POLITICA
Solo uno de cada cuatro argentinos cree que CFK es “inocente” y “víctima de una operación política”

Se trata de un informe especial sobre la condena a Cristina Fernández de Kirchner, que abordó las percepciones de la opinión pública ante el fallo por el que tendrá que cumplir seis años en prisión domiciliaria, además de la imposibilidad de ejercer cargos públicos de por vida.
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El relevamiento incluyó mil casos nacionales a público en general, entrevistados mediante encuestas online, y en primer lugar analizaron la confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner, que alcanzó “una gran notoriedad”, aclararon. Casi 9 de cada 10 (87 por ciento) declaró haber tenido conocimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia, ya sea por estar informados (56 por ciento) o por haber escuchado algo del tema (31 por ciento). “El nivel de conocimiento aumenta con la edad y el nivel socioeconómico”, particularizaron.
En cuanto a las opiniones sobre el fallo, la mayoría son “condenatorias”, indicaron. Así, el 54 por ciento consideró que la expresidenta es culpable y que hubo corrupción, frente a un 25 por ciento que sostiene que es inocente y víctima de una operación política. A su vez, al restringir el análisis a quienes están informados, la opinión condenatoria se vuelve más fuerte: casi el 70 por ciento cree que la condena es justa. “Entre hombres, mayores de 50 años y niveles de poder adquisitivo alto se registra una mayor proporción de asignación de culpabilidad”, remarcaron.
Solo, uno, de, cada, cuatro, argentinos, cree, que, CFK, es, “inocente”, y, “víctima, de, una, operación, política”
POLITICA
LLA vs. PJ: el cierre de las alianzas perfila una pelea de dos grandes frentes en las elecciones de octubre

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El cierre del plazo para inscribir las alianzas de cara a las elección nacional del 26 de octubre dibujó un nuevo mapa electoral en los 24 distritos del país, marcado por el armado de dos grandes frentes, La Libertad Avanza y Fuerza Patria, que se encaminan a enfrentarse en las urnas para dirimir la composición del Congreso desde el próximo 10 de diciembre.
Los libertarios de Javier y Karina Milei cerraron acuerdos con cinco gobernadores y entendimientos con Pro de Mauricio Macri en seis distritos, incluida la ciudad de Buenos Aires, mientras que los peronistas de Cristina Kirchner -que preside el PJ recluida en prisión domiciliaria- consolidaron la unidad en 18 distritos, pero en otros seis se presentarán divididos.
Con LLA y Fuerza Patria protagonizando una contienda que puede tender a la polarización, otras fuerzas políticas registraron alianzas a nivel distrital, pero no se extendieron al plano nacional. Una alianza incipiente de cinco gobernadores, denominada Provincias Unidas, puede ser la excepción dentro de esta regla electoral, de cara a los comicios de medio término.
(LLA cerró su mapa de alianzas para dar la pelea en los comicios legislativos de octubre, en donde se votarán diputados y senadores nacionales. El partido de Javier Milei definió jugar en soledad en varias provincias, pero también selló un amplio paquete de acuerdos electorales con gobernadores, con Pro, con la UCR y con otros sellos provinciales, con el objetivo de ampliar la representación del oficialismo en el Congreso para la segunda mitad del mandato.
Respecto a los acuerdos con los gobernadores, los libertarios inscribieron cuatro alianzas con mandatarios provinciales: Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (Ciudad). Con Claudio Poggi (San Luis) los violetas suscribieron un “pacto de no agresión” electoral. El mandatario puntano directamente se bajó de la contienda nacional para devolver el favor que la Casa Rosada le hizo en mayo cuando no postuló una lista de LLA en las elecciones provinciales de los puntanos.
