POLITICA
Todo cambió, pero aún no llega octubre

La derrota de la alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y Pro en la provincia de Buenos Aires tuvo, por su dimensión, un efecto sobre la configuración general de la política. Ni la Casa Rosada ni el PJ bonaerense preveían una diferencia como la que se produjo, superior a 13 puntos. Ese resultado, de por sí, nacionalizó la elección. Sin embargo, es imposible vislumbrar cuáles serán las derivaciones de ese desenlace sin formular alguna hipótesis sobre las razones que condujeron a él.
¿Cuánto se debió al ajuste económico que ejecuta Javier Milei? ¿Cuánto a errores graves en el diseño de la campaña? ¿En qué medida lo que sucedió tiene que ver con la logística de la competencia, es decir, con las peculiaridades de la oferta de cada grupo? La discusión sobre cada una de estas claves es interesante no sólo porque permite imaginar escenarios para los comicios nacionales de octubre. También importa ese debate porque en él se reflejan las posiciones de las facciones que están en pugna en cada fuerza política. Tanto en LLA como en el PJ.
La incógnita más relevante tiene que ver con la relación entre política económica y resultado electoral. Desde el domingo está planteado con más vehemencia un interrogante crucial de la gestión de Milei: si su programa de estabilización también gana elecciones. Existen varios indicios de que la pregunta es pertinente. Por ejemplo: el último Índice de Confianza del Consumidor elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella registró una caída de 14 puntos porcentuales entre julio y agosto. Lo mismo sucedió con el Índice de Confianza en el Gobierno. Ambos registraron un estado de opinión anterior al escándalo de los audios de Diego Spagnuolo refiriéndose a un presunto sistema de coimas montado por Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, en la administración de los programas de atención a personas con discapacidades.
Casa Tres, la consultora de Mora Jozami, consignó que el 65% de los bonaerenses admite haber resignado consumos en los últimos meses. Cuando a esos ciudadanos se les pregunta cuál es la mejor política del Gobierno nacional, el 29% de las respuestas se refiere a la baja de la inflación. Cuando se pide identificar la peor medida, el 25% de las respuestas es “el recorte a los jubilados”. 51% de esos bonaerenses anticipa que en octubre votará contra el oficialismo, mientras que 43% dice que lo hará a favor.
¿Existe una correlación entre ese malestar económico y el tipo de votante que LLA y Pro perdieron en la provincia de Buenos Aires? No hay elección alguna en el pasado que pueda ser comparada con la del domingo, en la que sólo se eligieron legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares. Con esa salvedad, entre estos comicios y los de 2021 el ausentismo aumentó en más de 2 millones de votantes. ¿Quiénes son? Desde las oficinas de Mauricio Macri insinúan que se trata de viejos simpatizantes del expresidente que se desencantaron con Milei. Habría, entonces, una fuga del “voto prestado”, que en el ballotage de 2023 se inclinó por el Presidente por no votar a Sergio Massa. Los últimos en llegar son siempre los primeros en irse.
Otra interpretación es la que está surgiendo en las primeras imágenes de un estudio que está realizando el jesuita Rodrigo Zazaraga, examinando los alineamientos electorales en relación con el nivel socioeconómico de los electores, que se infiere por la localización de las mesas de votación. Zarazaga empezó a advertir que la curva de LLA difiere mucho en 2025 respecto de la de 2023. En aquel momento, el partido de Milei obtenía más votos en la medida en que aumentaba un poco el nivel de pobreza. Sin llegar a los niveles de adhesión que conseguía el kirchnerismo entre los más desamparados.
Para entender mejor: el voto a Milei se parecía al voto a Massa, es decir, registraba mucha adhesión entre la clase media baja. Ahora gran parte de esa franja decidió abstenerse. La condición socioeconómica de los votantes del Gobierno nacional se parece mucho más a la que exhibía Pro en sus buenos tiempos. Estas primeras conclusiones de Zarazaga hacen juego con el aburguesamiento que se verificó en quienes se inclinaron por LLA en las elecciones porteñas de mayo pasado. Ese partido se replegó muchísimo en los barrios más populares del sur de la ciudad y mejoró su performance en el corredor norte y, sobre todo, en Puerto Madero.
