SOCIEDAD
Game Pass podría haber aprendido una lección valiosa de la industria del cine y su ‘guerra’ contra Netflix

En las últimas semanas, hemos estado desayunando cada día con noticias e informaciones muy relevantes sobre la marcha del negocio de Xbox. La violenta subida de precio que ha experimentado Game Pass, elevando prácticamente un 50% su tier más completo, ha seguido una lógica bastante parecida a la que ha usado la ministra Elma Saiz con la cuota de autónomos, es decir, proponerlo como un aumento de derechos/catálogo para enmascarar una realidad mucho más sencilla: las cuentas no salen de ninguna manera y hay que apretar las tuercas al personal todo lo que se pueda y más. La información de Jason Schrier de que la dirección de Microsoft está reclamando a la división de videojuegos unos márgenes de beneficio del 30%, una cifra absurda completamente alejada del estándar de la industria, nos ayuda a contextualizar la política de precios tan agresiva que han tomado Phil Spencer, Sarah Bond y el resto de sus adláteres.

Call of Duty Black Ops 7
Duros a cuatro pesetas
La cuestión relevante que hay que analizar es, ¿cómo demonios hemos llegado hasta aquí? Hace casi cuatro años, cuando se anunciaron los planes de adquisición sobre Activision Blizzard, escribí una columna de opinión en otro medio donde analicé la operación y expresé mi más enérgica condena a semejante movimiento que en su momento tildé de groseramente anticompetitivo. Estaba convencido de que la gigantesca compra no obedecía a ningún planteamiento racional, sino a una desesperación profunda del liderazgo de Xbox, dispuesto a apretar el botón nuclear para arrebatar la enorme fuente de ingresos que suponía Call of Duty para su principal competidor, PlayStation. Me cayeron chuzos de punta y por primera vez me vi sometido a una campaña de acoso en las redes (algo que relaté más en detalle en mi libro El siglo de los videojuegos), una experiencia bastante surrealista a la que nunca me había tenido que enfrentar con anterioridad porque hasta el momento, mi actividad periodística siempre había estado alejado de los rigores de la prensa especializada.
El problema es que esta estrategia no es sostenible en el tiempo
Echando la vista atrás, resulta grotesco y descorazonador ver cómo los gerifaltes de Xbox utilizaron a su propia comunidad para ejercer presión ambiental en pos de la operación. La idea era clara. Más adquisiciones y más compras suponen más juego supuestamente gratis para el catálogo de un Game Pass con un precio mensual muy asumible: el mejor chollo en el mundo del gaming. Esa presión ambiental no cejó en ningún momento durante el más de año y medio que duró el proceso. Sin embargo, el escollo de los organismos reguladores se le fue atragantando a Microsoft más de la cuenta. Al final lo pasaron, en gran parte por la estulticia y la falta de preparación de la demanda interpuesta por la FTC de Linda Khan, que echó por tierra los esfuerzos de los reguladores británicos que sí habían armado un caso competente. Lo pasaron, sí; pero tuvieron que hacer muchas más concesiones de lo que les habría gustado. La principal fue el compromiso de mantener las franquicias de Activision multiplataforma. En retrospectiva, la inoculación de un virus que lo acabó arrasando todo.

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El refrán dice que nadie da duros a cuatro pesetas. La referencia ha quedado bastante anticuada, pero los que crecimos en los 90 la entendemos perfectamente. Si una transacción no sigue una lógica comercial coherente, hay gato encerrado. Xbox contaba con el respaldo de una corporación varios órdenes de magnitud más grande que Sony o Nintendo, por lo que podía echar mano del cashflow de otras divisiones para conquistar cuota de mercado a base de quemar dinero. El problema es que esta estrategia no es sostenible en el tiempo. Se puede llevar a cabo durante un rato para expulsar a minoristas del mercado y más tarde recuperarlo con creces desde una posición dominante. Satya Nadella, y por ende Microsoft, se debe a sus accionistas. Tiene un deber fiduciario para con ellos. Esto quiere decir que toda la estrategia tiene que estar orientada a hacerles ganar el máximo dinero posible o podrían verse en serios problemas con la justicia. Por las buenas o por las malas, el precio de Game Pass siempre iba a subir. Cuestión de lógica comercial.