Chaco, Entre Ríos y Ciudad son clave porque este año eligen senadores. En el primer caso, Zdero confirmó la alianza con LLA que había estrenado en los comicios provinciales de mayo en su terruño y que resultó exitosa para hacerle frente al PJ liderado por Jorge “Coqui” Capitanich. La alianza con Frigerio, por su parte, le permitiría a LLA alzarse con los dos escaños en el Senado, “pintar la provincia de violeta” y sumar más escaños en Diputados. Juntos, el oficialismo nacional y el oficialismo provincial buscan evitar que el PJ tenga una victoria en el distrito. En la Ciudad el acuerdo implica que LLA pone los dos candidatos a senadores y encabeza para Diputados, mientras que los amarillos colarán dos candidatos en la nómina para la Cámara baja.
Hay gobernadores que iniciaron tanteos con la Casa Rosada para sellar un acuerdo pero no lograron llegar a un entendimiento. Marcelo Orrego (San Juan) finalmente competirá contra los violetas. Anotó su propio frente, Todo por San Juan, y logró sumar a Pro, a la UCR y a otros partidos más chicos de alcance provincial.
Carlos Sadir (Jujuy), por su parte, había iniciado algunas tratativas a través de Patricia Bullrich que finalmente se vieron frustradas. El gobernador radical competirá en un frente junto con Pro. Se suma así al caso del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés (UCR), que tampoco logró zurcir un acuerdo con los libertarios y finalmente cerró un acuerdo con un viejo aliado de la Casa Rosada: Mauricio “Camau” Espínola. El mandatario radical llevará a su hermano, Juan Pablo, como candidato a gobernador y le dará pelea al libertario Lisandro Almirón.
Luego de sellar un acuerdo con Cristian Ritondo en la provincia de Buenos Aires y con Mauricio Macri en la Capital Federal -en ambos casos el frente se llamará “Alianza La Libertad Avanza”- los libertarios liderados por Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem inscribían una alianza con los amarillos también en otros distritos.
Son los casos de Tucumán (allí Pro está intervenido por el partido nacional, en un proceso en manos del diputados Alejando Finocchiaro), Misiones, La Pampa, Catamarca y Río Negro. En esa provincia patagónica, que este año elige senadores, los libertarios liderados por la diputada Lorena Villaverde armaron un frente más amplio, integrado también por Republicanos Unidos y Creo Río Negro.
En Tierra del Fuego finalmente se inscribió una alianza con Pro a la que se sumaron Republicanos y el Partido Libertario que llevará a Agustín Coto como candidato a senador).
En Córdoba, después de arduas negociaciones y jornadas de vértigo, ni Pro ni la UCR pudieron sellar alianza con LLA por impugnaciones legales. Los libertarios armaron una coalición con el Frente Cívico (de Luis Juez), Primero la Gente y el MID.
En otros casos, LLA optó por anotar alianzas con partidos provinciales más pequeños. En Salta, por ejemplo, los libertarios jugarán -como siempre- con el espacio Ahora Patria, de Alfredo Olmedo, que podría ser el candidato del espacio a senador nacional.
Hay distritos importantes, en tanto, en donde el partido de Javier Milei optó por jugar en soledad contra el oficialismo local. Son los casos de Santiago del Estero (allí el titular del partido, Tomás Figueroa, sería el candidato a senador), La Rioja, Santa Fe, Neuquén, Chubut y Santa Cruz.
Los casos de Córdoba y Santa Fe, dos distritos grandes, son peculiares. Allí suena fuerte la posibilidad de que los diputados Gabriel Bornoroni y Romina Diez, respectivamente, que aún tienen mandatos vigentes en la Cámara baja, vuelvan a postularse como diputados nacionales para posicionarse en sus distritos con la mira en 2027.
El Partido Justicialista presentará alianzas de unidad en la mayoría de las provincias para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, aunque no logró cerrar un frente común en todas. Serán 18 las jurisdicciones en las que el partido que preside Cristina Kirchner tendrá una alianza única, mientras en seis se exhibirá la fractura, por motivos diversos que incluyen intervenciones dispuestas por la conducción nacional.
Las divisiones están en Salta, Misiones, Chubut, Tierra del Fuego, Córdoba y Jujuy. Algunas de esas jurisdicciones tienen intervenciones partidarias vigentes, en otras finalizaron, y hay casos en que las internas derivaron en desprendimientos.
