POLITICA
La ilusión democrática, otra vez en juego

¿Qué Argentina es la que irá a votar el próximo domingo? ¿Cuál es la geografía social que está debajo de las decisiones racionales y de las emociones que guían la elección de cada ciudadano? ¿Qué se esconde detrás de la determinación de muchos de quedarse en su casa sin participar? El ruido de la campaña, las encuestas, la compulsa entre las principales fuerzas políticas parecen tener un efecto más limitado esta vez, en comparación con esos grandes interrogantes que subyacen a esa radiografía profunda que serán los comicios nacionales del 26 de octubre.
En 2023 la sociedad argentina llegó a las elecciones en una situación crítica histórica. Desencantado con el gobierno peronista, y sin encontrar atractivo en Juntos por el Cambio, basculó durante varios meses hasta que Javier Milei le ofreció un atajo desconocido a esa encrucijada. La gente buscaba un cambio de época, una vuelta de página, y Milei le ofrecía esa promesa. Y una mayoría se aferró a esa esperanza.
Al repasar estudios de opinión pública, revisar indicadores económicos y sociales y escuchar la voz de los especialistas, el panorama no difiere demasiado de aquella imagen de hace dos años atrás. Domina otra vez la incertidumbre y la sensación de desencanto, con bolsones de expectativa en aquellos adherentes férreos de los libertarios.
El Gobierno cayó fuertemente en su nivel de aprobación en los últimos meses, pero al mismo tiempo el peronismo sólo convoca desde su rol de instrumento de la ira contra el oficialismo, con pocos recursos para seducir por fuera de sus votantes clásicos y regenerar una alternativa atractiva. A partir de la observación del tenor de la campaña y del análisis de la oferta de candidatos, da la impresión de que la del domingo es una elección que no merecería tener ganadores.
Milei plantea un mundo sin kirchnerismo; Fuerza Patria llama a ponerle un límite a Milei. Son dos discursos clásicos de rechazo que operan en un contexto de polarización desgastada, porque convive con una dinámica complementaria muy intensa que es la de una desilusión que ya parece crónica. Polarización con desilusión, una combinación que denota un alto nivel de desagregación social y que termina paralizando la posibilidad de resolución virtuosa de la encrucijada.
Como señaló recientemente Rodolfo Terragno en una columna publicada en Clarín, las alternancias democracia-dictadura (que dominó el siglo XX argentino) y neoliberalismo-populismo (que sigue vigente en este siglo XXI) “han creado un sistema político-económico híbrido e inestable”.
El historiador Roy Hora enlaza la percepción del presente con el clima de hace dos años, al decir que “en 2023 muchos pensamos que la crisis iba hacia algún tipo de resolución, a partir de la percepción generalizada de que la Argentina no podía seguir tal como estaba. Parecía que Milei era esa resolución, que la crisis argentina finalmente se había definido en una dirección. Pero en los últimos meses tengo la impresión de que estamos ante otro experimento frustrado, que choca con el mismo tipo de dificultades que los proyectos anteriores”.
Surge entonces la pregunta más profunda en este sentido: ¿tiene Milei algo más para ofrecer, o su misión se cumplió cuando rompió el tablero político de las dos grandes coaliciones, bajó la inflación y ordenó la macroeconomía? ¿Es un fenómeno de transición después de los desequilibrios del último gobierno peronista, o es además un factor de reconstrucción de un nuevo modelo?
El Milei de 2023 era el outsider antisistema, el vengador del pasado. Tenía sentido frente a la demanda de vuelta de página histórica que reclamaba la sociedad. ¿Qué representa el Milei 2025? El mandato social está muy claro: su gestión será evaluada esencialmente por su capacidad para reactivar la economía, recuperar el poder adquisitivo y mejorar el empleo. Así respondió el 47% de los consultados por Isonomía ante la pregunta de qué significaría que Milei terminara siendo exitoso en su administración. Muy por detrás aparecieron las otras variables, como controlar la inflación (10%), que dominó la agenda inicial, o la batalla cultural (11%).
Y en este sentido, el Gobierno parece haber retrocedido varios casilleros este año. Un profundo estudio de la consultora Equilibra, realizado por Martín Rapetti, Lorenzo Sigaut Gravina y Gonzalo Carrera, desagrega con datos duros lo que llaman “la raíz del desencanto”, un juego de palabras entre la curva de los ingresos y el símbolo de la raíz cuadrada.
Allí señalan que en los ingresos de los sectores registrados, “luego de una caída inicial del 19% respecto al promedio de enero-septiembre de 2023, hubo una recuperación parcial hasta febrero de 2025 (94% del nivel previo), seguida por un estancamiento y leve retroceso, en línea con la evolución de la actividad económica”.
