POLITICA
Con una charla de Macri y Lacalle Pou, el PRO celebró los 20 años de la Fundación Pensar: dardos contra Milei y un llamado a “votar bien”

El titular del PRO y ex presidente, Mauricio Macri, encabezó anoche la celebración por los 20 años de la Fundación Pensar, que tuvo como acto central una charla con el ex primer mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou, en la que abundaron las definiciones políticas, las reflexiones de Estado y críticas veladas a Javier Milei y al súbito aumento de aranceles que ordenó Donald Trump.
Si bien en la charla no hubo nombres propios, Macri lanzó dardos con un destinatario inconfundible: el actual jefe de Estado. Al respecto, cuestionó que la política exterior esté enfocada en la batalla cultural y que la urgencia se vaya consolidando como nueva normalidad. A su turno, Lacalle Pou apuntó -también sin menciones personales- contra el shock arancelario ejecutado desde Washington, que sacudió a la economía global.
Al encuentro asistieron el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, la jefa de la campaña porteña y presidenta de la Fundación Pensar, María Eugenia Vidal, dirigentes y funcionarios porteños, la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, diputados, senadores, líderes provinciales del partido, integrantes de think tanks y empresarios de primera línea.
En uno de los salones de La Rural, en el barrio porteño de Palermo, se llevó a cabo una recepción y luego la tradicional cena anual. Antes de la conversación de ambos ex presidentes, hablaron la vice del think tank amarillo y cabeza de la lista de candidatos a legisladores porteños, Silvia Lospennato, Vidal y Jorge Macri.
“La política tiene su momento electoral y está muy cerca. El 18 se vota en la Ciudad de Buenos Aires, ustedes lo saben. Voten bien, voten cuidando todo lo que hemos construido, voten teniendo en cuenta ese espíritu de superación”, afirmó en clave electoral el jefe de gobierno porteño, antes de la charla de Macri y Lacalle Pou.
La charla de los ex presidentes
En la conversación con Lacalle Pou, Mauricio Macri destacó que “los argentinos, contrariamente a lo que piensan algunos, eligieron bien (en referencia a Milei), porque entendieron que estábamos en una urgencia que demandaba un nivel de audacia y de velocidad necesarias para evitar lo que era la casi segura colisión con la hiperinflación y la destrucción masiva de la sociedad”.
Sin embargo, advirtió que “esa urgencia es difícil de evaluarla que se perpetúe en el tiempo, porque no puede ser una urgencia la nueva normalidad. La normalidad es tener un ritmo de cambio, porque siempre el mundo nos va a desafiar. Pero también tener una apertura al diálogo, convivencia y otro ritmo de comunicación”.
Para Macri, “la Argentina también necesita romper un sistema corporativo, casi un sistema mafioso, que la atrapó y no le permitió desarrollar la competencia interna ni externa. Pero también hay que construir los nuevos mecanismos para que el desarrollo llegue”.
A su turno, el ex mandatario oriental destacó como un requisito para el liderazgo y la actividad política “ser buena persona, tolerante y respetuosa”, además de tener idoneidad, “ser agente de unión y no de división”. ¿Fue una alusión tácita a Milei?
Agregó que durante su mandato trató de ejercer el poder con “prudencia, paciencia, equilibrio”, porque “hay que tener mucho cuidado; la responsabilidad y el liderazgo hay que asumirlo con mucha humildad”. Y completó: “La palabra de un líder, de un presidente, genera efectos. Y todos sabemos que en la vida es mucho más fácil destruir que construir. Construir lleva mucho tiempo y destruir es un momento y la responsabilidad de todo lo que una vez somos presidentes o queremos serlo es que cada vez que hacemos algo debemos pensar si sirve para construir y si no sirve, ni lo hago”.
Macri había iniciado la charla preguntando sobre la opinión de Lacalle Pou respecto al régimen presidencial de Uruguay, de un mandato de cinco años sin posibilidad de reelección. “Personalmente, soy reeleccionista, pero estoy más solo que perro malo”, dijo el colega oriental y reconoció que en su país “hay un concepto muy arraigado de que nadie es más que nadie, que el presidente es uno más, al que le dimos una changa de cinco años”.
Luego, el líder del PRO le pidió que revelara con qué presidentes había tenido mejor sintonía: con el derechista Jair Bolsonaro o con el izquieridista Luiz Inacio Lula Da Silva, por Brasil; y por Argentina, con Alberto Fernández o Javier Milei. Fue una pregunta que guardaba, claramente, una intención política.