En Salta, donde el PJ está intervenido (la Justicia la había cancelado, pero una en una instancia superior se rehabilitó), se conformó Fuerza Patria. Ese espacio kirchnerista incorporó al exgobernador Juan Manuel Urtubey, y lo integran 11 partidos, entre ellos, Kolina, el Partido de la Victoria, el Frente Grande, e Instrumento Electoral para la Unidad Popular.
Los dirigentes peronistas que fueron corridos del partido por la intervención que definió el PJ nacional, conducido por Cristina Kirchner, participarán del frente provincial del gobernador Gustavo Sáenz, que se denominará Primero los Salteños. Se elegirán tres senadores y tres diputados.
En Misiones, el PJ también fue intervenido. La intervención llevará una lista alineada con Fuerza Patria y los referentes desplazados del justicialismo integrarán el frente del oficialismo local, que maneja Carlos Rovira. Habrá tres bancas de diputados nacionales en juego.
El PJ de Chubut fue a internas el domingo y definió como candidato (se elegirán dos diputados) al exintendente de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque. Por fuera del PJ, pero como desprendimiento de esa fuerza, se presentará la alianza Fuerza del Trabajo Chubutense, que unió a los gremios de empleados de comercio y de camioneros.
Tierra del Fuego elegirá dos senadores y dos diputados. La oferta electoral del peronismo exhibirá una división en dos frentes. Dentro de Fuerza Patria van Forja (el partido del gobernador Gustavo Melella) y el camporismo del intendente de Ushuaia, Walter Vuoto. El Movimiento Popular Fueguino (Mopof) se presenta aparte, en una alianza en la que confluyen sectores del camporismo y el peronismo tradicional.
El peronismo cordobés, liderado por Martín Llaryora y Juan Schiaretti, alejado del kirchnerismo, participará dentro de Provincias Unidas, el frente de los gobernadores Llaryora, Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz). El kirchnerismo se presentará apartado de esa línea. También Natalia de la Sota irá por fuera. Córdoba elegirá nueve diputados.
En Jujuy, el PJ, que fue intervenido por la conducción partidaria nacional, tendrá una lista cercana a La Cámpora (la diputada Leila Chaher es su referente) y otra que patrocinaría el diputado provincial Rubén Rivarola. Por fuera, quedarían otros sectores, como el de la senadora Carolina Moisés.
En la provincia de Buenos Aires, el peronismo se anotará como Fuerza Patria, en unidad. Cuando anudó sus listas bonaerenses, el justicialismo acordó participar con el mismo frente a nivel nacional, donde se pondrán en juego 35 bancas de diputados por la provincia. Lo integran el PJ, el Frente Renovador, Patria Grande, Kolina, y el Frente Grande, entre otros. La provincia tiene 35 bancas de diputados en juego.
En la ciudad de Buenos Aires también habrá un frente unificado del justicialismo. El peronismo conformará Fuerza Patria en territorio porteño, con un armado partidario similar al de la provincia de Buenos Aires. Mariano Recalde suena como candidato a encabezar la boleta de candidatos a senadores (se eligen tres, junto a 13 diputados).
La provincia de Santa Fe aporta también a la unidad. El peronismo cerró filas en la alianza Fuerza Patria, algo que hace unas semanas estaba en duda. En un principio había surgido un conflicto con el sector que encabeza el exgobernador Omar Perotti; Agustín Rossi es el otro referente del peronismo provincial.
Chaco será otra de las provincias con una alianza de unidad peronista. Se reeditará Fuerza Patria. Junto con el PJ, integrarán la coalición partidos como Kolina; Frente Grande; Libres del Sur; Partido de la Victoria; Partido del Trabajo y del Pueblo; Partido Proyecto Popular; Partido Renovador Auténtico, y Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo. La boleta de candidatos a senadores nacionales (se eligen tres) la encabezará el exgobernador Jorge Capitanich. El primer nombre de la lista de diputados nacionales (se eligen cuatro) está en definición.