Según el trabajo, durante los primeros 20 meses de la gestión Milei, este sector resignó el equivalente a 2,1 meses de ingresos reales, lo que explicaría el trasfondo más profundo del malestar social y la percepción de desencanto. Además, este proceso es mucho más marcado en el conurbano bonaerense que en el interior del país, razón esencial de las dificultades electorales del oficialismo en la provincia de Buenos Aires. El informe de Equilibra también establece una fuerte correlación entre esa curva de ingresos y el índice de confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella, un predictor de alta eficacia del desempeño electoral.
Los resultados hacen juego con otro trabajo de la consultora Escenarios, de Federico Zapata y Pablo Touzón, según el cual el 53% de los encuestados dice que no llega a fin de mes con sus ingresos y el 30% asegura que llega “con lo justo”. Esto agrandó la brecha entre la percepción negativa (55%) y la positiva (34%) de cómo se imagina la gente la situación económica del país dentro de un año. Un angostamiento de la expectativa a futuro, que había sido un motor del Milei modelo 2024.
Esto tiene un impacto no sólo sobre el gobierno libertario, sino sobre el sistema sobre su conjunto, un indicio que emerge en el set de preguntas vinculadas con el desempeño democrático. Si bien hay un apoyo abrumador al sistema, el 71% manifiesta estar “insatisfecho” con el funcionamiento democrático, según Escenarios.
Natalio Botana le da sentido a esa distinción cuando habla de una “legitimidad de origen” del sistema democrático, basado en elecciones regulares y una oferta amplia de candidatos, donde la Argentina avanzó claramente desde la restitución de 1983; y una “legitimidad de resultados”, vinculada con el efecto concreto de ese funcionamiento institucional sobre el crecimiento económico y social, donde entiende que el balance es deficitario. La democracia también sufre una erosión cuando no puede dar respuesta satisfactoria a las demandas concretas de la gente.
Su expresión electoral más visible es el ausentismo que se vio a lo largo de todo el año. Según un relevamiento de la consultora Mide, el 50% de los que no fueron a votar en las elecciones provinciales de este año lo hizo por “cansancio/decepción/falta de representación”, el 28% porque considera corruptos a los políticos y el 12% porque siente que su voto “no tiene sentido”, “es una pérdida de tiempo” y “nada cambiará”.
Juan Germano, de Isonomía, se pregunta en este sentido si hay un “ausentismo crónico”, que extendería a las elecciones del domingo la baja participación de los comicios provinciales y hablaría de un clima de época; o si solamente se trata de un “efecto PASO”, que presagiaría que tras la apatía demostrada a lo largo del año, en la votación definitoria la gente concurrirá en forma masiva. Se vale para ello de los antecedentes recientes, considerando que en 2019 entre las primarias y las generales se sumaron 2,7 millones de votantes, y en 2023 hubo 2,9 millones más, claro que se trataba de elecciones presidenciales.
De todos modos, queda claro que hay una disfuncionalidad del sistema que se ha venido agravando. Con una sola excepción (en 2017), desde 2007 la sociedad argentina cambia el sentido de su voto cada dos años, en una búsqueda desesperada de respuesta que la dirigencia no parece poder proveerle. Parecía un problema de la vieja polarización kirchnerismo-macrismo, pero ahora Milei también podría caer presa de la misma trampa si no logra ganar el próximo domingo.
Dentro de este contexto general, aparecen en los sondeos de opinión pública algunos indicadores que permiten tener referencias respecto de lo que puede ocurrir en una semana. En particular, una cuestión política-actitudinal: cómo se posiciona el votante de cada uno de los sectores. Allí se pueden identificar tres modos de encarar el desafío electoral.
El primero de ellos corresponde al votante afín a La Libertad Avanza. Hay un núcleo duro que sigue muy firme junto a Milei, que según la consultora Shila Vilker gira en torno del 25%, y un sector más blando, de un 15%, que está desencantado con el Gobierno, pero al mismo tiempo es muy reactivo al kirchnerismo.
Este último grupo más volátil, en su mayoría errante tras la licuación de JxC, es la clave que va a definir la suerte de la elección, porque es el que tiene que decidir si reafirma su opción de 2023 o, como hizo hasta ahora en las elecciones provinciales, se queda en su casa sin votar. Es el sujeto central de esta disputa. Lo que en Isonomía califican como “siperistas”, los que validan los logros libertarios, pero que al mismo tiempo dudan de la capacidad de Milei para lidiar con la crisis.
