Connect with us

POLITICA

Así fueron las gestiones secretas del papa Francisco en la Argentina y el mundo

Published

on



El 27 de abril de 2014, Francisco convocó a Roma al arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega Alamino. En teoría, para participar en las ceremonias de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II; en la práctica, el Papa le encargó una misión sensible: lo ungió su emisario en las sombras ante Barack Obama y Raúl Castro, a los que debía entregarles dos cartas que, todavía hoy, transcurridos once años, no han visto la luz. La gestión fructificó: Estados Unidos y Cuba restablecieron relaciones diplomáticas tras décadas de enfrentamiento, y recuperaron la libertad presos cubanos en cárceles estadounidenses y cientos de disidentes en la isla.

Esa misión diplomática secreta fue, apenas, una de las muchas que lideró Francisco durante los últimos doce años. Recurrió a emisarios, cartas y llamadas para afrontar grandes desafíos globales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Gaza o el cambio climático. Y también cuitas argentinas, como las transiciones presidenciales, las ofensivas políticas contra las instituciones y mucho más. TAlló, por ejemplo, en la reforma del Código Civil y en boicotear la destitución de un ministro de la Corte Suprema.

Advertisement
El papa Francisco y Raúl Castro, en mayo pasadoReuters

Francisco contó, para eso, con una red de información e inteligencia con la que sueñan líderes de todo el mundo: 5000 obispos y más de 400.000 sacerdotes con ramificaciones capilares que no conocen fronteras, además de vínculos diplomáticos con 183 países y estatus de observador permanente en las Naciones Unidas (ONU).

Su rol en el descongelamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos resulta ilustrativo. Entre marzo y noviembre de 2014, delegados cubanos y norteamericanos se reunieron en secreto en Roma, Ottawa y Toronto, bajo los buenos oficios del Papa, que se apoyó en tres alfiles: el cardenal Ortega Alamino, el exnuncio en Cuba, Angelo Becciu, y el secretario de Estado, Pietro Parolin, uno de los que hoy más suena como papable.

El cardenal Pietro Parolin DIMITAR DILKOFF – AFP

Todo comenzó el 27 de marzo de 2014, cuando Francisco recibió a Obama en el Vaticano con su franqueza habitual: “No es el Papa quien le habla, sino el latinoamericano”, le dijo. “Ustedes quisieron aislar a Cuba, pero se aislaron ustedes”, añadió, llaneza a la que retribuyó el estadounidense. Replicó que el embargo comercial era una medida anticuada e ineficiente, que él quería levantar, pero que necesitaba para eso una señal de reciprocidad desde la isla.

Advertisement

A partir de allí, comenzó una historia subterránea, pero efectiva. “En la diplomacia secreta, las comunicaciones seguras a menudo toman una ruta tortuosa”, sostuvo Peter Kornbluh, coautor del libro “Diplomacia encubierta con Cuba”, en la que detalló con William Leogrande cuál fue el rol del Vaticano. “La habilidad de Ortega para entregarle en mano la carta papal al presidente de Estados Unidos requirió de diplomacia clandestina. Viajó a Washington con el pretexto de dar una charla en la Universidad de Georgetown, pero tuvo un cruce secreto con Obama en el jardín de rosas de la Casa Blanca para darle la carta”, precisó.

Otros esfuerzos de Francisco concluyeron mal, sin embargo, y algunos salieron a la luz. En 2019, por caso, el principal diario de Italia, el Corriere della Sera, reveló el contenido de la carta secreta que el Papa le había enviado a Nicolás Maduro –al que trató de “señor”, sin reconocerle estatus de Presidente-, en respuesta a su pedido de mediación por la crisis interna que afrontaba su país. A lo largo de dos carillas y con su firma al final, Francisco le enrostró que había incumplido los compromisos de un intento anterior de mediación, en 2016.

Maduro y el Papa se reunieron el año pasadoArchivo

En Gaza, en tanto, el Papa también movió fichas silenciosas para destrabar las tratativas de Estados Unidos, Egipto y Qatar. ¿Objetivo común? Liberar rehenes bajo custodia de Hamas y prisioneros de las cárceles israelíes, lo que causó fricciones con Jerusalén que perduran. Tanto, que el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí ordenó a sus embajadores que borraran las condolencias que postearon en redes sociales por la muerte de Francisco.