LLA está pagando en las urnas el costo del ajuste. Sobre todo, de la recesión. Ese sería el corolario de estas investigaciones. No debería sorprender: en el noreste industrial de la provincia, por ejemplo, se están verificando cada vez más medidas de fuerza espontáneas porque los trabajadores cobran un sueldo que les impide llegar a fin de mes. Si esta hipótesis es verdadera, va a ser difícil que el oficialismo pueda torcer el rumbo de la disputa electoral. Milei está abrazado a su receta: mantener planchada la inflación congelando el tipo de cambio a través de una suba exorbitante de la tasa de interés. “Las elecciones se pierden por una disparada del dólar, no porque la tasa de interés sea muy elevada”, repite. ¿No se pierden elecciones como consecuencia de un proceso recesivo? ¿Está seguro? Debería hablar con Macri, dado que Carlos Menem ya falleció.
En el austero paisaje que presenta la economía sobresalen algunos datos que pueden agregar dramatismo. Según los registros de la gobernación bonaerense, en la provincia hay 996 obras públicas que habían sido iniciadas por el Estado central y que están sin terminar. A todas se les agregó un cartel con la leyenda: “Obra abandonada por Milei”. Un recordatorio de Axel Kicillof. Es posible que esta manera de presentar la renuncia del Gobierno nacional a emprender obras públicas tenga un efecto electoral bastante poderoso en las localidades en las que están esos edificios en ruinas, vandalizados, o copados por intrusos. No es un recordatorio de lo que no se hace, sino de lo que quedó sin hacer.
Kicillof suele contrastar ese déficit nacional con los trabajos que llevó adelante en la provincia. Se ufana de haber levantado 287 escuelas nuevas, de haber creado 1300 aulas en edificios ya existentes y de haber inaugurado 199 pequeños centros de salud. Él atribuye a ese activismo el reconocimiento de los bonaerenses por el PJ.
La Casa Rosada comenzó a sensibilizarse con el problema. Se nota en la “mueblería” libertaria, donde desde ayer se ensambló una nueva “mesa”: la del reparto de recursos a las provincias. La encabezan el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el ministro del Interior, Lisandro Catalán. Alegan que los fondos disponibles proceden del BID. No vaya a ser que se dispare una alarma fiscal.
Si el mal resultado del domingo se debió a la política económica, LLA tiene poco por hacer. El programa es bastante inflexible. Pero podría haber otras razones que sí se pueden corregir. Errores susceptibles de ser revertidos. Jaime Durán Barba señaló el lunes pasado que el marketing del oficialismo fue catastrófico. Se preguntó por qué habían excluido del proselitismo bonaerense al Mago del Kremlin, Santiago Caputo, que procede de su escuela. Durán observó que a la derrota del domingo se llegó a través de una campaña típica de la política más anticuada: actos organizados por punteros con una estética incompatible con el discurso anti-casta en el que Milei basó su éxito de 2023.
Los voceros del oficialismo explican que el Presidente revisó su estrategia: tomó en sus manos el timón de la política y armó dos “mesas” para coordinar las decisiones. La más importante es la de la política nacional, a la que se sientan su hermana Karina, Guillermo Francos, “el Mago” Caputo, Patricia Bullrich, Martín Menem y Manuel Adorni. Como se advierte, novedad cero. Tal vez este heptágono, que viene a sustituir al “triángulo de hierro”, esté destinado sólo a evitar, o por lo menos disimular, las durísimas peleas de facción que carcomen al elenco libertario. Hasta ahora no lo logran. Un portavoz oficioso del “Mago”, Daniel Parisini, “Gordo Dan”, pasó de las horribles hostilidades a Luis Juez a maltratar al jefe de Gabinete Francos. Ayer fue contra Eduardo “Lule” Menem. Está a centímetros de Karina. El “Mago” está a punto de demostrar un viejo teorema: “Javier Milei es el funcionario más influyente del gobierno de Caputo”.
Para demostrar que no hay mesa que alcance, desde las inmediaciones de este asesor se emiten ocurrencias corrosivas: que Joaquín De la Torre sería el nuevo titular de la Jefatura de Gabinete, con Francos exiliado en el BID; que Catalán dejaría su sillón al radical Rodrigo de Loredo; ¿o De Loredo iría a Defensa?
El otro factor por el que hay que preguntar para identificar las raíces del fracaso oficialista del domingo se refiere al despliegue logístico de cada fuerza. Existe un lugar común según el cual Milei se equivocó al involucrarse en la campaña, porque alizó. En el comando de Kicillof sostienen lo contrario: si no nacionalizaba la campaña perdía por más puntos, porque carece por completo de instalación territorial. Sólo la figura del Presidente puede movilizar a su electorado.
