POLITICA
Las infartantes 72 horas en las que la Argentina se asomó al vacío

La semana había terminado del peor modo y el escenario de reapertura de los mercados el lunes era una invitación a lo desconocido. El jueves se habían encendido todas las alarmas cuando el Banco Central debió vender US$379 millones para defender el techo de la banda cambiaria. El día siguiente sería peor: US$678 millones.
Fue entonces cuando Luis Caputo decidió llamar en forma directa a la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, para reflotar la promesa que había hecho Scott Bessent en abril pasado, cuando sugirió que en un caso extremo podría haber una ayuda directa. Jueves y viernes fueron dos días de gestiones intensas, pero poco productivas. El mensaje de emergencia que transmitía el ministro no generaba compasión. Del otro lado quien atendía el teléfono era Michael Kaplan, el secretario adjunto del Tesoro, quien no le tiene mucha simpatía al jefe de Economía desde su experiencia anterior en la gestión de Mauricio Macri.
En la desesperación de la situación, el viernes Javier Milei habló en Córdoba de que estaban “muy avanzadas” las tratativas para obtener un préstamo de EE.UU., cuando en realidad sólo había conversaciones exploratorias fallidas. Ese mismo día se activó en paralelo una vía alternativa, menos técnica, que responde a un circuito extraoficial.
El actor protagónico de este canal fue Barry Bennett, un asesor especial de Donald Trump, quien casualmente había estado en la Argentina en los días previos y se había reunido con Milei. Bennet trabó una relación estrecha con Santiago Caputo, quien advertido por su tío de las dificultades con el Tesoro, empezó a trajinar el teléfono. Esta relación se estableció gracias a los oficios del polémico empresario Leonardo Scatturice, quien también estuvo movedizo junto a su amigo Rob Citrone, fundador del fondo Discovery Capital. Se trata de ese submundo de lobistas y empresarios, que mezclan los negocios, la inteligencia y la ideología, y que son muy influyentes en el poroso entorno de Trump. Es el universo Mar-a-Lago. El que va y viene de norte a sur en el misterioso avión negro de Scatturice.
Bennett y Citrone lograron conectar con Bessent para que interviniera en forma directa. También involucraron al secretario de Estado, Marco Rubio, para que diera su aval a una eventual asistencia. Es decir, se apeló a la línea política porque la económica no mostraba progresos.
El sábado, por carril separado, el canciller Gerardo Werthein coronó sus gestiones diplomáticas para anunciar la reunión bilateral de Milei con Trump. Hasta ese momento, se trataba sólo de una foto, un gesto de apoyo en medio de la tormenta, pero sin ningún indicio de ayuda económica.
Ese mismo día, ante la ausencia de certezas, Toto Caputo empezó a pergeñar un plan de contingencia para ver cómo conseguir dólares que evitaran un lunes trágico y puso la mira en los exportadores de cereales, con varias opciones en la mesa. El sábado se esfumó entre la angustia, la incertidumbre y el enojo de Washington porque se había filtrado que habría un paquete de ayuda por US$30.000 millones, cuando todavía no había nada cerrado. Quedaban sólo 24 horas para generar alguna reacción y evitar el colapso del inicio de la semana. Nunca el gobierno de Milei había estado tan cerca del abismo.
Pero el domingo, finalmente, apareció una señal, misteriosa aunque alentadora. Era ya de noche cuando el Tesoro norteamericano le hizo llegar un mensaje al Ministerio de Economía, por vías absolutamente informales, de que había habido avances, y que tras el visto bueno de la Secretaría de Estado le estaban pasando el caso argentino a Trump. Nada más que eso. Sin detalles y sin precisiones dijeron que habría un pronunciamiento. Sólo agregaron dos pedidos a sus interlocutores: que fueran pacientes y que no tomaran ninguna medida desesperada el lunes. Básicamente un acto de fe. Para entonces ya se había resuelto atrasar un día el viaje a Nueva York del Presidente y su comitiva.
Caputo no estaba del todo tranquilo así que siguió adelante con su esfuerzo por frenar la embestida del mercado. Ese mismo domingo a la tarde avanzó con su propio plan para juntar dólares. Fiel a su inclinación financiera, su primera propuesta a los exportadores de granos fue que compraran bonos en el extranjero. El argumento que esgrimió el ministro era que necesitaba llevarle a Bessent una muestra de que estaban comprometidos con el objetivo de sumar reservas, después de haber incumplido esa meta con el FMI.