Advertisement

El Papa también era lento para el olvido. Jamás recibió en Roma a Sergio Massa. ¿Por qué? Porque en sus tiempos como jefe de Gabinete de la presidenta Cristina Kirchner, el líder del Frente Renovador maniobró con eclesiásticos en Buenos Aires y el Vaticano para removerlo como cardenal primado de la Argentina. Cuentan sus allegados que Bergoglio lo perdonó, pero siempre recordó aquella zancadilla fallida.

En ese y otros episodios locales, Francisco siempre aplicó un abanico de tácticas. Cuando quería o necesitaba comunicarse con alguien, por ejemplo, llamaba él, sin intermediarios, como atestiguaron una docena de sacerdotes, políticos, empresarios, banqueros, gremialistas y colaboradores actuales o pasados de Bergoglio ante la consulta de .

Pueden confirmar esa práctica, que sorprendió al principio y conmovió siempre, desde Cristina Kirchner –a quien acompañó emocionalmente de manera contundente tras el intento de asesinato-, varios gobernadores, empresarios y sindicalista. También, números fieles que le escribían para contarle sus problemas y sus sueños. A veces, pasados unos días o semanas, recibían una llamada que comenzaba con +379, el prefijo internacional del Vaticano.

Advertisement
Sergio Massa recibe a Daniel Scioli en la entrada del Ministerio de Economíaricardo-pristupluk-11511

Esas llamadas discretas del Papa permiten delinear sus prioridades. La primera, la estabilidad política y social de la Argentina. La segunda, que el país recorriera transiciones ordenadas en 2015, 2019 y 2023. La tercera, consolar a quienes afrontaban problemas de salud o lidiaban con devastaciones. Por eso llamó al gobernador Daniel Scioli tras la inundación de La Plata, por ejemplo. También levantó el teléfono tras los saqueos de 2013 en Córdoba. Y ya muy débil, envió un telegrama a Bahía Blanca tras las aguas de marzo.

En otras ocasiones, en cambio, el Papa optó por mensajeros, cual “correos del zar”. O, para mayor precisión, “del Jefe”, como lo apodaban algunos colaboradores. ¿Quiénes eran esos emisarios? Hombres y mujeres de confianza a los que recurría para que transmitieran su posición sobre ciertos asuntos, incluso por fuera de la estructura del Episcopado argentino.

“En función de los temas –si son políticos, religiosos o de otra índole–, apela a distintos interlocutores”, explicó tiempo atrás un colaborador suyo a . En ese sentido, como cardenal y como Papa, Bergoglio siempre prefirió una comunicación radial, por lo que se movía con varios emisarios a la vez, sin que cada uno supiera las tareas que le había asignado a otros.

Advertisement

“Con el proyecto del Código Civil pasó eso”, detalló otro colaborador, en alusión a la reforma que entró en vigencia en agosto de 2015. Mientras que el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, aparecía como la voz oficial de la Iglesia argentina para impulsar y negociar retoques en el proyecto oficial, el Papa movió sus hilos en paralelo, y apeló a un amigo, el por entonces rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Fernández.

“Tucho” para sus amigos, el luego cardenal y prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe se convirtió en el transmisor de ciertos mensajes que Su Santidad quería que recibieran quienes pulían el nuevo Código Civil. En particular, en asuntos sensibles para la Iglesia, como el inicio de la vida humana y el alquiler de vientres, entre otros.

Otro caso notable de diplomacia vaticana la vivenció el entonces ministro de la Corte Suprema, Carlos Fayt. En 2015, Francisco le expresó su apoyo a Fayt mientras afrontaba a los 97 años un pedido de juicio político del kirchnerismo en el Congreso. ¿Cómo? A través de una carta que firmó su sucesor como cardenal primado, Mario Poli. Fayt le agradeció con otra carta, que también vio la luz. Como para que todos comprendieran con qué toros lidiaban.

Advertisement

Los nombres de muchos emisarios discretos de Roma permanecen, todavía hoy, en las sombras. Entre ellos, el de “el Profesor”, que llevó y trajo varias cartas escritas de puño y letra pontifical. La última vez que se reunió con Francisco fue en septiembre, según relató a días atrás, conmovido por la muerte de su amigo, confesor y guía.