Las ventanas del cine
El negocio del cine ha cambiado una barbaridad en los últimos quince años por la irrupción de Netflix primero y más tarde el resto de plataformas de streaming. La industria entera se ha sometido a una situación de estrés que ha amenazado con sacarla por completo de sus goznes, sobre todo durante los años de pandemia, pero se las ha ingeniado para resistir. Hace veinticinco años, una película podía estar en cartelera fácilmente tres o cuatro meses. Luego había que esperar hasta los ocho meses para su llegada al circuito doméstico en VHS o los primigenios DVD. Ahí es donde las distribuidoras hacían un buen dinero, no tanto por la venta como por el alquiler en los videoclubs. A continuación venían los canales de pago, como el antiguo Canal Plus, como un año después del estreno en salas. Había que esperar hasta tres años para poder disfrutar de la película en abierto y siempre con dosis exacerbadas de publicidad.
El streaming ha cambiado las cosas, pero no ha podido derribar el sistema por completo
El streaming ha cambiado las cosas, pero no ha podido derribar el sistema por completo. Las ventanas de exclusividad se han reducido muchísimo, pero todavía se respetan en la mayoría de los casos. El estándar está en los 45 días. Disney suele alargarlo a los 60. Tom Cruise, el principal valedor de los exhibidores, ejerce toda la presión del mundo para imponer 90 días en sus contratos. Warner Bros es mucho más aprehensiva, dejándolo en poco más de 30 días. La compañía experimentó en 2021 con un polémico estreno simultáneo en salas y streaming que destrozó por completo los márgenes de beneficio de sus películas más potentes y le provocó el divorcio con Christopher Nolan, que se fue a Universal asqueado por la voracidad de Warner.
Las películas suelen hacer el 80% de sus ingresos durante los primeros 30 días en cines. Las que demuestran una cola más alargada pueden funcionar durante 45 días, pero después de dos meses, los ingresos son testimoniales y ya no suele compensar al exhibidor reservar la sala. Es en ese momento cuando la película sale en plataformas de Video on Demand, el alquiler digital por precios que suelen rondar los 30 dólares. Al mismo tiempo, pasan a engrosar los catálogos de aerolíneas y cadenas hoteleras. Un mes más tarde, la película sale en formato doméstico premium, Blu-Ray 4K para los coleccionistas y los amantes de los físico. Meses más tarde (aquí los intervalos varían más dependiendo de la compañía), la película llega a las plataformas de streaming generales siguiendo acuerdos de exclusividad. Un año o año y medio después, la película puede exhibirse en abierto.

K-Pop Demon Hunters
El modelo rompedor de Netflix puso este sistema contra las cuerdas, pero no pudo derribarlo. Es más, en cierta medida, el sistema está en proceso de asimilarlo. Por eso Netflix hace estrenos limitados en salas durante dos semanas antes de ponerlos a disposición del público general, porque la normativa para la consideración de galardones o las exigencias de los cineastas así se lo indica. O porque quiere capturar el zeitgeist y sabe que la experiencia comunal tiene un efecto galvanizador, véase las sesiones limitadas de K-Pop Demon Hunters o cómo el episodio final de Stranger Things llegará a las salas este 31 de diciembre. El cine pudo disfrutar de 40 años de monopolio antes de tener que disputar la atención del público con la televisión. Luego vino el color, el video doméstico, el cable, las parabólicas y las plataformas de streaming. Pero 130 años después de que el tren llegara a esa estación y provocara el terror entre el público primitivo de los hermanos Lumiere, todavía sigue en pie.
El sistema nunca iba a soportar el estreno simultáneo de juegos AAA
El adanismo de Xbox le ha acabado saliendo muy caro. Game Pass ha sido una de las ideas más brillantes de la última década, pero desoír la lógica comercial en pos del crecimiento acelerado nunca iba a terminar bien. El sistema nunca iba a soportar el estreno simultáneo de juegos AAA, con un coste asociado de cientos de millones de dólares, porque la canibalización de las ventas iba a ser inevitable. Es que es de cajón. Entre comprar un juego de lanzamiento a precio completo o pagar una cuarta parte para alquilarlo durante un mes, para la gran mayoría la decisión era obvia. Durante años, la dirección de Xbox y sus terminales mediáticas han intentado hacernos luz de gas con este tema, presentando excepciones como ejemplos o centrando la atención en los indies, donde los números en liza son absolutamente diferentes y para los que el modelo sí puede tener sentido.