Esta tesis parece corroborarse con una evidencia: el domingo pasado los intendentes tuvieron un éxito indiscutible. La consultora Isonomía observó que de 135 intendentes, 101, es decir, el 78%, ganó la elección en su comuna. En el caso del PJ, los ganadores fueron 74 de un total de 84, es decir, el 88%. Y en el caso de LLA, 8 de 12 ratificaron su poder: el 75%. Estas matemáticas pueden ser decisivas. Porque los intendentes no ponen nada en juego para octubre. Asegurados sus concejos deliberantes, tienen menos motivos para movilizarse. Además, en octubre rige el sistema de boleta única, que requiere menos fiscalización. Son todos motivos para que Cristina Kirchner se niegue a dar de baja sus prevenciones. Ella razona de este modo: “Yo no dije que, si desdoblábamos la elección, perderíamos. Sólo dije que me parecía mejor unificar las elecciones. ¿Tenía razón? Para saberlo hay que esperar a los resultados de octubre. Si repetimos el caudal de votos del domingo pasado, estaríamos sacando 19 diputados. Cuatro más de los que ponemos en juego. Es un número interesante: en Diputados perdimos la reforma jubilatoria frente al veto por 4 votos. Ojalá repitamos ese número en octubre. Porque yo estoy feliz de que los compañeros intendentes hayan asegurado sus concejos deliberantes. Pero a Milei se lo frena en el Congreso, no en los concejos”.
El razonamiento de la expresidenta es la continuación cifrada de su polémica con Kicillof. El gobernador considera que los intendentes no son tan decisivos. Y que, en todo caso, él necesitaba desdoblar para asegurarse la Legislatura. ¿No cree que lo hubiera conseguido si las elecciones provinciales se celebraban también el 26 de octubre, aunque fuera con boletas y cuartos separados? Es una discusión abstracta. Hoy Kicillof afirma: “Desdoblé y, al hacerlo, presté un servicio enorme al PJ y al país, porque Milei va hacia octubre mucho más debilitado”.
Como se ve, la relación entre la señora de Kirchner y su antiguo discípulo sigue muy tensa. Por lo que se sabe, al menos hasta anoche, no habían conversado. Ni la alegría del triunfo los acerca. Es verdad: para la expresidenta esa alegría recién podrá verificarse en octubre. Como dicen los españoles, “hasta al rabo todo es toro”. Otra señal de discordia: Máximo Kirchner no concurrió a los festejos de La Plata. Es verdad: debía esperar los resultados con su madre, en San José 1111. “Qué le costaba ir después hasta el búnker de Axel”, se presenta un peronista más o menos neutral. El buen resultado de los comicios bonaerenses cobija un mensaje desagradable para los Kirchner, y es que Kicillof comenzó a demostrar dos condiciones valiosísimas en cualquier político: carácter y suerte. “Lo habíamos menospreciado”, lamenta un militante de La Cámpora, de esos que en el festejo aplaudía “a reglamento”.
Más allá de las variables que incidieron en la derrota de LLA y Pro, el domingo pasado se produjo un movimiento subliminal pero importantísimo. Se rompió el hechizo de Milei. La llegada de este economista al poder fue un proceso misterioso. El enigma no estuvo dado tanto por sus peculiaridades, que son, en muchos aspectos, llamativas. Lo más incomprensible de ese éxito fue que un sector importante del electorado, el 30% que lo votó en las primarias de 2023, apostara por alguien tan poco convencional, que carecía de partido, de equipo, de legisladores, de gobernadores, intendentes o sindicalistas. Esta rareza pareció inaugurar una nueva geometría, que permitía suponer prodigios nunca vistos. Por ejemplo, que la sociedad, sobre todo en sus capas más vulnerables, siguiera adhiriendo a un oficialismo que sólo prometía sangre, sudor y lágrimas. Los observadores más convencionales presumían estar ante un fenómeno inédito.