Sin embargo, la respuesta que recibió de los exportadores fue negativa. Le contrapropusieron una baja temporal de las retenciones a cero. Caputo primero se negó, pero después entendió que en la situación extrema en la que se encontraba era el único camino que le quedaba. Ahí empezaron a calcular, en modo no muy científico, que debían reunir unos US$7000 millones en liquidaciones. Esas conversaciones en el atardecer del domingo concluyeron con la definición de una nueva cita, ya más formal, para el día siguiente a las 9 de la mañana en el Ministerio de Economía. Allí se avanzaría con las precisiones respecto de cómo funcionaría el improvisado esquema. Parafraseando el eslogan libertario, el plan marcha acorde al todo.
Sin embargo, temprano a la mañana siguiente, el vocero Manuel Adorni anunció el mecanismo de retenciones cero, mucho antes de que se concretara la reunión con los exportadores. Fue la prueba de la urgencia que había por anticiparse a la apertura de los mercados. Los productores agropecuarios no fueron consultados en ningún momento. Desde el principio entendieron que no era un engranaje que los contemplara demasiado.
Una hora después, Bessent ingresó a la historia de la Argentina al anunciar el paquete más grande de ayuda directa que haya dado su país. Habló de los US$20.000 millones del swap y de la posibilidad de comprar bonos (así reformateó el pedido original del Gobierno, que era por US$30.000 millones). Milei y Caputo recién allí supieron concretamente de qué se trataba el mensaje misterioso que habían recibido la noche anterior por vías informales.
El amigo Scott había jugado la ficha más grande que tenía para ofrecer, rompiendo la inercia de la historia. Está claro que Trump hizo pesar su interés en ayudar a la Argentina por afinidad con Milei, porque el país es su único aliado de peso en la región y porque busca licuar la influencia china en América latina. Muchos operadores remarcaban la diferencia con Brasil, que hoy sufre los aranceles más elevados que aplicó la Casa Blanca.
Desde el fin de la guerra fría, EE.UU. nunca articuló una política consistente para su “patio trasero”. El último que lo intentó fue George W. Bush con su idea del ALCA, que fracasó. Ahora recuperó algún estímulo por razones de seguridad (migración, narcotráfico), pero sobre todo por comprender tardíamente que el vacío que dejó lo llenó China con sus inversiones. Más allá de su retórica, Estados Unidos jamás articuló incentivos para inclinar la balanza a su favor. Algunos recuerdan un evento de hace dos años en Amcham, donde el exembajador Jorge Argüello le planteó a su par de entonces, Marc Stanley: “Cuando manifiestan preocupación por el avance de China yo les digo que necesitamos iniciativas concretas del gobierno de Estados Unidos”.
Trump acaba de dar ese paso por primera vez, involucrando a su propio gobierno, ya no sólo al FMI, en una ayuda concreta. Esa es la magnitud de la importancia que le asigna a la amenaza china y a la necesidad de contar con aliados regionales. “Esta es la Casa Blanca más enfocada en América latina en treinta años. Es crucial para su programa de seguridad y su estrategia global tener aliados que piensen parecido, con una visión polarizada entre amigos y enemigos, que también refleja el clima que se vive en Estados Unidos, mucho más tras el asesinato de Charlie Kirk”, explica Brian Winter, editor de Americas Quarterly.
Hubo divisiones en el entorno de Trump por la ayuda a la Casa Rosada. Los actores más resistentes fueron los que participaron del rescate al gobierno de Macri, y que piensan que la Argentina no tiene arreglo. Son quienes consideran que el paquete de ayuda emite un mensaje interno que se contrapone con el eslogan “America first”. Sin embargo, el presidente se mantuvo inflexible en su postura.
Así como el marco ideológico y conceptual de Trump explica parte de la excepcionalidad del anuncio, también fue decisiva la experiencia de Bessent en mercados emergentes y, en particular, en la Argentina. Trabajó para hegde funds, asesoró e invirtió en la región, y utiliza el mismo idioma que Caputo. “Sabe que cuanto más fuerte habla, menos dólares tiene que poner”, lo define un experimentado operador de Wall Street.
