El peronismo del Gran Buenos Aires se acostumbró a dormir sin frazada en la cama de la inseguridad. No es por el calor extremo de estos días, sino porque al parecer los hechos delictivos generan mucho más impacto mediático que una pérdida de votos.

Sin embargo, para este año electoral, los intendentes admiten una particular inquietud. «Querés la verdad: estamos detonados. Con la economía y el dólar más o menos ordenada, los vecinos nos van a terminar castigando por la inseguridad en las urnas», advierte un jefe justicialista del Segundo Cordón.

Hay tensión con Axel Kicillof. En el PJ lo acusan de fingir demencia y sacarle la cola a jeringa. «Axel tiene un tema ideológico con la represión y el accionar policial. Sergio Berni le paraba las balas pero no está más. Ahora (el Gobernador) está más expuesto y probablemente vaya a empezar a pagar los costos de una política errática contra la delincuencia. Siempre se está respondiendo a un asesinato o a un asalto violento ya consumado. No hay un esquema serio para anticiparse, aunque no sea para nada sencillo. Los intendentes también podemos caer en la volteada. Hay mucha bronca. Casi ninguno de nosotros recibió nuevos patrulleros», señala otro intendente del Sur del GBA.

En la Plata admiten que hay problemas. El asesinato a puñaladas del joven repartidor de Moreno que intento evitar un robo encendió una mecha que nadie sabe bien si llegará al punto de hacer explotar la indignación y el enfado que la gente viene acumulando hace años. Al Gobernador no le gusta hablar de la inseguridad. Se nota que lo incomoda. Ante los intendentes, Kicillof se queja por la falta de recursos. Acusa a Javier Milei de haber eliminado el Fondo de Seguridad que en 2024 habrían sumado unos $400.000 millones y nunca llegaron. El 50% de esa montaña de dinero se la quedaban los jefes comunales. El resto lo manejaba Sergio Berni. Era la plata que Alberto Fernández acordó con Máximo Kirchner extirparle a la Ciudad de Buenos Aires por coparticipación.

«Nosotros reforzamos con todo lo que tenemos de policía municipal, que la equipamos varias veces por año. Pero nunca alcanza», reconoce Julio Zamora, de Tigre. El clima está complicado. Los intendentes temen no tanto por la cantidad de delitos sino por la violencia de los delincuentes. Reconocen que muy pocas veces vieron este nivel de brutalidad en los robos. «Salen a afanar con el reviente de a todo o nada. O me das o te mato. A veces ni eso respetan «, indica otro jefes comunales de la Primera Sección..

El problema no son sólo la falta de patrulleros, sino el fuerte déficit de recursos humanos. Pueden llegar todos los móviles que hacen falta pero no hay policías para manejarlos.

En Tres de Febrero, con su flamante remera violeta de La Libertad Avanza, Diego Valenzuela lamenta que la Provincia eliminó al policia «caminante». «Son los binomios de efectivos que patean y vigilan las calles. No hay ni quiero politizar la inseguridad, pero esta claro que falta gestión y decisión para enfrentarla», sostiene.

Este municipio del Oeste es una de las 10 comunas donde Patricia Bullrich ya comenzó a implementar su programa 9010 (90% de los delitos en el 10% del territorio). Justamente en los pagos de Valenzuela, este lunes se hizo un operativo en una zona caliente de Derqui con Fuerzas Federales.

En el kirchnerismo de paladar negro transmiten el pensamiento de Cristina Kirchner. Desde el año pasado, la ex dos veces Presidenta advierte que en las elecciones de este 2025 la inseguridad será el tema preponderante y quizás definitorio para la suerte de los candidatos del PJ en Buenos Aires. «Podemos recibir un palazo importante en las urnas», avisa un senador de UxP que visita asiduamente el Instituto Patria.

Trascartón, entre los jefes del GBA hizo bastante ruido la decisión de Kicillof de participar de la masiva marcha de LGTBQ en contra de las expresiones del Presidente Javier Milei.

Muchos lo toman como un error grave porque la manifestación se dio en un clima de fiesta en medio de la preocupación y bronca de los bonaerenses por los hechos delictivos. En la marcha, al Gobernador y a Máximo Kirchner se los vio sonrientes (aunque separados), muy bien custodiados por militantes. Salvo Mayra Mendoza de Quilmes y algunos pocos más, casi ningún jefe del Conurbano asistió. Aunque en las redes hayan apoyado la manifestación.

Yendo un poco más atrás en el tiempo, nadie sigue sin entender bien qué ocurrió en la reunión que tuvieron los Ministros de Seguridad porteño y provincial: Waldo Wolff y Javier Alonso. Tras haber acordado un esquema para reforzar la vigilancia, Alonso salió a criticar en las redes a Jorge Macri.

Hay quienes aseguran que hubo una mano extraña del Gobierno Provincial para que Kicillof no quede pegado con Macri.