En Tucumán, también habrá una alianza de unidad peronista, denominada Frente Tucumán Primero e integrada por 16 partidos. El gobernador Osvaldo Jaldo y el exmandatario Juan Manzur armarían una lista en común con el PJ como columna vertebral. Jaldo sería candidato testimonial, a la cabeza de la lista de diputados (hay cuatro bancas en juego).
El Frente Cívico de Santiago del Estero, en el que está integrado el PJ provincial, irá dividido pero como parte de una estrategia del gobernador Gerardo Zamora para repetir lo que viene haciendo: quedarse con todas las bancas nacionales en juego (la provincia renueva sus tres senadores y tres de sus siete diputados nacionales). El peronismo conforma uno de los espacios de este frente. El sector “UCR” del Frente Cívico llevará al gobernador Zamora, al frente de la lista de Senadores, en tanto que por otro lado irá el PJ, con el actual senador y presidente del justicialismo santiagueño José Emilio “Pichón” Neder. Lo mismo pasará en el rubro diputados nacionales. La provincia también elegirá gobernador el mismo 26 de octubre.
En San Luis, el PJ está dominado por Alberto Rodríguez Saá, que conformó un frente llamado Movimiento en Acción. El primer candidato de esa lista para diputado nacional es Jorge “Gato” Fernández, que fue candidato a gobernador en 2023 y cayó ante Claudio Poggi (el gobernador no presentará en este turno electoral nacional a su frente Ahora San Luis). El kirchnerismo no armó lista propia y se especulaba con la posibilidad de que Adolfo Rodríguez Saá -que integra el poggismo y está peleado con su hermano Alberto- pudiera jugar con su propio partido, Todos Unidos. San Luis debe elegir tres diputados.
En Mendoza (se ponen en juego cinco bancas para la Cámara baja), el PJ va unido, como Frente Fuerza Patria, a pesar de las internas entre los peronistas tradicionales y el sector kirchnerista-camporista del partido.
El peronismo armó en San Juan un frente llamado Fuerza San Juan, en el marco de la unidad que logró entre los exgobernadores José Luis Gioja y Sergio Uñac. Lo integran el Frente Renovador, el Partido Conservador Popular, el Partido del Trabajo y del Pueblo, el Frente Grande, Libres del Sur, Convicción Federal y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Patria Grande, además de organizaciones sociales, sindicales, juveniles, universitarias y civiles. Deben elegirse tres diputados.
Fuerza Patria tendrá en Neuquén una coalición de unidad para las disputas por tres bancas de senadores y tres de diputados. Partido Solidario, el Frente y La Participación Neuquina, y Libres del Sur integran la coalición.
En Río Negro se eligen tres representantes para la Cámara alta y dos para Diputados. El PJ conformó la alianza Fuerza Patria, integrada por el Frente Grande, Parte (de Magdalena Odarda, que integra en la legislatura provincial el bloque Vamos Con Todos), Kolina y el Partido Socialista. Los justicialistas Martín Soria y Ana Marks serán los candidatos al Senado. La primera candidata a Diputados sería Adriana Serquis, aunque eso depende de que Patria Grande (espacio de Juan Grabois) se sume a la alianza.
El peronismo tendrá una oferta de unidad en La Pampa, donde el intendente de Santa Rosa, Luciano Di Napoli, no armó un espacio propio para la elección legislativa a pesar de haberse distanciado del PJ conducido por el gobernador Sergio Ziliotto. La alianza peronista se llamará Defendemos La Pampa. La integran el Partido Humanista, el Partido Encuentro por la Democracia y la Equidad, el Frente Renovador y Pueblo Nuevo. Como adherentes, se encuentran Patria Grande, Partido del Trabajo y del Pueblo, Partido Comunista y Desde el Pie. Hay tres bancas de diputados a elegirse.
La unidad peronista tendrá un capítulo novedoso en Santa Cruz. El kirchnerismo, hoy el principal partido opositor, se presentará con un frente conformado por el PJ, Kolina y el Partido de la Victoria, y será la primera vez que mida sus fuerzas electorales después de perder la gobernación y diez intendencias en las últimas elecciones, luego de tres décadas de hegemonía política en la provincia. Se eligen tres diputados nacionales.
