POLITICA
Volver a las bases: el PRO pone el foco en la gestión de la Ciudad y se reagrupa con miras al futuro

No es ninguna novedad que el PRO arrastra fuertes diferencias internas desde la derrota en las elecciones presidenciales del 2023. Incluso los conflictos comenzaron antes, en lo que fue la pirotécnica batalla en las PASO entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Y en un año electoral -donde además sufrieron una dura derrota en la Ciudad de Buenos Aires- se reabrieron viejas heridas.
El año electoral trajo consigo un postergado -e inevitable- debate interno sobre una alianza con La Libertad Avanza. Y pese al resultado final, con alianza en los distritos clave (CABA a nivel nacional y Provincia en ambas instancias) hubo libertad de acción para acordar o no. Lo cierto es que puertas adentro había muchas dudas sobre la conveniencia de ir en un mismo frente con los libertarios. Incluso hubo quienes se aferraron a la idea de reflotar el extinto Juntos por el Cambio.
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En ese escenario llegó el prematuro golpe de la derrota en las legislativas porteñas del 18 de mayo, que condicionó al PRO en su bastión. Los libertarios los duplicaron en votos y la presión fue muy grande para realizar un acuerdo para las nacionales, pese a que la relación entre los legisladores de LLA y la gestión de Jorge Macri era casi nula.
Más de un funcionario reconocía puertas adentro que los libertarios no habían acompañado en nada a la administración del primo de Mauricio Macri, pero el magro resultado electoral dejaba poco margen de maniobra. Ahora, ante una intempestiva crisis del gobierno de Javier Milei, en las filas del PRO porteño ensayan un distanciamiento prudencial.
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Sucede que Jorge Macri fue uno de los pocos dirigentes del PRO que expuso en público sus reparos a la alianza, en el contexto de la disputa por los recursos para la Ciudad, en especial el reclamo del pago de la Coparticipación. Ahora, con un gobierno nacional apretado por problemas internos, se corren de la campaña y se enfocan en la gestión.
“Nuestro objetivo es fortalecer la gestión en la Ciudad y reelegir”, confiaron en el entorno de Jorge Macri a TN. En la administración porteña no están tan alineados con el sector del PRO que respalda al gobierno de Milei. Sí están de acuerdo en aportar gobernabilidad “ante los embates del kirchnerismo”.
Mientras tanto, no son pocos los referentes del PRO que están más enfocados en cuidar lo que ya tienen que en ir por grandes gestas. La elección presidencial del 2027 queda muy lejos y no hay ningún nombre propio con chances concretas.
Y tampoco comulgan con la idea de presentarse junto con los libertarios en 2027. Acompañarán la gestión y colaborarán, pero con una “distancia prudencial”. Y definitivamente piensan en competir contra ellos en la Ciudad.
Confían en su núcleo duro de votantes y que tampoco tendrán una merma fuerte hacia los partidos de centro y mucho menos hacia el peronismo. El foco es garantizar la reelección de Jorge Macri y hacia allí apuntarán, tanto en la Legislatura como en la gestión.
El nexo Milei-Macri
Pese a los reparos en el PRO, Mauricio Macri reafirma su vínculo con Milei. Luego de reencontrarse días atrás, el Presidente y el titular del PRO volverán a verse las caras este viernes. Así lo confirmaron a TN dirigentes con llegada a ambos. El exmandatario se presentará en Olivos, al igual que la última vez.
Macri tiene programado un viaje al exterior y quería verse antes con el jefe de Estado. Si bien no hablaban desde hacía un año, el expresidente sostiene que el PRO debe acompañar al Gobierno, que atraviesa un duro momento político.
La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires primero y las denuncias por corrupción luego, complicaron el escenario para La Libertad avanza y por eso busca reflotar los vínculos con los aliados. Mauricio Macri es uno, pero también hay negociaciones en marcha con los gobernadores.
Este domingo Javier Milei y Mauricio Macri se encontraron en la Quinta de Olivos después de un año sin tener contacto. La reunión, que se mantuvo en secreto hasta el lunes por la noche, fue convocada por el propio presidente, tras su viaje a Estados Unidos.
PRO, Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, Jorge Macri
POLITICA
Santilli se reunirá hoy con Sergio Ziliotto mientras los gobernadores comienzan a presionar por sus reclamos

El ministro del Interior, Diego Santilli, está en el tramo final de su ronda de reuniones con los gobernadores para impulsar las reformas que el presidente Javier Milei busca aprobar en el Congreso y comienza una nueva etapa, en la que las provincias empiezan a reclamar gestos por parte de la Casa Rosada para apoyar las medidas legislativas.
El funcionario recibirá este viernes en su oficina de Balcarce 50, a partir de las 9:00, al mandatario de La Pampa, Sergio Ziliotto, uno de los más críticos de la gestión libertaria, pero que de todas formas se muestra como “dialoguista”.
Será uno de los últimos encuentros que encabezará “El Colo”, que solamente le falta conversar en persona con el santafesino Maximiliano Pullaro y con el puntano Claudio Poggi, que no tiene representación parlamentaria.
El segundo de ellos, de todas formas, podría ser convocado en las próximas horas, ya que se trata de un aliado de La Libertad Avanza que respaldó al oficialismo nacional en las elecciones de octubre.