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Si de verdad el estreno en Game Pass no se comiera una parte vital de los ingresos de las publishers, ¿no se estarían peleando todas por aparecer en el catálogo? La realidad es que los estrenos en Game Pass están reservados a compañías que, por múltiples razones, no están muy seguras del potencial comercial de sus juegos. Ya sea porque son IPs nuevas o porque dudan de la recepción crítica del juego y prefieren dinero en mano que ciento volando. Era fundamental que el modelo volviera a la lógica comercial. Microsoft no puede seguir permitiéndose dejar dinero en la mesa de esa manera. O se importa un modelo análogo a las ventanas de distribución del cine, o Game Pass seguirá subiendo de precio, sobre todo si hay que apuntar a unos márgenes de beneficio del 30%. Esta política suicida ya se ha llevado por delante el concepto de los exclusividad para abrazar la estrategia multiplataforma, convirtiendo a Xbox, de manera efectiva, en una third party. Está en sus manos que la cosa no vaya a más.
En 3DJuegos | Me cuesta entender por qué se critica tanto a unos juegos por su historia y a otros se les perdona con tanta facilidad
En 3DJuegos | A Xbox ya no le quedan exclusivos, ¿tiene sentido que sigan sacando consolas? He imaginado un futuro sin ellas y me cuesta no ser pesimista
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La noticia
Game Pass podría haber aprendido una lección valiosa de la industria del cine y su ‘guerra’ contra Netflix
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Borja Vaz
.
SOCIEDAD
“En seguida” o “enseguida”: cuál es la forma correcta de escribirlo según la RAE

Cuando se trata de expresiones de uso cotidiano, es común que surjan dudas sobre su escritura. Una de las más frecuentes es si corresponde escribir “enseguida” —todo junto— o “en seguida”, separado.
La Real Academia Española (RAE) aclara que las dos grafías son correctas, pero no se usan con la misma frecuencia.
Leé también:“Esta agua” o “este agua”: cuál es la forma correcta de decirlo según la RAE
Cuál es la forma recomendada
Aunque ambas variantes están aceptadas, la RAE señala que la forma mayoritaria y preferible en la actualidad es enseguida.
Ejemplo: “Vuelvo enseguida.”
Su significado es “de inmediato”, “al momento”, “sin tardanza”.
¿Y “en seguida”?
La grafía separada en seguida sigue siendo válida, pero se emplea cada vez menos y puede sonar más anticuada o poco habitual en el español actual.
Leé también: La RAE lo deja claro: ¿se dice “bidé” o “bidet”?
Conclusión
- enseguida → forma recomendada y de uso más común.
- en seguida → forma válida, pero menos utilizada.
Ambas están bien, pero si querés escribir según la norma más extendida y actual, la opción correcta es enseguida.
Real Academia Española, RAE, español, Palabras, TNS
SOCIEDAD
La Fragata Libertad llegó a Buenos Aires tras una travesía de seis meses: el emotivo reencuentro entre los marineros y sus familias

