En una reciente visita a Buenos Aires, el intendente de Bariloche, Walter Cortés, planteó una serie de propuestas y gestiones ante funcionarios nacionales, centrando su atención en dos temas cruciales: el control del tránsito pesado y la seguridad en la ciudad.

Durante su estancia en la capital, Cortés se reunió con Marcelo Campoy, el nuevo administrador de Vialidad Nacional, para abordar el problema del tránsito de camiones chilenos que utilizan la ruta nacional 40 y la Circunvalación de Bariloche. El intendente enfatizó la necesidad de instalar una balanza en el ingreso este a la ciudad, con el objetivo de monitorear el peso de los camiones y prevenir daños en la infraestructura vial local. Cortés argumentó que el control de peso es crucial, dado que muchos de estos camiones, provenientes de Estados Unidos, a menudo exceden los límites y deterioran las rutas. Además, sugirió que el control debería extenderse al estado de los vehículos y a las pruebas de alcoholemia para los conductores.

En su encuentro con Campoy, Cortés también abordó la necesidad de coordinar el trazado del tendido eléctrico de alta tensión Alipiba II para que se alinee con la Circunvalación, evitando afectar terrenos vinculados al parque tecnológico y futuros desarrollos de la ciudad. También se discutió la posibilidad de que Vialidad facilite galpones en Bariloche para el resguardo de maquinaria municipal.

Por otro lado, Cortés se reunió con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para tratar temas relacionados con la seguridad en Bariloche. En esta conversación, se acordó reforzar la presencia de fuerzas federales durante las temporadas turísticas y mejorar la planificación para la prevención del delito y el narcotráfico en la región. Bullrich, quien mostró familiaridad con los desafíos locales, se comprometió a aumentar la presencia policial y a colaborar estrechamente con la policía provincial para enfrentar el problema de las drogas.

A pesar de los esfuerzos de Cortés por presentar propuestas concretas, su visita dejó una impresión ambigua. Mientras que la propuesta de la balanza y los controles de tránsito parecen ser pasos positivos hacia la gestión de la infraestructura vial, la eficacia de las gestiones en materia de seguridad aún está por verse. El hecho de que las reuniones se hayan centrado en temas que han sido objeto de discusión en el pasado plantea dudas sobre si estos movimientos representan avances significativos o meros gestos de protocolo.

En resumen, mientras el intendente Cortés busca consolidar su relación con el gobierno nacional y mejorar las condiciones en Bariloche, la eficacia real de estas gestiones dependerá de la implementación efectiva de las propuestas y el seguimiento continuo de los compromisos adquiridos.

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