Otros, en tanto, asumieron ese rol por golpes del destino o, para los creyentes, por obra y gracia del Espíritu Santo. ¿Ejemplo? Fabio Bartucci, el oftalmólogo de Bergoglio mientras fue arzobispo de Buenos Aires, rol que mantuvo en el Vaticano. A fines de 2013, él y el excandidato a jefe de Gobierno por la Libertad Avanza, Ramiro Marra, sirvieron de puente para que Su Santidad y el ya presidente electo, Javier Milei, conversaran por primera vez.

“Fue una conversación muy amena”, reveló entonces Bartucci, aún cuando la relación entre Francisco y Milei había sido foco recurrente durante la campaña presidencial. ¿Cómo siguió la trama? El Papa le envió rosarios a Milei y a la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, a través del oftalmólogo, que viajaba a Roma cada 45 días para controlarlo y viajó ahora, como el jefe de Estado, para el último adiós.

Advertisement

Pero el Papa era un líder global. Por eso, mientras lidiaba con las cuitas de su terruño, también pugnó con desafíos planetarios. Sumó sus esfuerzos, por ejemplo, para negociar una paz –o siquiera una tregua- entre Rusia y Ucrania con el cardenal Matteo Zuppi trasegando entre Moscú, Kiev, Washington y Pekín, como antes resultó clave en la lucha contra el cambio climático. ¿Por qué? Según los expertos, Francisco, autor del documento “Laudato Si”, fue clave en la firma del Acuerdo de París de diciembre de 2015. ¿Cómo? Tras bambalinas.

Advertisement

POLITICA

El PJ bonaerense no lograr cerrar un acuerdo sobre la elección y aumenta la desconfianza interna

Published

on



La discusión sobre la suspensión de las PASO en la provincia de Buenos Aires parecía ser el último escollo antes de empezar a discutir las listas de candidatos. Con el desdoblamiento consumado, Axel Kicillof se había dispuesto a esperar que el kirchnerismo colaborara con su decisión de dar de baja las elecciones primarias este año. Se habían abierto las puertas de un acuerdo.

Un mensaje público de Cristina Kirchner alineó voluntades en el mundo K y la suspensión obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores de la Legislatura bonaerense. Esta semana se iba a convertir en ley en la Cámara baja, pero la muerte del Papa Francisco trastocó los planes. La semana entrante las PASO ya no deberían ser un tema de agenda. Su suspensión será aprobada en la Cámara de Diputados.

Advertisement

Las fricciones actuales son por los plazos en la organización del proceso electoral. Kicillof pidió estirar los márgenes de tiempo entre la elección provincial, el cierre de listas y la presentación de boletas. El cristinismo lo rechazó en primera instancia. Una parte de la oposición, también.

Entonces, la Junta electoral de la Provincia de Buenos Aires envió una carta a Alexis Guerrera, presidente de la Cámara de Diputados, para que tenga en cuenta poner en discusión la modificación de los plazos. Los actuales, marcados por ley, consideran que serán inviables. “Habría que revisar y oficializar 10.000 candidatos en 10 días”, indicaron.

La semana próxima la Legislatura bonaerense va a dar de baja las PASO en la provincia (Aglaplata)

El reproche que comenzó a girar en los cuarteles del kirchnerismo y el massimo le apuntan a Kicillof. Fue el Gobernador el que decidió desdoblar, aún sabiendo las complicaciones que conllevaba la organización de la elección antes de los comicios nacionales y solamente en el área bonaerense. Esa es la factura que le mandan al mandatario.

Advertisement

En esa línea de tiempo de tironeos y reproches hay una postura constante dentro del kirchnerismo. La dirigencia, en su gran mayoría, sigue enfrascada en una discusión sobre el formato de la elección de medio término. Como si se hubiesen quedado en el tiempo, aferrados a un debate poco entendible sobre formas y fechas.

En el peronismo bonaerense lo saben y lo aceptan, pero no lo pueden resolver. No se pueden escapar de las negociaciones y las discusiones del marco electoral. Llevan cuatro meses sin poder resolver, en el interior de la coalición, cómo ordenar las elecciones de este año. Una historia sin fin.

