«Esto es algo de toda mi vida», comentó Ariel Lotoff Betoff, quien desde niño se dedicó a la natación en pileta y compitió a nivel nacional. Sin embargo, su carrera sufrió un revés en 2015, cuando un accidente vial lo alejó del deporte y lo obligó a una prolongada recuperación. «Estuve meses sin poder caminar y luego tuve que operarme el hombro. No quedé al 100 por ciento en rendimiento», explicó. A raíz de esto, se volcó al triatlón, aunque nunca perdió el contacto con el agua.

El sueño de cruzar nadando el Río de la Plata fue postergado por años, pero en 2024 decidió concretarlo. «Fue una decisión en familia. Tengo responsabilidades como padre y esposo, y el deporte suele quedar relegado. Pero este año me preparé especialmente para esto», relató. La travesía se mantuvo en secreto hasta el último momento: «Mis amigos se enteraron cuando ya me subía al ferry hacia Colonia».

La preparación incluyó meses de entrenamientos en pileta, combinados con sesiones en el río para adaptarse a las corrientes, el frío y las olas. «No es lo mismo nadar en pileta que en aguas abiertas. En el río hay momentos de mucha turbulencia y temperaturas cambiantes», explicó.

Para realizar el cruce, se requirió la coordinación con Prefectura Naval Argentina y Uruguaya, que impusieron estrictos protocolos de seguridad. «Se necesita una embarcación mayor, en nuestro caso un velero, y otra de apoyo que va junto al nadador. En ella llevábamos un médico, guardavidas y todo un protocolo de emergencia», detalló. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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