En cuanto al dirigente radical, si bien no hubo una foto con él, sí existe un diálogo subterráneo que permitió, por ejemplo, que la administración de Milei diera los avales necesarios para que su provincia pudiera colocar deuda en el mercado internacional por 800 millones de dólares.
“Este financiamiento es muy importante porque se aplicará a lo que nuestra producción necesita para crecer: energía, rutas, infraestructura de seguridad y obras estratégicas en todo el territorio”, celebró el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares.
A través de un mensaje que compartió en su cuenta de X, remarcó que “es una gran noticia” para el distrito, pero “también para el país, porque demuestra que con orden, transparencia y reglas claras, Argentina puede recuperar la confianza del mundo”.
Si bien hace tiempo se viene hablando sobre la posibilidad de que Santilli organice un encuentro masivo con todos los gobernadores en la Casa Rosada, una medida de este estilo todavía no está en carpeta.
Tal como anticipó este medio, el Presidente firmará este mismo viernes el decreto que convocará a las sesiones extraordinarias para diciembre. Será el primero, ya que a mediados de enero tiene previsto hacer lo mismo para que este periodo se extienda hasta febrero.

Durante estos plazos, Milei quiere aprobar el Presupuesto 2026; la reforma o modernización laboral; la ley de inocencia fiscal; la reforma del Código Penal; la modificación de la Ley de Glaciares, y la reforma tributaria.
En este sentido, las provincias sostienen que ya les transmitieron a las autoridades nacionales sus pedidos, como la reactivación de la obra pública o el envío de fondos, y aguardan los primeros gestos.
“Quedaron en que iba a haber más reuniones, Santilli en eso se mueve y está en contacto y presente. Pero ya los gobernadores plantearon lo que tenían que plantear y todos están esperando respuestas. La discusión desde Casa Rosada pasa, hoy por hoy, por el Presupuesto, en primer término, y la reforma laboral, en segundo», explicó a Infobae una fuente patagónica.
En esta región, remarcan que “la caída de fondos a la provincia por parte de la Nación es muy grande, en regalías, en coparticipación, en ATN”, lo que afecta el pago de algunos compromisos en sectores clave, como educación y previsional.
Sin embargo, en el sur del país también reconocen el acta de entendimiento que el Gobierno firmó con Chubut, Neuquén y Santa Cruz para modificar el esquema de derechos de exportación del crudo convencional.
Este era uno de los reclamos de sus respectivos mandatarios, Ignacio “Nacho” Torres, Rolando Figueroa y Claudio Vidal, quienes habían comenzado las conversaciones al respecto semanas atrás, con el entonces jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Más recientemente, el ministro del Interior recibió al mandatario porteño, Jorge Macri, quien le reiteró su demanda por los fondos coparticipables que la Nación le adeuda a la ciudad de Buenos Aires por unos $274.000 millones.
“Existe un compromiso de ambas partes de encontrar el mecanismo acorde para llegar a un buen entendimiento en este tema. Además de eso, se habló de algunos temas de gestión, pero fue una buena reunión”, sostuvieron fuentes de Balcarce 50.
En este sentido, en el entorno de Santilli remarcaron que Macri agradeció el apoyo que La Libertad Avanza le dio en la Legislatura para que él pudiera tener un presupuesto. De hecho, en la reunión estaba también la jefa del bloque en ese recinto, Pilar Ramírez.
“Él creía que así como él tuvo el presupuesto y las herramientas para gobernar de la ciudad, el presidente Milei tiene que tener también la ley, que hace tres años que el gobierno nacional no tiene. Dos años de Milei y una de Massa”, agregaron.
Sin embargo, el dirigente del PRO aclaró al salir del encuentro que su respaldo a la iniciativa que se va a tratar en el Congreso está supeditado a “que se incluyan de manera explícita” los recursos que reclama.
POLITICA
El Gobierno cierra el 2025 con un fuerte apoyo y Javier Milei mantiene un 50% de imagen positiva