La Fragata ARA Libertad, el emblemático buque escuela de la Armada Argentina, amarró este domingo por la mañana en el Puerto de Buenos Aires después de completar una imponente circunnavegación de 39.700 kilómetros, 10 puertos internacionales visitados y 169 días de navegación. Su llegada, pasadas las 10 de la mañana, marcó el cierre oficial del 53° viaje de instrucción, una tradición naval que la embarcación sostiene desde hace más de medio siglo.
Familiares, autoridades militares y civiles, ex marinos y cientos de curiosos se congregaron desde temprano en la dársena norte para recibir al histórico navío, que arribó poco después de las 9 de la mañana escoltado por embarcaciones menores y bajo un cielo despejado que permitió contemplar su silueta inconfundible, con los tres palos cruzados y la bandera argentina flameando en lo alto.
El viaje comenzó el 7 de junio, cuando la Fragata Libertad zarpó rumbo a Recife, Brasil, en el primero de los dos cruces atlánticos previstos en la travesía. A bordo viajaron 270 tripulantes: 27 oficiales, 51 guardiamarinas en comisión y 192 suboficiales y cabos. También participaron invitados de otras fuerzas e instituciones, tanto argentinas como de países con los que la Nación mantiene vínculos de cooperación.

Durante los casi seis meses de navegación, los futuros oficiales pusieron en práctica conocimientos de maniobras, navegación astronómica, meteorología, seguridad, mecánica naval y liderazgo, entre otros pilares fundamentales de su formación profesional. La experiencia incluyó navegación a vela en diversos tramos, cumpliendo con la tradición marinera que caracteriza al buque desde su botadura en 1963.
Diez puertos, dos océanos y un recorrido histórico
El itinerario llevó a la Fragata por Brasil, España, Noruega, Alemania, Países Bajos, Portugal, Costa Rica, Estados Unidos y República Dominicana, antes de emprender el regreso hacia la Argentina. Entre los puntos destacados del viaje estuvieron su estadía en el puerto de Hamburgo, donde el buque participó de actividades protocolares y culturales, y su paso por Baltimore, Estados Unidos, donde fue recibida por una gran comunidad latinoamericana.

El cierre de la travesía incluyó la tradicional navegación por la Rada La Plata, donde la embarcación fondeó entre el 22 y 23 de noviembre antes de emprender el tramo final hacia Buenos Aires.
Reconocida mundialmente por su elegancia y su silueta clásica, la Fragata Libertad continúa siendo una embajadora itinerante de la Argentina. Con 103,75 metros de eslora, 27 velas que cubren 2.652 m² y una combinación de propulsión a vela y motores diésel, la nave compite en regatas internacionales, participa en eventos diplomáticos y representa al país en los puertos que visita.

Su misión principal, sin embargo, permanece intacta: formar a las nuevas generaciones de oficiales navales en un entorno real, exigente y profundamente ligado a la tradición marítima.
Un recibimiento cargado de emoción
El retorno de la tripulación estuvo teñido de abrazos, banderas y lágrimas. Las familias aguardaron con carteles y cánticos el momento de reencontrarse con los jóvenes guardiamarinas, mientras la banda de música de la Armada acompañó la ceremonia oficial de bienvenida.

Entre lágrimas, risas nerviosas y abrazos interminables, las historias se repetían a lo largo del muelle, pero ninguna perdía fuerza. La de Neri Castro, por ejemplo, conmovió a todos ya que se embarcó cuando su hijo Lucio todavía no caminaba: “Ahora no solo camina sino que también corre y hasta juega al fútbol”, se enorgulleció mientras lo abrazaba fuerte entre sus brazos, como si quisiera recuperar de golpe todos los meses que estuvieron separados.
“Lo extrañé muchísimo”, agregó con la voz quebrada al remarcar que su pequeño vive en San Juan y parte de su familia en Chaco. “Te amo, hijo”, repetía una y otra vez su mamá, “Yo también te amo, má”, respondió él.