Bessent fue el mismo hombre que en su momento desempantanó la negociación con el FMI y torció el rumbo del acuerdo, para llevarlo al tope de los US$20.000 millones. Además de su flexibilidad de broker, arrastra un profundo rechazo al populismo, que incluso lo llevó a cruzarse con la senadora demócrata Elizabeth Warren con menciones a la grieta argentina.
Como señala el asesor financiero Javier Timerman, “el anuncio del Tesoro también se debe entender a partir del enorme rechazo que genera en Washington y en los mercados la posibilidad de un resurgimiento del kirchnerismo”. El protagonismo de Bessent en toda la novela argentina eclipsó a Rubio e incluso al vicepresidente J.D. Vance, y ocupó el lugar que en algún momento ejerció Elon Musk.
El lunes a las 9 finalmente se concretó la reunión en Economía con los exportadores de granos. La situación había cambiado por completo tras el anuncio de Bessent. En el propio Gobierno algunos se quedaron con la sensación de que si hubieran sabido de antemano de qué se trataba la ayuda norteamericana, quizás no apelaban a la baja de retenciones, porque después terminó generando un ruido en el diálogo bilateral.
Ahí conversaron sobre los alcances del decreto que emitiría el Gobierno. Hubo una idea de hacer extensivo el beneficio fiscal a todos los sectores productivos, pero Caputo lo rechazó. Después la reunión se tensó porque mientras los exportadores reclamaban 15 días para liquidar el 90% de los US$7000 millones, los funcionarios los presionaban para que todo ocurriera en tres días. Querían que el capítulo terminara lo más rápido posible.
Había una razón detrás del apuro. El Tesoro empezaba a hacer saber que la medida los había dejado en una situación incómoda frente a los agricultores norteamericanos, que venían discutiendo con la administración Trump por subsidios que repararan la pérdida del mercado chino por efecto de la guerra arancelaria. La situación se agravó porque los precios de los granos bajaron en Chicago y China pasó a comprar a la Argentina en vez de hacerlo a EE.UU.
Bessent recibió la inquietud directamente de la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, por el enojo de los farmers. Fue entonces cuando decidió emitir un tuit algo confuso sobre el futuro de las retenciones y pidió al gobierno argentino bajar cuanto antes esa persiana de liquidaciones. Caputo transmitió un mensaje urgente a los exportadores: “Aceleren que hay que terminarlo”.
en la Bolsa de Comercio de Rosario, Santa Fé
De izq. a der. Javier Cervio (BCR), Martín Vauthier (BICE), Pablo Lavigne (Sec. Prod. Nac.), Juan Pazo (ARCA)Marcelo Manera
Fue tal el ritmo desenfrenado de los formularios que ingresaban para aprovechar la oportunidad, que en un momento el titular de la ARCA, Juan Pazo, preguntó a los exportadores si estaban utilizando Inteligencia Artificial para operar los contratos, porque entraba un pedido cada 30 segundos.
A la misma velocidad se acumulaban las críticas de los productores agropecuarios, que no habían llegado a reaccionar cuando el cupo de los US$7000 millones estaba a punto de completarse. “Sólo el 30% fueron operaciones de los productores; el resto son exportadores que no tienen la certeza de a quién le compraron, y liquidaron sin tener la mercadería”, se quejó un importante dirigente rural.
Anteayer, al cerrar la semana más intensa de la gestión, el clima en la Casa Rosada era de profundo alivio. Sabían que habían bordeado la cornisa y que lograron alejarse temporalmente. Con el apoyo de EE.UU. el Gobierno ganó tiempo y retrotrajo la situación a la previa de la elección bonaerense, que desencadenó la tormenta.
Ahora quedan dos planos de acción, ambos muy desafiantes. El primero es el económico. Recién esta semana los equipos de Bessent y de Caputo se sentarán a darle forma al paquete de ayuda anunciado, siempre pendientes del resultado electoral. El intercambio técnico podría concluir antes del 26 de octubre, pero no habrá desembolsos concretos antes de esa fecha. En el aspecto formal, el pedido del Tesoro al Gobierno pasará por lograr consensos para avanzar con las reformas estructurales. Pequeño problema para una figura como Milei; le están pidiendo que deje de ser un outsider rupturista y que se autoperciba como un león herbívoro.