Casi la mitad de los argentinos aprueba la gestión de Javier Milei al frente del gobierno nacional. Eso, al menos, es lo que se desprende de un nuevo sondeo de opinión pública elaborado por la consultora Opina Argentina: el líder libertario cumple dos años de mandato con una imagen positiva más alta de la que registraron, en la misma instancia temporal, su antecesores Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Según esta encuesta, realizada a 1.772 habitantes argentinos mayores de 18 años entre el 1° y el 3 de diciembre en todo el país, la imagen del presidente Milei tiene 49% de consideraciones positivas y 50% negativas. Comparado al relevamiento hecho por esta misma consultora en noviembre, creció un punto su consideración y cayó dos su rechazo.
Como se advierte desde la campaña electoral de 2023, Milei conserva mejor imagen entre los hombres. De los varones consultados, casi 6 de cada 10 (57%) tiene una consideración positiva. Es exactamente inversa la situación ante las mujeres: el 41% tiene una imagen positiva del presidente y el 57% una antipática. No obstante, desde marzo de 2025 la imagen negativa de Milei es superior a la positiva.

Si se toman en cuenta los dos primeros años de gestión de las últimas tres presidencias, Milei es el que mejor parado llega a diciembre, es decir a la mitad del mandato.
Alberto Fernández, asediado por la pandemia, llegó a diciembre de 2021 con apenas 28% de imagen positiva, cuando en marzo de 2020, tres meses después de haber asumido, había marcado un récord al registrar 82% de positiva. A partir de ahí fue todo caída para el peronista porteño.
Lo de Milei es más estable. Su imagen favorable siempre osciló entre el 55% (apenas asumió) y el 49% actual. Sin embargo, también llega a este tramo mejor que Mauricio Macri, quien a esta altura de su mandato (diciembre 2017) tenía 40% de positiva.
Javier Milei comparte este privilegio con Patricia Bullrich. La flamante senadora nacional registra los mismos números que el presidente: 49% de positiva y 50% de negativa.

En el desagregado de ambos casos, la imagen “muy positiva” (35% Milei y 38% Bullrich) es menor a la “muy negativa”, que para ambos es de 46%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, también contribuye a este buen momento de relación entre la opinión pública y el Gobierno. Conserva 43 puntos porcentuales de imagen positiva y 52% negativa. “Toto” también mejoró respecto del mes anterior.
De la vereda opositora, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, es el referente con mejor posicionamiento ante los consultados. Por encima de Caputo en la balanza, figura con 44% de imagen positiva y 55% de negativa: creció tres puntos porcentuales la mirada favorable que hay sobre él y cayó la antipatía en misma proporción.
Los otros líderes del peronismo que han sido medidos por Opina Argentina están lejos de Kicillof: Cristina Kirchner tiene 37% de imagen positiva y 62% en contra; mientras que Sergio Tomás Massa ostenta 35% y 63%, respectivamente.

Los consultados consideraron que, en comparación con el año pasado, Argentina está peor. Al menos así lo observa el 50% de los consultados. Para el 8% la situación está igual y para el 41%, mejor.
Cuando se consultó sobre las expectativas a futuro, el 45% cree que en un año todo estará mejor y el 46%, lo contrario. El 7% supone que estará igual que en 2025. En ese contexto, cuatro de cada diez apoyan al gobierno de Milei y la misma proporción se considera opositora, mientras un 17% se mantiene distante de ambas posiciones.
“El 2025 fue un año políticamente muy agitado. Con el triunfo electoral de octubre, el Gobierno transformó el clima social y llega a diciembre con las variables de opinión alineadas”, concluyeron desde Opina Argentina, a la vez que ubican a Kicillof como “el opositor con mejor imagen”.
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POLITICA
El crudo relato de Lopérfido sobre vivir con ELA: “El Darío de antes de la enfermedad ya murió”

