venía a enfrentar a la casta que arruinó al país. Su enemigo era el pasado y todo aquel que lo representara.
Pero en la última elección en la ciudad esa narrativa le dejó lugar a una polarización clásica, simbolizada en el eslogan “kirchnerismo o libertad”. Pasó del mensaje antiestablishment al antikirchnerista. Eso le permite ganar densidad, pero también angosta su horizonte. En la ciudad le funcionó, pero en la provincia puede no serle útil, ya que hace dos años allí cosechó muchos votos de peronistas desencantados.
Esa definición va a ser clave para ir por una elección que podría terminar siendo histórica para La Libertad Avanza, si logra correr del camino a Mauricio Macri y a Cristina en la misma secuencia electoral. Allí empezaría a rediseñarse el nuevo tablero político.
POLITICA
Graciela Ocaña, candidata de Ciudadanos Unidos: “El plan económico de Javier Milei está haciendo agua”

Graciela Ocaña no coincide con buena parte de la política del gobierno nacional, pero utiliza la misma analogía que el presidente Javier Milei para describir la situación económica. “Esto es como la casa de uno. No se puede gastar más de lo que ingresa”, dice, aunque se apresura a agregar: “Pero al mismo tiempo entendemos que hay prioridades. Uno no puede gastar de más, pero también decide si se va a comer afuera o compra alimentos para los chicos”.
Hoy, esas prioridades −estima en una entrevista con − están desordenadas a nivel nacional. No reniega de la necesidad de tener superávit fiscal, pero considera que es necesario volver a jerarquizar algunas agendas relegadas, como la salud, las jubilaciones y la transparencia. Por eso, en estas elecciones nacionales buscará dar el salto de la Legislatura porteña al Senado nacional. Es la primera candidata para la Cámara alta de Ciudadanos Unidos, la expresión porteña de la coalición de los gobernadores Provincias Unidas que lleva a Martín Lousteau como primer aspirante a diputado.
“Entre los ‘levanta manos’ que lleva La Libertad Avanza y los otros [por Fuerza Patria] que se oponen a todo porque creen que son los únicos que pueden gobernar, estamos construyendo una alternativa porque creemos que hay otra forma de gestionar, con orden fiscal porque tiene que haber superávit, pero también prioridades”, explicó.
No deja de reconocer la desaceleración inflacionaria como un logro de la gestión libertaria, pero afirma que, por sí sola, no es suficiente. Tampoco lo es para los comerciantes con los que se reúne periódicamente y que −según cuenta− reclaman por la parálisis en las ventas o para la clase media de la ciudad a la que sus ingresos no le alcanzan para llegar a fin de mes.
“El plan económico de Milei está haciendo agua, necesitó un salvataje primero, en abril, del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 20.000 millones y ahora tenemos el Ministerio de Economía intervenido por el secretario del Tesoro [Scott] Bessent, que todos los días se comunica sobre la política argentina”, sostuvo. Está convencida de que la asistencia financiera del gobierno de Donald Trump es más bien una prueba de que el programa económico de Milei “no cierra” porque desestima sectores clave como discapacidad, salud y educación.
En este contexto, pone el foco en el sistema previsional y los jubilados. “Lo de los jubilados es dramático porque no les alcanza la plata y les ha impactado mucho la baja de la cobertura de prestaciones, por ejemplo en el tema medicamentos. En promedio, pasaron de gastar $40.000 de su bolsillo el año pasado a $100.000 este año. Y eso impacta mucho en las jubilaciones mínimas que, con el bono, son de $390.000”, asegura. En este contexto, buscará capitalizar su experiencia como extitular de PAMI para buscar alternativas para aliviar el bolsillo de los adultos mayores desde el Congreso.
Según detalló a , tiene previsto avanzar con un proyecto para poner fin a las jubilaciones de privilegio y otro para garantizar una cobertura del 95% sobre las drogas utilizadas para atender enfermedades crónicas de jubilados. “La compra se haría a través de licitaciones públicas nacionales e internacionales, sin el 3% para nadie”, subrayó, en referencia al escándalo por el presunto cobro de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). La lucha contra la corrupción es otra de las banderas que busca enarbolar su espacio en el Congreso.
En este sentido, apuntó contra el excandidato de La Libertad Avanza José Luis Espert por sus vínculos con Federico “Fred” Machado, acusado por narcotráfico en los EE.UU., pero especialmente contra el Presidente y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por haberse mostrado dispuestos a invertir en la reimpresión de boletas luego de avanzar con recortes para universidades y sectores vulnerables.