Sobre ellos pesa un dilema cruel: ¿prevalecerá en su decisión el desencanto con un gobierno con el que se ilusionaron, o es más fuerte el rechazo a un posible regreso del kirchnerismo? ¿La indiferencia resignada o la activación de la resistencia? El Presidente necesita imperiosamente movilizar a estos votantes para entrar con chances de triunfo al cuarto oscuro. Son los que deben renovarle el crédito a pesar de que sólo cumplió una parte del contrato inicial. En la Casa Rosada confían en retenerlos más allá de la cadena de errores y problemas en la campaña, y por eso dicen que ven “una elección pareja”.
Esos interrogantes interpelan especialmente a los jóvenes, que fueron un vector decisivo hace dos años y que hoy parecen más distantes. Es un dato que apuntó el sociólogo Pablo Seman en sus estudios de campo, porque “estos votantes, que eran los más esperanzados en 2023 y que les decían a sus padres que tenían que votar a Milei, hoy los ven sufrir económicamente y ya no les pueden seguir diciendo lo mismo. Empiezan a dudar entre su fidelidad política y la realidad que ven en su entorno”.
El segundo segmento es el del votante de Fuerza Patria, que se ha recompuesto a partir de los traspiés del Gobierno, pero que tampoco logra ampliar demasiado su alcance. Consiguió consolidar su base histórica a partir de su oposición férrea y con eso le alcanzó para surfear una campaña edulcorada. En el laboratorio kirchnerista aseguran que sus encuestas auguran una dura derrota para el Gobierno.
Shila Vilker aporta dos ideas que pueden ser definitorias para este espectro. Una: “El sí está más blando a la hora de votar; el no, en cambio, está más firme”. Es decir, se avecina otra elección donde prevalece el rechazo a la proposición. Otra: “Esta es más una elección de castigo que de construcción de una alternativa para 2027”. Por eso el kirchnerismo se siente cómodo simplemente impugnando a Milei, sin dar señales de cómo piensa el futuro.
El tercer segmento está constituido por el resto de las fuerzas políticas, que van desde los seis gobernadores de Provincias Unidas (con representación en 16 distritos) y los otros cinco mandatarios sin referencias nacionales (Gustavo Sáenz, de Salta; Hugo Passalacqua, de Misiones; Rolando Figueroa, de Neuquén; Alberto Weretilneck, de Río Negro, y Marcelo Orrego, de San Juan), hasta otras fuerzas locales y la izquierda, que podría hacer una elección destacada en algunas localidades.
Este universo heterogéneo expone la fragmentación del tablero político, y puede alimentarse tanto del desencanto con Milei, como de las limitaciones del peronismo. Buscan ser los tributarios de la desilusión y desafiar la polarización, pero no integran un núcleo sólido. Así como en el mundo libertario influye la decepción de sus votantes blandos, y en el peronismo domina un núcleo firme, pero estático, en este tercer sector rige la dispersión y la elección por default. Es una escala intermedia antes de la estación del ausentismo.
Tres reflexiones en clave de epílogo. Una: la pregunta ordenadora del voto gira en torno del desempeño presidencial de Milei, ya no sobre el pasado kirchnerista, aunque ese recuerdo este vivo y siga influyendo. Si gana será mérito suyo; si pierde, habrá sido su responsabilidad. Se hablará mucho menos de una victoria peronista, que de una derrota del Gobierno.
Dos: la composición del Congreso no variará en su esencia. Nadie tendrá mayoría, la primera minoría será el peronismo y LLA, que será la fuerza que sumará más bancas, podrá alcanzar un tercio de Diputados con los buenos oficios de los más cercanos. Pero esta es una elección en dos fases, una se revelará el 26 de octubre con el escrutinio, y la otra tendrá lugar a partir de entonces, con la administración que haga Milei del resultado, como gestiona la nueva realidad, cuánto amplía su base de sustentación para completar con negociación política lo que las urnas no le van a terminar de aportar.
Tres: en cualquier circunstancia, triunfo o derrota, el Presidente deberá avanzar en un profundo reseteo de su esquema de alianzas con gobernadores y legisladores para avanzar con las reformas que se propone y no solamente defender vetos con un tercio del Congreso; introducir una reformulación de su gabinete y de su esquema de poder para superar las internas y contar con un mecanismo virtuoso de toma de decisiones; y ajustar el plan económico, no sólo para estabilizar el sistema monetario sino para dar el salto de la etapa fiscal a la productiva. Sin estas redefiniciones, las elecciones perderán su sentido más profundo y su expresión cívica quedará diluida otra vez en el vasto valle del desencanto.
Jorge Liotti,Conforme a
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Elecciones 2025: cómo quedó la configuración de alianzas en los 24 distritos del país

El próximo domingo se elegirán 127 diputados y 24 senadores nacionales para renovar la mitad de la Cámara baja y un tercio del Senado. Se trata de una elección crucial para el Gobierno nacional, que pone en juego una validación de lo hecho hasta ahora, y la posibilidad de engrosar su fuerza parlamentaria para avanzar con las reformas pendientes que promociona.