Mientras el tiempo pasa y las discusiones se repiten, las chicanas toman protagonismo. En las últimas horas, La Cámpora acusó al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, de impedir que se cuelguen carteles de Cristina Kirchner en las calles del municipio. “Ni lloramos ni nos quejamos”, escribió Máximo Kircher junto a un video alusivo que compartió.

Advertisement

Máximo Kirchner cuestionó con dureza al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi

Dos dirigentes de su entorno, como Facundo Tignanelli y Emmanuel González Santalla siguieron su línea en las redes. “Hay que ser cachivache para mandar un patrullero a bajar carteles de Cristina”, escribió el matancero, que preside el bloque de diputados de Unión por la Patria (UP). “Compañeros nosotros a militar, a construir para nuestro pueblo, junto a Cristina. Que no nos distraigan”, fue el mensaje del dirigente de Avellaneda.

La guerra entre La Cámpora y Ferraresi parece no tener fin. La convivencia es cada vez más conflictiva y las acusaciones aumentan su tenor cada semana que pasa. Días atrás, el camporismo apuntó contra al intendente de Ensenada, Mario Secco, otro ladero de Kicillof, acusándolo de bloquear una iniciativa en la Legislatura de Brandsen para la puesta en marcha de una hidroeléctrica.

Esos idas y vueltas van colmando la paciencia de una gran parte de la dirigencia que mira desde afuera y que nota como el peronismo bonaerense se va tomando distancia de la realidad de la gente. La posibilidad de acuerdo se aleja y se acerca cada día. Ese desgaste lo padecen todos, desde Cristina Kirchner y Axel Kicillof para abajo.

Advertisement

Según varias encuestadoras, el peronismo tiene como ventaja la gran posibilidad de absorber el voto en rechazo a Milei. Es decir, aquellos que, después de un año y medio de gestión, son refractarios al Presidente y su espacio político, y pueden canalizar en el mayor núcleo opositor sus votos en castigo al oficialismo. Es un voto por venganza, no por amor.

Axel Kicillof se mantiene firme en su postura y tensa la relación con el cristinismo

Una vez que se salde la discusión por los plazos, llegará la instancia más determinante: la negociación por las listas. De esa negociación, espesa y tediosa, saldrá la unidad o la ruptura. No hay camino del medio. De ambos lados repiten que la intención de siempre es sellar un acuerdo. Pero, en ambos lados también, hay quienes reconocen que con las pulsaciones al máximo, si las negociaciones se truncan, el peronismo puede terminar quebrado.

Si eso ocurriera, la derrota sería inevitable. La fractura expuesta del peronismo tiene un solo resultado posible que es el triunfo de La Libertad Avanza (LLA). Sobre todo si termina de sellar un acuerdo con el PRO o algunos dirigentes de ese espacio. Por eso la unidad está dispuesta a cerrarse a cualquier precio, lo que implica que la degradación del espacio – como consencuencia de las innecesantes peleas – puede ser vertiginosa.

Advertisement

En el cristinismo mantienen viva la posibilidad de que CFK sea candidata en la tercera sección electoral. En el Frente Renovador sucede lo mismo pero con una posible candidatura de Sergio Massa en la primera sección. ¿Qué haya una lista peronista que compita contra ellos es una posibilidad? Sí, pero poco viable. Solo aparecería ese escenario en un caso extremo, de explosión del peronismo bonaerense.

“Aunque acordemos, aunque logremos la unidad, la desconfianza entre nosotros va a quedar, va a seguir”, se sinceró un intendente que forma parte del campamento cristinista.

Cristina Kirchner mantiene la postura de ir a un acuerdo con Kicillof pero la negociación está empantanada (EFE)

Otro intendente, pero del lado de Kicillof, delineó otra mirada: “Hay que superar por dentro el liderazgo de Cristina. Ella no tiene nadie abajo, porque lo que estaba abajo era Axel y a nadie se le puede hacer creer que Axel es un traidor”.

Advertisement

Un tercer intendente, que forma parte el espectro ultra K, planteó: “CFK no va a regalar su conducción en una mesa de negociación. En una gran jugada política, lo atrapó a Axel en la unidad. Si rompe es porque se quiere llevar un porcentaje más grande en el poroteo”.