“Es evidente que el Gobierno no quiere financiar ni la salud ni la educación y es un problema, te diría, cultural de negacionismo que no ayuda a solucionar los problemas que tenemos. Es una vergüenza que el Presidente y el jefe de Gabinete incumplan con la Constitución y la ley”, sentenció, en relación a la decisión oficial de no aplicar las normas de emergencia pediátrica, en discapacidad y de financiamiento universitario.
Ocaña apuesta a fortalecer estas agendas en el ámbito legislativo, así como también a avanzar con cambios estructurales que La Libertad Avanza había prometido durante la campaña de 2023, como la reforma previsional. Destaca que el sistema actual, que “se asentó, como el de muchos otros países, en un sistema que funcionó hace muchos años y donde la gente vivía 20 años menos”, no puede seguir afectando a actuales beneficiarios.
La reforma laboral también está en agenda. La dirigente de Confianza Pública −uno de los partidos que integra la alianza Ciudadanos Unidos− pone especial énfasis en la importancia de limitar los “privilegios de la casta sindical” y terminar con la “industria del juicio” para alcanzar un equilibrio entre los beneficios de los empleados y quienes ofrecen trabajo.
“Las reformas que la Argentina necesita solo se van a lograr si se hacen bajo estas consignas de consenso y cooperación. No vamos a ir a levantar las manos como los diputados de Milei ni oponernos a todo. Queremos dar una discusión seria, darle gobernabilidad al Gobierno, que debe continuar hasta 2027 y sentar las bases para una Argentina distinta, sin demagogia ni insultos”, indicó.
En la Legislatura porteña, donde tiene mandato hasta 2027, su espacio avanzó en esta línea de cooperación tras conformar un interbloque con los legisladores afines a Horacio Rodríguez Larreta y representantes del MID. Evita confirmar, sin embargo, si podría replicarse un esquema similar en el Congreso.
“No hablamos todavía porque las elecciones no transcurrieron y no sabemos qué representación va a haber, pero nos parece que ese es el camino. En la Legislatura estamos trabajando en conjunto para construir consensos sobre políticas que el vecino está reclamando respecto del estado de la ciudad, que está sucia e insegura”, concluyó.
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POLITICA
Blanco, nulo, impugnado y válido: los tipos de voto con la Boleta Única de Papel en las elecciones 2025

El 26 de octubre, Argentina vivirá un cambio histórico en la forma de votar: por primera vez en unos comicios nacionales se utilizará la Boleta Única de Papel (BUP), en reemplazo del sistema de boletas partidarias.
Millones de ciudadanos deberán elegir diputados nacionales en todo el país y senadores nacionales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En total, estarán en juego 127 bancas de diputados nacionales y 24 de senadores.
Cómo se vota con la Boleta Única de Papel
El procedimiento de votación es sencillo y presenta pasos bien definidos:
- El presidente de mesa entregará la Boleta Única de Papel y un bolígrafo al votante.
- En el cuarto oscuro, se debe marcar de forma clara la opción de preferencia en el recuadro de cada categoría usando la lapicera provista. Solo es válido realizar una marca por categoría.
- La boleta debe plegarse siguiendo las instrucciones para asegurar el secreto del sufragio y colocarse en la urna.
En este sistema, todas las opciones partidarias y candidaturas se presentan en columnas, y cada categoría a elegirse figura en una fila, lo que facilita la visualización integral y evita el faltante de boletas específicas. Ya no es posible elegir una lista completa con una sola marca: el elector debe seleccionar una candidatura por cada categoría.
En caso de votar diputados y senadores, se deberá ingresar una cruz en el casillero correspondiente: una para elegir diputados y otra para senadores. En la BUP se marcará una opción por categoría.
Los tipos de voto con la Boleta Única de Papel
El sistema de votación con la Boleta Única de Papel incluye a los votos afirmativos, en blanco, nulos e impugnados.
El voto afirmativo se produce cuando el elector marca una única opción en la categoría correspondiente, seleccionando la lista y candidatos de su preferencia conforme a lo que establece la BUP. Según la información oficial, la validez del voto depende de que solo una casilla por categoría figure marcada: una para Diputados y otra para el Senado en los distritos en los que corresponde elegir ambas cámaras.
Cualquier marca que distinga de modo inequívoco la preferencia del votante se considera válida. Puede consistir en una cruz, una tilde u otra señal clara, siempre hecha con la lapicera provista en el cuarto oscuro y sobre la boleta única oficializada. El voto afirmativo implica una manifestación positiva y expresa de la voluntad del votante hacia una propuesta electoral.
No hay un casillero específico para el voto en blanco. Este tipo de voto ocurre cuando el elector no realiza marca alguna en la categoría correspondiente. Por ejemplo, si no se marca ninguna opción en el espacio de Diputados y sí en Senadores, el voto para la Cámara baja se considera en blanco, pero la selección para el Senado permanece válida para esa categoría.