Compiten 125 fuerzas políticas, según el análisis realizado por Infobae de la información publicada por la Cámara Nacional Electoral, de las cuales 57 son alianzas conformadas por diferentes partidos.
Estos frentes electorales varían en su integración en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) donde se presentan.
La Libertad Avanza (LLA), sola o en distintos acuerdos electorales, se presenta en todo el país, tras un armado político de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem que le permitió obtener la personería en todas las provincias y en la Ciudad de Buenos Aires.
En 16 de los 24 distritos, hizo alianza con otros partidos: CABA, la Provincia de Buenos Aires, Jujuy, La Pampa, Mendoza, San Luis, Tucumán, Tierra del Fuego, Catamarca, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Río Negro, Corrientes y Chaco.
En cambio, LLA se presenta sola en Chubut, La Rioja, Neuquén, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero.
En total, La Libertad Avanza va en alianza con el PRO en 9 distritos: Ciudad de Buenps Aires, Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Tucumán, Catamarca, La Pampa Misiones, Chaco y Tierra del Fuego.
El acuerdo de los libertarios con el PRO en su bastión, CABA, fue uno de los más demorados. Finalmente, pese a los cortocircuitos de los libertarios con Jorge Macri, el jefe de gobierno porteño se incorporó – tardíamente – a la campaña violeta en el distrito. La boleta para diputados la encabeza el economista Agustín Monteverde, y la de senadores, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
LLA y el PRO resolvieron también ir juntos en la Provincia de Buenos Aires para enfrentar al kirchnerismo. Pero la campaña se vio atravesada por una cuestionada candidatura de José Luis Espert, que tuvo que dar un paso al costado hace dos semanas. El primer lugar de la boleta para diputados lo ocupa ahora Diego Santilli, del PRO, que iba tercero.
En Entre Ríos, el acuerdo llegó de la mano de Rogelio Frigerio, gobernador del PRO, al que se sumó la UCR local. La boleta para senadores la encabeza Joaquín Benegas Lynch – hermano del diputado “Bertie” Benegas Lynch -, y para diputados, Andrés Laumann.
También hubo alianza del mileísmo con el partido amarillo en Tucumán, Catamarca, La Pampa, Tierra del Fuego y Misiones, provincias donde gobierna el peronismo o el Frente Renovador por la Concordia en la última provincia.
En Río Negro, si bien LLA y el PRO habían acordado ir juntos, el reparto de ubicaciones en la lista dinamitó la alianza y el partido que preside Mauricio Macri decidió ir con lista propia. Lleva a Martina Lacour como primera candidata a diputada y a Juan Martín para senador, quien viene siendo muy crítico con la candidata de LLA, Lorena Villaverde.
Actual diputada nacional libertaria, Villaverde quedó salpicada por una vieja causa de drogas en Estados Unidos y su cercanía con Claudio Cicarelli, el primo y mano de derecha de Fred Machado, el empresario cuya extradición pide Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico.
Tras la ruptura con el PRO, en esa provincia patagónica, LLA va en alianza con Republicanos Unidos y Creo Río Negro, y lleva como primer candidata a diputado a Aníbal Tortoriello, actual diputado electo por el PRO, bloque que aún integra en la Cámara baja.
En Chaco, LLA hizo un acuerdo primero con el gobernador radical Leandro Zdero, al que posteriormente se incorporó el PRO, luego de algunas resistencia en el sector libertario. Como cabeza de lista de diputados, LLA y la UCR llevan a la abogada Mercedes del Rosario Goitía, quien también responde a Karina Milei, armadora política con Lule Menem en la provincia. Goitía logró tener visibilidad mediática en las últimas semanas por su rol como representante legal en la defensa de Alfredo “Capi” Rodríguez, presidente local de La Libertad Avanza, imputado en una causa por afiliaciones irregulares al partido.
LLA también va junto a la UCR en Mendoza, donde gobierna Alfredo Cornejo, de buen diálogo con el Gobierno nacional. El primer candidato a diputado es el ministro de Defensa, Luis Petri, de origen radical.
Al pararse sobre cada distrito, se despliegan las fuerzas que presentan candidatos a diputados nacionales
Dónde compiten el PRO y la UCR
En otras 13 provincias, el PRO enfrenta a la boleta violeta, ya sea con una lista propia o junto a otros partidos.
En Santa Fe, Corrientes, Jujuy, Chubut y La Rioja, el partido que preside Mauricio Macri forma parte de Provincias Unidas, el armado impulsado por los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres (PRO); de Jujuy, Carlos Sadir (UCR); de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR); de Corrientes, Gustavo Valdés (UCR); de Córodoba, Martín Llaryora; y de Santa Cruz, Claudio Vidal (SER Santa Cruz).