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad que suele avanzar sin estridencias, despojando a quienes la padecen tanto de la vitalidad física como de los relatos heroicos que acompañan otros diagnósticos. Darío Lopérfido, ex director del Teatro Colón y especialista en gestión cultural, compartió en un artículo publicado este domingo en la revista Seúl una reflexión frontal sobre su experiencia con la ELA, el deterioro cotidiano y la ausencia de consuelo religioso.
“Tener ELA es una mierda. No por la posibilidad de morir, que me tiene sin cuidado. La vejez me resulta odiosa; morir sin atravesar esa catástrofe humana, en cambio, me parece un alivio”, relató Lopérfido, marcando el tono directo y sin eufemismos de su testimonio. El exfuncionario contó que el artículo es un adelanto de un futuro libro.
A diferencia de enfermedades de mayor resonancia pública, el ex funcionario sostiene que la ELA le niega hasta el consuelo de la épica personal o familiar. “Un buen cáncer te da todo un tiempo con tratamientos espantosos durante el que podés aparecer pelado y decir ‘yo le voy a ganar al cáncer’. En la mayoría de los casos, el pelado se muere. Pero le deja un legado a su familia: que pueden decir ‘cómo la peleó’… En mi caso, la ELA tardó un año en arruinarme un pie. Imposible meterle épica a eso”. El deterioro, narra, llega sin batallas visibles, se manifiesta en caídas, pasos inseguros y actividades que se vuelven inviables.
Desde su diagnóstico, Lopérfido reconoce cómo la enfermedad fue despojando su vida social y sus rutinas. “Caminás pésimo, la voz se te vuelve de borracho y comés con el riesgo de que se te caiga la baba. Chau NOBU, chau pizzería del barrio, fue un gusto conocerlos: ya no querés que te vean comiendo y bebiendo. La ELA te embrutece”. Revela, además, la dificultad para sostener la vida cotidiana y la tendencia progresiva al aislamiento.
La mirada ajena, según el autor, se ve atravesada por la incomodidad y el trato paternalista, una consecuencia que rechaza abiertamente. “La gente asocia una enfermedad grave con hablarle al paciente como si fuera un niño, bajo la idea espantosa de que ese tono es una manera de darle amor… el amor no te arregla semejante desastre físico”. Por eso, admitió, “mis niveles de tolerancia han bajado y lo único que acepto es que me hablen en serio o que me hagan reír”.

El avance impiadoso de la enfermedad también impacta directamente en la identidad y el sentido de pertenencia. Lopérfido afirma: “La vida tendría que tener velatorios parciales. El Darío de antes de la enfermedad ya murió. El actual es otra persona con otra vida y otros pensamientos. No extraño mi pasado: viví muy bien y atesoro un montón de experiencias”. Reconoce el corte definitivo entre quien fue antes y quien es ahora, obligado por la ELA a reconstruirse.
El aislamiento se refleja también en la pérdida de placer físico y en la transformación de la imagen personal. “Mi vida estuvo ligada a los placeres físicos e intelectuales. Los placeres físicos desaparecen: tu cuerpo se vuelve una cárcel y eso es lo que más extraño. Los placeres intelectuales, en cambio, puedo mantenerlos. Leer, escribir, hablar con amigos, escuchar música, ver películas: todo eso sigue siendo posible”.
En cuanto a la espiritualidad, Lopérfido declara abiertamente su ateísmo. “No creo en Dios y ni siquiera soy agnóstico: soy ateo. No creo en la medicina alternativa ni en los laboratorios que se hacen ricos vendiendo ibuprofeno, y ningún dueño de ningún laboratorio va a vender su yate para investigar la cura de una enfermedad que afecta a poquísimas personas. Los entiendo, la ELA no es una causa popular”. Se apoya únicamente en antidepresivos y algunas sustancias recreativas para tolerar el ánimo y el hastío existencial: “Sólo creo en los antidepresivos y en algunas drogas ilegales para mantener el ánimo. No espero más… El cerebro queda siempre, y es el único órgano que vale la pena”.
En su situación, Lopérfido también reflexionó sobre la eutanasia y la facultad de decidir el propio final: “La eutanasia es la más liberal de las muertes y es mucho mejor que suicidarse… Uno no puede decidir nacer, pero puede decidir morir. Vivir no debe ser obligatorio. La muerte más civilizada es la que uno decide en pleno uso de sus facultades”. Consideró que poder trabajar y disfrutar de algunos momentos placenteros son las razones que justifican continuar, pero rechaza la extensión del sufrimiento en nombre del avance médico: “La medicina actual se nutre de la idea de estirar la vida, pero el tramo final no puede arruinar lo que vino antes. Mi promedio es alto y debo conservarlo”.
Entre todas las pérdidas, la relación filial se revela como la más dolorosa: “De todas las torturas que me depara la enfermedad, ser un padre limitado es la peor y la que no tiene solución. Escribir me calma porque pienso que cuando crezca y yo esté muerto, él podrá leerme”, expresó, quien además dijo que busca que su hijo encuentre en sus palabras el recuerdo que la enfermedad podría arrebatarle.
“Escribí estos capítulos, que serán parte de un futuro libro, escuchando Obertura de Tannhäuser, de Richard Wagner, por la Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio Abbado”, cerró Lopérfido su artículo.
De amplia trayectoria en el mundo de la cultura, Lopérfido fue director artístico del Teatro Colón, presidente de Ópera Latinoamérica y secretario y ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. También fue secretario de Cultura y Medios durante el gobierno de Fernando De la Rúa.
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