En la mesa de diálogo emergieron dos temas bien específicos, que por ahora no aparecerán por escrito. Uno es la clausura de las bandas cambiarias tal como operan hoy, y el otro es la necesidad de acumular reservas. Estos son los presupuestos mínimos. Según quienes estuvieron en las tratativas, no se habló de avanzar hacia una dolarización, a pesar de que en alguna conversación informal con inversores el propio Bessent había dicho que no era una idea para descartar de plano.
También se habló de caminar hacia la finalización del swap de China, aunque sin especificaciones. Ya cuando el año pasado el mecanismo fue renovado, desde la Secretaría de Estado se hizo llegar un mensaje de malestar. Más imprecisas quedaron las menciones sobre el acceso a tierras raras (un déficit que tiene EE.UU. y que busca reparar) y a “infraestructura crítica”, el eufemismo con el que se refieren a puertos, bases y centros de operaciones. Todo forma parte de un formulario por llenar. Lo que sí está claro es que la Argentina ató completamente su política exterior a la Casa Blanca. Las relaciones carnales del menemismo se transformaron en apenas una anécdota hot.
El segundo plano de acción es el impacto en la Argentina del anuncio, en especial en términos electorales. La evaluación que se hizo en el Gobierno fue favorable porque al menos le dio un punto de apoyo para frenar el retroceso de los últimos dos meses y recuperar alguna narrativa vinculada al futuro, el déficit más fuerte del discurso oficialista hoy.
Este es el aspecto al que apunta el último informe de la consultora de Fernando Moiguer, que resalta que el tercer trimestre está marcado por un cambio de ánimo social por el quiebre de las expectativas, que eran las que sostenían la ilusión de un futuro mejor. Pero el dato más relevante es que identifica en el AMBA y en la clase media baja a los segmentos que concentran esa visión más crítica. Son dos nucleamientos decisivos en términos electorales que bajaron su nivel de consumo y que empezaron a endeudarse hasta para gastos corrientes. El Gobierno no puede mejorar el presente, pero necesita imperiosamente recrear un futuro que sacuda a los desencantados.
Este diagnóstico hace juego con el último informe de Poliarquía, que retrata cómo el consumo de las familias se frenó en este tercer trimestre. “Al comparar con el trimestre anterior se observa una caída del 4% y del 10% versus los valores de inicio de 2025”, señala la consultora dirigida por Alejandro Catterberg y Eduardo Fidanza. Es decir, el Gobierno está llegando a la elección de medio término en las peores condiciones económicas de su gestión.
Milei consiguió en EE.UU. lo máximo a lo que podía aspirar, en un momento crítico de su mandato. Se conjugó a su favor una serie de factores irrepetibles e históricos. Ahora es su turno de mover, primero como líder de LLA en una elección crucial, y después como Presidente, en un punto de quiebre para la Argentina. En el próximo mes pone en juego su futuro y el del país. Se le acaba de abrir una nueva oportunidad. Quizás la última.
@SenWarren,https://t.co/CtyIPPO68V,September 23, 2025,“Al comparar con el trimestre anterior,Jorge Liotti,Conforme a
POLITICA
La boleta única de papel obliga a los partidos bonaerenses a calibrar la campaña y la fiscalización

La implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en las próximas elecciones legislativas nacionales redefine las campañas electorales y modifica dinámicas en la fiscalización, según esperan en los partidos políticos de mayor caudal electoral en la provincia de Buenos Aires. La explicación del nuevo sistema de sufragio gana espacio en la trama diaria de la campaña, mientras que las trampas que se buscan contrarrestar con la fiscalización parecen quedar reducidas ante las características del instrumento que se utilizará.
Entre los referentes del peronismo, la explicación sobre el mecanismo de votar marcando con una cruz en la opción deseada de la boleta se empieza a generalizar. El gobernador Axel Kicillof lo hizo en una conferencia de prensa, el lunes pasado, en la que consideró que el cambio de sistema “es una decisión caprichosa de Javier Milei, pensada únicamente para su conveniencia política”; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, hizo lo propio con un video explicativo en sus redes sociales.