El debate político del peronismo sigue esos carriles. Un idea y vuelta de reproches permanentes. “El árbol les está tapando el bosque a los dos sectores”, reflexionó un dirigente importante del conurbano. Y agregó: “Hay que ceder en algún momento”.

Quién cede y de qué forma es, tal vez, el meollo del debate interno de esta instancia. Nombres, candidatos y porcentajes. De eso se trata. Mientras tanto, a Massa, un accionista importante de la cúpula peronista, le escucharon decir en sus oficinas de avenida Libertador que está a la espera de que se pongan de acuerdo de una vez. “No me meto más. Espero que se pongan de acuerdo. Después veré qué hacer”, le dijo a uno de sus interlocutores frecuentes. El hartazgo por la indefinición llegó a todas las arterias peronistas.

Advertisement

congreso educativo nacional,interior,políticos,universidad de buenos aires

Continue Reading

POLITICA

La despedida del Papa: poca presencia de dirigentes argentinos en el adiós a Francisco

Published

on



La despedida del Papa Francisco este sábado en el Vaticano finalmente tendrá poca presencia de dirigentes y políticos argentinos. Sí contará con la participación del presidente Javier Milei -que viajó con una comitiva-, pero no habrá muchos dirigentes de peso más.

Desde el plano político, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, decidió quedarse en la Ciudad para participar de la misa que se hará en la Catedral porteña que funcionará como espejo de lo que sucederá en el Vaticano. La misa la encabezará el Arzobispo Jorge García Cuerva.

Advertisement

Del distrito viajará el secretario General y de Relaciones Internacionales de la Ciudad Fulvio Pompeo y la Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, María Morales Gorleri.

Axel Kicillof tampoco viajará y no envió a ningún funcionario.

Si estará presente el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti que estaba en Roma por cuestiones laborales y fue uno de los que despidió al Papa durante los últimos días.

Advertisement

El caso de los diputados y senadores quedó zanjado y finalmente el Congreso no pagará los gastos de ninguna comitiva. La idea de arma un grupo de representantes del Congreso la impulsó el jefe del bloque K Germán Martínez quien le pidió abiertamente a Martín Menem que hiciera «todo lo necesario» para que haya representación legislativa.

Menem con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, decidieron no costear ninguna comitiva y dejara que cada legislador que le desee pague de su bolsillo el viaje.

El que no viajó fue Juan Grabois. El líder piquetero tenía un vínculo cercano con Francisco pero decidió no estar. Su agrupación mandó como representante a Sergio Sánchez, un cartonero que había estado en la asunción de Francisco como Papa.

Advertisement

Por «cuestiones de seguridad», el Gobierno decidió no informar dónde se hospedará el presidente Javier Milei durante su visita a Roma para asistir al funeral del papa Francisco.

Durante su estadía de 24 horas en la ciudad italiana, el jefe de Estado y la comitiva presidencial no harán uso de las instalaciones de la Embajada de Argentina en Roma al considerar que «no está en condiciones».

El jefe de Estado fue al Vaticano junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el canciller Gerardo Werthein; y las ministras Patricia Bullrich (Seguridad) y Sandra Pettovello (Capital Humano).

Advertisement
Continue Reading

POLITICA

Santa Fe: la elección constituyente anticipó la disputa nacional en el peronismo y crece la tensión

Published

on



El desempeño de Juan Monteverde en las elecciones constituyentes de Santa Fe despertó algunas incógnitas dentro del peronismo local. ¿Está en condiciones de encabezar la lista de diputados en octubre? Antes de responder esa pregunta, la provincia tiene otros comicios por resolver: el destino de algunas Intendencias y la renovación de otros Concejos Deliberantes, entre ellos, el de la ciudad de Rosario. En ese territorio es donde el líder de Ciudad Futura busca imponerse sobre Juan Pedro Aleart, el candidato de La Libertad Avanza que le garantizó el único triunfo al gobierno nacional. Según pudo reconstruir Infobae, el PJ busca acercar posiciones con Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman para lograr una unidad más representativa, pero la lista para la disputa por las bancas en la Cámara de Diputados recién comienza.