En San Juan, el partido amarillo integra el frente oficialista Por San Juan, que responde al gobernador Marcelo Orrego y lleva como primer candidato a diputado al vicegobernador, Fabián Martín. El mandatario sanjuanino fue electo por el PRO, pero hoy está más cerca del grupo de gobernadores de Provincias Unidas.
En Santiago del Estero, el PRO se alió a la UCR, y el Movimiento Viable, bajo el nombre Despierta Santiago. En esta provincia se elige el 26 de octubre, además, gobernador. El frente lleva de candidato al radical Alejandro Parnás, y de primer aspirante a diputado a Facundo Pérez Carletti, secretario general del PRO.
En Neuquén, el partido de Macri se sumó al frente bautizado La Neuquinidad que lidera el gobernador Rolando Figueroa, y que también integran su propio partido Comunidad, así como Arriba Neuquén, el Frente Grande y el Partido Socialista, para romper la polarización entre LLA y el peronismo.
Por su parte, la UCR se presenta por separado de LLA y el PRO en La Pampa, con la lista de Cambia La Pampa, donde lleva como primer candidato a diputado nacional a Federico Guidugli, presidente del partido a nivel provincial.
En Formosa, el partido centenario hizo una alianza con el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y el Movimiento Libres del Sur para competir bajo el nombre Juntos por la Libertad y la República. La nómina para diputados nacionales está encabezada por el concejal radical Enzo Casadei.
En Río Negro, el radicalismo integra la alianza Juntos Defendamos Río Negro, que conformaron el oficialista Juntos Somos Río Negro, del gobernador Alberto Weretilneck; el ARI y el Movimiento Patagónico Popular. El primer candidato a senador es Facundo López, presidente del bloque de Juntos Somos Río Negro en la Legislatura provincial, a diputado, Juan Pablo Muena, ministro de Desarrollo Humano, Deporte y Cultura de la provincia.
En la Ciudad de Buenos Aires, el radicalismo se sumó a Provincias Unidas, donde el senador nacional y presidente de la UCR, Martín Lousteau, es el primer candidato a diputado nacional del espacio bautizado Ciudadanos Unidos en el distrito porteño. Para senadora, se presenta Graciela Ocaña, actual legisladora de Confianza Pública.
La UCR también compite dentro del espacio de los gobernadores que buscan romper la polarización entre LLA y el kirchnerismo en Tucumán, dentro del frente Unidos por Tucumán.
En Catamarca, la alianza se llama Somos Provincias Unidas; en Tierra del Fuego, Provincias Unidas; y en Santa Cruz, Provincias Unidas por Santa Cruz, impulsada por el gobernador Vidal, de origen sindical.
Provincias Unidas
En total, Provincias Unidas se presenta en 16 distritos: Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Santa Cruz, Chubut, Corrientes, Mendoza, La Rioja, Tierra del Fuego, Catamarca, San Luis, La Pampa, Tucumán, Misiones, Buenos Aires y CABA.
Más allá de competir con listas propias en sus propios distritos – en el caso de Chubut, bajo el sello de Despierta Chubut -, los gobernadores de este armado de centro y federal, también impulsan candidaturas en otros donde no juegan de local.
Además de CABA, otro caso es el de la Provincia de Buenos Aires, donde promueven a Florencio Randazzo al frente de la boleta, actual diputado nacional del bloque Encuentro Federal, y de la Ciudad de Buenos Aires.
En San Juan, la candidatura a último momento de Emilio Baistrocchi para la Cámara baja, apadrinada por el cordobesismo y bajo el sello del partidos Hacemos, trajo ruido en Provincias Unidas, ya que el resto de los mandatrios de este espacio no avaló esa postulación, y el gobernador local Orrego – cercano al armado de los gobernadores – va con otra lista.
El peronismo
Las distintas alianzas que conformó el peronismo presentan candidatos en las 24 provincias, aunque con el sello de Fuerza Patria, solo se presenta solo en 14 provincias: PBA, CABA, Jujuy, Misiones, Río Negro, Salta, Santa Fe, Córdoba, Tierra del Fuego, Neuquén, Catamarca, Corrientes, Santiago del Estero y Chaco.
En Entre Ríos, Mendoza, San Juan y Santa Cruz, hay espacios que son parte de la coalición y utilizarán una marca provincial.
Fuerza Entre Ríos lleva como primer candidato a diputados al ex titular de la Aduana Guillermo Michel – que responde a Sergio Massa – y el ex vicegobernador Adán Bahl, para senador.
La boleta para diputados de Fuerza Justicialista Mendoza está encabezada por Emir Félix, ex intendente de San Rafael.
Fuerza San Juan tiene como primer postulante para la Cámara baja es el ex intendente de 25 de Mayo Cristian Andino.