“La campaña se transformó en explicar cómo se vota y, además, decir que hay que votar a Fuerza Patria”, afirma a un dirigente de la alianza peronista en el conurbano. “Sacamos videítos, mostramos. La campaña es rara para todos, no tenés la boleta para repartir”, añade la fuente consultada. Sin embargo, asegura: “El puerta a puerta lo hacemos igual, con el sistema que sea, porque vas a militar, no solo a repartir una boleta”.
En el interior bonaerense, el peronismo también activó operativos para mostrar el cambio en el instrumento de votación. “Hemos hecho una muestra de la boleta y vamos por los barrios, charlando y diciéndoles a los vecinos cómo es el sistema de votación. La gente entiende enseguida. Lo único que cambia es que no hay cuarto oscuro, hay un biombo y hay que poner una cruz”, resume un intendente justicialista de un distrito fuera del conurbano. “Siempre hay que fiscalizar, pero la fiscalización no pareciera tan engorrosa. Vamos a tener los fiscales y vamos a hacerlo de la mejor manera posible”, indica.
En el espacio que comparten Pro y La Libertad Avanza, sostienen que pusieron en marcha capacitaciones y plantean menores complicaciones para fiscalizar que con la boleta partidaria, el sistema tradicional que se utilizó en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, cuando el oficialismo nacional sufrió una dura derrota. “Estamos trabajando con el Ministerio del Interior, que está bajando capacitaciones al territorio. Creo que no vamos a tener problemas, el tema es que todos se enteren cómo se vota. El bajo puerta es muy común y la gente va a empezar a preguntar cuando vea que no le llega la boleta”, asevera un armador de Pro.
“Se están haciendo cursos con los fiscalizadores. Es distinto porque no te tenés que andar levantando [para controlar cuestiones como el faltante de boletas en el cuarto oscuro]. El control es cuando abrís la urna, que no te llegue la ‘urna embarazada’, y cuando cerrás, que se bajen bien las marcas al papel”, dice la fuente macrista. “Al peronismo le cuesta más no tener el bajo puerta. [La BUP] te corta el voto cadena, la tapadita, la boleta trucha de otra elección, cosas que el peronismo, históricamente, ha hecho mejor”, agrega.
La capacitación aparece como una cuestión central en el campamento de La Libertad Avanza bonaerense. “Veo que es necesario capacitar a los presidentes de mesa y también a los delegados electorales, que no conocían la normativa”, señala un articulador libertario en el conurbano, en un cuestionamiento que excede la boleta única de papel. En cuanto a la fiscalización, resalta: “Llevamos 500 personas a fiscalizar en la ciudad de Buenos Aires [con boleta única electrónica]. Esa gente vio que los fiscales trabajan de modo más ameno. Va a ser más sencillo, no tengo que tener reserva de boletas, etcétera”. Afirma que su sello y el kirchnerismo no tendrán “problemas para explicarle a la gente” cómo votar.
Para un radical de la tercera sección, “la fiscalización va a ser novedosa”. Opina que “lo ideal sería tener un fiscal cada dos o tres mesas todo el día y reforzar al final, especialmente en las periferias, que es donde el peronismo sacó más del 70% el 7 de septiembre”.
la campaña,Javier Fuego Simondet,Elecciones 2025,Boleta única,Provincia de Buenos Aires,Conforme a,Elecciones 2025,,Juan Schiaretti. “No queremos que el Gobierno se caiga ni que el país estalle; venimos a aportar racionalidad”,,No hay economía sin política, ni dólares que valgan sin votos,,Dónde voto. Consultá el padrón para las elecciones legislativas en la Argentina
POLITICA
Javier Milei ratificó el rumbo económico del Gobierno y prometió dejar atrás las devaluaciones

El presidente Javier Milei ratificó este sábado en Palermo, durante la Feria Internacional de Turismo (FIT), que su gobierno mantiene firme el rumbo económico y trabaja para ofrecer la estabilidad necesaria que incentive inversiones a largo plazo. Según indicó el presidente, la Argentina está cada vez más cerca de superar la crisis y consolidar un crecimiento sostenido.
“Estamos aplicando reformas que fueron postergadas durante décadas. Ordenar la macroeconomía permitirá que la microeconomía y sectores como el turismo crezcan a niveles inéditos”, afirmó el mandatario. Resaltó que el país tiene todo el potencial para posicionarse como un destino turístico de alcance global y que la clave está en brindar oportunidades reales a los argentinos y a los inversionistas.
