Los codos, rodillas y talones tienen una piel más gruesa sobre la cual ejercemos presión. En meses de clima cálido, la piel áspera es causada por la fricción y la falta de hidratación o humedad.

El sol le quita a la piel la humedad natural y los pies con callosidad son comunes en esta época, debido a que usamos zapatos abiertos a veces durante toda la jornada sin hidratación externa.

Es fundamental mantener una hidratación adecuada, tanto interna como externa; esto implica beber suficiente agua a lo largo del día y aplicar cremas hidratantes específicas para estas áreas, que tienden a ser más gruesas y secas. Se recomienda usar productos que contengan ingredientes como la urea o el ácido hialurónico, que ayudan a atraer y retener la humedad en la piel.

Es crucial exfoliar regularmente estas zonas para eliminar células muertas y favorecer la regeneración celular, lo que se puede lograr mediante el uso de exfoliantes suaves o incluso con métodos caseros, como la combinación de azúcar y aceite de oliva.

Podés aprovechar la ducha para masajear muy suavemente, con una piedra pómez en los talones (más bien fina, para no generar más asperezas) o usar un cepillo suave, en un solo sentido, para ayudar a remover la piel muerta, a suavizar las callosidades y rugosidades.

Luego podés limar la piel con una lima sumamente fina, también en una sola dirección. Enjuagá esas áreas para quitar cualquier residuo de células muertas y masajeá con una crema específicamente formulada para esa zona.

La higiene en verano es fundamental para prevenir infecciones, eritemas y además de la deshidratación. Es importante no colocar crema entre los dedos de los pies, ya que se pueden formar hongos y la humedad los propicia.

Si bien debemos comer de todo, incluir a la dieta de verano determinados alimentos favorece a la hidratación del organismo y, por tanto, de la piel. Consumí frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes, como pollo, pescados, huevo, garbanzo, soja, trigo, quinoa, entre otros, ya que ayudan a prevenir la degeneración celular y estimulan el flujo sanguíneo de la piel.

Por último, es indispensable proteger la piel del sol aplicando un bloqueador solar de amplio espectro, ya que la radiación UV puede causar manchas y sequedad.

Fuente: Pronto