Fuerza Santacruceña y lleva de primer candidato a diputado en la provincia patagónica al ex cura Juan Carlos Molina, ex titular del SEDRONAR durante el gobierno de Cristina Kirchner.
En Tucumán, La Rioja, Formosa y La Pampa, el peronismo compite bajo otros nombres que responden a los gobernadores locales, todos de ese color político.
El tucumano Osvaldo Jaldo impulsa la lista de Tucumán Primero, y se postula como primer candidato a diputado testimonial en una lista integrada también por figuras de peso en el justicialismo local.
El peronismo riojano competirá bajo el nombre Federales Defendamos La Rioja, que impulsa el gobernador, Ricardo Quintela. El frente lo integran el PJ, el Frente del Pueblo, el Frente Renovador, el Movimiento Norte Grande, Lealtad y Dignidad, el Partido Demócrata Cristiano, y Kolina. Lleva como primera candidata a diputada nacional a Gabriela Pedrali.
En Formosa, se presenta el Frente de la Victoria del eterno gobernador peronista Gildo Insfrán, que postula a la ex auditora general Graciela De la Rosa como primera candidata a diputada nacional.
En La Pampa, el actual gobernador peronista, Sergio Ziliotto, bautizó Defendemos La Pampa al frente justicialista que lleva de primer candidato a diputado a Abelardo Ferrán, aunque es el mandatario provincial la principal figura de la campaña.
A su vez, el Partido Justicialista irá con una oferta dividida en otras 9 provincias, ya sea por intervenciones en los distritos desde el PJ nacional que conduce Cristina Kirchner, o por disputas entre los armadores locales.
Esto implica que en la sumatoria de resultados, el 26 de octubre a la noche, no debieran contabilizarse todos los votos del peronismo juntos para identificar un posible ganador a nivel nacional.
A diferencia de lo que sucedió en la Ciudad de Buenos Aires, donde Fuerza Patria se presenta con una lista de consenso que encabeza el actual diputado Itaí Hagman para la Cámara baja, y el senador Mariano Recalde para la alta, en la provincia de Buenos Aires, el frente kirchnerista tendrá competencia dentro del espacio peronista.
Fuerza Patria lleva a Jorge Taiana como primer candidato a diputado, un nombre que unificó al cristianismo, el kicillofismo y el Frente Renovador. Pero por fuera de la boleta oficial del PJ, también se presenta Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, que se postula con el sello Unión Federal.
En Córdoba, Fuerza Patria tendrá al frente de la nómina para diputados a Pablo Carro, que busca renovar su banca. Pero además del peronismo cordobesista del gobernador Martín Llaryora, lleva a su antecesor Juan Schiaretti como cabeza de la lista de diputados nacionales de Provincias Unidas. A su vez, habrá otra boleta que lleva a Natalia de la Sota, bajo el nombre Defendamos Córdoba.
En Entre Ríos, además de la lista de Fuerza Patria que encabezan Michel para diputados y al ex vicegobernador Adán Bahl, para senador, y tiene el apoyo de los principales referentes peronistas de la provincia, habrá otras tres listas de origen peronista.
Una es la del sector kirchnerista y está liderada por la actual diputada Carolina Gaillard, que se postula a senadora nacional en una lista denominada Ahora 503, aliada a Patria Grande de Juan Grabois.
Otra lleva de candidato al Senado al ex legislador nacional peronista Héctor Maya, que se inscribió por el sello del Partido Socialista, ya que va por fuera del PJ, y a Gustavo Guzmán como primer candidato a diputado. La cuarta vertiente del peronismo es la de Unión Popular Federal que postula a Silvio Farach para diputado nacional, y a Emilio Martínez Garbino para senador.
En Chubut, Fuerza Patria no compite como tal y el PJ se presenta con dos listas: el Frente Unidos Podemos, encabezada por el ex intendente de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque; y La Fuerza del Trabajo Chubutense, que lidera el sindicalista de Comercio Alfredo Beliz.
En Jujuy, el PJ fue intervenido por Cristina Kirchner y Fuerza Patria lleva a la cabeza de candidatos para la Cámara baja a la diputada Leila Chaher, de La Cámpora. Compite con el Frente Primero Jujuy Avanza, que encabeza el presidente de la Cámara del Tabaco de la provincia, José Pedro Pascuttini, e incluye a los diputados provinciales peronistas Carlos Haquim (ex vicegobernador de Gerardo Morales) y Rubén Rivarola (ex titular del PJ jujeño).
En Salta, el partido también fue intervenido desde la conducción en Buenos Aires. Fuerza Patria lleva en la boleta como primer candidato a senador al ex gobernador Juan Manuel Urtubey, y para diputado, a Emiliano Estrada, que busca renovar su banca en el Congreso.