Durante su discurso, Milei destacó que la Argentina podría multiplicar por 20 su capacidad turística actual si se asegura un marco estable, donde las decisiones económicas puedan proyectarse a 10, 20 o 30 años sin temor a cambios abruptos o devaluaciones. “No hay otra manera de avanzar que aplicando las ideas que históricamente hicieron próspero al país”, agregó.
El jefe de Estado volvió a insistir en la importancia de las reformas laboral y fiscal. Según Milei, flexibilizar el mercado de trabajo facilitará la contratación y permitirá que los emprendimientos crezcan, mientras que una reforma fiscal reducirá impuestos y aumentará la rentabilidad de las empresas. También mencionó la necesidad de reducir la litigiosidad que afecta a los negocios, haciendo referencia a lo que definió como el “flagelo de la industria del juicio”.
En cuanto a la estabilidad monetaria, Milei advirtió que la solución no pasa por regresar al “catastrófico sendero de devaluaciones recurrentes”. Por el contrario, sostuvo que construir un marco económico previsible es fundamental para atraer inversiones y sostener la recuperación.
El evento contó con la presencia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el secretario de Turismo, Daniel Scioli; el ministro del Interior, Lisandro Catalán; y la secretaria general de la ONU Turismo, Shaikha Nasser Al Nowais.
El presidente cerró su intervención con un llamado a la acción: “No aflojen, que se puede. Todo el esfuerzo que estamos haciendo dará sus frutos y sentará las bases de un país exitoso”.
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POLITICA
Contratos públicos, “invitados especiales del Presidente” y eventos privados que unen al Gobierno y al trumpismo

Eventos privados, un sponsor devenido en contratista del Estado e “invitados especiales del Presidente” forman parte de los hilos que unen al Gobierno con los integrantes de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). La versión para Argentina de esta agrupación realizó una cumbre en Buenos Aires y, dos meses después, algunos de sus miembros aparecieron en un proceso de compra pública que el Gobierno mantiene en secreto.
Una tríada de sus integrantes apareció detrás de las gestiones para el respaldo económico de Estados Unidos a la Argentina. Tal como contó , el jueves anterior a viajar a Nueva York, el presidente Javier Milei recibió en la residencia presidencial al exasesor de campaña de Donald Trump, Barry Bennett. A su vez, el ministro de Economía, Luis Caputo, se encontró en Nueva York, en la recepción del hotel The Langham, con Leonardo Scatturice y Soledad Cedro.
Ellos dos y Bennett confluyen en la empresa Tactic COC y CPAC Argentina, dos sociedades cuyas intervenciones combinan la batalla cultural en la arena política y lobby pagado por el Estado.
CPAC Argentina irrumpió en la Argentina el 3 y 4 de diciembre de 2024, en su evento inaugural. Una comitiva llegó para participar de una cena de gala, a la que asistió Milei, seguida por una jornada de discursos políticos.
En los días posteriores a la inauguración de CPAC Argentina, un puñado de empresarios estadounidenses, cuyos nombres coinciden con aportantes a la campaña presidencial de Trump, visitó la Casa Rosada. Esto surge de documentos de la Comisión Electoral de ese país (FEC) y los registros de ingreso a la sede de Gobierno que obtuvo a través de un pedido de acceso a la información pública.
“Una persona del equipo de Milei nos dijo que no dejan que nadie haga videos y tome fotos del interior de la Casa Rosada, pero por ser nosotros, invitados especiales del Presidente, entonces pudimos lograrlo”, comentó una de las empresarias que asistió al evento, Gabriela Berrospi.
CPAC es una organización estadounidense creada en 1964 y tiene como misión “educar a la ciudadanía sobre los principios conservadores”, según documentación que presentó ante el Internal Revenue Service (IRS).
La llegada al poder de Milei y el apoyo a su batalla cultural le abrieron las puertas de Buenos Aires. Matt Schlapp y Mercedes Schlapp, quien trabajó en los equipos de Trump, lideran la agrupación.
“CPAC Argentina Inc” nació el 19 de septiembre de 2024, menos de tres meses antes del evento en Buenos Aires, según los registros oficiales del Estado de Florida. Scatturice, un empresario cercano al asesor Santiago Caputo, figura como uno de sus titulares.