Formosa tiene unidad peronista garantizada bajo el férreo mando de Gildo Insfrán, gobernador desde el año 1995. Se eligen dos diputados.
También está sellada la unidad peronista en La Rioja, donde gobierna Ricardo Quintela. El PJ estará en un frente con espacios como Norte Grande, el Frente Renovador, Lealtad y Dignidad, Demócratas Cristianos y Kolina. Habrá dos bancas de diputados en disputa.
En Entre Ríos, el peronismo se agrupa bajo la denominación Fuerza Entre Ríos. La alianza la integran el Partido Justicialista, el Frente Entrerriano Federal y el Partido del Trabajo y del Pueblo. Adrián Bahl (el último candidato a gobernador que tuvo el peronismo, que en 2023 perdió ante Rogelio Frigerio) y Guillermo Michel (extitular de la Dirección de Aduanas, cercano a Sergio Massa) son los referentes del acuerdo electoral. La provincia renueva tres senadores y cinco diputados.
Corrientes, donde el PJ estuvo intervenido, es otro territorio con unidad. Fuerza Patria Corrientes tendrá lista unificada y sumará más partidos que para la elección provincial (se elige también gobernador, el 31 de agosto) bajo la candidatura de Martín “Tincho” Ascúa. Tres bancas de la Cámara baja están en disputa.
Catamarca será otro territorio provincial con unidad peronista. Confluyeron los sectores de Lucía Corpacci (preside el PJ provincial) y del gobernador Raúl Jalil, un aliado de Javier Milei que ahora se muestra alejado. Se ponen en juego tres diputados.
>LA NACION,>Política,Maia Jastreblansky,Javier Fuego Simondet,elecciones legislativas nacionales,Maia Jastreblansky,Javier Fuego Simondet,A Fondo,Conforme a,A Fondo,,De los abusos de su exmarido a la huida. Año por año, así fue el calvario relatado por Julieta Prandi,,Alto Martínez. Un área de zona norte que empieza a hacer furor con townhouses, complejos rodeados de verde y un barrio cerrado,,“Recibí cataratas de mensajes sexuales anónimos”. El clic de una captura de pantalla que desató un infierno para Cata
POLITICA
Al filo del cierre de alianzas, el peronismo intenta sostener la unidad pero no logra superar las peleas internas

En tiempo de descuento para la inscripción de alianzas, el peronismo redobla los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de unidad lo más amplio posible. Lo logró el Partido Justicialista porteño, pero siguen las negociaciones en la provincia de Buenos Aires y en el interior del país.
Axel Kicillof, Verónica Magario, Mayra Mendoza y Facundo Tignanelli se mostraron juntos este jueves en un acto en el municipio de Presidente Perón. Estuvo también el gremialista Carlos Acuña, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), la central obrera que salió en respaldo del gobernador cuando se profundizó la interna.
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La foto de unidad se dio mientras los delegados de las fuerzas políticas que integran Fuerza Patria negocian los nombres de las listas del 26 de octubre, para terminar de definir si repiten la alianza electoral que inscribieron en la provincia de Buenos Aires. La principal traba es hoy la amenaza de ruptura que mantiene vigente Juan Grabois.
La orden de Cristina Kirchner y Sergio Massa a sus espacios es bajar el tono de la confrontación para “cuidar la unidad”. Sin embargo, todos se guardan un plan alternativo bajo el brazo. Lo hizo Kicillof a la hora de inscribir las listas de septiembre y no descartan repetir la estrategia para octubre.
Acuerdo en el peronismo porteño
Tras la confirmación de la condena de Cristina Kirchner, el peronismo comenzó a reorganizarse. En la Ciudad de Buenos Aires, la lista encabeza por Leandro Santoro había logrado una amplia unidad para las elecciones de mayo, pero Guillermo Moreno y Juan Manuel Abal Medina, por ejemplo, habían quedado afuera.
