Este 16 de septiembre se cumplen 48 años de la denominada “Noche de los lápices”, en donde un grupo de estudiantes secundarios fueron secuestrados y desaparecidos en el contexto de la última dictadura cívico militar argentina. Por ello habrá una gran movilización en la ciudad de La Plata, epicentro de la tragedia, que se replicará en varios puntos del país.

La fecha recuerda a 10 alumnos de la escuela secundaria que formaban parte de un colectivo que reclamaba por la implementación del boleto estudiantil y que participaron de varias marchas. Hasta que entre el 8 y el 21 de septiembre de 1976, fueron cazados por efectivos de las fuerzas policiales, para engrosar la trágica lista de los 30 mil desaparecidos por última dictadura militar.

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En esas mismas calles que recorrieron quienes hoy son recordados por luchar en favor de los derechos de los estudiantes y enfrentar la ferocidad de la represión del Estado, miles de personas volverán a reclamar “Memoria, Verdad y Justicia”, por aquellos que dieron su vida en aras de una sociedad más justa y equitativa.

La movilización central convocada por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de la capital bonaerense y la Red Nacional de Centros de Estudiantes (RENACE), busca, además de recordar los trágicos eventos propiciados por el gobierno de facto, visibilizar que la lucha por una educación accesible y equitativa sigue estando en foco, sobre todo en medio de las políticas de ajuste y represión que encabeza la gestión de Javier Milei.

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En medio del reclamo a nivel nacional por el fuerte ajuste en el presupuesto de las universidades, que deja a muchas de las casas de altos estudios al borde del cierre, el colectivo estudiantil reflota la lucha de aquellos jóvenes cuyas vidas fueron tomadas por las fuerzas de seguridad y conmemora a Francisco López Muntaner y María Claudia Falcone, de apenas 16 años. A Claudio de Acha y Horacio Ángel Ungaro, de 17. Daniel Alberto Racero y María Clara Ciocchini, de 18.

Así como también se rememora a Pablo Díaz, de 19; Patricia Miranda y Emilce Moler, de 17 años y Gustavo Calotti de 18, que sobrevivieron al secuestro y tortura por parte de integrantes de las fuerzas armadas y que recuerdan que hoy “los lápices siguen escribiendo”.