Lacalle Pou contó que con los brasileños pudo llegar a acuerdos, al igual que con Milei, pero no tanto con el anterior presidente argentino, con quien tuvo diferencias por las miradas contrapuestas respecto del Mercosur. “A mí no me importaba ni me importa si coinciden o no conmigo ideológicamente”, dijo.
Fue el pie para que Macri reiterara una crítica que viene planteando públicamente respecto a la gestión libertaria: “La política exterior tiene que estar al servicio de mejorar la calidad de vida de tu gente, no al servicio de una batalla cultural o una discusión ideológica”, afirmó.
Posteriormente, el ex presidente argentino le preguntó respecto al posicionamiento que tuvo durante su gestión con respecto a Estados Unidos y China, dos gigantes que dominan la escena geopolítica y que demandan alineamientos que pueden condicionar los intercambios comerciales y, por consiguiente, favorecer o ralentizar el crecimiento económico.
Lacalle Pou, sin mencionar a Donald Trump, dijo: “Ahora estamos viendo el más feroz proteccionismo que jamás hubiéramos imaginado. Espero que Argentina, por la filosofía imperante, se oponga radicalmente a un mundo cada vez más cerrado y a un mundo que negocia de una manera bastante compleja”.
“Estoy preocupado y más me preocupa que aplaudan esa cosa. La coherencia y la previsibilidad es una conducta reiterada, avisada y practicada, no es un fondo blanco”, afirmó el ex presidente de Uruguay y sumó: “La confianza cotiza en bolsa. En un mundo tan turbulento, si no hay previsibilidad y no hay confianza, por arriba no camina la esperanza”.
Sobre el final, y ante una pregunta de Macri sobre el anticuerpo que tiene Uruguay para evitar contagiarse del populismo -una “exportación argentina”, según la definición del líder del PRO- Lacalle Pou afirmó: “Nosotros tenemos los partidos políticos más viejos del mundo. Para mí, el sostén de la democracia son los partidos, no los movimientos. A mí me preocupan los movimientos. Quiero partidos, porque son algo colectivo, la esencia de la actividad política. Los partidos marcan, ponen límites”, aseguró.
“En Uruguay, por suerte, los outsiders rápidamente se convierten en insiders. Que no quiere decir que se transformen ni que el sistema los ablande ni nada, pero son gente que canaliza su enojo a través de la democracia. Y si en Uruguay la sangre no llega al río, básicamente, es porque los uruguayos no bancarían que los políticos dejaran que la sangre llegue al río”, concluyó.
Los discursos de Vidal y Lospennato
En su doble rol de presidenta de Pensar y jefa de la campaña porteña, María Eugenia Vidal habló sobre los orígenes del think tank que cumplió dos décadas y que sirvió de semillero y centro de formación para el partido amarillo. Presentó a la tercera generación del PRO y mencionó al menos cuatro veces a Macri como principal referencia del espacio.
En ese sentido, dijo que en la fundación el objetivo es formar líderes que entiendan y estén capacitados en macro y microeconomía, en acceso a nuevas tecnologías, en las problemáticas internacionales y en gestión de políticas públicas. Pero resaltó que “para nosotros no hay hacer sin equipo, no hay líderes individuales ni mesiánicos, porque ya tuvimos muchas experiencias fracasadas de eso“.
Y como Jorge Macri, Vidal habló de la cuestión electoral: “Es importante entender en qué momento está la Argentina. Este último año logramos más tranquilidad, más estabilidad, bajar la inflación y esa pobreza que duele tanto, pero lo que queda por delante es muchísimo y depende no solo de un gobierno, sino de una generación comprometida y millones de argentinos, que cuando van a las urnas tienen que pensar bien su futuro y para eso pensar bien su voto, que no sea un voto impulsivo, que sea un voto reflexivo, que haga todo el camino para pensar qué es lo mejor para la Argentina”.
En tanto, Lospennato destacó que Pensar “no es una fundación que simplemente elabora programas y políticas públicas en el Estado, nuestra obsesión es encontrar las soluciones para abordar los problemas que tiene el sector privado, que en realidad es el que genera crecimiento y bienestar”.
“Durante muchos años trabajamos en planes y programas y cuando nos tocó llegar a los gobiernos, el gobierno de la ciudad, el gobierno nacional, el gobierno de varias provincias que gobernamos ahora en Chubut, de Entre Ríos, decenas de municipios, llegamos preparados porque eso creemos que es respetar a los ciudadanos”, afirmó.
Finalmente, la también candidata a diputada porteña por la lista del PRO destacó que “ningún cambio resiste en el tiempo si no hay instituciones que lo sostengan. Y esas instituciones son reglas de juego y personas que puedan cumplir con esas expectativas y estas reglas”.