El resultado de la provincia de Buenos Aires parece haber introducido a Milei y su gobierno en el mundo de los mortales. Un equipo susceptible a la derrota. Dicho de otro modo: el Presidente y su partido dejaron de proyectar una presunción de invulnerabilidad. Ese corolario es relevante. Porque hace que las negras pierdan su inhibición y empiecen a jugar. Este viernes los seis gobernadores agrupados bajo el nombre de Provincias Unidas se reunirán en la Sociedad Rural de Rio Cuarto. Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Carlos Sadir (Jujuy) serán recibidos por Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
Esa convocatoria es significativa. No sólo porque quienes la protagonizan hacen oídos sordos al diálogo que ahora pretende la Casa Rosada. Hay un detalle específico que hay que comenzar a computar. Algunas encuestas revelan que el deterioro oficialista es más extendido de lo previsto y excede el campo bonaerense. Una realizada en Córdoba por Opiniones y Tendencias, la consultora de Francisco Venturini, indica que entre abril y septiembre la imagen de la administración nacional cayó 8 puntos, desde 57% a 49%. Y que la de Milei quedó todavía más abajo: pasó de 59% en abril a 47% en estos días. Ese estudio ubica a Schiaretti como el preferido para octubre. Si esta aritmética se verifica, la crisis del oficialismo sería delicada: Córdoba ha sido siempre el paraíso de Milei, como antes lo fue de Macri. Allí se reunirán los gobernadores de la oposición.
Los sindicalistas también comienzan a desperezarse. Tienen un motivo: el 5 de noviembre habrá elecciones para renovar la conducción de la CGT. El conflicto comenzará a incrementarse. Alarmados por el fracaso del domingo, los principales dirigentes del oficialismo han resuelto cambiar de estilo. Ahora están dispuestos a dialogar y conversar. Suponen que los demás actores están tan disponibles como antes de la batalla bonaerense. Deberían verificar si es tan así. Porque la derrota los modificó a ellos. Pero también puede haber alterado a los demás.
Conforme a
POLITICA
Diego Valenzuela: “El apoyo de EEUU es una inversión para que Argentina sostenga este cambio positivo”

Durante el primer día del 61º Coloquio de IDEA, hubo pocas caras reconocidas de la política nacional. Una de ellas fue la del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que forma parte de La Libertad Avanza (LLA) y estuvo siguiendo los primeros paneles del evento.
En diálogo con Infobae, el jefe comunal planteó que después de la elección de medio término es importante que el Gobierno busque acuerdos con los gobernadores para poder reconstruir una fuerza legislativa de dos tercios y avanzar con una serie de reformas.
En un día donde la clave de la agenda política fue el apoyo financiero de Estados Unidos a la gestión de Milei, aseguró que el mensaje del gobierno de Donald Trump fue «una señal de apoyo a una macroeconomía que se ordena para pasar lo mejor posible esta etapa de año electoral“
-¿Cómo ve los planteos del empresariado en el inicio del Coloquio de IDEA, donde el eje es cómo competir, producir e innovar en el país?
-Vengo siempre a IDEA. Vine como periodista económico mucho tiempo y ahora vengo como intendente. Me parece que es uno de los foros principales del empresariado nacional, donde se ven las agendas, donde se plantean los objetivos a futuro. Me encantan los planteos que están haciendo los empresarios, que es el de competir e innovar. Lo escuché con mucha atención a Mariano Bosch (presidente del Coloquio y CEO de Adecoagro) hablar de la locura por la productividad. Que Argentina tiene equipo para competir, equipo y recurso de toda índole. Más allá de las coyunturas político partidarias, esto está en línea con lo que estamos planteando desde La Libertad Avanza (LLA), que es una Argentina más abierta al mundo, capitalista, que crea empleo, que busca exportar, que ve al mundo como la cancha grande. Estar acá es enriquecerse. Me llama la atención que no haya tantos políticos o personas de la gestión pública. Acá es donde hay que estar. Porque acá, con las pymes y con el agro, se genera valor.
-Vendrán algunos gobernadores. Pero no hay demasiadas caras de la política nacional.
-Me parece que va en contra del sentido común. El equipo, para usar la metáfora que utilizó el Pupi Zanetti durante un panel, es el privado y el sector público trabajando juntos. Y, además, el sector público dando previsibilidad para que el privado pueda lucirse, porque el empleo y el desarrollo económico lo genera el privado, no el Estado. En mi opinión, el Estado es un dador de servicios y lo tiene que hacer bien. Un municipio, las calles, las luces, levantar la basura. Pero todos juntos bajando impuestos, generando previsibilidad y mejores condiciones para el empleo.
-Le traduzco el concepto de equipo del que habló Zanetti al plano político. ¿Es necesario un mayor esquema de gobernabilidad en este momento para la gestión del gobierno nacional?