Agustín Rossi era el nombre cantado para encabezar la lista para octubre, incluso antes de que se realizaran las elecciones para los convencionales. De hecho, en una reciente entrevista con el streaming Gelatina, el ex candidato a vicepresidente lo confirmó: “Voy a ser candidato a diputado nacional. Estoy trabajando hace tiempo en la provincia para lograr una lista lo más unitaria posible con compañeros de comprobada adhesión a nuestras ideas”.

Advertisement

Las declaraciones de Rossi no sorprendieron a nadie. “Es algo que él viene planteando hace bastante tiempo”, reconocen dentro de la alianza Más Para Santa Fe, que conformaron la Corriente de la Militancia, Ciudad Futura, el Frente Renovador y el Movimiento Evita en las últimas elecciones. Sin embargo, aseguran que al ex diputado siempre le aclararon que lo prudente sería esperar al resultado de la elección de junio y, con esos números, empezar a negociar los nombres. Sería de esperar que cada partido busque imponer su fuerza según los distritos ganados.

Agustín Rossi busca encabezar la lista de diputados del peronismo en octubre

Nadie confirma ni desmiente que Monteverde pueda llegar a pelear por encabezar la lista, pero sí se descuenta que participará activamente del armado de la nómina con algún otro representante de Ciudad Futura. “Queremos tener un grado de unidad más grande”, aclaran en el entorno del concejal. Hasta en el oficialismo saben que su principal objetivo es suceder a Pablo Javkin en la Intendencia de Rosario y, para eso, debe vencer al ex periodista que cosechó una amplia victoria en la última elección.

Según pudo saber Infobae, hace pocos días existió una reunión entre Monteverde y Rossi, donde el líder de Ciudad Futura habría confirmado que no está interesado en pelear por una banca nacional. Algunos ven con desconfianza que renueve su escaño en el Concejo Deliberante, que represente al frente Más Para Santa Fe en la Convención Constituyente y, a la vez, emprenda una campaña para la Cámara de Diputados. “Sería otra vez creer que un dirigente mesiánico nos puede salvar”, analizan los peronistas. Otros creen que los rumores sobre las ambiciones de Monteverde provienen de un acuerdo con el Movimiento Evita para, al final de la pulseada, imponer a Eduardo Toniolli.

Advertisement

“Estaría rompiendo acuerdos previos”, advierten en el peronismo santafesino, alertados por los rumores, y adelantan que se opondrán a cualquier tipo de ambición personal de Monteverde. Además, aunque el PJ local festejó el resultado electoral, que los dejó posicionados como los principales opositores a Maximiliano Pullaro, saben que el volumen de votos cosechados no es suficiente para la batalla nacional. “Con los 14 puntos que Juan sacó metemos sólo un diputado, necesitamos llegar a 30 puntos para meter dos”, alertan.

Juan Monteverde, Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman. Los tres candidatos peronistas que compitieron en la elección constituyente

Pese a los cortocircuitos, el peronismo busca mantener la unidad y acercar posiciones con Lewandowski y Sukerman, los candidatos que compitieron por fuera del sello. Incluso esperan armar un interbloque en la Convención Constituyente con el ex candidato a gobernador, quien cosechó 4 convencionales, que se sumarían a los 12 de Más para Santa Fe.

En lo que no hay disidencia es en el malestar que generó el llamado de Pullaro a iniciar la reforma de la Constitución el próximo 14 de julio. El PJ le había trasladado al gobernador su postura de empezar las sesiones en febrero o marzo del 2026 y no en medio del proceso electoral de las elecciones generales locales y las legislativas nacionales. “No le importa nada de la reforma, sólo su reelección. Va a ser una reforma exprés de espaldas a la sociedad”, protestaron.

Advertisement

Además, en un comunicado de Más para Santa Fe alertaron que la participación electoral en la elección de convencionales fue “la más baja desde el regreso a la democracia, superando apenas el 50%”. “Este dato resalta un récord de indiferencia por parte de la sociedad santafesina, que no se veía desde 1983. Este hecho debe servir como un llamado de atención, ya que la sociedad no formó parte activa del debate previo a la reforma, ni tampoco lo hicieron los partidos políticos, salvo algunas excepciones”, agregaron.

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2025 NDM - Noticias del Momento | #Noticias #Chimentos #Política #Fútbol #Economía #Sociedad