Esta sociedad también incluye a Laura Arrieta, quien viajó en el vuelo que llegó al país el 26 de febrero y es investigado por la Justicia por presunta falta de controles aduaneros. La empresa OCP Tech, cuyo CEO es Scatturice, sostuvo que se realizaron “todos los controles que marca el protocolo para un avión en tránsito”.
Las conexiones políticas de Scatturice muestran una fotografía con Trump, así como con otras figuras del Partido Republicano. Un documento de la FEC exhibe su nombre y una de las empresas vinculadas a él en un comprobante de donación de US$3300 para el comité “Suarez for President, Inc” en 2023.
El sponsor devenido en contratista
CPAC Argentina apareció por primera vez en el país en diciembre pasado. Su CEO, Soledad Cedro, afirmó a que Tactic COC organizó y costeó el evento del 3 y 4 de diciembre. La empresa fue registrada en el Estado de Florida el 26 de noviembre, nueve días antes de la cumbre conservadora en Buenos Aires, según documentos comerciales. Scatturice también forma parte de sus autoridades. Dos meses después, la compañía firmó un contrato con la Secretaría de Inteligencia Del Estado (SIDE) el 12 de febrero de 2025.
“Tactic servirá como enlace entre la Presidencia de la Nación de la República Argentina y sus homólogos en Estados Unidos. Tactic coordinará reuniones entre funcionarios de los dos países y ofrecerá asesoramiento estratégico a la Secretaría de Inteligencia de Estado”, estipula su contrato.
Tactic COC incluye en su equipo a personas de CPAC y de CPAC Argentina. Además de que Scatturice figure como su mánager, esta firma describe en su sitio web que Matt y Mercedes Schlapp, y el exasesor de campaña de Trump de 2016, Barry Benett, forman parte de su staff.
A propósito de Bennett, en 2024 aceptó pagar US$100.000 para dejar sin efecto una investigación sobre presunta violación al Foreign Agents Registration Act, que regula el lobby en aquel país, según detalla el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
preguntó a la vocería de la Presidencia por qué el Gobierno decidió contratar a esta empresa y cómo fue su proceso de contratación, pero no obtuvo respuesta.
También se le consultó a la Oficina Anticorrupción (OA) si la contratación de una empresa cuyas autoridades también lideran otra organización política puede configurar un conflicto de interés. Respondieron que no hacen comentarios sobre hipótesis.
Este medio solicitó a representantes de Tactic COC documentación que respalde su vinculación con el evento de CPAC Argentina como sponsor. Sin embargo, declinaron presentar esos datos.
En paralelo a la batalla cultural y al lobby contratado por la SIDE que une al Gobierno con CPAC y Tactic COC, el Ejecutivo también adjudicó otras compras a compañías en las que el apellido Scatturice se repite. OCP Tech, miembro del grupo COC Global Enterprise del cual el empresario es CEO, da cuenta de ello.
La aérea Royal Class S.A., cuyo hangar albergó al avión del vuelo cuyos controles aduaneros son investigados por la Justicia, también aparece en el listado de contrataciones del Estado. Según detalló la Secretaría General de Presidencia en un pedido de acceso a la información pública, esta empresa se encargó del traslado de Milei el 12 de diciembre, ocho días después del evento de CPAC Argentina, desde Aeroparque hacia Roma, Italia. El Estado pagó US$249.290.
Royal Class es el nombre de fantasía de Just Flight S.A., registrada en Argentina. El listado de empresas regulares y no regulares provisto por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) incluye a “JUST FLIGHT S.A. “ROYAL CLASS”“ como un mismo sujeto. La firma presentó un “Foreign Air Carrier Permit” ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos. Allí explicó que otra empresa, llamada “Royal Class Air LLC”, posee el 75% de las acciones con derecho a voto de la compañía, y que esta última tiene “100%” como beneficiario final a “Leonardo Scatturice, un ciudadano argentino”. La documentación fue firmada el 14 de julio.
Royal Class Air LLC, la que según el documento posee el 75% de las acciones de Just Flight S.A./Royal Class, es una empresa registrada en el Estado de Florida. El 29 de febrero de 2024 reportó ante las autoridades de ese lugar que su agente registrado es Scatturice. En ese entonces también era su mánager pero fuentes allegadas a él indicaron que ya no ocupa ese puesto en la compañía y que los registros están en proceso de actualización.