-El gobierno nacional tiene el liderazgo del voto, el que le dio el voto al Presidente en el balotaje. Ahora hay una elección de medio término legislativa. Vamos a ver cuál es el veredicto de la gente. Claramente, siempre que se puedan buscar acuerdos en base a un rumbo, es bienvenido. Y esos acuerdos tienen que ser primero con el sector privado, para que haya más inversión, y segundo con los actores de la gestión pública. Ahí los gobernadores y los intendentes son centrales.
– ¿Por qué?
-Los gobernadores son centrales porque son los que tienen una fuerza legislativa para poder hacer las reformas que necesita el país para crecer y generar empleo. Empezando por la impositiva y la laboral. Después de la elección se va a venir un liderazgo claro del Presidente y un marco de acuerdo para hacer reformas que permitan seguir bajando la inflación y consolidar el crecimiento.
-¿Esos acuerdos se buscan en los gobernadores que son parte de Provincias Unidas? ¿Hay posibilidad de buscar acuerdos con gobernadores del PJ?
-Más allá de donde esté cada uno en esta elección, yo creo que los acuerdos son de ideas y una vez pasada la elección del 26 de octubre, estoy seguro de que con muchos gobernadores que no están en alianza con LLA puede haber una base de acuerdo muy amplia. De hecho, ya hay un trabajo en equipo en muchas políticas públicas con esos gobernadores. Ojalá eso tenga un correlato legislativo en reformas que sean buenas para que la economía se termine de fortalecer. Me gustó lo que pasó la otra vez cuando el gobernador de Salta fue con Facundo Saravia a hacer un reclamo original a la Plaza de Mayo, y bajó el jefe de Gabinete y Santiago Caputo. Me parece que ese es el tono positivo que puede tener el gobierno nacional, que es buscar tender puentes con aquellos que crean que el Estado tiene que contar con un equilibrio en sus cuentas para no seguir generando inflación y también generar condiciones para que el privado empuje para adelante la economía.
-¿Considera que, después de la elección de medio término, el Gobierno debe bajar el nivel de confrontación?
-A veces se entiende como confrontación aquello que es una defensa firme de ideas. A veces, por el tono, parece que uno confrontara, pero lo que está defendiendo es un valor, una idea. Y eso atañe especialmente al Presidente, que con su estilo disruptivo también provoca discusiones que han sido sanas para ordenar la economía. Pero eso no implica que no pueda haber una cultura de diálogo, donde se puedan encontrar acuerdos en base a no romper la macroeconomía, para tener las reformas que necesitamos para crecer. Argentina no crea empresas, no crea empleo, salvo público y en negro, hace décadas. Hay que romper esa trampa del estancamiento. Y obviamente lo tiene que hacer con liderazgo el Presidente, pero también buscando acuerdos con aquellos que puedan compartir muchos de estos aspectos.
-El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reveló que el apoyo financiero a la Argentina llegaría a los 40 mil millones de dólares. Es un respaldo muy contundente del gobierno de Donald Trump. ¿Cuál es la primera evaluación que hace al respecto?
-Lo primero es que Estados Unidos, con el liderazgo del presidente Trump, apoya a los argentinos, como representación de un momento electoral y político que lo tiene a Milei en la centralidad. Y obviamente hay una adhesión a un rumbo, a principios y a valores, a cosas que se quieren hacer con la economía, que tiene que ver con la libertad, con abrirse al mundo, con una Argentina que recibe inversión. Es muy valioso lo que ha pasado geopolíticamente. Argentina hoy es un aliado clave en Sudamérica para Estados Unidos, pero también en términos de un trabajo con el comercio y la inversión. No es algo nuevo que Estados Unidos tiene una pisada importante en la inversión extranjera en Argentina, en un mundo que tiene a Asia y China con un gran protagonismo. Me parece que es una señal de apoyo a una macroeconomía que se ordena para pasar lo mejor posible esta etapa de año electoral, y es una inversión a futuro también para que Argentina sostenga este cambio positivo en lo económico.
-¿Le sorprendió el condicionamiento que puso Trump respecto a su apoyo financiero en el caso de que Milei pierda la elección de medio término?
-Yo no voy a ser un intérprete de las palabras del presidente Trump. Imagino que lo que quiso decir es que van a acompañar a la Argentina y este rumbo de la Argentina. No me imagino a Trump apoyando a este país en un contexto de populismo, de kirchnerismo. Me parece que así hay que interpretar las palabras, más allá de la elección de medio término. Creo que la definición concreta del secretario del Tesoro norteamericano es que va en serio el apoyo a la Argentina, a este rumbo del país, que está ordenando la economía para que haya más crecimiento y más trabajo.