Este miércoles inscribieron la alianza Fuerza Patria, el mismo nombre que intentarán repetir en todo el país. Esta vez, se sumaron Moreno y Abal Medina y otras fuerzas minoritarias que tampoco habían integrado el frente anterior. Quedó afuera del armado Patria Grande, que lidera Grabois.
Anotada la alianza, avanzan las negociaciones por los nombres. Las proyecciones son que ingresarán un senador y tres diputados. Se afianza la idea de que el camporista Mariano Recalde encabece la lista para la Cámara Alta, mientras que los primeros tres en la lista para la Cámara Baja tiene más dificultades para acordarse.
Para que se quedara dentro de Fuerza Patria, buscaban negociar con Grabois el primer o segundo lugar para Ofelia Fernández, pero la exlegisladora porteña resistía esa idea. Con Patria Grande fuera de la alianza, se posiciona Matías Lammens.
Negociaciones bonaerenses
Sin lograr distender las tensiones entre Kicillof y Máximo Kirchner, el PJ bonaerense intenta sostener la unidad.
Por eso, la foto de este jueves es clave. Kicillof junto a los principales candidatos peronistas de la Tercera Sección Electoral, incluso los camporistas que fueron y siguen siendo tan críticos.
“La prioridad es la unidad del peronismo para frenar a Milei. No se debe privilegiar lo personal por sobre la unidad”, remarcan una y otra vez los alfiles de Massa. Es unidad es la que ponen en duda desde el armado de Grabois.
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Cristina Kirchner también intercedió en la pelea entre Grabois y el massismo. Logró que el dirigente social baje el tono de confrontación, pero no cedió ni en su intención de ser cabeza de lista como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, ni que baje la amenaza de ruptura.
Las próximas son horas decisivas para confirmar si compite por fuera o se queda dentro de Fuerza Patria. De tomar la primera opción, generará un estallido hacia adentro del peronismo, que podría derivar en que bajen de las listas de septiembre a los candidatos del espacio que lidera.
fuerza patria, Peronismo, PJ
POLITICA
Sueños y pesadillas mileístas

Ni en sus mejores sueños Javier Milei hubiera imaginado el 7 de agosto de 2021, en su lanzamiento formal a la arena política, que solo cuatro años después iba a celebrar el aniversario con la foto que le regaló este jueves Pro, en la que varios de sus más conspicuos dirigentes escenificaron, vestidos de violeta, su rendición incondicional. Un verdadero traspaso de mando del cuadrante que va de la centroderecha a la derecha de la política nacional.
El viaje sin escalas de aquel acto casi marginal al centro del escenario no tiene precedentes en los últimos 42 años de historia política nacional. Del llano (o los estudios de TV y las redes sociales) a dos bancas de diputados, de un bloque hiperminoritario a la Casa Rosada y de ahí a la hegemonía de uno de los dos hemisferios político-ideológicos, en solo 48 meses. Nada que pueda explicarse sin los fracasos que llevaron al fin de ciclo de las dos fuerzas emergentes de la crisis de 2001, el hartazgo de una parte mayoritaria de la sociedad, tras más de una década de inflación y estancamiento, y una formidable capacidad para capturar y alimentar el descontento y la rabia.
Aunque tampoco ha sido ni es el del mileísmo un trayecto lineal y menos aún apacible o exento de riesgos y sobresaltos, sobre todo desde que llegó al poder hace ya 19 meses.
El sueño tiene su contracara en muchas pesadillas que sobresaltan al presidente libertario y los suyos a diario. Como sucedió anteayer en la Cámara de Diputados y como es altamente probable que le ocurra en los próximos meses y años. Tanto por demérito propio, por excesos y errores, como por acción de sus viejos rivales, que aún debilitados conservan poder de daño. También de nuevos adversarios que empiezan a emerger y a los que se busca anular antes de que puedan crecer.
La sesión de la Cámara baja de anteayer implicó en términos futbolísticos una inapelable goleada por 5 a 0 sufrida por el equipo oficialista. El abultado score se alcanzó con los goles opositores concretados al lograr, primero, el quorum para sesionar. Y, luego, con los dos proyectos aprobados que de sancionarse obligarán a Milei a vetarlos para evitar que afecten la joya del superávit fiscal, así como con la imposición del tratamiento de asuntos destinados a hacerle pagar costos en el proceso electoral y espantan a la Casa Rosada.