Las escenas se multiplicaban a cada paso. Una marinera, aún con la adrenalina del desembarco, apenas pudo hablar de la emoción: “Muy contenta de reencontrarme con la familia… fueron seis meses muy largos”. A su lado, otra voz completó: “De aprendizaje, de experiencia”. Ella asintió: “Sí, sobre todo por el apoyo de la familia, el cariño, el afecto. El apoyo es fundamental”. Su reencuentro con su sobrino derritió de amor a quienes la rodean. “La verdad es que estoy muy contenta”, insistió, mientras intentaba procesar el encuentro con sus seres queridos.
Unos metros más lejos, otro abrazo familiar captó la atención de los presentes. “Fue una experiencia de vida increíble”, resumió el marinero Mateo González. “Largos meses… pero ya está, ahora a disfrutar de estar con él, de lo que vivió. Estamos orgullosos”, dijeron sus familiares.

En otro punto del muelle, Santiago se abrazó a sus padres. “Muchísima emoción… ya quería llegar. Quería estar con ellos”, confesó. Su mamá, con lágrimas todavía en los ojos, agregó: “Se hizo larga la espera, pero ya está, lo tengo acá conmigo”. Vinieron especialmente desde Punta Alta para recibirlo. “Ahora vamos a salir a disfrutarlo”, afirmaron.
Las historias se enlazaban unas con otras: emoción, orgullo, ansiedad que se transformaba en alivio, alegrías que explotan en abrazos y en cámaras que captaban cada segundo. Cada familia vivió su propio reencuentro, único e irrepetible, pero todos compartían la misma sensación: el corazón volvió a estar completo.

En el muelle, entre banderas, mate cocido y lágrimas que se mezclaron con risas, la Fragata ARA Libertad fue testigo de un día que quedará grabado en cada una de estas familias. Y también, de cientos de historias que, como las olas, se repiten… pero jamás dejan de emocionar.
Con el arribo de este domingo, la Fragata Libertad concluyó con éxito una nueva vuelta al mundo, reafirmando su condición de ícono de la Armada Argentina y renovando el orgullo de todos aquellos que consideran a este buque un símbolo de la identidad marítima del país.

La nave permanecerá ahora en el puerto porteño para realizar actividades protocolares y recibir visitas, antes de iniciar su período anual de mantenimiento. Su próximo viaje de instrucción está previsto para 2026.
SOCIEDAD
Nintendo elimina este juego de la eShop de Switch justo antes de su lanzamiento – Nintenderos

Estamos acostumbras a sumar lanzamientos a los mejores juegos de Nintendo Switch y ahora también de Nintendo Switch 2, pero ahora tenemos noticias diferentes. The Great Rebellion: Edition 2084, un roguelite de desplazamiento lateral previsto para lanzarse en la eShop de Switch, ha sido eliminado por parte de Nintendo justo antes de su salida, pese a haber sido previamente aprobado y seguir disponible en la eShop japonesa.
Según Nintendo, el juego contiene “contenido que podría dañar la reputación o la marca Nintendo”. Aunque Kvlt Games ya había eliminado elementos políticos presentes en la versión original de Steam para evitar problemas, estos cambios no parecen haber sido suficientes y la compañía ha decidido retirar la versión americana de la tienda. Por ahora no se ha compartido nada más al respecto, así que estaremos atentos.
Update about the Switch situation. The only explanation as to why Nintendo pulled our game from the eShop so far is this: «Upon reviewing The Great Rebellion: Edition 2084, Nintendo has determined that it contains content that could be damaging to Nintendo’s reputation or brand.» pic.twitter.com/m5SXf2o1qP
— Kvltgames – buy The Great Rebellion on Steam! (@gr8_rebellion) November 21, 2025
¿Qué os ha parecido la noticia? Podéis compartirlo en los comentarios.
Fuente.
eShop,Nintendo Switch,Ofertas
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