-¿Qué mensaje decodificó el Gobierno de la dura derrota que tuvo en la provincia de Buenos Aires? ¿Qué cree que les dijo el electorado?
-Hoy el Pupi Zanetti dijo que, a veces, para ganar hay que perder. Y hay que sacar conclusiones de eso para mejorar. Es una elección de otra naturaleza. No fue una elección nacional la de septiembre, si bien tuvo condimentos de nacionalización. Hubo una presencia en la agenda electoral muy fuerte por parte de los intendentes y hubo muy baja participación. Yo creo que estas condiciones van a cambiar para el 26 de octubre. Creo que vamos a estar mejor en la provincia de Buenos Aires. Espero que eso permita romper el bloqueo que hace un grupo de destituyentes en el congreso nacional. Mayoritariamente kirchnerista pero con aliados. Tener un tercio que sostenga fuertemente este rumbo y después, con una capacidad de diálogo, lograr tener números legislativos que permitan pasar las reformas. Creo que la elección de la provincia fue útil para aprender de este proceso, para entender lo que es el peso de la provincia de Buenos Aires y el peso de los intendentes. Pero también hay que decir que, venir de donde viene la LLA, en alianza con el PRO, 35 o 37 puntos en la primera sección electoral, es mucho más de lo que históricamente tuvo LLA o un sector de centro derecha en la provincia. Esto alimenta la ilusión que la provincia vaya a ser un elemento clave del cambio que se viene en el 2027.
– ¿Qué resultado visualiza para el 26 de octubre a nivel nacional?
-No soy encuestador ni suelo hacer pronósticos. Creo que la provincia va a contribuir en un muy buen resultado nacional, que va a permitir tener una base legislativa fuerte para consolidar el plan económico y hacer las reformas que necesita el país. Primero para poder tranquilizar la macro, que se desajusta producto de lo electoral y del ataque destituyente del kirchnerismo en el Congreso. Estados Unidos muestra claramente el respaldo. Una vez que pase el 26 de octubre esos miedos se van a callar y vamos a poder volver a consolidar un proceso virtuoso económico para los argentinos, que es lo que queremos. Seguir bajando la inflación y pasar de la estabilidad al crecimiento y el empleo. Eso es lo que viene los próximos dos años de mandato del gobierno.
POLITICA
Los cambios a los que apuesta el Gobierno para recortar la diferencia en la provincia de Buenos Aires

La preocupación por los resultados de las elecciones legislativas del 26 de octubre parece ir en aumento luego de que el presidente Donald Trump condicionara su asistencia económica a la performance libertaria. En La Libertad Avanza (LLA) saben que deben sumar votos en las 23 provincias y la capital, y siguen con especial atención el desenlace en Buenos Aires, donde se ven obligados a revertir los magros resultados provinciales para ocupar la mayor cantidad de bancas en el Congreso Nacional.
La derrota del 7 de septiembre dejó heridos y algunos aprendizajes. En el campamento bonaerense se jactan de haber tomado nota y detectan varios puntos que deben atender para achicar los casi 14 puntos que ubicó a Fuerza Patria como el espacio ganador en el territorio que gobierna Axel Kicillof.
Detrás de la figura del diputado del PRO Diego Santilli, en traje de cabeza de lista a raíz de la renuncia de José Luis Espert, los integrantes de la alianza violeta se juegan a potenciar la marca, instalar al legislador en cada rincón del conurbano bonaerense y polarizar con el candidato de Fuerza Patria, el exministro Jorge Taiana.
Importantes fuentes partidarias revelaron a Infobae que la primera acción necesaria para aventajar al peronismo es incrementar la participación electoral del territorio que, en octubre, giró en torno al 60,98% y convencer a parte de los 5,6 millones de bonaerenses que no se presentaron a votar. “Es clave buscar a la gente que no fue a votar e incentivarla para que esta vez lo haga”, sostuvo un hombre del armado.
La caracterización sintetiza las diferencias internas entre los actores que componen la mesa chica que rodea al presidente Javier Milei, aunque con matices. En el entorno del asesor presidencial, Santiago Caputo, creen que los que castigaron al espacio con su inasistencia fueron los votantes propios, de entre 30 y 35 años, que optaron por no acompañar la propuesta libertaria en un gesto de disconformidad con las listas.