En este último punto se destaca la reactivación de la investigación parlamentaria del escándalo $LIBRA, del que no dejan de surgir novedades que salpican a los hermanos Milei.
Hasta ahora, el Gobierno había conseguido encapsular el caso en el Congreso y no había sufrido contratiempos en la “investigación” que la jueza federal María Servini delegó en el fiscal Eduardo Taiano, de coherente parsimonia en los casos que tocan a quienes tienen poder. Aunque eso marca un fuerte contraste con la causa que avanza en Estados Unidos y con las revelaciones periodísticas, entre las que sobresalen las expuestas por Hugo Alconada Mon.
Ahora eso podría tener una fuerte amplificación en el Congreso, en medio de la campaña electoral nacional que acaba de lanzarse de hecho.
Por eso, cobró más relevancia la concreción de la imagen proselitista para contrarrestar estas novedades, que ayer el equipo de prensa y propaganda mileístas compuso con candidatos y dirigentes libertarios y exmacristas bonaerenses vestidos y travestidos de furioso violeta.
El valor de la foto no radica solo en quienes la encarnan, en lo que representan ni en su uniformización, sino también en el mensaje que subraya la bandera que portan, destinada a clausurar toda disputa política en la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo.
“Kirchnerismo Nunca más”, reza la consigna graficada nada menos que con idéntica tipografía a la utilizada para titular el fundamental informe sobre el terrorismo de Estado de la última dictadura militar. En épocas de política explícita nada debe sugerirse. La representación llevada a cabo en el bastión kirchnerista de La Matanza fue un ejercicio de demonización del adversario, convertido en enemigo, aún a costa de banalizar la más grande de las tragedias de la historia política contemporánea argentina.
El acto de presentación del nuevo oficialismo ampliado apuntó, así, a restaurar la polarización extrema, obturar cualquier emergente que pueda surgir en el espacio centrista y confinar en el bando de los réprobos a aquellos que no adhieren irrestrictamente a todo lo que emane del liderazgo mileísta. Raúl Apold y Ernesto Laclau no habrían imaginado ese homenaje.
La formulación había sido explicitada la noche anterior, ante la derrota inexorable, por los diputados libertarios y por exmacristas ya convertidos en oficialistas sin remilgos. En la performance sobresalieron el titular del bloque Pro, Cristian Ritondo, convertido en albacea testamentario de Mauricio Macri, y la bullrichista Silvana Giudici, quienes adornaron con su expertise parlamentario y la fe de los conversos los discursos más rústicos de sus ahora socios libertarios.
El rechazo a los proyectos que aumentan asignaciones para la atención pediátrica y dan más recursos a las universidades nacionales fue sostenido con el argumento de la defensa del cuidado de las cuentas públicas y reforzado con la descalificación de kirchneristas o funcionales al kirchnerismo a todos los que votaron a favor de esas iniciativas. No importó que con varios de ellos hubieran compartido hasta hace menos de dos años la trinchera en la batalla contra el kirchnerismo, cuando el espacio creado por Néstor y Cristina Kirchner tenía mucho más poder que el que ahora a duras penas conserva. La dinámica de la historia y el poder tiene esas cosas.
Igual de enfático, pero más elocuente, fue el discurso contra los proyectos que rechazaban el uso de facultades delegadas al Poder Ejecutivo en la Ley Bases, de Ritondo. El diputado no desaprovecha oportunidades de demostrar que es un agradecido, como lo hace con Milei, quien, a diferencia de Macri, salió en su defensa apenas se publicó su vinculación con propiedades y cuentas en el exterior no declaradas.
Su llamado a la coherencia a quienes habían votado a favor de la Ley Bases fue tanto un señalamiento a quienes cambiaran de posición como una admisión de que sus propias filas están en proceso de desarme. Ya lo había comprobado con los votos de media docena de diputados a favor de los proyectos que el oficialismo rechaza, al igual que con las abstenciones y ausencias que elevan el número de los disconformes a más de un tercio de la bancada.