La utilización de la BUP permite esta diferenciación por categorías. En ningún caso el voto en blanco anula las otras selecciones de la boleta. Queda registrado como tal y es computado oficialmente para esa categoría, aunque no beneficia ni perjudica a ninguna lista particular.
Se declara nulo el voto cuando no pueden establecerse válidamente las preferencias del elector según la normativa. La ley prevé que el voto será anulado si la persona efectúa más de una marca en una misma categoría, si utiliza una boleta no oficializada, si inserta elementos, manchas o inscripciones que permitan identificar la autoría, o si la marca no resulta clara.
De acuerdo con la Cámara Nacional Electoral, entre las causales más comunes de nulidad se encuentra la selección de dos o más listas dentro de la misma categoría, el uso de lápices u otros elementos no permitidos para marcar, y la inclusión de firmas, dibujos o leyendas ajenas al proceso de elección. También la utilización de una boleta distinta a la original entregada en la mesa implica la anulación automática del voto.
Finalmente, el voto recurrido es aquel cuya validez o nulidad fuere cuestionada por las autoridades de mesa o los/as fiscales. Para ello, deberá fundar su pedido con expresión concreta de las causas que se asentarán sumariamente en volante especial que proveerá la Junta. En este caso, los sobres en cuestión no deberán ser abiertos ni escrutados en la mesa, sino que se enviarán cerrados a la Justicia Nacional Electoral para que esta entidad decida sobre su validez o nulidad.
Cómo afectan al resultado final los votos en blanco, nulos e impugnados
Los votos en blanco son válidos y se toman en cuenta para los cómputos finales, aunque, al no corresponder a ninguno de los candidatos, no benefician a ninguna fuerza política.
Los nulos, por su parte, directamente no se cuentan en el cómputo final de votos.
En el caso de los recurridos, dependerá de la Justicia Nacional Electoral primero determinar su validez y luego, si así correspondiera, ubicarlos en la categoría de votos que les corresponda.
Qué hacer si me equivoco al votar con la BUP
La Cámara Nacional Electoral (CNE) explicó el procedimiento que se debe seguir en caso de que el elector se confunda al marcar la Boleta Única de Papel.
El votante debe doblar la BUP y dársela al presidente de mesa mencionando que hubo un error. La autoridad la ubicará en el sobre de boleta reemplazada y va a completar en el mismo la información requerida. A continuación, le entregará al elector una nueva BUP que sacará del talonario y la firmará para que pueda regresar a la cabina de votación.
El sobre con la BUP reemplazada volverá a la Justicia Nacional Electoral dentro del bolsín precintado en el que el presidente de mesa manda todos los materiales una vez finalizada la jornada electoral.
¿Tengo que llevar lapicera para votar?
Para estas elecciones, los votantes no deben llevar su propio bolígrafo o lapicera. La misma será provista por las autoridades de mesa junto con la Boleta Única de Papel.
Los documentos válidos para votar
Para emitir el voto, será obligatorio presentar un documento físico válido que acredite la identidad ante las autoridades de mesa. La normativa electoral argentina especifica estrictamente cuáles son los documentos habilitados, así como las condiciones para su aceptación, lo que resulta esencial para garantizar la participación.
De acuerdo a la legislación vigente, los documentos aceptados para votar en las elecciones legislativas nacionales de 2025 son los siguientes:
- Libreta de enrolamiento
- Libreta cívica
- DNI libreta verde
- DNI libreta celeste
- DNI tarjeta
Cada elector debe presentar el documento que figura en el padrón electoral o una versión emitida con posterioridad. En el caso de los DNI verdes, las variantes como duplicados o ejemplares con letras también están contempladas: los ejemplares con letras siempre se consideran posteriores a los numerados, según la Dirección Nacional Electoral.
Las autoridades de mesa verifican tanto el estado del documento como la correspondencia exacta con los datos registrados. Presentar uno de estos documentos es indispensable para todos los electores inscriptos en el padrón, de acuerdo con la Junta Electoral.
POLITICA
Diego Luciani, sobre la condena a Cristina Kirchner: “No hay sentencia ejemplar sin recuperar lo robado”

El fiscal general Diego Luciani reclamó el inmediato decomiso de los bienes de Cristina Kirchner por su condena en la causa Vialidad, al sostener que “no hay sentencia ejemplar, sin recuperar lo que se robaron”.
Al disertar como invitado principal de la reunión semanal del Rotary Club de Buenos Aires, Luciani destacó que “desde hace 30 años la Argentina es atacada por gobernantes corruptos que se enriquecieron de manera obscena a costa del sacrificio de la sociedad”.
El almuerzo se convirtió, además, en un implícito homenaje al procurador Eduardo Casal, que estaba entre los invitados especiales, pues Luciani en numerosas ocasiones le agradeció el apoyo brindado a lo largo del juicio contra Cristina Kirchner, lo que le permitió actuar con independencia.