De cara a este sector es que se rediseñó la campaña bajo el objetivo de “recuperar la épica del 2023”, e incluyó actividades para reconquistar a los propios, como el espectáculo musical que brindó el mandatario en el Movistar Arena durante la presentación de su nuevo libro. “Lo votan a Milei porque es distinto al resto. Por eso suma mostrarlo fresco y auténtico”, justificaron al respecto por los pasillos de Balcarce 50.
En cambio, cerca de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, atribuyen la derrota provincial a errores en la formulación del mensaje y al “esfuerzo” que implicó el ajuste en un sector de la sociedad. Por lo que demandaron reajustar la comunicación y centraron la tarea en la figura del mandatario que, en sus recorridas por el interior de la provincia, intentó recuperar el cara a cara con los vecinos.
“Tenemos que lograr terminar de conectar el esfuerzo de la gente con el objetivo del Gobierno en los días que quedan”, definieron desde el equipo de campaña que diseña estratégicamente cada aparición del mandatario y de los candidatos en cada rincón del territorio.
Asimismo, en las filas violetas descartan el despliegue del aparato partidario de los intendentes peronistas para la elección de octubre, y vaticinan una competencia pareja, aunque piden ocupar cada espacio vacante. “Tenemos que aprovechar que el aparato del PJ no se va a mover como ocurrió el 7 de septiembre. No hay que dormirse”, se muestran confiados al tiempo que proponen inundar de afiches y mesas de militancia las calles bonaerenses.
La impronta amarilla y el debate con Taiana
Desde el partido que lidera, al menos en lo formal, el expresidente Mauricio Macri siguen sus propias recetas en lo que consideran que es el camino al éxito y accionan el “operativo seducción” del votante de Juntos por el Cambio que no acompañó en la provincial.
A diferencia de lo que ocurrió en la campaña de septiembre, el PRO propone que sus referentes, en especial, Diego Santilli, tomen las riendas y adopten el papel protagónico en los ocho días que quedan de intensa actividad proselitista antes del inicio de la veda. “A diferencia de Espert que lo odiaban hasta los propios, El Colo es querible. Es el mejor candidato de toda la lista y el único que puede interpelar a nuestras Mabeles”, explica un importante referente amarillo.
Esta tarde, más de 500 dirigentes del espacio se congregaron en el Teatro Bar ubicado en la ciudad de La Plata para invitar a los intendentes y concejales propios a “dejar todo en la cancha” en las últimas semanas.
Ante el desafío de reducir la diferencia con el peronismo y con más espacio que hace un mes, los socios minoritarios de la alianza apuestan a que Santilli monopolice los medios de comunicación, encabece actos y recorridas en diferentes puntos y fortalezca su imagen.
Para eso, el legislador apuesta a confrontar contra su competidor directo, al ex diplomático Jorge Taiana, con quien insiste en debatir. “Ellos tienen miedo a mostrar a Taiana. Cuando creía que la candidata iba a ser Karen Reichard la desafió a discutir. Ahora que el colo lo convoca pone peros…”, criticó un referente del PRO ante este medio.
En la pelea por el redireccionamiento del discurso, el PRO logró imponer la estrategia de utilizar el humor y la argumentación “didáctica” para explicar que el legislador acusado de haber recibido financiamiento de “Fred” Machado, empresario investigado por sus vínculos con el narcotráfico, permanecerá en la boleta violeta por decisión de la Cámara Nacional Electoral (CNE) pese a no integrar la nómina. “Para votar al colorado, marcas al pelado”, piden Santilli y Karen Reichardt en un spot que aspira a convencer al sector reticente a votarlo a Espert.
Cada metro avanzado en la convivencia con los libertarios esperanza al partido aliado que asegura que los números de la elección bonaerense del peronismo son “su techo” y que detecta “debilidad” en las opciones de centro. “Las expectativas del medio no arrancan. Esos votos deberían ser para nosotros. Vamos a recortar”, prometen a once días de los comicios.
POLITICA
Llaryora y Pullaro defendieron la propuesta de Provincias Unidas: “No queremos otro fracaso de la Argentina”

A poco más de una semana para las elecciones legislativas nacionales, los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), referentes de Provincias Unidas, plantearon que este espacio aparece como una alternativa basada en la producción y el federalismo, en contraposición a los modelos libertarios y kirchenristas. “No queremos otro fracaso de la Argentina”, afirmaron.