Pero el actual senador kirchnerista Sergio “Oso” Leavy compite por otra lista por fuera de la línea del PJ nacional, denominada Partido de la Victoria, para renovar su banca. Como candidata a diputada, postula a Marcela Jesús.
En San Luis, el peronismo también va dividido. La lista para diputados que representa a Fuerza Patria en San Luis es Fuerza Pueblo, y está liderada por el diputado provincial Daniel González Espíndola. En tanto, el PJ puntano responde al ex gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien está alejado del PJ nacional y armó otra lista que encabeza Jorge “Gato” Fernández, ex candidato a gobernador en 2023, y se presenta por el Frente Justicialista.
En Misiones, Fuerza Patria lleva a la diputada Cristina Brítez, de La Cámpora, al frente de la boleta, pero además, habrá otra oferta peronista representada por Ramón Puerta, ex gobernador y ex presidente interino, que se postula desde el partido Activar.
En Tierra del Fuego, la boleta de Fuerza Patria la lidera el jefe de Gabinete provincial, Agustín Tita, como primer candidato a diputado, y la senadora nacional Cristina López, que busca renovar su banca en la Cámara alta.
Pero el peronismo fueguino tendrá otras dos ofertas electorales. La lista del Frente Grande (partido que lidera el intendente del distrito bonaerense de Ensenada, Mario Secco), que encabezan Rogelio Barón (para senador) y Walter Ramírez (para diputado), y se referencia en el Movimiento Derecho al Futuro, de Axel Kicillof.
Por otro lado, Defendamos Tierra del Fuego, impulsada por el intendente de Río Grande, Martín Pérez, y tiene como principales candidatos a Gastón Díaz para el Senado, y a Guillermo Loffler para la Cámara baja nacional.
Procesamiento y visualización de datos: Daniela Czibener
Infografías: Marcelo Regalado
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Elecciones 2025: cómo es la Boleta Única de Papel de San Luis y quiénes son los candidatos

En San Luis, el próximo 26 de octubre, los ciudadanos votarán para definir la representación ante la Cámara de Diputados de la Nación. La elección, que coincide con los comicios nacionales, se realizará de forma presencial en toda la provincia. El proceso tendrá como novedad la utilización de la Boleta Única de Papel (BUP), que reemplazará a las tradicionales boletas partidarias. En esta jornada, San Luis renovará 3 bancas de diputados nacionales.
El distrito contará con 429.372 personas habilitadas para votar. Las autoridades electorales dispondrán de 1.335 mesas distribuidas en 259 escuelas y locales habilitados. El horario de votación será de 8 a 18. Solo se elegirá una categoría: quiénes representarán a San Luis en la Cámara de Diputados entre 2025 y 2029. El sistema proporcional D’Hondt distribuirá los escaños.
La novedad de la BUP busca agilizar el escrutinio y reducir irregularidades electorales. La Cámara Nacional Electoral implementa este formato por primera vez en comicios nacionales, sumándose a la experiencia provincial del pasado 11 de mayo. La BUP facilitará el proceso para las autoridades de mesa y para la población.
Qué se vota el 26 de octubre en San Luis
Las elecciones legislativas nacionales en San Luis no elegirán gobernador ni intendentes. En esta ocasión, la provincia renovará tres bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. La elección no incluye recambio de senadores nacionales, ya que ese turno llegará en 2027. La veda electoral regirá desde las 8 del 24 de octubre.
La participación es obligatoria. Las personas que no asistan, sin justificación, quedarán registradas como infractoras, lo que puede impedir la realización de trámites en organismos públicos hasta regularizar la situación. Quienes deban justificar la ausencia contarán con 60 días después de la votación, mediante el portal oficial.
Durante la jornada podrán votar quienes figuren en el padrón y presenten cualquiera de los documentos habilitados —DNI, libreta de enrolamiento, libreta cívica— en la versión igual o posterior a la consignada al momento de la inscripción.
Cómo será la Boleta Única de Papel de San Luis
La Boleta Única de Papel (BUP) reúne todas las opciones y listas en un único papel. Cada una muestra, de forma clara, los frentes y candidaturas disponibles. Los votantes deberán marcar el casillero correspondiente a su candidato o fuerza política preferida usando una birome.
La BUP agiliza el recuento y reduce los niveles de voto nulo. El formato prohíbe que se depositen sobres u otras boletas en la urna. La hoja se dobla y se introduce directamente. La Cámara Nacional Electoral asegura la provisión de biromes en cada mesa.
Quienes marquen dos opciones en una misma categoría anulan el voto automáticamente. Si ocurre un error, se puede solicitar otra BUP al presidente de mesa. Las autoridades recomiendan observar con atención antes de marcar la preferencia para evitar anulaciones.