El cierre de la alianza porteña con los libertarios alcanzado el día anterior había terminado por implosionar el partido que fundó Macri. Las voces de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Waldo Wolff fueron las más resonantes, pero no las únicas que escuchó el ingeniero, sin poder convencerlos de que se trataba de un repliegue estratégico y no de una claudicación poco honrosa.
Macri sabe, además, que las dos fieles diputadas expresan a muchas otras expresiones de su partido, con el agravante de que él mismo comparte en buena medida argumentos de quienes se resistieron al acuerdo. Tanto que no ha logrado en las últimas 48 horas articular una explicación sólida para saldar el bache lógico que media entre la aceptación de las condiciones impuestas por Karina Milei y su queja de pocas horas antes, porque LLA pretendía “una posición totalmente dominante”, que relegaba a Pro.
“En Capital ni foto pudieron hacer. Y en varias provincias, como Santa Fe, San Juan, Chubut y Neuquén, Pro va a enfrentar a LLA. Para peor, en la Legislatura porteña no tienen asegurado el respaldo a Jorge”, señaló uno de los referentes golpeados por la conversión al violeta. El dirigente ponía así un dedo en la herida más abierta del macrismo, que es la gobernabilidad porteña, uno de los argumentos con lo que se buscó justificar el cierre.
La elección de postulantes amigables al paladar de Karina Milei, como catadora de candidatos confiables, para ocupar los puestos quinto y sexto de la boleta de la ciudad de Buenos Aires, es la tarea en la que se encuentran. Dejar trascender los nombres de Jimena de la Torre, Fernando de Andreis y de Hernán Iglesias Illia se asemejó a una prueba de tolerancia.
En ese contexto, cobra significación el interrogante abierto a futuro por los heridos que quedaron en lo que fue el universo cambiemita. Las dudas remiten menos a la próxima elección que a los últimos dos años de mandato. El triunfo nacional que descuenta el oficialismo y con el que alimentan sus sueños las encuestas les permite imaginar un horizonte más despejado para la etapa decisiva de su gobierno. Tanto por los legisladores que sumará (aunque seguirá siendo minoría), como por el efecto que podrá tener el resultado sobre el resto.
El fin del macrismo y el ocaso kirchnerista, aun cuando pueda salir airoso de los comicios bonaerenses, sumado a la recuperación del pragmatismo por parte de los gobernadores tras las elecciones, ilusionan al Gobierno.
Sin embargo, la reconfiguración del mapa político, que profundizó la absorción del macrismo, no ofrece tantas certezas. Lo ocurrido en Diputados lleva a revisar números. No todos los que hoy integran los bloques de Pro y seguirán en sus bancas han hecho votos de fidelidad al flamante enlace. Los propios primos Macri nunca han sido afectos a compromisos tan rígidos.
A eso se suma que algunos conspicuos integrantes de la exalianza cambiemita, como los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR), y de Chubut, Ignacio Pullaro (Pro), ya iniciaron su propio emprendimiento, con sus pares de Córdoba, Martín Llaryora, de Jujuy, Carlos Sadir (UCR) y de Santa Cruz, Claudio Vidal.
A pesar de que el quinteto fundador insiste en acotar la formación a un armado interprovincial, la elección del nombre revela ambiciones más amplias. La integración de un interbloque en el Congreso asoma como un objetivo para hacer valer su posiciones ante al Gobierno.
“Provincias Unidas nos representa y está menos gastado que cualquier nombre que lleve por el adjetivo federal. Además, tiene historia: de las Provincias Unidas nació la Argentina”, señala uno de los mandatarios para darle épica a la iniciativas, mientras intenta no sacar la cabeza de sus provincias antes de tiempo. Lo que no aclara es si los impulsores tienen en cuenta que la organización nacional a la que remiten demoró medio siglo.
Los sueños que lo alimentan así como las pesadillas que lo asaltan a cada paso son una dualidad a la que está atado el oficialismo. Pero no solo él.
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