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Dos senadores de Santa Cruz apoyaron Ficha Limpia y se destraba la ley que impide ser candidatos a condenados por corrupción

Los senadores por Santa Cruz Natalia Gadano y José María Carambia confirmaron el apoyo a la ley de Ficha Limpia, que impide a los condenados por corrupción con sentencia firme ser candidatos para cargos nacionales. Además, le reclamaron a la vicepresidente Victoria Villarruel que convoque a sesión la próxima semana para se debata esta iniciativa que, de aprobarse, impediría que se postulen dirigentes como Cristina Kirchner, quien tiene sentencia ratificada en doble instancia.
“Para que no haya malos entendidos, invitamos a todos los senadores a que esta semana se sesione (por la ley de) Ficha Limpia, y a la vicepresidenta de la República Argentina a que convoque a la sesión correspondiente”, afirmó Carambia en un video publicado en sus redes sociales, que fue compartido por Gadano.
Ficha Limpia es una de las prioridades legislativas que planteó el presidente Javier Milei y se comprometió de manera personal a que sea aprobada, tras una conversación que tuvo con la diputada Silvia Lospennato (PRO), una de las impulsoras más fervientes de la iniciativa.
Los dos senadores de Santa Cruz eran señalados por sus pares de la Cámara alta, por fuentes del Gobierno y por dirigentes de la oposición no kirchnerista como los únicos en duda para alcanzar los 37 votos para el quorum y para que se pueda aprobar una ley como Ficha Limpia, que al ser de naturaleza electoral, requiere mayoría agravada.
Debido a que el bloque del peronismo kirchnerista tiene 34 bancas sobre 72 -y ya expresó su rechazo cerrado al proyecto de Ficha Limpia- todo el arco no K debería estar unido para alcanzar esa mitad más uno del pleno que se requiere para iniciar el debate y conseguir la aprobación.
Carambia y Gadano son representantes de Santa Cruz y responden de manera vertical al gobernador Claudio Vidal, peronista y de extracción sindical del petróleo. Ya hicieron sentir su importancia cuando dejaron sin quorum la sesión que iba a elegir autoridades del Senado. Y fueron los únicos que se mantuvieron públicamente en silencio respecto de su apoyo o rechazo al proyecto de Ficha Limpia. Hasta el Viernes Santo.
Según confirmó la periodista Cristina Pérez, de LN+, el gobernador Vidal le transmitió la siguiente declaración: “Le di instrucción a los dos senadores de votar a favor de Ficha Limpia”.
De todos modos, hasta ahora no está del todo claro si habrá sesión y si, en caso de ser convocada por la vicepresidente Villarruel, el proyecto tendrá cambios. De hacer modificaciones, la iniciativa deberá volver a Diputados para su aprobación definitiva o la insistencia con mayoría agravada de su redacción original. Este último aspecto es importante porque podría demorar su aprobación y hay temor de que, incluso, se puede trabar su aplicación.
En el radicalismo y en partidos provinciales hay varios senadores que plantearon la intención de incluir más delitos en Ficha Limpia. Algunos reclaman que se sumen las condenas por narcotráfico, violencia de género y otras causales graves que no fueron incorporadas en la Cámara baja.
Lo que resta es definir cómo y cuándo habrá sesión. Para eso, Infobae pudo confirmar que desde el mismo lunes habrá contactos entre los bloques más cercanos al gobierno de Javier Milei, que ya había dejado por escrito su apoyo para sesionar. A excepción del bloque santacruceño de Carambia y Gadano, todas las demás bancadas le pidieron a Villarruel que postergue el debate.
En el Senado se descuenta que en la reunión de Labor Parlamentaria convocada para el martes se discutirá si, como estaba previsto originalmente, se llamará a sesionar el jueves 24 de abril. “Si el Gobierno se involucra, como parece que está involucrado ahora, seguro se destraba y se debate”, explicaron a este medio fuentes de la Cámara alta.
Qué dice el proyecto
De acuerdo a lo que precisó Infobae la semana pasada, Ficha Limpia modifica las reglas de elegibilidad para los candidatos a cargos públicos y le impide a quienes tengan una condena confirmada en segunda instancia relacionada con delitos contra la administración pública, como el caso de Cristina Kirchner.
En la redacción que tiene aval de Diputados se incluyeron delitos como “fraude en perjuicio de la administración pública contemplado en el artículo 174, inciso 5 del Código Penal, cohecho y tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas y exacciones ilegales”.
Pero también alcanza al “enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados, encubrimiento, delitos contra la administración pública, del libro segundo del Código Penal y todo otro delito doloso contra la administración que conlleve enriquecimiento que sea dispuesto de conformidad con lo establecido en el artículo 36 de la Constitución”.