Llaryora remarcó que la falta de políticas orientadas al empleo y la producción dejó a la Argentina sin un rumbo claro, por lo que cuestionó la falta de diálogo entre el Ejecutivo nacional y las provincias. A su vez, mencionó las dificultades que día a día se enfrentan los argentinos.
“Todos los días hay un desempleado más en esta Argentina. Por eso nosotros somos un movimiento productivista. Nosotros estamos todo el día pensando cómo generar trabajo. Sostener la macroeconomía es central, pero tenés que tener una micro. Y esa micro necesita tener un diálogo con los sectores productivos, un diálogo distinto. Argentina no puede fracasar otra vez más”, expresó el gobernador de Córdoba, en diálogo con el programa “A dos Voces”, al aire de TN.
“Nosotros nos presentamos a la elección, y le pedimos a cada uno de los argentinos que nos acompañen, porque en el Congreso tenemos que dejar estos enfrentamientos bipolares. No nos llevan a ningún lado”, continuó.
Desde la perspectiva de Pullaro, la construcción de un modelo federal y productivo surge como respuesta a la desatención histórica del interior del país. “Nosotros nos constituimos desde el interior. Nos llamamos un grito federal porque sentíamos que al interior no se lo estaba mirando y que nosotros sí podemos mostrar cómo hay modelos que pueden ser exitosos, que pueden tener equilibrio fiscal, pero que pueden tener desarrollo, que pueden tener obra pública”, explicó el mandatario de Santa Fe.
Sobre la polarización planteada por el oficialismo con el kirchnerismo, Llaryora advirtió: “Estamos quedando en el medio de una pelea que nos lleva al fracaso” y retomó: “No queremos otro fracaso de la Argentina”. En esa línea, planteó que, desde la perspectiva de Provincias Unidas, “el Estado tiene que ser parte de ese acompañamiento, generando las condiciones necesarias”.
Pullaro aseguró que la defensa de la identidad productiva del interior y la necesidad de representación en el Congreso son dos puntos destacados para Provincias Unidas.
“Nosotros no vamos a votar lo que Milei quiera. Nosotros votamos para nuestras provincias. Fuimos las primeras provincias que se plantaron, mucho antes que el kirchnerismo”, aseguró el gobernador de Santa Fe.
“Nosotros representamos a gente que se levanta temprano, que termina tarde, que se esfuerza, que invierte, que no está pensando en criptomonedas, que no está pensando en paraísos fiscales. Nosotros somos eso y eso es lo que le ofrecemos a la República Argentina”, continuó.
“Lo que nosotros necesitamos es que prime el sentido común. Argentina va de banquina en banquina. Nosotros podemos ser un país normal, desarrollarnos, crecer. Tenemos que mirar más al interior del interior. Yo por eso le pido a cada uno de los que nos están mirando en Argentina, que nos dé la fortaleza de votar la lista de Provincias Unidas para entrar al Congreso Nacional y empezar a sumar una mirada del interior productivo”, manifestó Llaryora a su turno.
Finalmente, el gobernador de Córdoba enfatizó la necesidad de una nueva mayoría parlamentaria que garantice la estabilidad. “Vos no hacés un modelo productivo que genere empleo y que traiga la inversión con DNU. Es con leyes que empiezan a venir las inversiones. Y eso solamente lo vamos a lograr con más presencia de Provincias Unidas en el Congreso”, concluyó.
Estas declaraciones de Llaryora y Pullaro llegan luego del cierre de campaña de Provincias Unidas en la Ciudad de Buenos Aires (CABA). El espacio está conformado por seis gobernadores que buscan romper con la polarización para el próximo 26 de octubre.
Este acto se desarrolló en el Estadio Obras Sanitarias. Los encargados de abrirlo fueron los candidatos a diputados Lousteau y Graciela Ocaña, que en territorio porteño compiten bajo el sello Ciudadanos Unidos, y Florencio Randazzo, que lidera la lista en la provincia de Buenos Aires.
En la segunda parte del acto, Carlos Sadir (Jujuy), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Gustavo Valdés (Corrientes) subieron al escenario para responder preguntas del moderador designado, Facundo Cháves, periodista de Infobae.
- CHIMENTOS3 días ago
Laura Ubfal mostró una escandalosa foto de Mauro Icardi con la hija de Benjamín Vicuña
- CHIMENTOS3 días ago
Se confirmó de qué murió la famosa actriz Diane Keaton a los 79 años: «Murió a causa de una neumonía»
- POLITICA3 días ago
Santiago Caputo le respondió a Macri, que había pedido diálogo post electoral