“Al doctor Casal, que se mantuvo con integridad en el cargo. Yo le dije: ‘Nosotros hicimos la tarea porque usted estuvo ahí para contener la presión política, porque querían el cargo del procurador’. Hoy es el procurador que más tiempo estuvo en la historia de nuestro país. ¡Qué lujo!“, manifestó.
En cada discurso que dio Luciani siempre rescató el rol de Casal en este proceso, pero nunca lo había dicho con el procurador presente.
Extendió su agradecimiento a su colega Sergio Mola y a la mano derecha de Casal, el secretario de coordinación institucional, Juan Manuel Olima, socio del Rotary Club, que lo invitó a disertar, le prestó su apoyo en el juicio y le dio ”tranquilidad interna y respaldo institucional».
Estuvieron especialmente invitados el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal, representado por Martín Casares, su secretario general, y la flamante presidenta del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, Rosalía Silvestre, además del fiscal Diego Iglesias y el defensor oficial Gustavo Kollmann.
Luciani, que llevó, junto con Sergio Mola, la acusación en la causa Vialidad que culminó con la condena a seis años de prisión de la expresidenta Cristina Kirchner por administración fraudulenta, dijo que la “gran corrupción es un atentado contra la democracia” porque “le priva recursos a los más necesitados, a los más vulnerables; les quita los recursos para salud, infraestructura, educación, cloacas, electricidad”.
Luciani explicó cómo la sentencia firme demostró la creación de un aparato corrupto desde la cúspide del poder: “En nuestra acusación de más de 70 horas demostramos que los expresidentes de la Nación Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en paralelo a las funciones de la administración pública que cumplían, instauraron en la provincia de Santa Cruz un auténtico sistema de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública”.
El resultado de este sistema fue la riqueza “obscena” acumulada por Lázaro Báez, que recibió protección e impunidad durante los gobiernos kirchneristas.
Dijo que Báez, sin bienes en 2003, compró en 12 años más de 420.000 hectáreas. “Yo a ustedes les pregunto: ¿qué son 420.000 hectáreas? Capaz que no lo saben. 420.000 hectáreas son 20 ciudades de Buenos Aires”.
“Les puedo asegurar que juzgar al poder mientras está en el poder es un trabajo titánico que requiere mucho esfuerzo. Pone a prueba nuestra fortaleza mental, pone a prueba nuestras limitaciones”, analizó,
“Durante el Gobierno anterior, los fiscales y los jueces nos vimos sometidos a todo tipo de operaciones y presiones impensadas en democracia por el simple hecho de realizar nuestro trabajo”, añadió.
“La más grave, capaz de todas, fue cuando el mismo presidente de la Nación, Alberto Fernández, dos días después de mi alegato, en un programa de televisión, dijo: ‘Nisman se suicidó. Yo espero que Luciani no se suicide’”.
Respecto de la intervención de Máximo Kirchner, Luciani dijo que fue denunciado específicamente por su participación en la licitación de obra pública N° 51, por el asfaltado de 100 cuadras en Santa Cruz, y que el hijo de la expresidenta fue clave en la operatoria comercial paralela al Estado:
“En nuestro caso, a Máximo Kirchner nosotros lo hemos denunciado concretamente en la obra número 51. Lo hemos denunciado porque advertimos una participación muy clara en él, previa a que la licitación se diera a conocer. Es decir, que preparó toda esa licitación… Esta persona fue la mandante de sus padres en todas las negociaciones comerciales, más de 18 o 19 operaciones comerciales que hacían en paralelo Lázaro Báez con Cristina y con Néstor Kirchner”, aseguró,
Finalmente, Luciani se refirió a la etapa actual de la causa: la ejecución de la condena. Recalcó que no existe una sentencia ejemplar si no se recupera el dinero robado, y por ello exigió al Tribunal la ejecución inmediata del decomiso.
“No hay sentencias ejemplares si no se recupera lo que se robaron. Esto es importante que también la sociedad lo vea. Esta es la única manera de reafirmar la finalidad preventivo general de la pena y enviar un mensaje claro a la sociedad y al sistema político”.
“La impunidad se acaba cuando se recupera también la plata de la corrupción», completó.
Hernán Cappiello,Diego Luciani,Cristina Kirchner,Juicio Vialidad,Conforme a,Diego Luciani,,Sin devolución de bienes no hay justicia completa,,Vialidad. Los fiscales pidieron que se ejecuten de “manera inmediata” los bienes de Cristina Kirchner,,»Hostigamiento y asedio». Cuatro años de cárcel para el ladrón que intentó robar la camioneta del juez de la Corte Horacio Rosatti
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