La entrada a la Casa Rosada
El 5 de diciembre, el día posterior a los discursos, una “delegación de EEUU CPAC Argentina adultos 15″ estuvo presente en la sede del Ejecutivo, tal como reflejan las planillas oficiales. Entre ellos, se encuentran los referentes de la CPAC estadounidense, Matt y Mercedes Schlapp, y empresarios cuyos nombres coinciden con los de aportantes de campaña de Trump.
intentó contactarse con ellos a través de llamadas, mensajes y correos electrónicos, pero no obtuvo respuesta.
Esta comitiva de CPAC entró a las 12:09. El último de los adultos de la delegación se registró a las 12:19 y todos se retiraron a las 12:37. Es decir, estuvieron allí entre 18 y 28 minutos. En la columna “dependencia”, la planilla oficial lleva anotado “Casa Rosada – visita” y “viista guiada” (SIC).
En otro pedido de acceso a la información pública sobre visitas guiadas a la Casa Rosada, la Secretaría General de Presidencia detalló: “La duración de una visita puede rondar de 45 minutos a 1.30h, eso dependerá de la dinámica del grupo, la interacción que plantee y las edades de los visitantes”.
La portavoz de CPAC (Estados Unidos), Hannah Stone, señaló que “no hubo reuniones especiales con el Presidente” y que la delegación estadounidense “disfrutó de un recorrido turístico”.
Un día después entró Berrospi, acompañada por una persona llamada “Karina”. La planilla oficial no especifica su apellido. “Terminamos este magnífico evento yendo a la Casa Rosada”, dijo en su vídeo sobre su experiencia en la cumbre de CPAC Argentina.
A propósito de la presunta utilización de la Casa Rosada como locación del evento privado y pago de CPAC Argentina, consultó a Berrospi sobre sus dichos pero no emitió respuesta. Asimismo, Cedro negó que la cumbre haya incluido una actividad en la sede de Gobierno e indicó que “un grupo de las personas que vinieron del exterior” solicitó un tour.
Este medio también le preguntó a la vocería de la Presidencia sobre el ingreso de una delegación de CPAC a la sede de Gobierno, quién los recibió, por qué asistieron allí y si, tal como dijo Berrospi, fueron tratados como “invitados especiales del Presidente”, pero tras más de una semana el organismo no emitió respuesta.
Los eventos de CPAC
Los eventos de CPAC en Estados Unidos fueron los primeros puntos de contacto entre Milei y Trump. Antes de la bilateral en Nueva York, ambos se encontraron en este tipo de cumbres cuando el estadounidense todavía no era presidente.
La portavoz de CPAC (Estados Unidos), Hannah Stone, indicó que “cada evento se financia mediante la venta de entradas, patrocinadores y donaciones”.
La organización estadounidense ha ofrecido distintos tipos de tickets “general” para asistir a sus conferencias; “silver”, que agrega una cena y posibilidad de sacarse fotos con los oradores; “gold”, que suma un “lounge gold”; “platinum”, que además habilita un acceso a un lounge más costoso; y “platinum plus”, que contempla un meet and greet con oradores seleccionados. A modo de ejemplo, sus precios para el próximo evento en Washington en 2026 oscilan entre US$47 y US$30.000.
Pese a que estos tickets habilitan cierta cercanía con los oradores invitados, no necesariamente implican que cualquiera que haya pagado pueda reunirse con ellos. “En nuestros eventos, los oradores interactúan ocasionalmente con los asistentes, aunque estas interacciones no se organizan formalmente”, sostuvo Stone.
La última participación de Milei en un evento CPAC fue en Paraguay hace casi dos semanas. Allí catalogó a la organización como “la Cumbre derechista más importante del planeta” y expresó que espera “con ansias poder repetir o incluso superar” la experiencia de CPAC Argentina.
Ignacio Grimaldi,Javier Milei,Donald Trump,Conforme a,Javier Milei,,Aval internacional. EE.UU. pide consenso político y dejar el swap chino a cambio del paquete de ayuda económica,,No hay economía sin política, ni dólares que valgan sin votos,,El desdén por nuestro riesgo país
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