En Diputados se eliminó la denominada “cláusula Petri” -en referencia al texto que presentó el ministro de Defensa-, por lo que el artículo 1 sostendrá la vigencia de Ficha Limpia para “sentencia condenatoria que resulte confirmada por un órgano judicial de instancia superior, hasta su eventual revocación o cumplimiento de la pena correspondiente, y siempre y cuando la confirmación de la condena se produzca con anterioridad al plazo establecido en el artículo 25 del Código Electoral Nacional”. Es decir, la confección de los padrones, hasta 180 días antes de la elección general.
En el artículo 2, el inciso A se cambió en la Cámara baja por el siguiente: “La Cámara Nacional Electoral llevará un registro público de Ficha Limpia en donde constarán las sentencias dictadas en los términos del artículo 1, sus eventuales revocaciones y los datos identificatorios de las personas alcanzadas por dichas sentencias”.
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Fabián Leguizamón lanza “Radicales por Santa Cruz” para disputar poder dentro de una UCR fracturada

Tras quedar marginado de la conducción del radicalismo provincial, el vicegobernador Fabián Leguizamón apuesta a recomponer su capital político con el lanzamiento de un nuevo espacio interno, “Radicales por Santa Cruz”. La jugada llega después de su derrota en la Convención de la UCR y busca recuperar protagonismo frente a la consolidación del liderazgo de Roxana Reyes dentro del partido.
El espacio fue presentado con un comunicado firmado por más de treinta dirigentes, entre ellos aliados históricos como Samir Zeidán (Río Turbio) y Américo Casas (zona norte), en el que se combina una tibia autocrítica con una fuerte defensa del gobierno provincial de Claudio Vidal, con quien Leguizamón mantiene su alianza.
Lejos de convocar a una reconstrucción orgánica de la UCR, la movida parece más bien un intento por sostener cuotas de poder y presionar a la actual conducción partidaria para lograr espacios en las listas nacionales de octubre. De hecho, el texto lanzado por el nuevo sector no escatima críticas veladas hacia quienes “juegan a ser oposición salvaje”, en clara referencia a Reyes, que viene marcando distancia con el oficialismo vidalista.
La creación de “Radicales por Santa Cruz” se da en un contexto adverso para Leguizamón. En marzo, la Convención del partido selló el regreso de figuras como Daniel Gardonio y Carina Bosso —intendentes que en 2023 rompieron con la UCR para sumarse al armado de Vidal— y consagró a Juan “Pirri” Martínez como nuevo presidente del órgano partidario. Leguizamón, ausente deliberadamente en esa instancia, quedó desplazado del centro de decisiones del radicalismo.
El comunicado difundido por el nuevo espacio afirma que “el partido perdió capacidad de respuesta” y que es tiempo de reactivarlo. Sin embargo, evita mencionar que fue justamente la estrategia impulsada por Leguizamón —la alianza con Vidal que fracturó al radicalismo— una de las principales causas de la debacle electoral que relegó al partido al tercer lugar en 2023.
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Efecto FMI: Milei en campaña, tensión por los precios y escalada del discurso

La imagen de los festejos de Javier Milei y sus funcionarios apenas coronado el acuerdo con el FMI expuso más que la excitación del momento: para el oficialismo, marca el inicio de la campaña 2025. Es un estado que no anula para nada la preocupación por los números de la inflación –el impacto del IPC de marzo y las proyecciones privadas para abril-, que Olivos busca adjudicar a un clima generado artificialmente desde sectores políticos y económicos. Esa definición, poco ortodoxa y discutible, constituye el núcleo de su escalada discursiva en el arranque efectivo del año electoral.
Milei expuso personalmente el objetivo de explotar los primeros efectos del trato con el Fondo, en una semana económica breve pero políticamente intensa. Casi sin descanso, se sucedieron entrevistas y tuits, con pinceladas en blanco y negro para confrontar y descalificar miradas críticas de diferente origen. Todo acompañado por una clara definición del foco en la elección porteña que ya viene y movidas en la provincia de Buenos Aires, como se verá además en los próximos días.
Podría interpretarse como algo contradictorio el tipo de mensajes, pero a esta altura difícilmente queden dudas sobre el movimiento presidencial. Lejos de ser una cuestión de estilo, se trata del modo de entender la construcción de poder. Y eso mismo explica que en los momentos celebratorios, el oficialismo tiende a extremar su discurso en lugar de exponer cierta distensión. Ocurrió antes con la sanción de alguna ley o el blindaje de un DNU, y se reproduce ahora en mayor dimensión luego del cierre del entendimiento con el FMI y frente al primer impacto del dólar.