Cómo se vota con la BUP, paso a paso
- Se presenta ante la autoridad de mesa con el documento habilitado.
- Se recibe la Boleta Única de Papel y la birome oficial.
- Se pasa al box de votación y se marca el casillero del candidato elegido (cruz, tilde o círculo).
- Se pliega la boleta según instrucciones.
- Se entrega directamente en la urna, sin sobre.
- Se firma el padrón y se recibe la constancia de voto.
- Si una persona con discapacidad o movilidad reducida requiere asistencia, podrá ingresar acompañada por una persona que quedará registrada en el padrón. Las cabinas adaptadas estarán cerca del ingreso.
Quiénes son los candidatos a diputados nacionales en San Luis, frente por frente
Alianza La Libertad Avanza
- Mónica Becerra
- Carlos Almena
- Dalma Guinda
Frente Pueblo
- Daniel González Espíndola
- Ana Laura Ferrarotti
- Pablo Patiño
Frente Justicialista
- Jorge “Gato” Fernández
- Gloria Petrino
- José Farías
Provincias Unidas
- Andrés Vallone
- María Stella
- Joaquín Mansilla
FIT – Unidad
- Johana Gómez
- Iván Amado
- Luciana Miaki Linkopp
Movimiento al Socialismo
- Ítalo Gallardo
- Nilda Abregu
- Sebastián Pinela
Cómo consultar el padrón electoral, paso a paso
- Acceder al sitio web oficial de la Cámara Nacional Electoral: www.padron.gob.ar.
- Ingresar el número de DNI, género y seleccionar “San Luis” como distrito.
- Validar el código de seguridad y presionar “Consultar”.
- El sistema confirmará el establecimiento, número de mesa y la ubicación exacta de la votación.
El padrón permite verificar los datos personales y realizar reclamos en caso de errores. El plazo para modificar la información cerró el pasado 26 de septiembre. Recomiendan confirmar los datos para evitar contratiempos el día del comicio.
mónica becerra,san luis
POLITICA
La oposición presiona para que Martín Menem envíe al Senado la reforma de los DNU

La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada el proyecto que limita estrictamente la capacidad de los Presidentes de dictar decretos de necesidad y urgencia (DNU). Debido a que uno de sus artículos fue rechazado, el texto debe volver al Senado para que insista con la redacción original o acepte los cambios. Sin embargo, desde la oposición denuncian que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, está demorando el trámite legislativo en un intento de bloquear una eventual sesión antes de las elecciones legislativas.
El diputado Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, presentó una nota formal en la cual reclama la “inmediata comunicación” al Senado. “Le requiero a Martín Menem que cumpla con su deber y remita los proyectos al Senado. El Presidente de la Cámara no puede frenar al Congreso por sus decisiones o especulaciones políticas”, planteó a través de las redes sociales.
Y agregó: “Es increíble que con trampas y maniobras se intente frenar leyes que justamente buscan reactivar el funcionamiento pleno del Congreso. Por todos los medios, el Gobierno procura impedir que las instituciones funcionen”.
Por su parte, las autoridades de la Cámara de Diputados niegan que se trate de una maniobra dilatoria y argumentan que todavía se encuentran dentro de los plazos razonables. En ese sentido, señalan que el viernes pasado no hubo actividad legislativa porque fue feriado y también que en la misma sesión se aprobaron varias interpelaciones -a Karina Milei, Luis Caputo y Mario Lugones- que debían realizarse ayer. A su vez, explicaron que no existe un plazo legal que deban respetar.
El peronismo en el Senado había dejado trascender que su objetivo era revisar el expediente en comisión hoy para poder convocar a una sesión la semana que viene. Pero sin el dictamen de comisión necesitaría de una mayoría especial de dos tercios del recinto para poder debatir el proyecto, algo difícil de lograr en la recta final de la campaña electoral y especialmente tras el guiño que muchos gobernadores le hicieron al Gobierno al dejar caer el artículo 3.
El proyecto, que había sido aprobado en el Senado con un amplio consenso que incluyó a referentes del radicalismo, fuerzas provinciales e incluso algunos díscolos del PRO, modifica la ley 26.122 de 2006. Esa ley había sido impulsada por Cristina Fernández, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Entre sus puntos más importantes se destaca que ambas Cámaras se tienen que pronunciar sobre la validez de los decretos para que sean ratificados (en la actualidad sólo se necesita la aprobación de una Cámara). Por lo tanto, la oposición sólo necesitaría juntar una mayoría en una de las Cámaras para invalidar todos los decretos.
No obstante, el artículo que fue rechazado establecía un límite de 90 días corridos para que el Congreso se pronuncie y en caso de no hacerlo, los decretos perdían validez.
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