Por supuesto, la reacción inicial en el camino de salida del cepo y de estreno de la banda cambiaria -más allá de consideraciones sobre tasas y juego financiero- produjo satisfacción en el Gobierno, por varias razones entre las que se destaca una: la necesidad de “anclar” expectativas y contener o revertir aumentos de precios. El IPC de marzo, en rigor, había asomado como un elemento inquietante por la cifra que deja y por el arrastre.
Hasta el mes pasado, la tendencia a la baja era alterada sólo por pocas décimas, pero que en ningún caso indicaban la instalación extendida en escalones más altos. Vale repasar los números recientes. El último trimestre del año pasado se había mantenido por debajo de los 3 puntos porcentuales. Enero anotó 2,2%, cortando la insinuación creciente de diciembre (2,7%), y febrero trepó algo otra vez, hasta el 2,4%. En cambio, el 3,7% de marzo hizo retrotraer la mirada hasta septiembre (3,5%), cuando el índice inflacionario había logrado quebrar el piso de los 4 puntos.
No se trata únicamente del promedio general, aún medido como capital destacado del oficialismo en términos políticos. El informe oficial sobre el IPC del mes pasado indica que rubros sensibles estuvieron por encima de esa cifra, dejando de lado el pico del capítulo de educación. Alimentos y bebidas registró 5,9% y ropa y calzado anotó 4,6%. En el GBA fue más significativo: 6,3% y 5,6%. Está claro que allí está puesta la mirada cuando las cuentas se hacen también en la calculadora electoral.
Los análisis sobre lo que finalmente marque abril están asociados centralmente a lo que ocurra con el dólar. De allí, la satisfacción en las filas de LLA por el impacto que tuvo de entrada el anuncio sobre el acuerdo con el FMI y el giro en política cambiaria. En ese plano y también en otros, el Gobierno se mueve con cierto pragmatismo y menos dogma que el declarado, aunque siempre sin salirse de la concepción más fiscalista.
La advertencia presidencial al “campo” -una definición que, al menos en este plano, excede a los productores- para acelerar liquidaciones es un síntoma evidente. Por supuesto, con el mal eco que tiene la idea de la vuelta a las retenciones en julio. Esa línea fue continuada de algún modo con mensajes fuertes a los mayores formadores de precios y hasta con gestiones para recortar cuotas de las empresas de medicina privada.
Junto con esas señales concretas, el oficialismo apuntó sin vueltas a otra cuestión que parece fuera del manual: los aspectos no estrictamente económicos. Puso el foco en cuestiones como los llamados aumentos “preventivos” o más bien especulativos -en este caso, frente a la evolución del precio del dólar- y para completar, dedicó buena parte de las municiones a todo lo que de manera conveniente es atribuido algún tipo de operación para generar climas sociales adversos.
En esa dirección, apuntó directamente contra políticos, economistas y periodistas. El argumento expuesto por el propio Milei y ampliado por voceros se resume así: el Presidente está en su derecho de responder cuestionamientos, nadie es intocable. El punto es que no se trata de respuestas a dichos críticos -es decir, contraargumentos o cifras o datos-, sino de una tendencia creciente a la descalificación, muchas veces personal. El término más utilizado es “mandriles”, pero no es el único. En la fosa de las redes sociales es aún peor. Pero en el caso del jefe del Estado, se añade la desproporción del poder.
La energía está orientada además a la campaña tradicional. Es otra cuestión y tiene que ver con la competencia política. El Presidente comenzó a involucrarse de manera abierta y no sólo para salir en defensa de Karina Milei, frente a las cargas que comienza a recibir de manera directa, especialmente en la batalla porteña con el macrismo. Parece además una implícita respuesta a algunos malestares domésticos frente al primer resultado de la estrategia libertaria en comicios locales. El domingo pasado, en Santa Fe, LLA terminó tercera, lejos del gobernador Maximiliano Pullaro y un punto por debajo de una de las expresiones del fragmentado peronismo.
Después de acusar de “traición” y de “cuidar los negocios” a Mauricio Macri, y de cruces duros vinculados a la economía, Milei se mostraría la semana que viene en la campaña porteña. También está prevista una presentación en territorio bonaerense. La pulseada con el PRO en la Ciudad, las presiones para fisurarlo en la Provincia y las cargas sobre CFK y Axel Kicillof dominan el panorama para el oficialismo. El discurso, por lo demás, ya dio muestras de su tono y de la amplitud de los blancos bajo el criterio de enemigos.
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